Primer error de Alonso en 15 años para acabar contra el muro en plena carrera: "Fue por una montaña de grava"

Primer error de Alonso en 15 años para acabar contra el muro en plena carrera: “Fue por una montaña de grava”

Un incidente en la curva 6 de Albert Park provocó el primer abandono de Fernando Alonso en 15 años por culpa de un error propio. "El incidente vino de la nada. No me he ido más largo que en otras vueltas, sólo encontré con una montaña de grava en mitad del circuito y he trompeado", analizó el líder de Aston Martin. Desde el GP de Bélgica 2010, también bajo la lluvia, el bicampeón no sufría un abandono en plena carrera atribuible a un fallo de pilotaje.

Lo sucedido, para Alonso, representó "una sorpresa", ya que según su versión, nunca pisó "fuera de la pista". "No hice una línea diferente, pero me encontré mucha grava y perdí el coche. El diseño de la curva 6 no es el mejor, aunque sea lo mismo para todos", reveló el doble ganador en Le Mans.

El citado infortunio se produjo a 25 vueltas para el final, cuando intentaba mantenerse lejos del DRS de Andrea Kimi Antonelli (Mercedes) y perseguía a Pierre Gasly (Alpine). En ese momento, el AMR25 mantenía el cuarto mejor ritmo de los supervivientes en Albert Park. "En cada vuelta que pasaba por ahí, esa gravilla ha sido como un fantasma y me ha jugado una mala pasada otra vez", reveló Alonso.

"Puntos débiles" que "solucionar"

Hay que remontarse al GP de Malasia 2013 para recordar otro abandono tras salida de pista de Alonso, aunque aquella fue atribuible a un impacto previo contra Sebastian Vettel. En épocas más recientes, el mayor error de Fernando databa de la sprint race del GP de Bélgica 2023, cuando en la quinta vuelta sufrió un trompo a su llegada a la zona de Pouhon.

De todos modos, el español no tuvo reparos en mostrar cierto escepticismo sobre sus opciones de acabar entre el top-10 en Albert Park. "No sé si iba a poder aguantar el punto", admitió ante los micrófonos de DAZN. "Hay algunos puntos débiles en el coche que debemos solucionar, pero si hacemos un buen fin de semana, parece que esta temporada podremos puntuar", añadía en el comunicado hecho público por su equipo.

En apenas cinco días, el AMR25 deberá someterse al exigente examen del circuito de Shanghai, donde en 2024 arrancó tercero en la parrilla, aunque sólo pudo cruzar la meta en séptima posición. Después de las malas sensaciones del viernes en Melbourne, Aston Martin viaja a China con la tranquilidad de los ocho puntos sumados por Lance Stroll, que remontó desde la decimotercera plaza de la parrilla hasta la sexta en la meta.

Se trata de la mejor actuación del canadiense desde el GP de Australia 2024. "Un gran modo de empezar el año", valoró Andy Cowell, CEO de Aston Martin. "Lance hizo una carrera excelente Aprovechó al máximo cada oportunidad y no puso una rueda fuera de su sitio en toda la carrera. Nuestras decisiones estratégicas desde el muro fueron muy acertadas", añadió el máximo responsable de la escudería de Silverstone.

Fernando Alonso espera la lluvia, pero nadie sabe nada sobre los nuevos neumáticos de Pirelli: "Buena suerte a los novatos"

Fernando Alonso espera la lluvia, pero nadie sabe nada sobre los nuevos neumáticos de Pirelli: “Buena suerte a los novatos”

El decimosegundo puesto de la parrilla, un par de escalones por debajo de lo que debería exigirse a Aston Martin, no mermó la satisfacción de Fernando Alonso en Melbourne. El bicampeón mundial destacó que su AMR25 rodase a apenas dos décimas de la cabeza durante la Q1 y lamentó su error en la curva 10 que dañó el suelo del monoplaza, lo que terminaría minando sus opciones de alcanzar la Q3. "A ver si llueve mañana, porque no es un sitio fácil para correr en mojado debido a la visibilidad. Estamos preparados y ojalá podamos sumar puntos", adelantó Alonso sobre lo que aguarda para la carrera inaugural del Mundial 2025.

La organización del GP de Australia prevé la llegada de un frente lluvioso a la zona de Albert Park a primera hora de la tarde, con una probabilidad de precipitaciones que superaría el 80%. Según los pronósticos de la propia F1, las lluvias podrían alcanzar los 10 l/m² y vendrían acompañados con vientos del sur que rondarían entre 30 y 50 km/h. Tal y como sucedió a última hora del sábado, el descenso de las temperaturas se cifraría en 23ºC a la hora de la salida, unos 10ºC menos que durante la sesión de clasificación.

Estas copiosas precipitaciones añadirán aún más incógnitas a una primera cita donde, ya de por sí, los equipos llegan casi a ciegas. De este modo, Melbourne supondrá el primer campo de pruebas para los nuevos neumáticos de lluvia, que Pirelli ha venido preparando durante los últimos meses. Una evolución de las gomas de lluvia extrema que tantos comentarios generaron en el pasado reciente.

Evitar el sobrecalentamiento

Desde el GP de Bélgica 2023, Pirelli ha tenido que hacer frente a las severas críticas de los pilotos, que sólo recurrían a los compuestos de lluvia extrema en situaciones críticas, donde salía el safety car o el director de carrera terminaba decretando la bandera roja. "El problema con los antiguos mojados era que se sobrecalentaban muy rápida y fácilmente, así que hemos introducido un nuevo compuesto para reducir su sensibilidad térmica", analizó Simone Berra, ingeniero jefe de Pirelli.

Pese a estas innovaciones, los equipos aún no han podido probar, por lo que el panorama en Albert Park se presenta algo inquietante. "Buena suerte a los novatos", bromeó Alex Albon, que partirá sexto con su Williams. Aún más pesimista se mostró Laurent Mekies, team principal de Racing Bulls: "Se trata de un circuito urbano, con seis rookies en pista y mucha lluvia. Creo que será un caos".

Menos dramático, desde luego, resultó el análisis de su colega Andy Cowell. "Las predicciones apuntan a lluvia, lo que podría poner las cosas interesantes. Hay mucho en juego y desde las posiciones en las que salimos podemos aspirar a algunos puntos", advirtió el jefe de Aston Martin. El británico optaba por centrarse en las áreas de mejora del AMR25. "A lo largo de la sesión, el coche no ha mejorado su rendimiento del modo que esperábamos, así que seguiremos trabajando para mejorar la facilidad de pilotaje".

De Spa a Interlagos

Cabe recordar que durante el pasado Mundial, Alonso dejó actuaciones destacadas sobre la lluvia, con especial mención para el GP de Bélgica, donde supo exprimir su monoplazas en condiciones muy complicadas, tanto en la clasificación como durante la carrera. Aunque la mejor actuación del año sobre mojado llevaría la firma de Max Verstappen, que se apuntó la victoria en Interlagos tras partir desde la decimoséptima plaza de la parrilla.

Hay que viajar 15 años atrás para recordar otra carrera enteramente bajo la lluvia en Australia. En aquella edición de 2010, Jenson Button (McLaren), entonces vigente campeón, se hizo con la victoria, por delante de Robert Kubica (Renault) y Felipe Massa (Ferrari), mientras Alonso debió conformarse con la cuarta posición, dejando pasar una gran oportunidad, dado que Sebastian Vettel (Red Bull) tuvo que abandonar tras una problema en su rueda delantera derecha.

McLaren aterroriza en un arranque que potencia a Williams y penaliza a Aston Martin

McLaren aterroriza en un arranque que potencia a Williams y penaliza a Aston Martin

No por esperado, el doblete de Lando Norris y Oscar Piastri disminuiría la euforia de Zak Brown, el jefe de McLaren, que apretaba los puños en el garaje de Melbourne Park. La velocidad del MCL39 en el arranque del Mundial 2025 ha dejado sin respuestas a sus rivales. Norris, autor de la pole (1:15.096) con 84 milésimas sobre su compañero, dejó a Max Verstappen a casi cuatro décimas. Por no hablar de Charles Leclerc y Lewis Hamilton, relegados a la séptima y octava posición, a 65 y 87 centésimas, respectivamente. La prometida réplica de Ferrari en Australia quedó en agua de borrajas.

Desde los test de Bahrein, la inercia de McLaren se antoja inalcanzable para sus adversarios, sin recursos para el seguir la estela de los monoplazas papaya. Ni siquiera Verstappen, con problemas de sobrecaliento en los neumáticos que le hacían perder el paso en el tercer parcial. Desde el viernes, el tetracampeón venía sufriendo lo suyo, aunque en su primer intento de la Q3 había logrado trepar hasta el liderato, con 24 milésimas sobre George Russell. Por entonces, Piastri arrastraba un fallo en la curva 13, mientras los comisarios borraban el tiempo de Norris, por traspasar los límites en la curva 4. Dio igual, porque cuando hubo que empujar de veras, nadie osó sujetar a los McLaren.

La decepción de Ferrari se hizo más sangrante ante la irrupción de Yuki Tsunoda, que el domingo partirá quinto con el Racing Bulls, por detrás de Russell. No iba de farol el pilotoo japonés, el último en cruzar la línea de meta, puliendo por siete centésimas el crono de Alexander Albon. El británico partirá sexto con Williams, mientras Carlos Sainz tuvo que resignarse a la décima posición. Una actuación de más a menos por parte del madrileño, como corresponde a su periodo de adaptación al FW47.

La grava de la curva 10

Falló Carlos con estrépito en su primer intento de la Q3, mientras Albon se colaba sexto, a medio segundo de la cabeza. De allí ya no se moverían, aunque su regular desempeño a lo largo de toda la sesión, con una configuración muy agresiva y poco combustible en el depósito, debería hacer reflexionar a sus rivales. Especialmente a Aston Martin. Fernando Alonso, decimosegundo y Lance Stroll, decimotercero, confirmaron los malos augurios para la escudería de Silverstone.

Mantener el AMR25 sobre el asfalto resultaba una ardua tarea en la Q2 para Alonso, que probó la grava de la curva 10, una zona muy rápida donde Sainz también iba a pasar sus fatigas. McLaren marcaba las referencias por delante de Verstappen, con los Ferrari algo más descolgados.

Sainz, con el FW47, el sábado en Melbourne Park.

Sainz, con el FW47, el sábado en Melbourne Park.AFP

Un trompo de Hamilton a la salida de la curva 11 arruinó el último intento de tres pilotos, mientras los comisarios anotaban un incidente entre Russell y Leclerc en la curva 3. Los daños en el suelo lastraban a Alonso, sin opciones de alcanzar el top10, como su compañero Stroll. Ninguno de los dos mejoró su crono de la Q1. Entre tantos estragos, Williams salvaba la situación holgadamente, con Sainz séptimo y Albon noveno.

En el año de los rookies, con siete pilotos por debajo de los 23 años, Gabriel Bortoleto irrumpió como una centella a bordo del Sauber. El brasileño apartó por nueve milésimas a Andrea Kimi Antonelli, que rodaba muy bajo con su Mercedes y había dañado el fondo plano con un paseo por la grava de la curva 6. Jack Doohan quiso dar una alegría a la afición local metiendo su Alpine en la Q2 para desdicha de Liam Lawson, cuyo sufrimiento al volante del Red Bull llamaba a la compasión. Un error del neozelandés en la última curva desencadenaría su temprana eliminación en una Q1, donde sólo se contaron 66 centésimas entre el primero y el decimoséptimo.

Los detalles técnicos del nuevo coche de Fernando Alonso: las branquias, la clave invisible del suelo y la aleta de tiburón

Los detalles técnicos del nuevo coche de Fernando Alonso: las branquias, la clave invisible del suelo y la aleta de tiburón

Aston Martin eligió Bahrein para poner sobre el asfalto el AMR25. Lejos de Silverstone, habitual escenario de sus filming days, la escudería británica volvió a confiar a Lance Stroll las primeras comprobaciones técnicas, tanto en el volante, como en los pedales y el asiento. Sin embargo, el flamante monoplaza verde no responde a las exigencias del piloto canadiense, sino a las de Fernando Alonso. Los 200 km del lunes en el circuito de Sakhir, con unos neumáticos de exhibición que no sirven para extraer conclusiones sobre el rendimiento del coche, representan únicamente la primera piedra sobre la que asentar, al fin, un proyecto fiable. Esa ha sido la prioridad del bicampeón para el Mundial 2025.

No se trata de ganar carreras, ni de luchar por los podios, ni de mejorar el quinto puesto de 2024, por detrás de McLaren, Red Bull, Ferrari y Mercedes. El objetivo inmediato de Aston Martin pasa por encontrar una línea básica de desarrollo. Un camino fiable. Algunas certezas entre la maraña de datos. Para ello ha confiado en Andy Cowell, nuevo CEO del equipo. Aún quedan unos días para que Adrian Newey, el mago de la aerodinámica, se incorpore de forma oficial, así que el gran desafío de Cowell pasa por marcar una pauta. Da igual que se trate de un año de transición, a la espera de la revolución reglamentaria de 2026. Aston Martin precisa pasos pequeños, pero firmes.

Las recreaciones digitales presentadas el pasado domingo dejaban entrever numerosos cambios, desde los pontones, más simplificados y estrechos, hasta la cubierta del motor y el suelo. Durante el shakedown del lunes, esta reestructuración aerodinámica de la que presumía Cowell quedó algo en entredicho. De todos modos, parece evidente que la nariz del morro será más afilada y la tapa superior se cerrará en forma de una prominente aleta de tiburón. Además, el sistema de refrigeración se abrirá a través de unas llamativas branquias. Un concepto muy similar al ofrecida por Alpine a Alonso durante el Mundial 2022. El aleron delantera, desde luego, presentará un concepto totalmente distinto.

Banco de pruebas para 2026

Por supuesto, todo este armazón se sustentará a partir del suelo, al que los ingenieros han prestado una especial atención. El control milimétrico de los flujos de sus canales supone un incremento exponencial de la eficiencia aerodinámica. Sin embargo, por la propia naturaleza del suelo, ninguna cámara ha podido captar aún las claves de su diseño.

El resto de piezas, incluyendo el motor, las suspensiones y la caja de cambios, representan un calco del AMR24, dado que son componentes comprados íntegramente a Mercedes. Por si las dudas, nadie se ha quedado de brazos cruzados este invierno en la fábrica de Silverstone. Aston Martin quiere tomarse este Mundial como el mejor banco de pruebas para 2026, cuando los diseños de Newey puedan marcar la diferencia.

De momento, el punto de partida para los ingenieros se ha centrado en el criterio de Alonso, que el pasado agosto dejó un demoledor diagnóstico: «El coche no es fácil de conducir. A veces es un poco impredecible y resta confianza al piloto, porque no deja capacidad de apretar al 100%». Después de tres años regidos por las normas del efecto suelo, Aston Martin aún no conocía exactamente el comportamiento real su vehículo. Se vio durante la calamitosa segunda mitad del Mundial 2023 y también el año pasado, donde llegaron a darse situaciones rayanas en el ridículo. Durante el GP de Estados Unidos, disputado en octubre, llegaron a probar cuatro suelos diferentes y el que mejor rendimiento ofrecía era el que ya habían estrenado en abril.

Cowell no va a tolerar más palos de ciego para salir del hoyo, ni huidas hacia adelante que precedan a otra marcha atrás. El AMR25 ha de ser predecible, no caprichoso. Por encima de todo, ha de mejorar su estabilidad en el tren trasero. Sobre estas bases viene trabajando Enrico Cardile. El nuevo director técnico, procedente de Ferrari, personifica una nueva manera de entender el proyecto. Una filosofía diametralmente distinta a la de Mike Krack, ex team principal, defenestrado ahora a jefe de operaciones en pista.

Lo crucial, a partir de ahora, no pasará por encontrar niveles máximos de carga aerodinámica, sino de desarrollar un monoplaza algo más amable para Alonso y Stroll. Un coche con una ventana operativa más amplia. Todos los esfuerzos no se focalizarán en poner sobre el asfalto las alentadoras cifras halladas en el túnel del viento de Silverstone, sino en construir un monoplaza que sus pilotos expriman con total confianza. En los 24 circuitos del calendario. Sin excepción. Y sin que sobrevuele el riesgo de perderlo en los virajes lentos o surja el molesto traqueteo del porpoising en las largas rectas.

El año pasado, Aston Martin sumó 42 de sus 94 puntos en las seis primeras citas del Mundial. A partir de entonces, su desfallecimiento resultó tan gradual como dramático, embolsando apenas ocho puntos en las seis últimas carreras. A última hora del lunes, cuando Alonso subió por primera vez al AMR25, para completar las rutinas del filming day, el objetivo era el inverso: escalar, palmo a palmo, hacia la cima de 2026.

El cierre de Fernando Alonso, por encima de Aston Martin: el mensaje a Stella, sus cifras con Alpine y el título de F2 de su pupilo brasileño

El cierre de Fernando Alonso, por encima de Aston Martin: el mensaje a Stella, sus cifras con Alpine y el título de F2 de su pupilo brasileño

El Mundial 2024 acabó oficialmente en Abu Dhabi, aunque para Fernando Alonso, en realidad, todo había terminado 20 semanas atrás. A lo largo de las 11 últimas carreras, el asturiano sumó tan sólo 25 puntos, los dos últimos en Yas Marina, donde pudo acabar noveno, por delante de Oscar Piastri. Pese a este escaso bagaje, Aston Martin ha manejado la ventaja adquirida durante la primera mitad del curso para amarrar el quinto puesto del Mundial. Una posición que no se ajusta a las actuales prestaciones del AMR-24, hoy sólo por delante del Sauber.

Tras las 57 vueltas en Yas Marina, Alonso sólo tenía la duda si su monoplaza había sido el octavo o el noveno de la parrilla. "Williams se ha mostrado muy superior y con una parada en la vuelta 12 casi nos gana. Sólo les hemos podido pasar a cuatro vueltas para la meta. Haas estaba en otra categoría. Alpine, también en otra categoría. Visa Cash App RB se han liado un poco con los pit-stops, pero si no hubiesen quedado por delante de nosotros", resumió el bicampeón.

La situación se antoja crítica para Mike Krack, team principal de la escudería de Silverstone, obligado a un cambio de rumbo incluso durante el Mundial 2025, considerado de transición. Tras los fichajes de Enrico Cardile y Adrian Newey, el equipo no puede seguir instalado la vulgaridad. Tampoco debería permitirse la deplorable racha de Lance Stroll, que no ha sumado un solo punto desde el GP de Hungría. "Cuando tenga un coche normal estaré lo más arriba posible", zanjó Alonso.

Depender de los demás

Han pasado casi cinco meses desde aquel décimo puesto del canadiense en Hungaroring, justo por delante de Fernando. Desde entonces, el equipo se ha limitado a probar actualizaciones en su monoplaza y a dejar pasar las carreras. Un objetivo muy poco ambicioso, pero que le ha permitido salvar su puesto ante la escasa oposición de Alpine y Haas. Incluso de no haber disputado estas 11 últimas citas, los británicos habrían cerrado también el campeonato en quinto lugar.

"Estamos dependiendo de los demás para puntuar. Ha sido nuestra especialidad este año", admitió Alonso, cuyo botín en el Mundial (70 puntos) ha quedado incluso por debajo al de 2022 y 2021, sus dos cursos con Alpine (81 unidades). Tras aquel bienio de dura pugna con Esteban Ocon, al menos este 17-6 en carrera frente a Stroll y el 19-5 en las sesiones clasificatorias, no dejan margen a la explicación a lo que sucede dentro del garaje.

Un cambo de "180 grados"

Yas Marina nunca deja indiferente a Fernando, que allí lanzó allí su "Hasta luego" en 2018 y que allí perdió el Mundial 2010, tras un estrepitoso cálculo estratégico de Ferrari. Aquella herida ante Sebastian Vettel pudo suturarse un poco más gracias a Andrea Stella, team principal de McLaren. "Antes de la carrera le recordé lo que Abu Dhabi nos había quitado de las manos. Así que ojalá hoy te devuelva algo"; reveló sobre la charla sobre su ex ingeniero de pista, que pudo alzar el título de constructores con la escudería de Woking.

Desde luego, la situación de Aston Martin "Ya sólo tenemos a Sauber por detrás. Eso no es suficiente. Hay que cambiar 180 grados con este coche", confesó el ovetense en Yas Marina. De no ser así, el próximo curso incluso podría sufrir con Gabriel Bortoleto, reciente fichaje de la escudería adquirida por Audi. El piloto brasileño, que este fin de semana se ha coronado campeón del mundo de Fórmula 2, es uno de los talentos en nómina de A14 Management, la empresa de representación de Alonso.

Ferrari no culmina el milagro en Yas Marina y McLaren gana el título 26 años después

Ferrari no culmina el milagro en Yas Marina y McLaren gana el título 26 años después

Agradeció a Riccardo Adami, su ingeniero de pista, y a todo el equipo: "Ha sido un placer conducir para vosotros. ¡Forza Ferrari!" En el último mensaje de Carlos Sainz como piloto de la Scuderia, cabía la satisfacción por su segundo puesto en el podio y el desencanto por el Mundial de Constructores. Lando Norris acababa de ganar el GP de Abu Dhabi, haciendo campeón a McLaren por vez primera desde 1998, así que Sainz, su amigo, no podría despedirse como le hubiese gustado de la gente de Maranello.

Sólo hubo un instante con el fulgor de un milagro. El Visa Cash App RB echaba humo y Liam Lawson salía por piernas de un coche sin frenos. Pero se trataba ya de la penúltima vuelta y no había tiempo ni espacio para el safety car. Tampoco hubiese sido justo para Norris, siempre con un punto de ventaja en el pedal del gas. Tras un año con tantos escarmientos, el británico supo llevar a término tantas horas de trabajo en Woking. Charles Leclerc, tercero en el podio, ni siquiera iba a arrebatarle el subcampeonato de pilotos.

Se había acostado ya el sol por el Golfo Pérsico cuando Lewis Hamilton cruzaba la bandera a cuadros en cuarta posición. Tras librarse de George Russell en la última vuelta con un movimiento por el exterior de la curva 9, el heptacampéon conmemoraba acrobáticamente su adiós a Mercedes. Apenas hubo constancia de Max Verstappen, sexto, pero sí de Fernando Alonso, noveno por delante de Oscar Piastri, librándose del doblaje y salvando, otra semana más, el decoro de Aston Martin.

10 segundos a Piastri

A Ferrari le sonrió la fortuna en la primera curva, cuando Verstappen, sin apenas espacio, buscó el interior ante Piastri. "Una maniobra de campeón del mundo", ironizó el australiano, relegado de pronto a la penúltima posición. Un trompo que retrasaría a Mad Max, penalizado con 10 segundos por los comisarios. Aunque Norris lideraba con holgura ante Sainz, la inquietud empezaba a reinar en McLaren.

Leclerc, partiendo desde la penúltima plaza de la parrilla, ascendió hasta la cuarta en apenas 12 vueltas. Sin red, sin nada que perder, Ferrari debía exprimir sus opciones de doblete y aferrarse a alguna estampita de la virgen de Maranello. Alguna plegaria debieron de atender ahí arriba cuando Piastri recibió 10 segundos por causar un pinchazo a Franco Colapinto. Quizá el ritmo del SF24 no bastase ante el rival papaya, pero había que jugar la partida con sutilezas de tahúr.

En la vuelta 21, Leclerc abrió el libro de la estrategia en busca del undercut sobre Russell. Cuatro giros más tarde, Sainz pasó por boxes para montar los duros, al igual que Norris. La gloria o el fracaso se dilucidarían con ese compuesto C3, con el que los favoritos pretendían alcanzar la meta. Los mecánicos de Ferrari y McLaren cumplieron rigurosamente, dejando sus pit-stops en apenas 2,2 segundos. Leclerc rodaba tercero, por detrás de Sainz, mientras Piastri deambulaba aún fuera de los puntos.

Norris, en el podio, junto a Sainz y Leclerc.

Norris, en el podio, junto a Sainz y Leclerc.AFP

En cualquier caso, McLaren guardaba el as de bastos, su baza ganadora. Esos 21 puntos de ventaja en el Mundial se antojaban más que suficientes gracias al MCL38 de Norris, que arañaba a Sainz una décima por vuelta. A 20 vueltas para la meta, Ferrari ya sólo podía aferrarse a los imponderables. Implorar por un error humano, por una avería, por una catástrofe en cadena. Ni siquiera bastaba el tradicional safety car. Había que invocar sortilegios más sofisticados.

En una situación tan desesperada quizá sólo quedaba un resquicio: retirar los duros y tirar la casa por la ventana con los blandos. Los mecánicos de Ferrari, a falta de 10 vueltas, los enseñaron a la puerta del garaje por si sembraban algún desconcierto. Bryan Bozzi también lanzó un mensaje de radio a Leclerc jugando al despiste. "No sé lo que llamas ritmo, pero este no lo es", replicó el monegasco. No cabían farsas, ni medias tintas. El título, 26 años después, volvía a McLaren, que desempata con Mercedes para igualar los nueve de Williams.

Ferrari salva el 'match ball' tras una carrera sin orden ni concierto en Losail

Ferrari salva el ‘match ball’ tras una carrera sin orden ni concierto en Losail

Max Verstappen ganó como si nada, Ferrari pudo salvar una situación crítica y Fernando Alonso acabó séptimo, tras cuatro carreras fuera de los puntos. Las opciones en Losail se esfumaron para Carlos Sainz por culpa de un pinchazo, aunque su sexta posición en la meta permite aún ciertas opciones a la Scuderia, forzada a recuperar 21 puntos a McLaren el próximo domingo en Abu Dhabi. El podio de Charles Leclerc, a seis segundos del vencedor, mantuvo viva la llama roja para la última carrera del Mundial. Hasta ahí los hechos. Sin embargo, por debajo de ellos asomó la figura de Rui Marques, director de carrera, involuntario protagonista de un alocado GP de Qatar.

Tras su precipitada incorporación el pasado domingo en Las Vegas, Marques quiso asumir en Losail un triple desafío (categoría reina, F2 y la Academy femenina), pero durante buena parte de la carrera pareció sobrepasado por la responsabilidad. El primer accidente en la salida desde hace muchas semanas había dejado en muy mal lugar a Nico Hulkenberg. Su feo error en la primera curva, con los neumáticos duros fuera de temperatura, dejó fuera de combate a Franco Colapinto y Esteban Ocon, pero no mereció sanción alguna del portugués.

La resalida dejó malparado a Alonso, que pisó la grava en la curva 13 para perder la posición ante Nico Hulkenberg. La velocidad punta del Aston Martin quedó en ridículo ante Lewis Hamilton. En un principio, el asturiano habló de un tema "preocupante", antes de explayarse en su mensaje de radio: "Es increíble que llevemos dos malditos años con este problema".

El espejo de Albon

Por entonces, Mike Krack, team principal de la escudería de Silverstone, debía lamentar el temprano adiós de Lance Stroll, que había causado una colisión con Alex Albon penalizada con 10 segundos. Tras un fugaz paso por boxes, el canadiense se vio abocado al abandono, el primero desde el GP de Arabia Saudí.

En la vuelta 24, Mercedes lanzó el undercut para sorprender a McLaren, pero un despiste de los mecánicos con la rueda trasera derecha frustró la tentativa. Según el último ganador en Las Vegas, su coche se desequilibraba a alta velocidad en las curvas 2, 4 y 5. Hamilton, tras una sanción de cinco segundos por una salida irregular, se debatía entre mayores dificultades, rodando medio segundo más lento que la cabeza.

Justo cuando se alcanzaba el ecuador, Albon perdió el espejo retrovisor en plena recta y Marques optó por las banderas amarillas en lugar del safety car. Lo asombroso del asunto es que el director de carrera no ordenó retirar esas piezas, que claramente entorpecían a los pilotos a su llegada a la curva 1, el único punto claro de adelantamientos. No hubo mayor novedad hasta que Valtteri Bottas se llevó por delante el espejo.

Alonso, en el 'pit-lane', durante un periodo de 'safety car'.

Alonso, en el 'pit-lane', durante un periodo de 'safety car'.EFE

Casualidad o no, Sainz y Hamilton sufrieron sendos pinchazos. Justo cuando el madrileño pasaba por boxes, Marques ordenó el safety car que destrozaba sus opciones de podio. De la quinta posición a la octava. Unos minutos antes, Leclerc había preguntado a sus ingenieros si debía atacar o no los pianos. Lógica preocupación por la salud de sus gomas.

La reanudación suponía una oportunidad para Lando Norris, que lanzó los colmillos a Verstappen. Sin suerte, como viene siendo costumbre. El holandés se había quejado por radio de que el líder de McLaren no había respetado la ralentización. Y la respuesta de Marques fue contundente: 10 segundos de stop and go para el británico. De la segunda a la última plaza. Un balón de oxígeno para Ferrari.

La rendición de Hamilton

Por detrás, una avería iba a truncar cualquier opción de Sergio Pérez, en busca de su primer top-5 desde el GP de Miami. Siendo deshonrosa la retirada del mexicano, aún tuvo más dignidad que la rabieta de Hamilton. El heptacampeón se había excedido con la velocidad en el pit-lane y Marques, implacable, le aplicó un drive through. "Retirad el coche", suplicó Sir Lewis, ante la lógica negativa de Mercedes.

Por entonces, Norris volaba con aire limpio en busca de algún punto. Ese consuelo que perseguían Guanyu Zhou y Bottas tras 22 carreras a cero con Sauber. Tras deshacerse de Liam Lawson, Yuki Tsunoda y Bottas, el británico escaló hasta la décima plaza, con el bonus de la vuelta rápida (1:22.384).

Malas noticias para Ferrari, donde Sainz se quedó a medias ante Pierre Gasly. Una persecución infructuosa ante el Alpine, cuyo convulso proyecto acabará sexto en el Mundial. Según los rumores, Esteban Ocon ni siquiera subirá al coche el próximo domingo en Yas Marina, donde Jack Doohan podría tomar el volante.

Obra maestra de Verstappen en Interlagos y jaque mate al Mundial

Obra maestra de Verstappen en Interlagos y jaque mate al Mundial

Hubo escenas muy similares a las del GP de Brasil 2003, cerrado con aquel brutal accidente de Fernando Alonso, tercero en el podio. Una vorágine de desconcierto, un asfalto deslizante como el cristal y una serie de controvertidas decisiones de la FIA. En el GP de Sao Paulo 2024 se mezclaron de nuevo esos ingredientes para mayor gloria de Max Verstappen, que al fin acabó con su mala racha. 10 carreras sin victoria se antojaban demasiadas para el próximo campeón del mundo, que destrozó la moral de Lando Norris en Interlagos. Con 86 puntos en disputa ahora cuenta con 62 de ventaja.

Desde el GP de Japón 2005, con aquella remontada de Kimi Raikkonen, ningún piloto subía a lo más alto del podio tras partir decimoséptimo. Ese fue el nuevo registro de Verstappen para la historia de la F1. Norris, autor de varios disparates sobre el asfalto empapado, pasó de la pole a la sexta posición en la meta. Tras casi dos horas y media apretando los dientes, el tricampeón enseñó al aspirante cómo se gana un título, vuelta rápida incluida (1:20.472).

McLaren no pudo asomar siquiera a un podio completado por Esteban Ocon y Pierre Gasly. Un éxito sin precedentes para Alpine, que se lleva 33 puntos en una carrera, cuando en las 20 anteriores apenas sumó 16. El riesgo de su estrategia, retrasando al máximo la entrada a boxes, se tradujo en bingo para Oliver Oakes, su flamante team principal. También para Verstappen, beneficiario de esa misma bandera roja. El jaque mate de Mad Max.

"La espalda me duele mucho"

Lástima que a la épica de Interlagos no pudieran sumarse Carlos Sainz y Fernando Alonso. Tras su triunfo del pasado domingo en México, el madrileño se marchó de vacío, tras un accidente en la vuelta 40. Tampoco hubo razones para la sonrisa del asturiano, penúltimo de los 15 supervivientes. "Voy a acabar por nuestros mecánicos, que han hecho un trabajo increíble. Pero la espalda me duele mucho. El rebote del coche no es normal", subrayó el bicampeón por radio.

El desgobierno de la FIA se hizo palpable desde antes incluso de arrancar. Cuando Lance Stroll, camino de Descida do Lago, sufrió un trompo inadmisible para el que encontró un remedio aún más absurdo. Atrapado en la grava, la baja del canadiense se sumaba a la de Alex Albon, para quien Williams no pudo recuperar el coche dañado en la qualy. Los mecánicos de Ferrari también disponían de poco más de dos horas, así que bastante hicieron para que Carlos Sainz saliera desde el pit-lane.

El caos al que nos referíamos se concretó cuando los comisarios mostraron la señal de salida abortada. Norris, desde la pole, se puso en marcha sin la pertinente luz verde, mientras otros, como Valtteri Bottas o Max Verstappen, seguían en sus posiciones. «Aquí se han infringido todo tipo de procedimientos», le dijeron por radio al líder del Mundial. Los pilotos no sabían si iniciar otra vuelta de formación o mantenerse en la salida abortada. Para redondear el delirio, el incidente de Norris iba a resolverse una vez terminada la carrera.

La grúa levanta el Ferrari de Sainz en la curva 8.

La grúa levanta el Ferrari de Sainz en la curva 8.AFP

Tras 17 minutos de espera, dio comienzo una carrera a 69 vueltas, dos menos de las programadas. Nada más apagarse el semáforo, el habitual error de Norris, incapaz de contener a Russell, que un minuto antes se había quejado de la fría temperatura de sus frenos. Por entonces no llovía, pero sólo los elegidos mantenían el rumbo sobre un asfalto tan deslizante. Verstappen, por ejemplo, ganó cinco posiciones en la primera vuelta. Unos metros más adelante, Sergio Pérez hizo un trompo que le dejaba como farolillo rojo.

De esa dualidad palmaria también sabían en Mercedes. El liderato de Russell, a un paso no demasiado rápido, contrastaba con los padecimientos de Lewis Hamilton. "La conducción es realmente mala. El coche rebota mucho", lamentaba el heptacampeón, que en las horas previas había disfrutado al volante del McLaren MP4/5B de Ayrton Senna. Una de las afrentas que hubo de soportar fue verse sin recursos ante un novato como Oliver Bearman, que ha sustituido a Kevin Magnussen.

Los colores de Haas volvieron a hacerse notar en la vuelta 28, cuando Nico Hulkenberg patinó de mala manera en la curva 1, desencadenando el virtual safety car. Un momento de singular importancia, acrecentado además por la lluvia, que multiplicó su intensidad. Norris aprovechó la tesitura para adelantar a Russell bajo una cortina de agua.

En un domingo tan delicado, Liam Lawson era uno de los hombres a seguir. Si el neozelandés había cumplido cediendo el paso ante Verstappen, cuando llovió de verdad volvió a recurrir a sus peculiares astucias frente a Hamilton y Oscar Piastri. Mientras tanto, una bandera negra frustraba cualquier opción de Hulkenberg. Justo castigo al modo en que sacó el coche de la curva 1, gracias al empujón de un par de comisarios.

Aún no se había cumplido el ecuador de la prueba cuando Franco Colapinto chocó violentamente contra las protecciones la última curva. La gota que colmaba el vaso de la FIA, que ordenó de inmediato la bandera roja. Por entonces, Esteban Ocon, Verstappen y Pierre Gasly, los únicos que no habían completado un pit-stop, rodaban en cabeza. Todos se apresuraron a bajar del coche en busca de cobijo, implorando por que amainase la lluvia.

Tras 20 minutos de espera, la salida lanzada iba a dejar impactantes estampas. La visibilidad era muy precaria, claro, pero Norris cometió otro error de cálculo, que le condenó a muchos metros por fuera. Verstappen esperó su momento para devorar a Ocon y Sainz acabó contra las protecciones de la curva 8. Otro safety car para ese último tercio de carrera, convertido en mero trámite para Verstappen.

Norris, 'pole' bajo la lluvia de Interlagos, que provoca los accidentes de Sainz y Alonso

Norris, ‘pole’ bajo la lluvia de Interlagos, que provoca los accidentes de Sainz y Alonso

La lluvia lo descabaló todo en Interlagos, escenario de la sesión clasificatoria más caótica de la temporada. Sin margen para el mínimo descuido, Lando Norris firmó su mejor actuación de las últimas semanas, con una sensacional pole (1:23.405) por delante de George Russell y Yuki Tsunoda. Entre los innumerables trompos y accidentes, Fernando Alonso y Carlos Sainz aún pueden sentirse afortunados por llegar al garaje con todos los huesos en su sitio. El bicampeón partirá noveno y el madrileño, decimotercero.

La lluvia parecía un alivio para Ferrari y Max Verstappen, que el viernes perdieron un promedio de tres décimas por vuelta frente a los McLaren. Esa superioridad papaya, por tanto, quedaría supeditada a un asunto de sensaciones. La confianza que se intuía en George Russell, Tsunoda y Valtteri Bottas, capaces de rodar casi dos segundos más rápido que sus compañeros en Mercedes, Visa Cash APP RB y Sauber.

No se había levantado con buen pie Lewis Hamilton, eliminado en la Q1 cuando Norris, también en problemas, salvó el pellejo durante su último intento. "No tengo ninguna esperanza. Sólo voy a hacer lo que pueda porque este coche es el peor que he conducido nunca. Quizá salga desde el pitlane, no sé, es inconducible", analizó un alicaído heptacampeón.

Trompo de Stroll

El asfalto mejoraba al paso de los coches, cuyo efecto secado se traducía de inmediato en la tabla de tiempos. Se intuía una oportunidad para los outsiders y su momento llegó a seis minutos para el final de la Q2. Sainz se despistó un segundo en la curva 3 y su Ferrari terminó contra las protecciones, sin alerón trasero. En ese momento, Carlos ocupaba la décima posición (1:29.406) por lo que Norris ejercería otra vez como verdugo.

Asomaban en cabeza pilotos como Esteban Ocon, Liam Lawson o Alex Albon, más Alonso, claro, el más astuto de todos. Durante unos minutos, el asturiano trepó hasta la primera posición (1:25.035), mientras Lance Stroll, su compañero, sufría un trompo en la Curva do Sol, destrozando las barreras con su Aston Martin. La bandera roja para retirar el Aston Martin supuso todo un drama para Red Bull. Verstappen, decimosegundo y Pérez, justo por detrás, se quedaban por el camino.

El mexicano pereguntaba a sus ingenieros por qué no habían esperado al final de la Q2 como hizo Ferrari con Charles Leclerc. Mientras, Verstappen empezaba con sus cábalas para la carrera, donde saldrá decimoséptimo, por sus cinco plazas de sanción por los cambios en su motor. En el trasiego de la salida, el líder del Mundial deberá mantener la mente fría porque cualquier leve roce podría resultar fatal.

Sainz, tras su accidente en la 'qualy' de Interlagos.

Sainz, tras su accidente en la 'qualy' de Interlagos.AFP

De confirmarse los pronósticos, que anuncian más lluvia, la carrera podría convertirse en una mera lucha por la supervivencia. Porque cualquier punto del trazado paulista puede convertirse en una tumba. Alonso dio fe de ello a siete minutos para el final de la Q2. Cuando atacaba su segundo intento, el bicampeón perdió el tren trasero de su Aston Martin. Patinando sin control, el golpe del AMR24 contra las protecciones no auguraban nada bueno para los mecánicos de Mike Krack. Deberán trabajar sin descanso durante tres horas para recuperar los dos monoplazas verdes.

Aún peores perspectivas deben de manejar en Williams, a tenor del rostro pétreo de James Vowles cuando Alex Albon se dio un terrible golpe al final de recta. Todo por pisar levemente la pintura de la pista durante una de sus frenadas. Aún restaban 3:31 para el final de la Q3, así que hubo que armarse de paciencia para que retirasen tantos restos de fibra de carbono.

En ese preciso momento, Albon ocupaba la segunda posición, sólo por detrás de Norris. Vistos los accidentes de Aston Martin, la pole se iba a dilucidar entre pilotos poco acostumbrados a esa lucha. Tsunoda y Lawson, el orgullo de Visa Cash APP RB, saldrán tercero y quinto, por delante de Leclerc (sexto) y Oscar Piastri (octavo).

Carlos Sainz domina a placer en México para cerrar su segunda victoria del año

Carlos Sainz domina a placer en México para cerrar su segunda victoria del año

Ni los rebufos en la salida, ni las insensatas artimañas de Max Verstappen, ni el bajón postrero de Charles Leclerc ante Lando Norris importunaron la victoria de Carlos Sainz en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Fiel a su espíritu, como un smooth operator, el madrileño condujo su Ferrari hasta la meta con una eficacia demoledora. Su segundo triunfo del Mundial 2024 resultó tan concluyente como el primero, allá por marzo en el GP de Australia.

Sin embargo, a diferencia de entonces, Ferrari perdió el doblete por culpa de Leclerc, incómodo desde el viernes, errático como en sus peores tardes. Mientras Sainz enarbolaba la bandera roja, el monegasco terminó perdiendo fuelle ante Norris. A su falta de ritmo se sumó un lamentable descuido a falta de ocho giros para la bandera a cuadros. Cuando Lando afilaba el machete, Charles perdía el control en la célebre Peraltada. Bajo un cielo encapotado, sin amenaza de lluvia, Sainz levitaba hacia la meta, sin que nadie le asomara su alerón delantero en las tres zonas de DRS.

El ritmo inabordable de Carlos, rodando con regularidad en 1:20, hizo de la victoria casi un trámite. Sólo se le escapó la vuelta rápida, anhelada por Norris y finalmente en poder de Leclerc (1:18.336). Aún pueden darse por satisfechos en McLaren, porque su jefe de filas descontaba 10 puntos a Verstappen. Un logro para el aspirante, que mantendrá viva la llama durante las cuatro últimas carreras.

Primer abandono de Alonso

Como era previsible, la recta se hizo eterna para Sainz, que tuvo que ceder paso a Verstappen, más ágil a la hora de soltar el embrague cuando se apagó el semáforo. Por la parte sucia, Mad Max llegó con algo de ventaja al vértice y no cedió ni un centímetro ante Carlos, obligado a una excursión por la pradera y a devolver la posición. Por entonces, el choque entre Yuki Tsunoda y Alex Albon hacía obligatorio el safety car.

Otro revés para el nipón tras su percance en la Q2 del sábado que había impedido cualquier mejora a Fernando Alonso. Algún margen, en las tandas largas, pudo intuirse a su Aston Martin durante los últimos libres. Con un Williams y un Visa Cash APP fuera de combate, había que seguir las huellas de los Haas. Sin embargo, en la decimosexta vuelta, los ingenieros de Mike Krack optaron por retirar el coche del asturiano, que venía avisando de los riesgos de sobrecalentamiento. Unas pequeñas impurezas taponaron el conducto de su freno delantero izquierdo. El primer abandono de 2024. Una lastimosa manera de festejar su 400º GP en la F1.

En la décima vuelta se desataron las hostilidades. Verstappen se las veía y deseaba para llegar con un hilillo de batería a final de recta, así que Norris se lanzó por el interior de la curva 4, metiendo el coche con casi un metro de ventaja. Sin miramientos, Max echó el candado como hace siete en Austin. Mucho debía de escocer la inferioridad al tricampeón, que traspasó los límites de la deportividad en la curva 8. Los comisarios penalizaron la primer maniobra con 10 segundos, por empujar a Norris, y la segunda con otros 10 por abandonar la pista y ganar ventaja.

Pérez, tampoco en casa

Un golpe a la línea de flotación de Red Bull. Su jefe de filas debería cumplir el castigo en su pit stop, de donde saldría noveno. Con 44 vueltas por delante, se reincorporaba penúltimo sólo por detrás de su compañero Sergio Pérez. Por entonces, la afición local se tiraba de los pelos ante la ineficacia de su ídolo, penalizado por colocar mal el coche en los tacos de salida y envuelto en un absurdo duelo con Liam Lawson.

Ante esta tesitura, McLaren hizo cábalas para Norris, que podría conformarse con un podio. Verstappen ni siquiera debía acercarse a Lewis Hamilton y George Russell, enzarzados en un pulso de exquisitas maneras. El liderato del Mundial de Constructores quedaba un poco más cerca para la gente de Woking gracias a la remontada de Oscar Piastri, quien tras partir decimoséptimo aún pudo incrustarse octavo entre los Haas.

Con 39 giros por delante, cuando cedía casi nueve segundos ante Sainz, Ferrari paró a Leclerc. Una vuelta más tarde, el líder cumplió en boxes con exquisita puntualidad. No hubo problemas para retirar los neumáticos medios y montar los duros. Desde el Foro Sol, miles de gargantas alentaban al español, que se sentía como en casa. Ese adelantamiento ante Verstappen había coronado un domingo de gloria para Sainz.