El Barça de Flick no baja el ritmo

El Barça de Flick no baja el ritmo

Actualizado Domingo, 15 septiembre 2024 - 18:28

El Barça de Hansi Flick no baja el ritmo. El conjunto azulgrana, con dos tantos de Lamine Yamal, uno de Dani Olmo y otro de Pedri, se impuso a un Girona que le pasó por encima tanto en Montilivi como en casa la pasada temporada y que sólo pudo recortar distancias, por medio de Stuani, cuando el 0-4 ya se había encaramado al luminoso. [Narración y Estadísticas, 1-4]

La expulsión de Ferran Torres en el ocaso, una circunstancia que antaño podría haber puesto algo de suspense, no tuvo en esta ocasión influencia en un marcador que, con el 1-4 final, da algo más de lustre al grandísimo arranque de Liga barcelonista. Todo, en puertas de un primer partido en la Champions en la que los visitantes se medirán al Mónaco y los locales, al siempre temible PSG.

La presión asfixiante, uno de los sellos marca de la casa de Hansi Flick, le permitió a su Barça acosar muy seriamente la salida de balón de un Girona que trata siempre de salir jugando desde atrás. Pase lo que pase. Una apuesta arriesgada que, al final, le permitió a Lamine Yamal abrir el marcador cuando el duelo llegaba a la media hora de juego.

El joven crack azulgrana acosó a un David López que salía desde su propia área con el esférico en los pies tras saque de puerta de Gazzaniga, acabó por arrebatárselo y se plantó completamente solo ante el guardameta rival para abrir el marcador con el 0-1. Siete minutos después, sería el mismo Lamine Yamal quien metería más tierra de por medio. En esta ocasión, tras recoger una pelota rechazada por la defensa tras saque de falta de Raphinha y enviarla al fondo de la red tras superar como tal cosa todo un bosque de piernas.

Los azulgrana, además de mostrarse implacables en vanguardia, estuvieron también muy atentos en la zaga para cortar los intentos de los locales por buscarles la espalda. Tanto Pau Cubarsí como Íñigo Martínez se multiplicaron para cortar los intentos de sorprenderlos por parte de un Girona que pudo marcharse al descanso recortando en parte las distancias.

La primera opción para lograrlo fue un remate de Bryan Gil, completamente solo, que acabó por estrellarse en el cuerpo de Ter Stegen. La segunda, una acción que, en primera instancia, Muñiz Ruiz, muy criticado por los seguidores desde la grada, entendió como penalti por mano de Íñigo Martínez, pero que acabó siendo invalidada a instancias del VAR, dado que el esférico había sido impulsado justo antes por un intento de despeje de cabeza de Balde. Uno de los supuestos en que, de acuerdo con las directrices del Comité Técnico de Árbitros hechas públicas el pasado mes de agosto, el impacto en la mano no se considera infracción.

Si el Girona podía albergar alguna tímida esperanza de meterse en el partido tras el descanso, Dani Olmo se encargó de borrarla prácticamente de un plumazo muy pronto. El gran fichaje de los azulgrana con vistas a esta temporada le sacó un partido tremendo a un pase de Koundé a la espalda de la zaga local para, tras acercarse a la portería rival quizás un tanto escorado, culminar la jugada con un tremendo derechazo ante el que nada pudo hacer Gazzaniga.

Un gol que, además de llevar el 0-3 al marcador, prolongó el arranque dulce que está viviendo el jugador en su tan deseado estreno con el primer equipo barcelonista. Unas molestias físicas, no obstante, acabaron por provocar que dejara el terreno cumplido el primer cuarto de hora de la segunda parte, aunque sus comentarios con Flick invitan a pensar que prefirió tirar de precaución para evitar males mayores.

Pedri remata el trabajo

Con el de Terrassa ya en el banquillo, fue Pedri quien adelantó su posición para situarse como media punta mientras Marc Casadó y Eric actuaban como pivotes. Y será precisamente un pase diagonal del primero, buscando otra vez la espalda de la defensa contraria, la jugada que le permitiría al canario poner una distancia ya prácticamente insalvable. Con tranquilidad , aguantó la salida de Gazzaniga y envió irremisiblemente el balón al fondo de la portería gerundense a poco más de 26 minutos para el final del tiempo reglamentario.

Con el 0-4, el Girona, lejos de tirar la toalla, redobló sus esfuerzos para reducir distancias. Y acabó por lograrlo, con un remate de Stuani que, tras centro de un Portu que se deshizo como si tal cosa del intento de Ter Stegen por arrebatarle el esférico, supuso el 1-4. Un gol que, unido a la expulsión de Ferran con roja directa por una entrada peligrosa sobre Asprilla, contribuyó a darle algo de suspense a un final de partido en el que, a la postre, el marcador no ya volvería a moverse.

Ansu Fati inicia su enésimo retorno

Ansu Fati inicia su enésimo retorno

Actualizado Miércoles, 11 septiembre 2024 - 19:15

El 7 de noviembre se cumplirán ya cuatro años de una lesión que cortó de raíz la progresión de un jugador que se atrevió a heredar el 10 de Leo Messi. Desde entonces, el camino de Ansu Fati, llamado hasta entonces a convertirse en el nuevo gran ídolo de la afición azulgrana, mucho antes de que Lamine Yamal irrumpiera en escena, ha estado plagado de baches. En el arranque de la pretemporada, sus ganas e ilusión por hacerse con un puesto en el nuevo Barça de Hansi Flick provocaron que el técnico valorara muy positivamente sus opciones.

No obstante, una lesión en la planta del pie derecho, cuando mejor parecían irle otra vez las cosas, le recordó el lado más amargo del fútbol. Esta misma semana, por fin, ya ha podido entrenarse con el grupo y, si todo va bien, incluso podría tener minutos contra el Girona este domingo en Montilivi.

En sus comienzos con el primer equipo, de la mano de Ernesto Valverde, parecía estar tocado por una varita mágica. Fue todo un soplo de aire fresco y, además, también logró marcar goles decisivos para los suyos. Por eso, no es nada raro que el actual técnico del Athletic propiciara su estreno con el primer equipo cuando aún tenía 16 años.

7 de noviembre de 2020

El 26 de septiembre de 2021, en su primer regreso desde los infiernos, ya con Ronald Koeman como entrenador azulgrana, volvió a evidenciar esa suerte de toque especial. Después de haber pasado por hasta cuatro operaciones de rodilla para olvidar de una vez por todas ese 7 de noviembre de 2020, vivió un retorno al césped de ensueño.

Saltó al terreno de juego como relevo de Luuk de Jong a falta de nueve minutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario y, tras firmar varias acciones de mérito, culminó su reestreno con un gol que sellaba el definitivo 3-0 ante el Levante. A su padre, Boti Fati, incluso se le escaparon algunas lágrimas de emoción cuando el joven atacante subió a la grada para fundirse en un abrazo con el doctor Lluís Til, a quien consideraba como el gran artífice de su retorno.

La alegría, a pesar de todo, volvió a serle esquiva. Un mes después, se resintió otra vez de molestias en la rodilla. Y, posteriormente, encadenaría una serie de problemas musculares que, unidos a otros condicionantes físicos, le llevarían a permanecer en el dique seco 162 días más.

Cláusula de 1.000 millones

En la temporada 2022-23, con Xavi Hernández como máximo responsable del banquillo, las lesiones parecieron darle tregua: únicamente se perdió dos partidos por este motivo, con un total de seis días de baja por una contusión en la rodilla. Su papel en el equipo, pese a ello, no fue aquel que parecía llamado a tener en sus primeros días. El de Terrassa contó mucho con él y llegó a alinearlo en 51 partidos de una campaña en la que los azulgrana se hicieron con la Liga y con la Supercopa de España, pero partiendo casi siempre desde el banquillo. Únicamente formó parte del once titular en 13 ocasiones. Y su rendimiento, cómo no, también se resintió. En total, marcó 10 goles, siete de ellos en la Liga, dos en la Copa del Rey y uno en la Supercopa de España, y repartió cuatro asistencias, todas en el torneo de la regularidad.

El curso pasado, el club decidió buscarle una salida en forma de cesión a un jugador que, en octubre de 2021, el día en que se hizo oficial la última ampliación de su contrato como azulgrana y su decisión por lucir el 10 de Messi, había visto cómo su cláusula de rescisión se catapultaba hasta los 1.000 millones de euros. Entonces, parecía llamado a ser el relevo del gran ídolo, quien había vivido una traumática salida de la entidad ese mismo verano. Su paso por el Brighton no fue todo lo bien que habría desado. Con el equipo inglés jugó 27 partidos, 19 de ellos en la Premier, seis en la Europa League, uno en la Copa y uno en la Copa de la Liga, casi siempre saliendo desde el banquillo, y anotó un total de cuatro goles.

Una lesión en el gemelo derecho, en este caso, provocó que se perdiera un total de 14 encuentros y removió viejos fantasmas que, ahora, quiere exorcizar de una vez por todas en el Barça.

El año sobrenatural del Lamine Yamal: “Está tocado por la varita de Dios”

Actualizado Domingo, 8 septiembre 2024 - 01:43

Hay dos indicadores que reflejan cuándo un futbolista transita la senda que conduce a convertirse en mito. El primero es salir aplaudido de los estadios rivales; el segundo, ver los aledaños de esos campos repletos de camisetas con su dorsal y su nombre, reconocible incluso para quien ni siquiera cumple la condición de aficionado. Ambas se cumplen en el caso de Lamine Yamal (Esplugas de Llobregat, 2007), que lo ha logrado con una velocidad pasmosa y con una singularidad: arrastrado por España antes que por su club.

Hoy, cuando pise el estadio de Ginebra para enfrentarse a Suiza, recordará lo que ocurrió hace sólo un año. El 8 de septiembre de 2023, ante Georgia en Tiflis, Luis de la Fuente mandaba al campo al adolescente de 16 años y 57 días que había convocado para sorpresa de muchos cuando su hábitat natural era la Sub-17 que preparaba el Mundial de Indonesia. Sin embargo, la RFEF sabía que era un diamante que se podía escapar. Pese a haber jugado con España desde los 14 años, Marruecos, país de su familia paterna, ya le había tentado. Por eso Francis Pérez, entonces coordinador de las categorías inferiores, y Tito Blanco viajaron a Barcelona a convencer a la familia. De él ya se hablaban maravillas entre los técnicos de La Masía porque incluso aguantaba las comparaciones con el crecimiento que le vieron a Leo Messi.

Sin embargo, en el primer equipo no apareció hasta unas semanas antes de la llamada de España. En la temporada 22/23, con el Barça camino de ser campeón de Liga, Xavi Hernández sólo le llamó para cuatro partidos ante Atlético, Rayo, Betis y Osasuna y lo hizo debutar ante el conjunto andaluz para jugar siete minutos. Lamine tenía 15 años, 9 meses y 16 días y rompió su primer récord al convertirse en el jugador del Barça más joven de la Liga. Pero desapareció de nuevo hasta el Trofeo Gamper de la pretemporada siguiente, la 23/24 destinada a impulsar su historia. Brilló ante el Tottenham apareciendo en las jugadas de tres de los cuatro goles (4-2) que le endosaron a los ingleses y haciendo olvidar a Dembélé. Xavi ya no prescindió de él en Liga y, antes de la llamada de España, jugó cuatro partidos en los que siguió fulminaba registros: el futbolista más joven del siglo XXI en ser titular en Liga y en dar una asistencia.

En medio de la vorágine del 'caso Rubiales' y, pese a estar en el foco, el seleccionador no se movió de su objetivo. «Es un futbolista con un potencial excepcional. En los partidos que ha participado se le ha visto que tiene ese toque de estar tocado con esa varita de Dios. No hay máximos ni mínimos de edad. Yo mido la capacidad, la categoría y el nivel. Está preparado para competir al máximo en la selección», justificó De la Fuente, que no tardó en ver cómo el niño le dejaba en buen lugar.

En el estadio Boris Paichadze, en el minuto 44, justo antes del descanso, el seleccionador miró al banquillo por la lesión de Dani Olmo y mandó al campo al debutante más joven de la historia de la selección, que además, redondearía una victoria 1-7 para convertirse también con 16 años y 57 días en el goleador más precoz.

Una "pieza clave"

Su elección de vestir la Roja ya no tenía vuelta atrás. «Lo he tenido claro siempre, que quería jugar con España, ganar una Eurocopa, un Mundial y todo lo que se pueda», confesaba Lamine justo cuando comenzó a fraguarse el fenómeno que ha pulverizado todo tipo de datos -más joven en debutar y marcar en la Euro, en estar nominado al Balón de Oro o en jugar un Clásico- y que le ha convertido en el jugador de España de mayor incidencia en el ataque, con tres goles, siete asistencias y un penalti provocado. Es «una pieza clave», admiten en el vestuario.

Suiza le temen. «Me alegro de no ser yo quien se enfrente a él», bromeaba el seleccionador suizo Murat Yakin, antiguo central. «Hace cosas increíbles con la pelota. Hay que tener mucho cuidado con sus jugadores de banda, no dejar que el balón le llegue y pararlo», advirtió.

La Eurocopa ha sido un escaparate mayúsculo, con el gol ante Francia y otras cuatro asistencias, donde ha mostrado una «madurez» que destaca continuamente De la Fuente. Es líder sobre el césped, pero su impacto va mucho más allá.

El jugador es imagen de Adidas desde febrero, comparte modelo de botas con Messi y su cotización entre las marcas se multiplica. Durante la Eurocopa, su naturalidad y su complicidad con Nico incrementaron la audiencia entre la Generación Z, que ahora espera su visita a El Hormiguero en próximo jueves. Esta popularidad no parece ser una carga que afecte a su fútbol, ni siquiera en momentos complicados como la agresión a su padre. La maneja con naturalidad y eso también genera impacto. Sus redes sociales tuvieron en junio un incremento del 52%, según Result Sport, y alcanzaron los 25 millones de seguidores. España ha creado un mito.

España puede ser gris a pesar del ahínco de Lamine Yamal

Actualizado Jueves, 5 septiembre 2024 - 23:09

A los campeones se les exige siempre un ejercicio de solvencia. No hay excusas ni paños calientes, es el precio del éxito. En el Pequeño Maracaná de Belgrado, menos caldera de lo que se esperaba, España se dio cuenta del peso de los títulos. Mutó a gris pese a los esfuerzo de Lamine Yamal por evitarlo. No fue el equipo efervescente que encandiló a Europa ante una Serbia que, sólo con orden, lo atolondró.

Se habían disfrazado los balcánicos de víctimas en lo que llegó a parecer un parapeto de su cuestionado técnico Dragan Stojkovic, silbado por su grada, ante un posible arreón de España que no llegó a producirse. De la Fuente veía cómo su cerebro, Zubimendi, si encontraba a Fabián y a Dani Olmo, nunca era en ventaja porque los serbios perseguían hasta su sombra. El balón iba a los costados con una lentitud que complicaba la sorpresa a Nico Williams, con poca chispa, y a Lamine Yamal, capaz de provocar asustar pero que no sembró el pánico hasta que los serbios se agotaron.

La selección española no estaba inspirada y caía en la telaraña que tejieron los balcánicos. Llegaban al área trastabillados y, además, sin el compromiso de correr a su espalda. Esto abrió un agujero en las bandas, sobre todo de Carvajal, que los serbios aprovecharon para acercarse al área con remates de Zivkovic y Samardzic a la grada y los intentos de Jovic. Si no golpearon más fue por sus propias limitaciones, que en ataque fueron muchas.

Con España cortocircuitada en la zona de control, el partido iba de área a área mientras De la Fuente cabeceaba en el área. Si el requiebro de Lamine sirvió a Zubimendi un remate manso a las manos de Rajkovic, Nedeljkovic se multiplicaba para evitar que Nico y Cucurella conectaran. Con eso, les bastaba.

Fabián comenzó a emerger mediada la primera parte para correr una contra con Lamine que tardó demasiado en armar un remate y apareció Pavlovic para repelerlo. El central de Milan aun crecería más, casi como Serbia, que encadenó ocasiones en las botas de Jovic. El atacante del Milan, renqueante aún tras una lesión, desesperó a todo el estadio al desperdiciar las mejores oportunidades. A punto estuvo de aprovechar un exceso de confianza de Le Normand y las dudas de Raya y falló clamorosamente una asistencia de Ivan Ilic que le dejó solo ante el meta español.

Respondió España con la más clara, siempre comandada por la irreverencia de Lamine Yamal, que se apoyó en un gris Olmo. Su equivocado intento de control acabó convertido en remate a la media vuelta de Ayoze para el único paradón de Rajkovic en la primera mitad.

Si España no se desperezaba, Serbia tenía muy claro cuál era su plan: sostener el dominio de los campeones de Europa y correr a su espalda. Así nació el disparo de Birmancevic al que la selección respondió con remate ajustado al palo de Fabián para cerrar un primer tiempo de colapso español.

Mucho tenía que cambiar tras el paso por el vestuario y fue Lamine Yamal quien más rápido lo intentó. El jugador del Barça se volvió imparable para una defensa cada vez con menos fuelle y que acabó convertida en un frontón pese a los cambios de Stojkovic buscando oxígeno. De la Fuente leyó el partido y buscó el pie de Grimaldo y la picardía de Oyarzabal, primero, y después el control de Pedri, el remate de Joselu y la velocidad de Ferran. Las piernas serbias iban a flaquear.

Antes probó Carvajal rematando una falta servida por Lamine y después Fabián en un córner antes de irse al vestuario, pero Pavlovic desnudó otra vez a España lanzándose a la portería sin que su apoyo en Ivan Ilic acabara poniendo en problemas al guardameta español. Desde ese momento, los serbios apretaron los dientes dispuestos a resistir como si fueran un frontón el asedio que se avecinaba.

Apareció Rajkovic para salvar un zurdazo a balón parado de Grimaldo y Yamal, el mejor argumento de España y casi el único en muchos momentos. Tuvo que sacar de nuevo una mano el ex cancerbero del Mallorca para salvar el gol de la joven estrella, que fabricó para Fabián la mejor ocasión sin que el sevillano , suelto en el punto de penalti, fuera capaz de aprovecharla. Tampoco el colegiado quiso ver un penalti por agarrón a Joselu para desesperación de De la Fuente ante tanto desacierto y una posible lesión de Oyarzabal. Serbia enturbió el camino en la Nations League, que empieza sin ningún brillo.

El Barcelona de Flick se luce con una goleada al Valladolid

El Barcelona de Flick se luce con una goleada al Valladolid

Actualizado Sábado, 31 agosto 2024 - 19:12

El Barcelona no tuvo piedad alguna del Valladolid. Los azulgrana se aseguraron de marcharse al parón por las selecciones encaramados al primer puesto de la tabla gustándose ante un conjunto de Pezzolano que se vio superado una y otra vez por su empuje. Y que, a su vez, se llevó un serio correctivo de Montjuïc. Raphinha, con un hat trick, fue el más brillante en unas tareas ofensivas en las que Lewandowski, cómo no, Jules Koundé, culminando una acción de estrategia, Dani Olmo, en jugada personal, y Ferran Torres, tras asistencia del brasileño, aportaron también su granito de arena para endosarle un incontestable 7-0 a un rival que, por momentos, casi pidió la hora.

El Barça, muy intenso, lo dejó todo casi visto para sentencia en los primeros 45 minutos. Con Marc Casadó como relevo en la medular del lesionado Marc Bernal, a quien sus compañeros mandaron un mensaje de ánimo antes de que el balón empezara a rodar sobre el césped, y Dani Olmo como titular, los azulgrana no dieron tregua a un Valladolid que se vio desbordado una y otra vez en su zona defensiva y que se vería pronto muy por detrás en el marcador. Raphinha, tras un medido pase de Pau Cubarsí, se encargó de marcar el primero de la tarde cuando apenas se habían disputado los primeros 20 minutos del duelo. Y Lewandowski, apenas cuatro minutos después, tras un buen desplazamiento de balón de Lamine Yamal, dio el segundo zarpazo para poner el 2-0 en el marcador de Montjuïc.

Continuas ocasiones

El Valladolid, sobre todo por medio de la movilidad de Moro, trató tímidamente de meterse en el partido, pero sus intentos se estrellaron o bien contra la zaga barcelonista o bien contra un siempre atento Ter Stegen. El devenir de las cosas, a pesar de todo, invitaba a pensar más en la llegada de un 3-0 que en la posibilidad de que los visitantes recortaran distancias. Avisó Dani Olmo, estrellando por segunda vez un balón en el poste, repitiendo así el infortunio con el que se había encontrado ya en los primeros minutos del encuentro. Koundé, en cambio, a la salida de un córner en el añadido del primer tiempo, cayéndose en su búsqueda del remate, envió un disparo ajustadísimo que dejaba ya prácticamente sin opciones a los pucelanos.

Lejos de levantar el pie del acelerador, el Barça saltó al terreno de juego en la reanudación dispuesto a aumentar el castigo sobre un Valladolid incapaz de sobreponerse al aluvión ofensivo de los azulgrana. Las amenazas empezaron muy pronto. Olmo, con un intento de taconazo que no encontró portería, Raphinha, cuyo disparo se encontró con una buena parada de Hein, y Lewandowski, que quiso gustarse en su remate y tampoco encontró el camino del gol, avisaron. Unos avisos que el brasileño, a la postre, se encargó finalmente de materializar en dos tantos más para hacer aún más sangre. El primero, culminando una jugada un tanto embarullada en el área rival. El segundo, ganando la espalda a la zaga contraria para aprovechar una buena asistencia de Lamine Yamal y batir al meta visitante con un disparo que se coló entre sus piernas.

No contentos con la manita, los azulgrana siguieron acosando la meta rival. Hasta que Dani Olmo, poco antes de ser sustituido por Pablo Torre, encontró el premio a su esfuerzo anotando el 6-0. Y Ferran, tras asistencia del omnipresente Raphinha, cerró el marcador con un 7-0 que recalca el buen arranque que han sido capaces de firmar en la Liga los pupilos de un Hansi Flick cuyo nombre acabó siendo sonoramente coreado por la grada.

El reencuentro de Lamine Yamal y Nico Williams: dos 'hermanos' frente a frente

El reencuentro de Lamine Yamal y Nico Williams: dos ‘hermanos’ frente a frente

Actualizado Sábado, 24 agosto 2024 - 01:53

Lamine Yamal y Nico Williams tienen una conexión especial. Tanto sobre el césped, cuando defienden los colores de la Roja, tal y como quedó demostrado en la pasada Eurocopa, como fuera de él. Mientras duró una competición que culminó con el cuarto título de su historia para la selección española, el joven de los Williams casi siempre estaba cerca de los jugadores del Barça. Una actitud que llevó a propios y extraños a pensar que su fichaje por el club azulgrana no era para nada una quimera. Más aún, cuando tanto el ahora 10 del Athletic, como la última gran perla de La Masía, pasaron también juntos incluso parte de sus vacaciones. Su amistad, a pesar de todo, tendrá que quedar aparcada este mismo sábado, cuando el conjunto que dirige Hansi Flick se mida en Montjuïc a unos leones que han peleado con uñas y dientes para evitar que el jugador hiciera las maletas. Por lo menos, este mismo verano.


El propio presidente, Joan Laporta, en la presentación del técnico germano, dejó caer que el club estaba en disposición de contratar tanto a Dani Olmo, su único gran fichaje, al que se le sumaría también el del joven Pau Víctor, como a Nico Williams. El Athletic, no obstante, removió cielo y tierra para asegurarse la continuidad de un jugador al que le dieron nuevos galones otorgándole un dorsal con tanto peso como el número 10 y por quien estaban incluso más que dispuestos a denunciar al Barça ante la Liga si, finalmente, el club pagaba los 58 millones de euros que figuran ahora mismo en su cláusula de rescisión. Su argumento: que la entidad azulgrana incumpliría los controles económicos de la competición y que superaría el límite salarial que tiene establecido. Algo que se evidenciaría, en este caso, con los problemas que está teniendo el club barcelonista para inscribir a Olmo y que han acabado cristalizando en la salida relámpago deIlkay Gündogan, cuyo regreso al Manchester City traspasado a coste cero se oficializó este mismo viernes.


"Después de sólo un año, ya es hora de decir adiós. Vine aquí para afrontar un reto nuevo y emocionante, y estaba preparado para hacerlo. Lo di todo para luchar por el equipo y el club de la mejor manera posible en una temporada difícil y quería ayudar a mis compañeros en una nueva campaña. Ahora me voy en una situación difícil, pero si mi marcha puede ayudar financieramente al club, eso hace que me sienta un poco menos triste", señaló el alemán en un mensaje escrito en inglés y compartido a través de sus redes sociales. "Después del partido contra el Valencia, tuvimos una conversación honesta y pensé que quería ayudarnos, pero ha cambiado de idea, son cosas que pasan. Le conozco personalmente, ha sido un jugador fantástico para el Barça y sólo puedo decir cosas buenas de él", señaló al respecto Hansi Flick.

Con esta salida, eso sí, espera que Olmo pueda ser al fin inscrito en la Liga. "Dani, está listo para jugar, esperamos que pueda hacerlo, que pueda entrar en el equipo y que pueda ayudarnos. Confío en poder disponer de él lo antes posible", aseguró el técnico alemán, quien tuvo también palabras de elogio para un Lamine Yamal a quien tiene en muy alta consideración. "Jugó la Eurocopa, lleva dos semanas y media entrenando con nosotros y lo que he visto hasta ahora es increíble. Tiene posesión, control... Jugadores como él ayudan enormemente a cualquier equipo. Espero que no repitamos los errores que cometimos en la primera mitad en Valencia y hay que ubicarlo en la posición adecuada», apuntó acerca del joven crack barcelonista. Muchísimo más parco en palabras, eso sí, se mostró a la hora de valorar el juego de un Nico Williams por quien tanto han suspirado los azulgrana.


"No es mi trabajo hablar de él, yo me centro únicamente en mis jugadores. Jules Koundé le frenará bien", se limitó a apuntar Flick acerca del delantero del Athletic. El tira y afloja que han protagonizado tanto la entidad bilbaína como el Barça por el jugador, con el club azulgrana resistiéndose a renunciar a su contratación hasta prácticamente el último momento y los leones jugando todas las cartas posibles para retenerlo, mientras el propio futbolista hacía gestos más dirigidos hacia su continuidad, podría provocar que la grada de Montjuïc le brinde un recibimiento poco amistoso. Ernesto Valverde cree que todo discurrirá con normalidad. "Yo he jugado muchos partidos en Montjuic. Y te garantizo queno es el campo más caliente del mundo, más que nada por la distancia que hay con la gente. Además, es verano. El público animará a su equipo, habrá muchos turistas y la gente estará con ganas de ver al Barça, igual que cuando nosotros jugamos aquí. No espero nada especial", dijo ayer el técnico del Athletic.

Lamine Yamal, arropado en Mestalla: el abrazo de Flick, un férreo marcaje y el aplauso del rival

Lamine Yamal, arropado en Mestalla: el abrazo de Flick, un férreo marcaje y el aplauso del rival

Actualizado Domingo, 18 agosto 2024 - 00:58

Ni una palabra dijo Hansi Flick en la pausa de hidratación de la primera parte del intenso duelo entre el Valencia y el Barcelona en Mestalla. Habían transcurrido 35 minutos y su equipo no encontraba la forma de dañar a un rival serio que empezaba a crecerse. Los dos canteranos debutantes, Casadó y Bernal, que manejaban el centro del campo no encontraban a Ferran y a Lamine Yamal pegados a la cal y el ataque del Barça era demasiado plano. Necesitaba Flick que el joven jugador que intimida estadios y congrega miradas de rivales despertara.

Por eso su único gesto en ese parón para soportar las altas temperaturas y la humedad de Mestalla fue buscar a su joven estrella. Le sujetó por la cara, en un gesto casi paternal, y lo abrazó. Fue una forma de arroparle en una semana difícil en la que ha tenido que convivir con la tensión de ver cómo su padre era apuñalado. Él quiso jugar este primer partido de Liga, así se lo transmitió al club y al cuerpo técnico. Porque el fútbol es su evasión. Sin embargo, no veía el técnico alemán el descaro que asombró a Europa.

Con gestos se lo dijo. Con palabras Raphinha y Lewandowski en cada momento en que el juego se paraba.

Que Lamine viviera en la oscuridad una buena parte del encuentro fue obra de Jesús Vázquez. El lateral valencianista se convirtió en su sombra, ajustando la presión, anticipándose a sus movimientos y cortando cualquier atisbo de carrera. Le hizo más difícil un partido que ya de por sí lo era. Un mal control que se perdió por banda fue sólo un ejemplo. Sin embargo, la única vez que se le escapó fue para recoger un centro de Balde y asistir a Lewandowski para irse al vestuario con el respiro de haber empatado. Fue el primer fogonazo, pero llegarían más.

Flick volvió a darle cariño en el vestuario, aunque su gen competitivo ya había despertado y su defensor cargaba con una tarjeta amarilla. Era el momento de dar guerra. Tuvo una clara ocasión ante Mamardashvili y empezó a disfrutar. Incluso se atrevió con una ruleta maravillosa para dejar a Ferran en ventaja hacia el área. Pero el alemán, viendo el 1-2 y la necesidad más de amarrar el partido que romperlo, quiso dosificar sus minutos. Le va a necesitar mucho esta temporada. "Es fantástico y lo ha demostrado en un partido muy intenso, una gran batalla por el estadio, la defensa...", aseguró su entrenador tras el partido. Lo ve generando peligro pegado a la banda, pero advierte que puede explotarlo en otras posiciones: "Puede jugar por detrás de Lewandowski, los tres lo pueden hacer", en referencia también a Raphinha y Ferran.

A Lamine le arropó su equipo, pero también Mestalla. Su salida del campo fue entre aplausos de reconocimiento de una afición que, pese a la derrota, no se olvida de que su descaro fue un chute de adrenalina y su fútbol un argumento esencial de España para ser campeona de la Eurocopa. A Flick, que pisaba por primera vez el estadio valencianista, no le sorprendió. "Es fantástico. Todo el mundo le quiere ver jugando. Es normal que se vaya aplaudido".

Yamal, del éxtasis al drama del padre (al que tendieron una trampa) antes del estreno en la Liga

Yamal, del éxtasis al drama del padre (al que tendieron una trampa) antes del estreno en la Liga

Actualizado Viernes, 16 agosto 2024 - 23:28

La vida, muchas veces, tiene giros que no se le pasarían por la cabeza ni al mejor de los guionistas. El pasado 14 de julio, Lamine Yamal culminaba una más que notable Eurocopa, en la que fue uno de los jugadores más determinantes del equipo que entrena Luis de la Fuente, con el triunfo de España ante Inglaterra que le valía a la Roja su cuarto máximo trofeo continental. Un mes después, el drama se cernió sobre su juventud de la peor manera posib

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El juzgado envía a prisión provisional sin fianza al presunto autor del apuñalamiento al padre de Lamine Yamal

El juzgado envía a prisión provisional sin fianza al presunto autor del apuñalamiento al padre de Lamine Yamal

Actualizado Viernes, 16 agosto 2024 - 20:22

El juzgado número tres de Mataró, en funciones de guardia, ha acordado esta tarde la prisión provisional sin fianza para el presunto autor de haber apuñalado al padre de Lamine Yamal el pasado jueves en Rocafonda. Al mismo tiempo deja en libertad a los otros tres detenidos pero estarán obligados a cumplir una serie de medidas cautelares. Dos de ellos tendrán que personarse en el juzgado dos veces al mes, no podrán abandonar el país y tampoco acercarse a la víctima a menos de 300 metros durante un año. Para el último se ha decretado la prohibición de comunicación y alejamiento a menos de 200 metros de la víctima durante seis meses.

Esta decisión se conoce después de que el padre del jugador del Barcelona, Mounir Nasraoui, haya recibido el alta médica y abandonado el hospital Germans Trias y Pujol de Badalona donde se encontraba ingresado. Aun así, la causa todavía queda abierta por los delitos de homicidio en grado de tentativa y lesiones.

Los hechos ocurrieron cuando la víctima se encontraba en un parking detrás del campo al que solía acudir con su hijo cuando era pequeño. Allí le asestaron tres puñaladas en el abdomen que, según contó en el programa de televisión El Chiringuito a través de una llamada telefónica, le llevaron a estar "entre la vida y la muerte".

La visita de su hijo

Alarmado por lo ocurrido, el delantero del Barcelona quiso acudir al hospital pero, una vez le tranquilizaron sobre su estado de salud, decidió ir al día siguiente al hospital para visitarlo.

Esta mañana el jugador ha entrenado junto a sus compañeros y todo apunta a que podrá jugar ante el Valencia en su estreno liguero. De hecho, su entrenador, Hansi Flick, admitió en rueda de prensa que "sí puede jugar".

El padre de Lamine Yamal recibe el alta médica y abandona el centro hospitalario

El padre de Lamine Yamal recibe el alta médica y abandona el centro hospitalario

Actualizado Viernes, 16 agosto 2024 - 16:28

El padre de Lamine Yamal, Mounir Nasroui, ha abandonado este viernes el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona tras recibir el alta hospitalaria, según ha podido constatar Efe.

Nasroui fue ingresado en el citado centro este pasado miércoles por la noche tras haber sufrido un apuñalamiento en el barrio de Rocafonda, de Mataró.

Como consecuencia de ello, han sido detenidas cuatro personas por su presunta participación en los hechos, las cuales han pasado en la mañana de este viernes a disposición judicial.

Los cuatro detenidos, según han informado a Efe fuentes de los Mossos d'Esquadra, han sido conducidos desde las dependencias policiales de Mataró hasta el juzgado de Instrucción en funciones de guardia de esta localidad.

Los hechos ocurrieron sobre las 21:00 horas del miércoles en el barrio de Rocafonda de Mataró (Barcelona), donde reside la víctima, y a las 23:00 horas fueron detenidas tres personas por su presunta implicación en la agresión con arma blanca a Nasraoui, a las que se sumó ayer un cuarto detenido.

Durante los días que ha permanecido ingresado, Mounir Nasroui ha estado acompañado en todo momento por sus familiares y este jueves recibió la visita de Lamine Yamal, a quien desde el centro hospitalario recomendaron que no lo hiciera inicialmente para no perturbar el normal funcionamiento del mismo, debido a su importancia mediática del futbolista del Barcelona.