Carlos Sainz, en estado de gracia: los datos que prueban otro paso adelante en Suzuka
Han pasado 70 carreras juntos en Ferrari y el pulso entre Carlos Sainz y Charles Leclerc no puede estar más igualado. Desde aquel ya lejano GP de Bahrein 2021, los pilotos de la Scuderia han sumado tres victorias y 19 podios cada uno. Sin embargo, el momento actual privilegia al madrileño, el hombre más en forma del momento -con permiso de Max Verstappen- capaz de abrochar ayer un tercer puesto de gran mérito en Suzuka. Este rotundo arranque de Mundial, con pleno de podios en tres carreras, coloca a Sainz como la pieza más cotizada del mercado.
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El GP de Japón evidenció lo cómodo que se siente Carlos al volante del SF-24 y la facilidad con la que extrae todo su potencial incluso en situaciones adversas. El momento más delicado llegó ayer durante su relevo con los neumáticos medios usados con los que rodó entre las vueltas 16 y 36. Ferrari había decidido dividir la estrategia (dos paradas con Sainz y una con Leclerc) y ahí aparecieron algunas dudas, porque el madrileño sabía del esfuerzo que le supondrían los adelantamientos. Para preparar la maniobra en la curva 1, la zona más habitual en Suzuka, debía dar en el clavo en la chicane de entrada a meta. Así que una vez colocado el neumático duro, se aplicó a ello con estricta disciplina.
Durante esas últimas 17 vueltas, Sainz evidenció un ritmo muy competitivo y fue superando con holgura a Lewis Hamilton (vuelta 38), Lando Norris (vuelta 44) y Leclerc (vuelta 46). Aunque esa velocidad no bastase para dar caza a Sergio Pérez, lo cierto es que sus cronos oscilaron entre 1:33.841 y 1:35.293. De hecho, en ocho de esos 17 giros fue incluso más rápido que Verstappen, cuyos neumáticos eran sólo dos vueltas más viejos.
Recortar la mitad ante Red Bull
Asimismo, los 20,8 segundos que cedió en la meta ante Mad Max representan la mitad de lo entregado por Leclerc, cuarto hace seis meses sobre ese mismo asfalto (43,9 segundos). De hecho, Ferrari mejoró su paso por vuelta en 1,74 segundos respecto a 2023, un registro sólo inferior al de Aston Martin (1,86).
Según explicó el propio Carlos, las densas nubes que fueron poblando el cielo durante el tramo final bajaron los niveles de degradación de los neumáticos, el punto flaco de Ferrari hasta hace muy poco. La mejora en esa gestión se plasmó asimismo en Leclerc, cuyo eficiencia a la hora de cuidar las gomas le hizo perder tan sólo cinco centésimas por vuelta. Mientras, los Red Bull se dejaban 12 centésimas de promedio y Lewis Hamilton, 14. Durante su relevo con los medios, que pudo estirar durante 25 giros, el monegasco adelantó sin miramientos a los McLaren, Fernando Alonso y Hamilton.
Y es que el gran éxito ayer del team principal, Frédéric Vasseur, fue esa doble estrategia bien trabajada, con la que sus coches ejecutaron la carrera. "En lugar de mirar todo el tiempo por los retrovisores, ahora puedo compensar con la estrategia y luego adelantar, que es algo que el año pasado nunca estaba sobre la mesa", valoró Sainz. Durante la pretemporada, todos en Maranello hubieran firmado estos 21 puntos de déficit respecto a Red Bull después de cuatro carreras.
28 centésimas sobre Leclerc
También Sainz se habría sentido feliz con su situación actual, un pico de forma que le sitúa en el radar de Mercedes, Aston Martin y Red Bull. A los 29 años, en su plenitud física y técnica, Carlos no sólo sabe que merece la pena arriesgar en estas 20 últimas citas con Ferrari, sino que también los éxitos subirán aún más su caché. Ayer, su ritmo de carrera fue 28 centésimas más rápido que el de Leclerc. Y si su repertorio no fuese amplio, durante este arranque también ha dominado a su compañero (2-1) en las clasificaciones de los sábados, la gran especialidad del monegasco. De hecho, el único lamento que se le escucha es esa oportunidad perdida en Jeddah por culpa de la apendicitis.
"Queremos pelear un poco más arriba, pero si seguimos empujando así, estoy seguro de que dispondremos de más oportunidades", zanjó ayer Carlos tras la ceremonia del podio. El regreso a la fábrica para analizar los datos supone ahora el primer paso hacia el GP de China. Y en un horizonte aún lejano deben aparecer ese par de actualizaciones aerodinámicas con las que aproximarse, de un modo más consistente, a Red Bull.
El estado de gracia de Sainz contrasta con los problemas que viene arrastrando Lewis Hamilton, el hombre que ocupará su asiento a partir de 2025. Una semana más, el heptacampeón rindió por debajo de sus posibilidades, con una languidez descorazonadora, especialmente durante los dos stints con la goma dura. Sus habituales críticas a los ingenieros a propósito de la estrategia, sólo disminuyeron en el tramo final, cuando sí supo adaptarse mejor que Russell al neumático medio. En cualquier caso, Sir Lewis completó la peor de sus 14 participaciones en Suzuka, un noveno puesto. De momento, al igual que en 2023, va perdiendo ante Russell tanto los sábados (1-3) como los domingos (0-3).