Fernando Alonso, superado por Alpine: "Debemos aceptar que no estamos para pelear por los puntos"

Fernando Alonso, superado por Alpine: “Debemos aceptar que no estamos para pelear por los puntos”

Alpine volvió a meter sus dos coches en la zona de puntos por segunda carrera consecutiva. Pese a la feroz guerra entre Pierre Gasly y Esteban Ocon, el equipo francés se confirmó en Barcelona como la quinta fuerza de la parrilla. Mientras, Aston Martin se desfondaba sin matices, para desdicha de Fernando Alonso, decimosegundo en la meta, sin opciones de entrar en la lucha por los puntos.

"Este circuito no miente y te dice dónde estás. Si tienes ritmo, luego te puedes recuperar, pero no lo teníamos", admitió el bicampeón en los micrófonos de DAZN. Un par de semanas después del conato de recuperación en Montreal, Aston Martin volvía a ahogarse en zona de nadie. Han pasado apenas 15 días, pero su rendimiento en Canadá debe interpretarse como un hecho aislado, en lugar de una recuperación consistente.

Para saber más

Una temporada más, Montmeló se confirmó como el más exigente banco de pruebas. El único equipo que mejoró su rendimiento respecto a 2023 fue McLaren, mientras el peor parado en esa comparativa fue Aston Martin. Sin agarre, patinando en cada curva, al AMR-24 no sólo le faltaba velocidad, sino que devoraba los neumáticos.

123 puntos menos

El ritmo por vuelta del monoplaza verde se quedó a 1,4 segundos de la cabeza. El octavo peor registro de la parrilla, sólo por delante de Visa Cash App RB y Williams. Y si lo valoramos en comparación con 2023, cuando el asfalto ofrecía mejores condiciones, su déficit se cifra en ocho décimas por vuelta.

"Fue un fin de semana frustrante, pero no del todo inesperado", concedió Mike Krack. "Una carrera para olvidar en un trazado que evidenció nuestras debilidades", añadió el team principal del equipo británico, consciente de que los remedios "no llegarán de la noche a la mañana".

Después de 10 carreras, la escudería de Silverstone ocupa la quinta plaza del Mundial de Constructores con 58 puntos, 123 menos que a estas alturas en 2023. Aun siendo preocupante, lo más grave del caso es que la dinámica se antoja calcada. Tras arrancar el Mundial con unas prestaciones más que decentes, especialmente en las sesiones clasificatorias, Aston Martin se ha ido diluyendo.

"No podemos engañarnos"

Un mes después de su debacle en Imola, Alonso volvió a ser doblado por los líderes. No hubo forma de encontrar la velocidad mostrada en Montreal, donde las largas rectas y las fuertes frenadas le otorgaban cierto respiro. "Cuando comenzamos a entender y maximizar el nuevo paquete aerodinámico llega otro nuevo. De modo que el proceso se reinicia", explicó el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans.

"No podemos engañarnos. Debemos aceptar que no nos encontramos en una posición en la que podamos sumar puntos", subrayó Alonso poco después de cruzar la meta a 20 segundos de Nico Hulkenberg. A ese pesimismo se sumaba Lance Stroll, decimocuarto bajo la bandera a cuadros. "No entendí lo que le sucedía al coche. Fue una carrera bastante horrible", valoró el canadiense.

La preocupación se hace más acuciante a la luz de los resultados de Alpine, quien venía ofreciendo síntomas alentadores desde Mónaco.. En la qualy del sábado, Gasly ya se permitió el lujo de superar a Sergio Pérez, que sólo supo imponer la superioridad de su Red Bull con un adelantamiento al francés en la última vuelta. "Están mejorando cada vez más. Y probablemente nosotros estemos empeorando cada vez más", confesó el sábado Alonso.

Incluso sin actualizaciones, el ex equipo del asturiano supo optimizar sus recursos en Barcelona. El A524, visiblemente adelgazado, se antoja ahora un adversario muy serio en Spielberg y Silverstone. Aston Martin, por contra, precisa de un golpe de timón en Hungría para entrar en las quinielas una vez más. No hay una fórmula mágica, pero Alonso aún mantiene la esperanza. Al fin y al cabo, en Arabia Saudí, Australia y Japón cruzó la meta por delante de Mercedes. Si las evoluciones llegan a tiempo, aún cabría alguna sonrisa antes del inicio de las vacaciones.

Inasequibles al desaliento

Inasequibles al desaliento

Actualizado Domingo, 23 junio 2024 - 21:03

La Fórmula 1 tiene muchas estrellas, pero no todas están en la pista. Quien haya visto el Gran Premio de España por la tele seguro que tiene un regusto amargo en la boca. Yo no. Es cierto que Carlos Sainz se quedó lejos de lo que a él le hubiese gustado y que el fin de semana de Fernando Alonso fue muy complicado. A pesar de ello, en ningún momento pude ver una banderita roja con el número 55 sin agitar en la grada o un aficionado con camiseta ve

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Fuego cruzado entre Sainz y Leclerc tras su toque en Montmeló: "Son demasiadas quejas"

Fuego cruzado entre Sainz y Leclerc tras su toque en Montmeló: “Son demasiadas quejas”

El cuarto puesto se le había escapado por 38 centésimas, así que Charles Leclerc no quería escuchar ningún consuelo de su ingeniero de pista. "Sé muy bien dónde lo perdí", contó por radio sobre su déficit ante George Russell. De ese modo tan velado, el monegasco hacía referencia al toque, rueda con rueda, de la primera vuelta ante Carlos Sainz. Un incidente que amenaza con quebrar la paz en Ferrari antes de las vacaciones.

La primera parada de este triplete europeo, que se completará en Spielberg y Silverstone, dejó con el gesto torcido a la Scuderia. Sus pilotos cruzaron la bandera a cuadros en idéntico orden al que tomaron la salida y Lando Norris arrebató a Leclerc la segunda plaza del Mundial. En cualquier caso, lo peor del domingo para la gente de Maranello fue el intercambio de reproches entre sus pilotos.

"Frenamos al mismo tiempo y luego hizo la curva como si yo no estuviese allí. Sufrí daños en la rueda delantera izquierda y también alguno en el alerón delantero", comenzó Leclerc. "Antes de la salida acordamos que gestionaríamos al máximo los neumáticos. Sobre todo en la curva 14, pero Carlos aprovechó esa oportunidad para adelantarme", añadió.

"No era el momento de atacar"

No conforme, el monegasco recrudeció las críticas contra el piloto con quien viene compartiendo garaje desde 2021. "No era el momento de atacar. Supongo que quería impresionar a sus aficionados, teniendo en cuenta el momento que vive", deslizó Leclerc, en referencia al próximo destino del madrileño, que aún no ha decidido entre Williams y Audi.

Camino de la báscula, antes de cumplir con el pertinente pesaje de la FIA, Leclerc y Sainz comenzaron a discutir sobre lo sucedido. Las preguntas de Charles exasperaron a Carlos. Y las explicaciones de Carlos no convencieron a Charles.

"No sé lo que le pasaba en la primera vuelta, pero no podía seguir detrás toda mi vida. Le adelanté porque estaba gestionando demasiado. Después pasé a Lewis [Hamilton] y casi lo logro con George [Russell] en el pit-stop. Creo que estaba haciendo lo que se requería", analizó el madrileño. Cuando le trasladaron las quejas de Leclerc, lanzó la mayor andanada. "No sé de lo que se queja esta vez, pero ya son demasiadas carreras en las que lo hace".

La cordura de Vasseur

En mitad de la tormenta, Fred Vasseur debió imponer algo de cordura. "Charles se queja de haber perdido cinco décimas o un segundo en ese instante, aunque no hemos podido constatar los daños de los que habla", detalló el team principal de Ferrari.

Consciente de la gravedad de las acusaciones, con su habitual dosis de realismo, Vasseur intentaba restar importancia a lo sucedido. "Hubo otros 10 momentos en la carrera donde Charles perdió un segundo. Fue un contacto leve. Cuando cedimos más tiempo fue tras las paradas. Saliendo detrás de otros coches, se nos fueron dos o tres segundos", añadió.

"Nos faltó una vuelta para cazar a Russell. Comenzamos quinto y sexto y acabamos en esa misma posición, así que la enseñanza para nosotros pasa por hacer un mejor trabajo durante la qualy del sábado", zanjó Vasseur.

El futuro de Carlos Sainz y lo que va de un Kimi a otro Kimi

El futuro de Carlos Sainz y lo que va de un Kimi a otro Kimi

Andrea Kimi Antonelli, de 17 años, tiene encandilado a Toto Wolff, aunque durante sus 11 primeras carreras en la Fórmula 2 aún no haya subido siquiera al podio. Ayer mismo, el piloto italiano acabó décimo la sprint race en Montmeló, con una penalización posterior de seis posiciones por superar reiteradamente los límites de pista. Al jefe de Mercedes, sin embargo, poco parecen importarle estas nimiedades. Ahora que se van a cumplir 150 días del anuncio de Lewis Hamilton, rumbo a Ferrari, Wolff tiene claro que apostará por Antonelli en detrimento de Carlos Sainz. Casi cinco meses después de que el heptacampeón le usurpara su asiento en Ferrari, Carlos deshoja una margarita de sólo dos pétalos: Williams y Audi.

Desde febrero, Sainz se perfiló como la indiscutible joya del mercado, pero la fe de Red Bull en Sergio Pérez y la citada irrupción de Antonelli en Mercedes terminaron por debilitar sus opciones. Ni Audi ni Williams podrán ofrecerle en 2025 un coche con el que pelear por los podios. El equipo alemán aterrizará con un ambicioso y mutimillonario proyecto, mientras los británicos seguirán presumiendo de su motor Mercedes. Poca cosa, en cualquier caso, para Carlos, que sigue evaluando sus ofertas con extremo cuidado. No quiere dar un paso en falso. Aunque quizá lo mejor que puede deparar el futuro no quede precisamente lejos de Maranello.

En 2001, cuando Kimi Raikkonen debutó en el Mundial al volante de un Sauber, Sainz era un niño de siete años fascinado por los coches de su padre. Dos décadas después, cuando el finlandés anunció su adiós a la Fórmula 1 tras 350 grandes premios, Sainz tributó a Iceman uno de los agradecimientos más afectuosos del paddock. "Sin Kimi, la Fórmula 1 hubiese sido algo diferente durante los últimos 20 años. Hay que felicitarle por su gran carrera", valoró el madrileño.

"el corcho que destapa la botella"

Su singular carácter y su fulgurante velocidad eran las señas distintivas de un piloto que ni siquiera esbozó una amplia sonrisa tras conquistar el Mundial 2007. Al igual que Sainz, él condujo para Ferrari, McLaren y Renault -aunque bajo el nombre de Lotus, que había heredado la estructura francesa y pudo competir con motores del rombo entre 2011 y 2014. Esa trayectoria común en tres de las escuderías con más solera de la historia suponen otro punto de conexión entre Carlos y Kimi. Aunque no el más decisivo.

El ejemplo de Raikkonen podría servir de ayuda a Sainz para resolver su futuro. Una decisión muy, muy peliaguda y por ende, muy, muy postergada. De hecho, sus consecuencias no afectarán tan sólo a las partes interesadas, sino también al resto de pilotos. Según la feliz definición de Kevin Magnussen, la decisión de Sainz ejercerá como "el corcho que destapa la botella" de la silly season.

En 2009, poco antes de cerrar su tercera temporada en Ferrari, en la que sólo pudo acabar sexto en el Mundial, KImi se quedó sin sitio. El fichaje de Fernando Alonso le cerraba las puertas, Michael Schumacher ya había firmado con Mercedes y Jenson Button se marchaba a McLaren. No había un asiento a la altura de su talento. Así que, recién cumplida la treintena, optó por tomarse un respiro.

Cerrar sin portazos

Dos años sabáticos en los que alternó los rallies con la pesca, antes de regresar en 2012 como buque insignia de Lotus. A las órdenes de Eric Boullier, con unas expectativas acordes a la leyenda de la marca británica, Kimi apenas pudo celebrar dos victorias y 13 podios. Desde tiempo atrás venía rumiando su regreso a Maranello. Y la salida de Felipe Massa, tras ocho temporadas de rojo, solventaría las últimas reticencias.

Hay notorias similitudes entre los casos de Sainz y Raikkonen, pero el que debiera recordar Carlos es el citado regreso del finés a Ferrari. Porque no faltan razones para pensar que la aventura de Lewis Hamilton, la primera lejos de suelo británico, podría no durar demasiado. Su paciencia para afrontar una hipotética falta de competitividad del coche se antoja más que limitada. Y Sainz, casi una década más joven que el heptacampeón, no debe perder ojo.

A diferencia de Fernando Alonso, la familia Sainz siempre ha sabido despedirse. Cerrando al salir. Sin portazos. O dejando la cancela entreabierta. Sucedió en Toro Rosso, Renault o McLaren. Ferrari no será una excepción, así que las opciones de un regreso en 2027 no deberían considerarse a la ligera. Hoy, Sainz partirá sexto en Montmeló, justo por detrás de Charles Leclerc. El podio, otra semana más, se antoja una quimera para Alonso, undécimo en la parrilla. El héroe del sábado fue Lando Norris, autor de la segunda pole de su vida (1:11.383), con dos centésimas de margen sobre Max Verstappen.

Norris arrebata la 'pole' a Verstappen en Montmeló

Norris arrebata la ‘pole’ a Verstappen en Montmeló

Desde 1991, año de su debut en el Mundial, sólo cuatro pilotos vencieron en Montmeló sin salir desde la primera línea de la parrilla. Un dato que se complementa con otro aún más rotundo, ya referido al vigente siglo: desde 2001, sólo cinco pilotos lograron ganar sin partir desde la pole. Por tanto, el logro de Lando Norris (1:11.383) debe hacer rebosar de optimismo a McLaren, que vio cómo su piloto arrebataba ese logro a Max Verstappen. Por sólo dos centésimas, en su último intento, sin opción alguna para la réplica. La segunda pole para el británico, casi tres años después del GP de Rusia 2021. Un pequeño zarandeo para Red Bull, cada semana más asediado por McLaren, Mercedes y Ferrari.

Así se ordenan ahora mismo las jerarquías del Mundial, con los seis primeros en 35 centésimas. Lewis Hamilton, George Russell, Charles Leclerc y Carlos Sainz, por ese orden, exprimieron sus mecánicas para acercarse a la cabeza, aunque sin encontrar manera de desafiar a Norris y Verstappen, algo más que dos líderes para Red Bull y McLaren. Sergio Pérez, 65 centésimas más lento que Mad Max, partirá octavo, mientras Oscar Piastri ni siquiera pudo marcar un tiempo válido, por culpa de una salida de pista en la curva 12.

Aletargado, fuera de foco, Verstappen se había pasado el fin de semana haciendo el Tancredo. Hasta que en la Q2 paró el reloj en 1:11:653, con dos décimas sobre Norris y Sainz. En un coche menos estable de lo habitual, el neerlandés debía emplearse a fondo para que la competencia no le quitase la merienda. El domingo necesitará un golpe estratégico para llevarse los 25 puntos. No hay que olvidar que en 2016, con 18 años, conquistó aquí su primera victoria partiendo desde la cuarta posición.

Difícil imaginar un desenlace más cruel para Fernando Alonso, empecinado en alcanzar la Q3, un listón demasiado ambicioso ahora mismo para Aston Martin. Los ingenieros habían decidido que Lance Stroll lo intentase sin tráfico, pero el canadiense no cumplió con su parte del trato (1:12.372).

Sin los Visa Cash App RB, eliminados en la Q3, la batalla se presentaría esta vez con Sauber y Alpine. Aun sin actualizaciones aerodinámicas, el equipo francés volvió a exhibir sus mejoras. Logró meter a Pierre Gasly y Esteban Ocon, un binomio que lleva varias semanas tirándose los trastos a la cabeza. Sólo fueron 19 milésimas, suficientes para que Alonso (1:12.128) quedase apeado, justo por detrás de su ex compañero en Alpine.

Tras el primer intento, Verstappen (1:11.673) dominaba con cierta autoridad, con 12 centésimas sobre Norris y 25 ante Leclerc, que cerraba el grupo de favoritos. El líder del Mundial negociaba como nadie la la última curva, mientras Ferrari sufrían demasiado, salvo en el primer sector. Mercedes se había colocado en segunda línea de la parrilla. T

Carlos Sainz se cuela en una pelea a tres bandas en Montmeló

Carlos Sainz se cuela en una pelea a tres bandas en Montmeló

Desde antes del comienzo del Mundial, Carlos Sainz se fijó el GP de España como una de sus prioridades. Una alegría para los 120.000 aficionados que abarrotarán el domingo las gradas de Montmeló supondría la mejor despedida con Ferrari. Y ese objetivo, por lo visto durante los dos entrenamientos libres, se antoja a la mano, porque el madrileño mostró el viernes una velocidad más que notable.

Mientras los incesantes comentarios sobre su futuro acaparan las conversaciones del paddock, Sainz acabó segundo en la sesión vespertina, a sólo 22 milésimas de Lewis Hamilton (1:13.264). Unas horas antes, sin recurrir al neumático blando, el ganador del GP de Australia ocupó la tercera plaza, a tres décimas de Lando Norris (1:14.228). Esa regularidad supone un síntoma más que alentador para un piloto como él, que acostumbra a plasmar desde primera hora sus buenas sensaciones al volante.

A la espera de cómo evolucionen las condiciones meteorológicas, con la amenaza de lluvia durante la mañana del domingo, las primeras conclusiones en Montmeló apuntan a una pugna muy apretada entre Red Bull, McLaren, Ferrari y Mercedes. Montmeló, el campo de pruebas más exigente del Mundial, examinará las actualizaciones de los favoritos.

La regularidad de Piastri

Por encima del resto, desde luego, habría que situar a Max Verstappen, vencedor de las dos últimas ediciones y con la moral alta tras su trabajado triunfo en Montreal. No obstante, el líder del Mundial se ha sentido bastante incómodo al volante del RB20 y durante la FP2 se quejó de subviraje: "Este coche no muerde". A su estela volverán a asomar Norris, líder por la mañana y a sólo 55 milésimas de Hamilton tras la pausa, y Oscar Piastri, cuya consistencia en las tandas largas ofrece pistas sobre la fortaleza de McLaren.

Mercedes, por su parte, pretende desbloquear el rendimiento de su W15, cuyo tremendo potencial ya quedó en evidencia hace dos semanas en Canadá. George Russell y Hamilton no montaron las gomas blandas por la mañana, pero su ritmo se antoja prometedor. Ahora queda por ver si los ingenieros de Toto Wolff dan con la tecla, porque la estrategia en Montmeló se antoja el factor clave.

El otro foco de interés apunta hacia la degradación de los neumáticos, especialmente en el delantero izquierdo. Ese parece el único asidero para Fernando Alonso, que ya ha avisado que la pelea por las posiciones de honor se antoja casi un imposible. A una vuelta, el objetivo real durante la qualy del sábado debería ser un hueco en la Q3. Durante la primera sesión, el asturiano acabó noveno, a 99 centésimas de la cabeza (1:15.222), mientras por la tarde ocupó la decimocuarta posición, a 82 centésimas de Hamilton (1:14.091).