Verstappen, al límite en la superlicencia, dispara contra Russell: "La próxima vez traeré pañuelos"

Verstappen, al límite en la superlicencia, dispara contra Russell: “La próxima vez traeré pañuelos”

Una cuarta victoria consecutiva en Montmeló se antojaba casi imposible, pero ni el guionista más retorcido hubiese escrito un desenlace tan cruel para Max Verstappen. No sólo por su sanción de 10 segundos, tras provocar un choque con George Russell, sino también por los tres puntos que le descontaron en la superlicencia, con los que se queda a uno de perderse la próxima carrera. Para más escarnio, el líder de Red Bull fue elegido por los aficionados como mejor piloto del domingo en Barcelona. Había partido tercero en la parrilla y acabado décimo, con un punto como triste botín.

Iba Verstappen hecho una furia por la zona mixta de Montmeló cuando le tendieron el micrófono de Sky Sports. Nico Rosberg, comentarista de la cadena británica, había insinuado que su maniobra ante Russell merecía una bandera negra. "Esa es su opinión. Cada uno puede tener la suya", replicó el holandés. Cuando le insistieron con que si se trataba de algo deliberado, Mad Max fue cortante: "¿Eso importa? Prefiero hablar de la carrera antes que de un instante determinado". Una vez más le repreguntaron por la descalificación, así que ya zanjó cualquier duda: "Creo que fue un error de cálculo".

Para saber más

En Barcelona se reabrieron las rencillas entre dos pilotos que no se soportan. Otro episodio que añadir a lo ya vivido en el GP de Azerbayán 2023, cuando Verstappen llamó "gilipollas" al británico, o en el último GP de Qatar, hace seis meses, cuando no dudó en mandarle "a la mierda". "Así es Max en las carreras. Me alegro de haber podido acabar, aunque no sé muy bien en qué estaba pensando", concluyó Russell sobre el incidente.

"no tengo nada que decirle"

Por supuesto, ninguno de los involucrados manejó siquiera la posibilidad de disculparse ante la otra parte. "No, no le voy a ver y no tengo nada que decirle. En la vida no hay que arrepentirse de demasiadas cosas", clamó Verstappen. No se percibía asomo de arrepentimiento en sus palabras tras la peligrosa maniobra en la curva 5. "¿Qué opinas de que Russell crea que estás dando un mal ejemplo a los jóvenes?", le deslizaron. "La próxima vez traeré pañuelos", concretó.

Estos malos modos parecieron hartar incluso a Christian Horner. Tras esquivar en primera instancia a la prensa, el jefe de Red Bull concedió que su piloto se había sentido "frustrado". "Aún no he tenido la oportunidad de hablar con él... Es algo que analizaremos internamente", reveló el británico.

Por primera vez desde el GP de Italia 2017, Verstappen vio la bandera a cuadros sin entrar entre los nueve primeros. Pese al mal sabor de boca, durante la vuelta de enfriamiento quiso felicitar a los pilotos de McLaren por su doblete, elevando uno de sus pulgares. Por extraño que pareciera, tras el GP de Arabia Saudí y el GP de Emilia Romagna, el tetracampeón fue otra vez distinguido por la F1. Con el 19,7% de los apoyos, superó en el voto popular a Oscar Piastri (14,5%) y Nico Hulkenberg (10,6%).

Red Bull y el GP de Bahrein 2022

Durante 60 vueltas, Verstappen ofreció un sensacional espectáculo, cuestionando la superioridad mecánica de McLaren. Se mantuvo con opciones de llevar a buen término el plan de Hannah Schmitd, la jefa de estrategia de Red Bull. Nada menos que tres paradas en Montmeló. Sin embargo, esa apuesta quedó hecha trizas por el safety car decretado tras la avería de Andrea Kimi Antonelli. Quizá hubiese sido preferible aguantar lo que quedaba hasta la meta con el neumático blando viejo. Y no recurrir a los duros, que se habían mostrado muy erráticos desde el warm-up.

"Siempre es fácil opinar a posteriori, pero en ese momento tomamos la mejor decisión con la información de la que disponíamos", zanjó Horner, que no terminaba un fin de semana con un bagaje tan pobre desde el GP de Bahrein 2022. McLaren casi triplica la suma de Red Bull en el Mundial (362-144) y Verstappen ve a 49 puntos el liderato de Piastri (186-137).

Tan preocupante como lo que pueda suceder en las próximas 15 carreras resulta el horizonte inmediato para Verstappen. De momento, esta es la sexta vez, en los últimos 12 meses, que los comisarios le restan puntos en la superlicencia. Desde el GP de Austria 2024, por un incidente frente a Lando Norris en la curva 3 del Red Bull Ring, hasta el GP de México 2024, cuando volvió a forzar a Norris fuera de la pista o el GP de Abu Dhabi 2024, por causar una colisión ante Piastri. En caso de perder otro punto en el GP de Canadá, dentro de dos semanas, no podría participar en la siguiente carrera.

Barcelona y el efecto contrario

Barcelona y el efecto contrario

Actualizado Domingo, 1 junio 2025 - 23:32

Algunos piensan que la Fórmula 1 es aburrida, que nunca pasa nada y que son sólo coches dando vueltas. El GP de España los llevó a todos la contraria. La carrera tuvo intensidad e incertidumbre desde la primera hasta la última vuelta.

De hecho, el dilema de lo que podría pasar comenzó antes de que lo hicieran los entrenamientos libres. Con la entrada de una nueva normativa de control de la flexibilidad de los alerones delanteros algunos pensaron que desde España la historia iba a ser diferente y que McLaren podría verse muy perjudicado. Craso error. Mientras siete equipos cambiaron sus alerones delanteros para adecuarse a la normativa, McLaren no cambió nada en Barcelona. Eso sí, 1-2 el sábado en clasificación y 1-2 el domingo en carrera. Menudo chasco se han llevado algunos. Justo el efecto contrario.

En carrera sucedió un poco lo habitual: Oscar Piastri salió bien desde la pole, Lando Norris perdió una posición con Max Verstappen y el holandés se convirtió en el único rival de McLaren por la victoria. Lo intentaron todo en Red Bull y, en un alarde de buscar algo diferente en la estrategia, le pusieron en un plan de tres paradas. Funcionó. Al menos para mantenerle cerca porque en ritmo de carrera Max no podía aguantar a los coches naranjas.

Sirvió para mantener a raya al resto de rivales, pero hubo un fallo: la salida de un safety car a pocas vueltas del final. Red Bull no tenía más ruedas. Decidieron ponerle a Max el único juego nuevo que le quedaba, un duro (nadie lo había utilizado porque era un neumático lento y difícil de calentar). Max seguía tercero, pero con una jauría de neumáticos blandos justo detrás. Todo indicaba que iba a ser una escabechina. Que Verstappen tendría que sacar los mejores trucos de su repertorio para no perder muchas posiciones, pero se produjo el efecto contrario.

Cuando se relanzó la carrera, Verstappen estuvo a punto de perder el coche y de irse directo contra el muro. Salvó el accidente, pero le hizo vulnerable ante Charles Leclerc y todos los demás. En medio de la recta se tocaron, el monegasco le pasó, Max se enfadó, George Russell quiso aprovechar el desconcierto, pero también se tocaron, Red Bull le pidió que le devolviese la posición al británico, Verstappen se enfadó más, se la devolvió y de nuevo chocó contra él en una acción muy macarra que parecía premeditada. La decisión de los comisarios fue rápida: 10 segundos. Max pasaba de ser quinto a décimo. Además, recibía una sanción de tres puntos en la superlicencia para acumular un total de 11, a uno de ser excluido de un gran premio. Es decir, lejos de mostrar su mejor versión nos enseñó su cara más oscura, justo el efecto contrario.

Verstappen acabó en el grupo de villanos. A su vera, Liam Lawson, un peligro en la pista. Del neozelandés ya se ha cansado la casi totalidad de pilotos del paddock.

En el grupo de estrellas, Piastri, que acumula ya cinco victorias, cuatro poles y ocho podios consecutivos. También Norris, que no ganó, pero ayudó a McLaren para firmar el tercer doblete del año. Leclerc, pese a las debilidades de Ferrari sumó su tercer podio. Nico Hulkenberg, con el modesto Sauber (último equipo de la parrilla), logró un increíble quinto puesto después de sorprender a Lewis Hamilton en las últimas vueltas. Uno de los mejores robos de cartera de la temporada. George Russell, el hombre invisible, al que no se le ve mucho en las carreras, pero siempre está. Isack Hadjar, el mejor rookie del año o, por supuesto, Fernando Alonso.

El asturiano sumó sus primeros puntos de la temporada después de fajarse en un combate frenético con Gabriel Bortoleto, Pierre Gasly, Lawson y Hadjar. Obviamente, no son los rivales que él querría, pero hoy por hoy esto es lo que hay. Es evidente que Aston Martin ha dado un pequeño salto adelante con la evolución que presentó en Imola. Desde entonces, Fernando se ha metido siempre en Q3 y ha podido puntuar en las tres carreras disputadas. En Imola no hubo suerte y en Mónaco se rompió el motor, pero estaba ahí para puntuar.

No hubo suerte con Williams. Carlos Sainz pronosticó que Barcelona iba a ser difícil, pero se equivocó. Fue un infierno. Por primera vez este año, ningún FW47 se metió en la Q3 y por segunda vez, ninguno de ellos puntuó.

Se pensaba que el GP de España podría ser un desastre de público tras los pobres resultados de Sainz y Alonso, pero no fue así. Hubo más de 300.000 espectadores a lo largo del fin de semana. Otra vez una fiesta, otra vez varias generaciones juntas compartiendo pasión. Con este ya van 55 ca en España. Una cita con la F1 a la que no hemos faltado en 39 años. Pese a todos los indicios, otra vez, el efecto contrario.

Una alegría para Fernando Alonso en Montmeló: sin pitos al himno y soberbia vuelta final

Una alegría para Fernando Alonso en Montmeló: sin pitos al himno y soberbia vuelta final

Una formidable última vuelta, cerrada en 1:18.128, permitió sumar dos puntos a Fernando Alonso en Montmeló. Con ese esfuerzo postrero, el bicampeón superó en la tabla de tiempos a Max Verstappen. Apenas 262 milésimas. Lo justo para dejar atrás al holandés, castigado con 10 segundos por un controvertido incidente con George Russell.

"Sigue a tope porque podría haber penalizaciones por delante", advirtieron a Alonso a través de la radio. Y el asturiano cumplió con creces, estableciendo el cuarto mejor crono en ese último giro, sólo por detrás de Oscar Piastri (1:17.445), Lando Norris (1:17.519) y el propio Verstappen (1:18.081). Tras cruzar la línea de meta, cuando aún no tenía muy claro qué posición final le correspondía, Alonso se limitó a saludar a la afición de Montmeló.

Durante ese momento de gozo no quiso comentar nada por la radio. Había sido otra carrera muy dura, con acuciantes problemas de degradación, sobre todo en los neumáticos delanteros. De hecho, sus ingenieros le habían pedido que no forzara tanto en las curvas 9 y 14. En vano, porque su réplica no dejó lugar a la duda: "Olvidadlo".

Sin velocidad punta

"Nos ha faltado ritmo y velocidad en las rectas. Todos los adelantamientos los hice por fuera en la curva tres, que no es un sitio habitual", admitió Alonso. El más espectacular llegó en ese tramo decisivo de la carrera, cuando pudo desembarazarse de Esteban Bortoleto (Sauber). Unos metros más adelante concretó otra bonita maniobra frente a Liam Lawson (Racing Bulls) en la recta principal.

Una particular revancha ante el neozelandés, que ya le había dado un buen susto nada más tomar la salida. "Me ha golpeado en la trasera derecha. Creo que no hay daños, pero deberíamos comprobarlo", explicó tras el toque en la curva 1. Ese primer relevo con las gomas blandas iba a hacerse muy largo para el español.

"Después de sólo cinco vueltas nos quedamos sin el neumático delantero izquierdo", añadió el doble vencedor en Le Mans, en referencia a su excursión por la grava en la curva 5. Sin embargo, el cambio a los medios hizo revivir al AMR25, cuyo rendimiento pudo equipararse al de Alpine o Sauber.

Invasión de pista

La euforia por los dos puntos caló de inmediato en las tribunas de Montmeló y como viene siendo costumbre, la afición invadió la recta de meta para ver más de cerca en el podio a Piastri, Norris y Charles Leclerc. Un cierre a la altura de este fin de semana, en el que Alonso estrenaba su cargo de embajador del GP de España.

Durante la ceremonia de himnos, no hubo que lamentar ningún tipo de episodio desagradable. El minuto de duración de la Marcha Real coincidió con el de Els Segadors, ante la atenta mirada de Salvador Illa, presidente de la Generalitat, Stefano Domenicali, CEO de la Fórmula 1, y Carmelo Sanz de Barros, presidente del Senado de la FIA.

Verstappen pierde los papeles y Alonso suma al fin en Montmeló

Verstappen pierde los papeles y Alonso suma al fin en Montmeló

Un safety car, el primero en tres años en Montmeló, sacó de sus cabales a Max Verstappen. A 11 vueltas, cuando Andrea Kimi Antonelli quedó varado en la grava de la curva 10 tras una rotura de motor, los favoritos debieron pasar otra vez por boxes. A Red Bull sólo le quedaba un juego de duros para Mad Max, abocado desde entonces a la peor de las suertes. El holandés supo salvar un latigazo salvaje a la entrada de la recta, pero nada pudo hacer frente a Charles Leclerc y George Russell. Totalmente desquiciado, el tetracampeón vio de lejos el doblete de McLaren, con Oscar Piastri por delante de Lando Norris.

Una merecida sanción, por colisionar ante Russell, relegó a Verstappen a la décima plaza, justo por detrás de Fernando Alonso. De este modo, el asturiano sumó sus dos primeros puntos del año, tras quitarse de encima a Gabriel Bortoleto y Liam Lawson. Entre tantas escenas de caos, ninguna como la de Nico Hulkenberg con Lewis Hamilton. Un Sauber, el coche más lento de la parrilla, rebasaba a un Ferrari y era quinto en la meta.

Hubo invasión de pista para conmemorar este loco desenlace, decisivo para la suerte del Mundial. Piastri conquista su quinta victoria del año, mientras Verstappen sale casi de vacío de Barcelona. Nunca quiso claudicar, exprimió al límite su estrategia, pero ahora queda a 49 puntos del liderato. Traspasó los límites para defender el podio y acabó disparándose en el pie. Desde la salida quiso dejar claro que no iba de farol.

Norris, lento en la salida

Piastri aún guardaba recuerdo del error de Imola, cuando intentando sujetar a Russell dejó un resquicio a Verstappen, autor de un excepcional adelantamiento. Esta vez, McLaren no hubo de lamentar la pérdida del liderato, pero sí la lentitud de Norris, que se dejó ganar la partida frente al líder de Red Bull. Tampoco anduvo fino Russell ante los Ferrari, abocados desde entonces a un duelo fratricida.

Aunque el auténtico protagonista de la salida fue Hulkenberg, envuelto en un toque que le hizo salirse por el exterior de la curva 1. Dicha maniobra fue validada por los comisarios, así que el veterano ganó cuatro posiciones hasta situarse a la estela de Alonso. En la segunda vuelta, el bicampeón también hubo de capitular ante el Sauber.

Los malos presagios asomaron con una peligrosa maniobra de Lawson y se agudizaron con una salida de pista en la curva Seat. Tras 13 vueltas, la degradación mermaba al AMR25, así que dos giros después entró el asturiano para montar los medios y reincorporarse último. En la décima vuelta ordenaron a Hamilton ceder el paso a Leclerc y Williams llamó a capítulo a Carlos Sainz. Algo habían detectado en el alerón delantero, con daños desde la primera vuelta, así que fue preceptivo el cambio. Tras casi 11 segundos en el pit-stop, las opciones del madrileño pasaron de remotas a nulas.

Alonso, el domingo, en la recta de meta de Montmeló.

Alonso, el domingo, en la recta de meta de Montmeló.EFE

La baja de Lance Stroll, víctima de un problema en una muñeca, había permitido avanzar un puesto a Carlos en la parrilla, por delante de Franco Colapinto y Yuki Tsunoda, que partió desde el pit-lane. Un domingo terrible para el madrileño, condenado a luchas de escaso rango. A bordo de un Williams muy lento en las curvas de Montmeló, con daños en el alerón delantero por culpa de Lawson, aún puede darse por satisfecho con su decimocuarta plaza final.

Lawson, un peligro rodante

En la decimotercera vuelta, Norris se quitó de enmedio a Verstappen a final de la recta. Nada podía oponer frente a los monoplazas papaya, pero el holandés sí dejó un glorioso adelantamiento a Antonelli, en la zona del estadio, y otro frente a Russell, en la Moreneta. En una carrera tan táctica, Red Bull aún guardaba su cuota de esperanza.

Por eso tomaron la iniciativa en la vuelta 14 para colocar un segundo juego de blandos a Verstappen. Ocho giros más tarde, McLaren optó por los medios con Norris y también para Piastri, cediendo la cabeza ante el tetracampeón. En la vuelta 30, Red Bull lanzó otro órdago, metiendo medios, mostrando que iban a tres paradas. A 19 giros para la meta llegaría la última parada para el holandés. McLaren, por supuesto, respondió de inmediato con Norris y Piastri.

Durante las dos últimas ediciones, no se había registrado ni una sola bandera amarilla, así que el safety car postrero con Antonelli hubo de interpretarse como una bendición. Los comisarios ya se habían ahorrado medidas cautelares incluso cuando Lawson hizo trizas el ala delantera de Alex Albon. El sol ardiente debió de pasar factura al neozelandés, demasiado agresivo frente Sainz y Oliver Bearman. Y ni por esas recibió una penalización.

Las opciones de Fernando Alonso en Montmeló: "Al menos podemos luchar de tú a tú"

Las opciones de Fernando Alonso en Montmeló: “Al menos podemos luchar de tú a tú”

El laboratorio de Montmeló supone un examen integral para cada coche. Se vio ayer durante la qualy y volverá a comprobarse hoy en una carrera donde Max Verstappen necesita una heroicidad frente a McLaren. El tetracampeón, tercero en la parrilla, deberá buscar un rebufo y aprovechar los 595 metros que separan el cajetín de salida de la primera curva. Oscar Piastri, autor de la pole, también tendrá que defenderse ante Lando Norris, su compañero en primera línea.

Nada parece haber cambiado tras la entrada en vigor de la nueva normativa en los alerones delanteros. La superioridad de McLaren sólo podría echarse a perder en Montmeló por errores propios. En la primera vuelta, donde Verstappen ya les ha dejado varias veces en evidencia, o a través de la estrategia, la gran debilidad del equipo de Zak Brown.

El previsible plan a dos paradas debería comenzar con unos neumáticos blandos en la salida, para cambiar a medios y más tarde otra vez a blandos, dando el pobre rendimiento que ofrecen los duros. La gestión de las gomas y el control de la degradación, sobre un asfalto en torno a los 50ºC se antoja decisiva. Ayer, la sensibilidad a la temperatura ya quedó en evidencia durante la Q3. Una repentina irrupción de las nubes refrescó la pista, facilitando la labor de quienes habían retrasado su regreso. De la gama más blanda, suministrada en Imola y Mónaco, Pirelli ha cambiado aquí a la más dura.

«Va a haber mucha degradación»

«Va a haber mucha degradación», presagió ayer Fernando Alonso, «muy contento» por su décima plaza, por delante de Alex Albon. El bicampeón deberá contener al británico de Williams y al Racing Bulls de Liam Lawson, ambos con mejor ritmo de carrera. «Por lo menos podemos luchar de tú a tú con la zona media. No hay para mucho más, pero ojalá podamos luchar por los puntos», añadió el doble ganador en Le Mans.

Desde el viernes, Norris y Verstappen marcaron la referencia en las tandas largas. Un escalón por debajo se presenta George Russell, que parece cuidar los neumáticos mejor que Ferrari. Si quiere evitar otra espiral autodestructiva, Lewis Hamilton debería encontrar soluciones en el equilibrio de un coche muy nervioso.

A esas mismas dificultades, corregidas y aumentadas en las largas curvas de Montmeló, se enfrentan Carlos Sainz y Albon. Los virajes de alta velocidad, especialmente Repsol y la curva 12, son los que peor sientan al FW47. En esas zonas se privilegia el apoyo aerodinámico y Williams no encuentra soluciones. «Durante muchos años, este circuito no ha sido bueno para nosotros y creo que ahora va a suceder lo mismo», advirtió el viernes James Vowles, team principal de Williams. Para más inri, Albon sufrió diversos contratiempos que le permitieron rodar tan sólo durante cinco vueltas en la última sesión libre. De ser la referencia en la zona media, los coches de Grove han pasado a luchar con Sauber y Haas.

Sainz, abatido tras su eliminación en la Q1.

Sainz, abatido tras su eliminación en la Q1.AP

«Aunque el coche no esté al 100% seguía confiando en luchar por esa Q3, igual que sigo confiando en luchar por los puntos», vaticinó Sainz, antepenúltimo en la parrilla, que podría poner fin a una década puntuando en Barcelona. Un pleno en el top-10 que había acompañado con una abrumadora superioridad sobre Alonso.

Desde 2015, sin incluir los dos años que el asturiano estuvo fuera de la F1, Sainz dominaba con autoridad el cara a cara (8-0 en carrera y 7-2 en qualy). Pero si completa la remontada, Sainz se convertirá en el décimo piloto de la historia que suma en 150 grandes premios distintos. Y si Williams acaba en el top-10, igualará un registro de 2016, el último año donde entró en zona de puntos durante cinco carreras consecutivas.

McLaren barre a la competencia y Fernando Alonso partirá décimo en Montmeló

McLaren barre a la competencia y Fernando Alonso partirá décimo en Montmeló

Harta de escuchar comentarios insidiosos, McLaren dejó clara a la primera oportunidad que sus rivales deben mirar hacia otro lado. La superioridad de los coches de Woking no procede de la flexibilidad de su alerón delantero, reducida al 50% este fin de semana en Montmeló. Hay otros factores que explican la pole de Oscar Piastri (1:11.546), con dos décimas de margen sobre Lando Norris. El líder del Mundial simplemente conduce el mejor coche y ni siquiera necesitó una vuelta perfecta para evidenciar su predominio sobre Max Verstappen, tercero con el mismo crono que George Russell.

La aventura de Fernando Alonso en la Q3 quedó reducida a un único intento, aprovechando el vacío dejado por los favoritos. Otra controvertida decisión de los estrategas de Aston Martin. Aunque el asturiano parecía exultante con su tiempo (1:12.284), finalmente cayó hasta la décima plaza. Al contrario que en Imola, optaron por guardar un juego extra de neumáticos de cara a la carrera.

No resultará sencillo conservar esa plaza, porque el ritmo del AMR25 se antoja inferior al del Racing Bulls de Liam Lawson, decimotercero en la parrilla. El paso adelante de Aston Martin, iniciado hace dos semanas en el GP de Emilia Romagna, debería consolidarse con ideas más claras desde el muro. Por mucho que invente Adrian Newey y por muchos golpes de genio de Alonso, el equipo dirigido por Andy Cowell necesita actuar, en cada situación del fin de semana, como uno de los grandes.

La avería de Colapinto

La debilidad de Carlos Sainz quedó patente desde bien temprano, cuando se vio antepenúltimo, tras ceder 57 centésimas ante Alex Albon, que había dispuesto de un intento más. Por tanto, el madrileño se vio al límite justo cuando Franco Colapinto sufrió una avería en el pit-lane. Sin potencia, el argentino ni siquiera pudo volver a pista y Sainz se quedó sin el timing idóneo, atrapado entre el tráfico (1:13.203).

Las condiciones de pista habían mejorado tanto que Lance Stroll pudo salir del atolladero. Sin embargo, el piloto de Williams quedó eliminado en la Q1 del GP de España por primera vez en su vida. Partirá decimoctavo y su debacle sólo pudo equipararse a la de Yuki Tsunoda, último con el Red Bull. Curioso modo de celebrar su récord como piloto japonés con más carreras en la F1 (96), ya por delante de Ukyo Katayama.

El buen pulso de Alonso, por contra, quedó en evidencia desde la Q2, cuando rodó (1:12.523) a sólo 52 centésimas de Piastri, que empezaba a evidenciar la superioridad de McLaren. Otro aldabonazo del asturiano, medio segundo más rápido que Stroll. De hecho, hubiese liderado la zona media de no ser por la postrera irrupción de Isack Hadjar. Por tercer fin de semana consecutivo, el novato de Racing Bulls se metía en el top-10.

Nubes y astalto más frío

Por entonces, unas nubes negras como el tizón empezaron a encapotar el cielo de Montmeló. Los radares de la FIA no consideraban siquiera la hipótesis de la lluvia, pero la temperatura del asfalto bajó dramáticamente, desde los 48ºC hasta los 41ºC. Un buen presagio para Mercedes.

Tras el primer intento, Russell se dejó apenas 25 centésimas respecto a la cabeza. No obstante, el británico se quejaba de que sus ingenieros habían optado por un plan demasiado conservador ante McLaren. Ese mismo reproche puede atribuirse a Charles Leclerc, octavo y bastante por detrás de Lewis Hamilton.

Tras la primera tentativa, la pole era para Norris (1:11.819) 17 milésimas mejor que Piastri. Verstappen, a 48 centésimas, ni siquiera se presentaba como candidato, pero en su último intento pudo auparse hasta la tercera plaza. Aunque había igualado el crono de Russell (1:11.848) partirá por delante al cerrar antes su vuelta.

Las razones del flechazo de Alonso por Montmeló y de sus reproches a Madrid: de aquellas malas caras a 'Els Segadors' a la 'amenaza' de desaire con Ayuso

Las razones del flechazo de Alonso por Montmeló y de sus reproches a Madrid: de aquellas malas caras a ‘Els Segadors’ a la ‘amenaza’ de desaire con Ayuso

Fernando Alonso estrenó ayer en Montmeló su cargo como embajador del GP de España. Y lo hizo con la fuerza que acostumbra. El asturiano, de 43 años, no sólo defendió la presencia de Barcelona en el Mundial, sino que trasladó un mensaje a Madrid, la carrera que amenaza la continuidad de la Fórmula 1 en la Ciudad Condal. «Barcelona lleva dos o tres décadas aquí y seguirá aquí durante 20, 30 o 40 años más. Y algunas otras sedes estarán sólo de forma provisional en el calendario y luego probablemente volverán a desaparecer», deslizó durante la rueda de prensa oficial de la FIA.

Estas palabras de ayer ante los periodistas confirman lo que se ha venido fraguando lejos de los micrófonos durante las últimas semanas, Alonso ha protagonizado numerosos desencuentros con el GP de Madrid. Los más relevantes deben atribuirse a lo estrictamente económico, aunque no conviene pasar por alto los de índole personal. El ambiente se ha ido envenenando de tal modo que la reconciliación ya no parece posible. El líder de Aston Martin ha tomado partido por Barcelona y Madrid sigue apostando fuerte por Carlos Sainz.

Desde un primer momento, la cita de IFEMA quiso contar con ambos como reclamo. Su prestigio y experiencia les avalaba. Sin embargo, mientras la familia Sainz mostró una total disposición para el acuerdo, Alonso se descolgó con unas cifras que los organizadores consideraban inasumibles por ser el padrino del evento. De este modo hubo de renunciar a la bicefalia en favor del piloto de casa. El próximo 7 de junio, Sainz asumirá el protagonismo en solitario, al volante del Williams, durante la exhibición en la zona urbana del futuro Madring.

Fecha en disputa

Alonso, por su parte, ha tomado partido por Barcelona, una cita que no pasa precisamente por su mejor momento. El contrato de Montmeló con Liberty Media, empresa propietaria de la F1, expira en 2026 y su renovación sigue en el aire. A las dificultades financieras de los últimos años hay que sumar ahora las dudas expresadas en privado por Stefano Domenicali, CEO de la F1, sobre la coincidencia de dos carreras en nuestro país. De hecho, sólo Estados Unidos (Miami, Austin, Las Vegas) e Italia (Imola y Monza) son los únicos países con más de una cita en sus fronteras.

Madrid, con acuerdo hasta 2035, quiere seguir avanzando, porque también aspira a quedarse con la fecha de Barcelona. Su pretensión es hacer coincidir la F1 en un mes de mayo donde ya brillan el Masters 1000 de tenis y la Feria de San Isidro. Montmeló, por su parte, se resiste a perder su turno, iniciado en 1991 y potenciado durante muchos test de pretemporada. Las turbulencias políticas han intentado paliarse con Fira Circuit, la sociedad que desde el pasado 1 de enero gestiona el Circuit. Sin embargo, el músculo financiero se ha debilitado hasta tal punto que Alonso ha terminado aceptando una cifra inferior a la que le ofrecían desde la capital.

Hay más razones que laten de forma soterrada para explicar este conflicto. La más dolorosa es la que resuelve el doble ganador en Le Mans con su ex agente, Luis García Abad. Durante más de dos décadas, el actual CEO del GP de Madrid fue íntimo del ovetense. Su ruptura profesional, previa al regreso en 2021 con Alpine, se resolvió de un modo amistoso. Ahora ha devenido en algo irreconciliable a nivel humano.

GP de Abu Dhabi 2024

Uno de los capítulos más desagradables se produjo durante las horas previas al GP de Abu Dhabi 2024. Por entonces, el malestar de Alonso era tal que en la candidatura madrileña quisieron evitar cualquier encuentro con Isabel Díaz Ayuso por temor a algún desaire. Finalmente, no hubo ninguna escena porque la presidenta de la Comunidad suspendió su viaje para asistir al funeral por las víctimas de la Dana en Valencia.

El paddock de Montmeló aguarda este fin de semana a Alonso, que ya vivió aquí otras polémicas. La más sonada llegó en 2018, durante su última presencia con McLaren, cuando amagó con abandonar la ceremonia previa a la carrera. Entonces, el himno de España no llegó a sonar siquiera un minuto por megafonía, mientras los acordes de Els Segadors duraron casi dos. El año pasado actualizó esta controversia al quitarse las gafas durante la Marcha Real, mientras volvía a colocárselas durante el himno catalán.

Fernando Alonso, superado por Alpine: "Debemos aceptar que no estamos para pelear por los puntos"

Fernando Alonso, superado por Alpine: “Debemos aceptar que no estamos para pelear por los puntos”

Alpine volvió a meter sus dos coches en la zona de puntos por segunda carrera consecutiva. Pese a la feroz guerra entre Pierre Gasly y Esteban Ocon, el equipo francés se confirmó en Barcelona como la quinta fuerza de la parrilla. Mientras, Aston Martin se desfondaba sin matices, para desdicha de Fernando Alonso, decimosegundo en la meta, sin opciones de entrar en la lucha por los puntos.

"Este circuito no miente y te dice dónde estás. Si tienes ritmo, luego te puedes recuperar, pero no lo teníamos", admitió el bicampeón en los micrófonos de DAZN. Un par de semanas después del conato de recuperación en Montreal, Aston Martin volvía a ahogarse en zona de nadie. Han pasado apenas 15 días, pero su rendimiento en Canadá debe interpretarse como un hecho aislado, en lugar de una recuperación consistente.

Para saber más

Una temporada más, Montmeló se confirmó como el más exigente banco de pruebas. El único equipo que mejoró su rendimiento respecto a 2023 fue McLaren, mientras el peor parado en esa comparativa fue Aston Martin. Sin agarre, patinando en cada curva, al AMR-24 no sólo le faltaba velocidad, sino que devoraba los neumáticos.

123 puntos menos

El ritmo por vuelta del monoplaza verde se quedó a 1,4 segundos de la cabeza. El octavo peor registro de la parrilla, sólo por delante de Visa Cash App RB y Williams. Y si lo valoramos en comparación con 2023, cuando el asfalto ofrecía mejores condiciones, su déficit se cifra en ocho décimas por vuelta.

"Fue un fin de semana frustrante, pero no del todo inesperado", concedió Mike Krack. "Una carrera para olvidar en un trazado que evidenció nuestras debilidades", añadió el team principal del equipo británico, consciente de que los remedios "no llegarán de la noche a la mañana".

Después de 10 carreras, la escudería de Silverstone ocupa la quinta plaza del Mundial de Constructores con 58 puntos, 123 menos que a estas alturas en 2023. Aun siendo preocupante, lo más grave del caso es que la dinámica se antoja calcada. Tras arrancar el Mundial con unas prestaciones más que decentes, especialmente en las sesiones clasificatorias, Aston Martin se ha ido diluyendo.

"No podemos engañarnos"

Un mes después de su debacle en Imola, Alonso volvió a ser doblado por los líderes. No hubo forma de encontrar la velocidad mostrada en Montreal, donde las largas rectas y las fuertes frenadas le otorgaban cierto respiro. "Cuando comenzamos a entender y maximizar el nuevo paquete aerodinámico llega otro nuevo. De modo que el proceso se reinicia", explicó el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans.

"No podemos engañarnos. Debemos aceptar que no nos encontramos en una posición en la que podamos sumar puntos", subrayó Alonso poco después de cruzar la meta a 20 segundos de Nico Hulkenberg. A ese pesimismo se sumaba Lance Stroll, decimocuarto bajo la bandera a cuadros. "No entendí lo que le sucedía al coche. Fue una carrera bastante horrible", valoró el canadiense.

La preocupación se hace más acuciante a la luz de los resultados de Alpine, quien venía ofreciendo síntomas alentadores desde Mónaco.. En la qualy del sábado, Gasly ya se permitió el lujo de superar a Sergio Pérez, que sólo supo imponer la superioridad de su Red Bull con un adelantamiento al francés en la última vuelta. "Están mejorando cada vez más. Y probablemente nosotros estemos empeorando cada vez más", confesó el sábado Alonso.

Incluso sin actualizaciones, el ex equipo del asturiano supo optimizar sus recursos en Barcelona. El A524, visiblemente adelgazado, se antoja ahora un adversario muy serio en Spielberg y Silverstone. Aston Martin, por contra, precisa de un golpe de timón en Hungría para entrar en las quinielas una vez más. No hay una fórmula mágica, pero Alonso aún mantiene la esperanza. Al fin y al cabo, en Arabia Saudí, Australia y Japón cruzó la meta por delante de Mercedes. Si las evoluciones llegan a tiempo, aún cabría alguna sonrisa antes del inicio de las vacaciones.

Inasequibles al desaliento

Inasequibles al desaliento

Actualizado Domingo, 23 junio 2024 - 21:03

La Fórmula 1 tiene muchas estrellas, pero no todas están en la pista. Quien haya visto el Gran Premio de España por la tele seguro que tiene un regusto amargo en la boca. Yo no. Es cierto que Carlos Sainz se quedó lejos de lo que a él le hubiese gustado y que el fin de semana de Fernando Alonso fue muy complicado. A pesar de ello, en ningún momento pude ver una banderita roja con el número 55 sin agitar en la grada o un aficionado con camiseta ve

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Fuego cruzado entre Sainz y Leclerc tras su toque en Montmeló: "Son demasiadas quejas"

Fuego cruzado entre Sainz y Leclerc tras su toque en Montmeló: “Son demasiadas quejas”

El cuarto puesto se le había escapado por 38 centésimas, así que Charles Leclerc no quería escuchar ningún consuelo de su ingeniero de pista. "Sé muy bien dónde lo perdí", contó por radio sobre su déficit ante George Russell. De ese modo tan velado, el monegasco hacía referencia al toque, rueda con rueda, de la primera vuelta ante Carlos Sainz. Un incidente que amenaza con quebrar la paz en Ferrari antes de las vacaciones.

La primera parada de este triplete europeo, que se completará en Spielberg y Silverstone, dejó con el gesto torcido a la Scuderia. Sus pilotos cruzaron la bandera a cuadros en idéntico orden al que tomaron la salida y Lando Norris arrebató a Leclerc la segunda plaza del Mundial. En cualquier caso, lo peor del domingo para la gente de Maranello fue el intercambio de reproches entre sus pilotos.

"Frenamos al mismo tiempo y luego hizo la curva como si yo no estuviese allí. Sufrí daños en la rueda delantera izquierda y también alguno en el alerón delantero", comenzó Leclerc. "Antes de la salida acordamos que gestionaríamos al máximo los neumáticos. Sobre todo en la curva 14, pero Carlos aprovechó esa oportunidad para adelantarme", añadió.

"No era el momento de atacar"

No conforme, el monegasco recrudeció las críticas contra el piloto con quien viene compartiendo garaje desde 2021. "No era el momento de atacar. Supongo que quería impresionar a sus aficionados, teniendo en cuenta el momento que vive", deslizó Leclerc, en referencia al próximo destino del madrileño, que aún no ha decidido entre Williams y Audi.

Camino de la báscula, antes de cumplir con el pertinente pesaje de la FIA, Leclerc y Sainz comenzaron a discutir sobre lo sucedido. Las preguntas de Charles exasperaron a Carlos. Y las explicaciones de Carlos no convencieron a Charles.

"No sé lo que le pasaba en la primera vuelta, pero no podía seguir detrás toda mi vida. Le adelanté porque estaba gestionando demasiado. Después pasé a Lewis [Hamilton] y casi lo logro con George [Russell] en el pit-stop. Creo que estaba haciendo lo que se requería", analizó el madrileño. Cuando le trasladaron las quejas de Leclerc, lanzó la mayor andanada. "No sé de lo que se queja esta vez, pero ya son demasiadas carreras en las que lo hace".

La cordura de Vasseur

En mitad de la tormenta, Fred Vasseur debió imponer algo de cordura. "Charles se queja de haber perdido cinco décimas o un segundo en ese instante, aunque no hemos podido constatar los daños de los que habla", detalló el team principal de Ferrari.

Consciente de la gravedad de las acusaciones, con su habitual dosis de realismo, Vasseur intentaba restar importancia a lo sucedido. "Hubo otros 10 momentos en la carrera donde Charles perdió un segundo. Fue un contacto leve. Cuando cedimos más tiempo fue tras las paradas. Saliendo detrás de otros coches, se nos fueron dos o tres segundos", añadió.

"Nos faltó una vuelta para cazar a Russell. Comenzamos quinto y sexto y acabamos en esa misma posición, así que la enseñanza para nosotros pasa por hacer un mejor trabajo durante la qualy del sábado", zanjó Vasseur.