Alonso deja su sello y Leclerc asusta en Mónaco

Actualizado Viernes, 23 mayo 2025 - 18:38

El apetito de Fernando Alonso, dos décadas después de su primera victoria, sigue intacto en Mónaco. El asturiano cerró el viernes con otra alentadora actuación, que confirma lo apuntado la pasada semana en el GP de Emilia Romagna. Más que su séptimo puesto, a 53 centésimas de Charles Leclerc (1:11.355), otra vez la referencia, el principal motivo para el optimismo en Aston Martin estriba en la ambición de su líder.

Cuatro veces empujó Alonso en busca de otra vuelta rápida y cuatro veces se vio ralentizado. En ese último tramo, el bicampeón intentaba superar los cronos de Isack Hadjar y Liam Lawson, que se habían inmiscuido entre la nobleza. Sin embargo, a la salida del túnel, llegando a la piscina, en esa Nouvelle Chicane donde hasta hace no tanto aún se podía adelantar en Mónaco, Fernando terminó topándose con diversos obstáculos.

"Se les permite saltar la curva 10, sólo por diversión, sin dar más explicaciones. Pueden salir de la pista sin consecuencias, así es como funciona esto", lamentó Alonso por radio. Una vez se había topado con los Ferrari. Más tarde con otros novatos, poco acostumbrados al vértigo de estas calles. Aunque había liderado la tabla, desde entonces ya no pudo arañar más décimas al reloj.

Stroll, antepenúltimo

Aston Martin estrena en Montecarlo piezas específicas para este circuito, con las que generar mayor carga aerodinámica. Ninguna tan importante, claro, como el alerón trasero. Sin embargo, la atención de Adrian Newey en el garaje parecía centrarse en el ala delantera. Esa zona crítica, junto a las suspensiones y frenos, que cambiará por completo a partir de la próxima semana en Montmeló.

Las aportaciones del gurú del diseño parecen sentirse también en un trazado tan particular como Mónaco. Al menos en las manos de Alonso, 62 centésimas más rápido que Lance Stroll, antepenúltimo de la tabla. Ahora queda por juntarlo todo el sábado, donde el ovetense debería batallar con Alex Albon y Carlos Sainz.

Leclerc, a la salida del túnel, el viernes en Mónaco.

Leclerc, a la salida del túnel, el viernes en Mónaco.AFP

El madrileño, con los neumáticos medios, no pasó esta vez de la decimotercera plaza, por detrás de otros favoritos como Max Verstappen, décimo, o George Russell, decimosegundo. Mad Max, segundo por la mañana, sabe esconder sus bazas. Poco importa que el viernes eluda uno de los muros tomando una escapatoria. Las curvas lentas de Mónaco y Singapur se le atragantaron en las dos últimas temporadas, pero nadie osa descartarle.

El desorden clasificatorio, aprovechado por Alonso y los Racing Bulls, deberá aclararse en la qualy más emocionante del año. El dominio de McLaren parece algo desvirtuado aquí, aunque Oscar Piastri cerró la jornada a sólo 38 milésimas de Leclerc. De momento, nadie tose al ídolo local, autor de tres de las últimas cuatro poles en el Principado.

Charles Leclerc supera su accidente con Lance Stroll y manda el primer aviso en Mónaco

Actualizado Viernes, 23 mayo 2025 - 15:17

La prioridad era evitar los muros y cimentar la confianza, esencial para la qualy del sábado. Aún queda mucho fin de semana por delante para que salgan los tiempos, así que el papel de Carlos Sainz y Fernando Alonso bien pudo darse por bueno en los primeros entrenamientos libres del GP de Mónaco. El piloto de Williams fue séptimo, a 57 centésimas del mejor crono, establecido por Charles Leclerc. Mientras, el asturiano acabó en décima posición, a 76 centésimas del último ganador en el Principado.

Leclerc (1:11.964) fue el único capaz de rodar por debajo de 1:12, aventajando en 16 centésimas a Max Verstappen y en 32 a Lando Norris. A esta velocidad hay que añadir el coraje con el que se repuso a su madrugador incidente con Lance Stroll. A la espera del veredicto de los comisarios, ese choque camino de la horquilla de Fairmont pareció responsabilidad del canadiense, poco pendiente de sus retrovisores.

"No sé dónde estamos. Tengo un tremendo subviraje en las curvas a derechas y mucho subreviraje en las que son a izquierdas", admitió Leclerc, que aún deberá acercarse mucho más a los muros para repetir la hazaña de 2024. Su gafe en casa, casi una tradición, hubo que atribuirse esta vez a Stroll, que ya no pudo devolver el AMR25 a la pista. Los trabajos preliminares de Aston Martin en su suspensión trasera y su caja de cambio se realizaron bajo la atenta mirada de Adrian Newey.

Con su compañero fuera de circulación, Alonso fue ganando confianza hasta acabar décimo, a sólo 37 milésimas de Hamilton. Y sin los dolores en la espalda del heptacampeón, que casi sale volando, catapultado por el bordillo de la segunda chicane de la piscina. Todavía es temprano como para extraer conclusiones definitivas sobre el rendimiento del ovetense en el trazado más sinuoso del Mundial.

Algo más entonado se ve a Williams, que viene rozando las posiciones de podio en Imola y Miami. Otro paso en la misma línea podría poner en órbita a Sainz. Sin embargo, en una de las subidas a Santa Devota, el madrileño debió tomar la escapatoria para evitar males mayores, al igual que su amigo Norris.

Adrian Newey, al fin con Aston Martin en Mónaco: de un debut pasado por alcohol al actual desafío con las curvas lentas

Actualizado Jueves, 22 mayo 2025 - 22:43

El 15 de mayo de 1988, después de completar su primer fin de semana en el GP de Mónaco, Adrian Newey se zambulló, montado sobre un scooter, en las aguas del puerto totalmente borracho. Ayer, el ingeniero más laureado en la historia de la F1 recorrió el paddock del Principado con paso menos vacilante, vestido por vez primera con los colores de Aston Martin, el equipo que ha confiado en él su futuro. Después de tres meses en la fábrica de Silverstone, el trabajo de Newey ya dio sus primeros réditos la pasada semana en Imola, donde el AMR25 redujo a casi la mitad su distancia frente a la cabeza. Ahora queda por saber si esta tendencia se confirma y sobre todo, si el lápiz del británico logra perfilar un coche capaz de competir por las victorias en 2026.

Aquella gamberrada, cuando Newey aún no había cumplido 30 años, obedeció a una apuesta orquestada en el equipo March. A los mecánicos de Max Mosley les dio por festejar de ese modo el décimo puesto de Ivan Capelli, último en la meta a seis vueltas de Alain Prost, afortunado vencedor tras el accidente de Ayrton Senna en la zona de Portier. «El espíritu competitivo era igual de patente, pero un poco más divertido; el término "polícamente correcto" aún no se había acuñado», se excusa Newey en Cómo hacer un coche (Cúpula, 2019), su libro de memorias, rematado con unas líneas que encienden hoy la ilusión de Aston Martin. «Siempre me he hecho la misma serie de preguntas sencillas: ¿Cómo podemos aumentar el rendimiento? ¿Cómo podemos mejorar la eficiencia? ¿Cómo podemos hacer esto de manera diferente? ¿Cómo puedo hacer esto mejor?»

Esas cuestiones flotaban ayer sobre el fastuoso hospitality de Aston Martin en Montecarlo. Mientras Newey atendía a Martin Brundle en los micrófonos de Sky F1, Pedro de la Rosa sonreía a las cámaras como embajador de la marca. Por las conversaciones flotaban algunas cifras. Como las 76 centésimas que el pasado sábado Fernando Alonso entregó ante Oscar Piastri, autor de la pole en Imola, gracias a las siete mejoras de rendimiento instaladas en su monoplaza. Durante las seis carreras anteriores, aún sin el paquete de actualizaciones, la diferencia promedio durante las sesiones clasificatorias había ascendido a 1,22 segundos. Esta formidable progresión, sin embargo, no permitió al asturiano, ni a Lance Stroll, acabar en los puntos.

«El coche sigue siendo inconsistente y difícil de pilotar», advirtió ayer Alonso, alternando la cautela con dosis de esperanza. «Las primeras vueltas en Imola detrás de George Russell y Lando Norris ya fueron algo nuevo para nosotros, porque antes aguantábamos el ritmo seis curvas y allí lo hicimos durante 10 vueltas», argumentó. Mejor que nadie, el bicampeón sabe que el objetivo primordial hasta final de año pasa por consolidar al AMR25 como la referencia de la zona media, por detrás de McLaren, Red Bull, Mercedes y Ferrari. Sólo a partir de ahí podrá soñar con algo verdaderamente grande.

A corto plazo, el influjo de Newey debe evaluarse en función del rendimiento del coche en los virajes lentos, su punto más débil. Tras la carrera en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari, Andy Cowell, CEO del equipo, ya quiso enviar un aviso a navegantes. «Las actualizaciones han mejorado nuestro rendimiento en todo tipo de curvas», adelantó el británico, subrayando los progresos en las zonas más reviradas. Si se confirma ese paso adelante en Montecarlo, la pista más lenta del Mundial, podremos concluir que Cowell no va de farol.

Ayer, mientras los invitados de Aston Martin se acicalaban para la fiesta nocturna programada en el yate del equipo, Newey esquivaba los flashes. Tanta expectación no sólo se justifica por su palmarés, donde lucen 25 títulos mundiales, sino también por su salario, en torno a los 25 millones anuales, sólo inferior al de Charles Leclerc, Lewis Hamilton y Max Verstappen. El domingo se espera de nuevo a Newey en la parrilla de Mónaco, armado con un lápiz y una libreta. Como distraído, anotará cada detalle del rival. Siempre en busca de la solución más imaginativa, como la que le otorgó aquí su primer triunfo. En 1998 Mika Häkkinen iba demasiado al límite, pero en lugar de recomendarle más precaución optó por redoblar una barra del McLaren. El finlandés rozó sin cesar los muros, aunque ganó con tanta autoridad que sólo tres pilotos acabaron en su vuelta.

¿Por qué Carlos Sainz es tan disciplinado en Williams?: "Si me piden parar, tengo que obedecer"

¿Por qué Carlos Sainz es tan disciplinado en Williams?: “Si me piden parar, tengo que obedecer”

Las sensaciones con las que Williams cargó en Imola sus bártulos dirección a Mónaco bordeaban lo esquizoide. Por un lado, Alex Albon había rondado las posiciones de podio después de que sus neumáticos trabajaran hasta última hora antes de la salida. Por el otro, Carlos Sainz salía del Autodromo Enzo e Dino Ferrari con un botín de puntos -cuatro por su octavo puesto- inferior a sus merecimientos. Igual que en Miami, hace 15 días, el madrileño se había visto perjudicado por la estrategia de su equipo.

Nada más cruzar la línea de meta, James Vowles tomó la radio para enviar un mensaje al piloto al que han entregado las llaves de su proyecto. "Cometimos un error y es culpa nuestra, pero lo más importante es que luchaste hasta el final", dijo el team principal de Williams. "Sí, lo he hecho lo mejor que he podido. Creo que no era fácil predecir la carrera, pero algún día acertaremos", replicó Sainz, sin dejarse arrastrar por la ira. Al fin y al cabo, en sus 10 años en la F1 siempre fue extremadamente disciplinado a la hora de asumir las órdenes.

Para saber más

Sin embargo, Sainz tenía claro desde antes de la salida que sus opciones pasaban por una estrategia a una sola parada. Así se lo transmitió, de hecho, a su ingeniero en la primera fase de la carrera, justo después de que le ordenasen calcar la estrategia marcada por Charles Leclerc y George Russell. "Estuve a punto de no entrar, porque me parecía muy pronto", relató el español, que por entonces preparaba su adelantamiento a Fernando Alonso. "Si me piden parar en esa vuelta, tengo que obedecer, soy un hombre de equipo", añadió.

"me estaba relamiendo"

Los mecánicos no se mostraron precisamente habilidosos durante el pit-stop (3,4 segundos) y se reincorporó en la decimoséptima posición. Una vez estabilizada la situación, tras la vuelta 15, Sainz rodaba decimocuarto. Justo en ese momento, Albon aprovechaba el primer paso por boxes de Oscar Piastri y Alonso para colocarse tercero. Es cierto que veía a nueve segundos a Lando Norris, aunque tampoco conviene pasar por alto que mantuvo esa posición hasta traspasado el ecuador de la carrera.

El FW47 mostraba un ritmo sólo inferior al de los McLaren y el líder, Max Verstappen. Un rendimiento que incluso sorprendió a sus propios ingenieros, que no contaban con repetir el nivel mostrado hace dos semanas en Miami. De su velocidad también quedó constancia tras el safety car provocado por Andrea Kimi Antonelli. Entonces, Albon se animó incluso a lanzar un par de hachazos a Leclerc.

"Podría haber sido un poco más paciente ante Charles, pero si te soy sincero, ya me estaba relamiendo. Pensé que podría incluso adelantar a Piastri, porque el ritmo era muy bueno y los neumáticos nuevos duros rendían muy bien", confesó Albon, que pudo repetir otro quinto en la meta pese a tras la agresiva defensa de Leclerc, obligado a devolver la posición. Al igual que hace un par de semanas en Florida, Williams se colaba entre la elite por puro ritmo, compitiendo de igual a igual. Un logro insólito para la escudería de Grove desde 2016.

Albon, el viernes, en el 'paddock' de Imola.

Albon, el viernes, en el 'paddock' de Imola.AP

En cualquier modo, la frustración de Sainz también iba a actualizar otras recientes discordias. "Así no es como corro chicos, no me importa. He perdido mucha confianza aquí... en todo", había advertido Carlos por radio en Miami. No sólo quería señalar a Gaetan Jego, su ingeniero de pista, sino al propio Vowles.

"Por una razón o por otra, las cosas se tuercen el domingo. Hay que ejecutar mejor, porque se nos están escapando muchos puntos", abundó el madrileño, que sólo cuenta con 11 unidades, 29 menos que su compañero. En cualquier caso, Williams ha sumado en sólo siete carreras seis puntos más que la suma de los dos últimos campeonatos.

Renunciar a las actualizaciones

Nada desdeñable para una escudería cliente de Mercedes, que desde el inicio del curso ha insistido en rebajar las expectativas. Todos sus esfuerzos, de hecho, parecen enfocados en el Mundial 2026. Así lo reiteró Vowles en las horas previas a su viaje a Imola. "Nos sentimos decepcionados, porque teníamos más opciones", concedió el team principal.

En el Autodromo Enzo e Dino Ferrari, Williams fue el único equipo, junto con Haas, que no quiso montar una sola actualización aerodinámica. Ni vinculada al rendimiento, ni a las particularidades del trazado. Y esa misma debe ser la constante de aquí a final de temporada. Ni siquiera el esperadísimo cambio del alerón delantero, programado por la FIA para el GP de España (2 de junio), parece que interrumpirá la hoja de ruta de Williams.

Sainz, que continúa adaptándose a las exigencias de su monoplaza, aventaja a su compañero en la qualy de los sábados (4-3), aunque pierde por la mínima su pulso durante las carreras (1-4). Para equilibrar este registro precisará al menos, algo de colaboración de puertas para adentero. "Era una decisión muy complicada y hoy no acertamos, pero ya llegará su día y le colocaremos donde su talento merece"; finalizó Vowles.

Aston Martin y el clavo ardiendo

Aston Martin y el clavo ardiendo

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 20:29

Han sido dos años de calvario. Dos años de estepa, de desierto. Dos temporadas sin brújula ni rumbo. Meses de carreras desperdiciadas sin entender qué estaba ocurriendo. Sin tener muy claro qué es lo que había pasado con un proyecto que había brillado en 2023, pero que se fue diluyendo con el paso del tiempo y la evolución de los rivales. Más allá de los cero puntos de Aston Martin en Imola, hay muchas conclusiones positivas que extraer del mejor fin de semana del equipo desde principios de la temporada pasada.

La primera es la confirmación de que cualquier pequeña novedad que introduzcan en el coche puede generar un gran salto adelante. De ser el noveno o décimo equipo en clasificación y ritmo de carrera en los últimos grandes premios, Aston Martin se metió en Imola con sus dos coches en el top 10 de la parrilla. Y no sólo eso. Pasó de luchar (y a veces perder) en carrera con los Sauber y los Haas a aguantarle el ritmo a un Mercedes, un Williams o un Red Bull. No haber sacado premio de ello tiene una relación determinante con el reparto de fortunas en un domingo donde los coches de seguridad convirtieron la carrera en una lotería.

La segunda conclusión es que, por fin, Aston Martin ha presentado una novedad que es también una evolución, una mejora. Y no es sólo un cambio de tendencia, sino fundamentalmente un alivio. El equipo verde no había introducido ni una sola pieza nueva desde que empezó 2025. Temían precipitarse, temían equivocarse, temían confundirse de nuevo. Les asustaba la idea de que otra vez meter algo en el monoplaza pudiera hacerlo más lento o más difícil de conducir. Querían estar seguros de presentar algo que realmente el túnel del viento y el análisis de los ordenadores presumiese que podía funcionar.

Y luego ponerlo en la pista, hacer la prueba del algodón definitiva que pudiese confirmar que lo que dicen las nuevas herramientas lo ratifica el asfalto. En Imola, por primera vez en mucho tiempo, fue así. Esto abre una puerta de esperanza. El primer paso para mejorar es entender por qué mejoras. Y para entenderlo tiene que aparecer la palabra mágica de la F1: correlación. Ese es nuestro clavo ardiendo al que tenemos que aferrarnos para poder pensar después en Adrian Newey. Sin correlación, Newey no sirve de nada.

Aston Martin ha dado un pequeño paso hacia delante, pero mucha gente dentro del equipo ha respirado aliviada. Con unas herramientas de última generación que funcionan se puede pensar con más entusiasmo y esperanza en 2026.

También tenemos esperanza en Williams. El coche de Carlos Sainz es definitivamente el quinto de la parrilla y en algunos momentos el cuarto o incluso el tercero. Independientemente de los errores de gestión que han perjudicado notablemente a Carlos en las dos últimas citas, el FW47 corre y Carlos también. El madrileño acumula cuatro carreras consecutivas derrotando a Alex Albon en clasificación y sólo la elección de estrategias ha evitado que la cosecha de puntos no haya sido aún mayor. Esta es una temporada de transición para algunos, de aprendizaje. Un año para pulir defectos y llegar a 2026 con todo alineado para ver si suena la flauta y te sale un coche con el que poder luchar por todo.

McLaren lo tiene, pero en Imola, al igual que en Japón, desperdiciaron la oportunidad. Aviso a navegantes: dejar vivo a un depredador herido como Max Verstappen no suele salir bien. Max y Red Bull lo hicieron todo perfecto para poner un titular de oro a su carrera número 400. El piloto arriesgó en la salida, le robó la cartera a Oscar Piastri, McLaren se pegó después un tiro en el pie al pararle pronto y Mad Max salió del séptimo gran evento del año con una desventaja de sólo 22 puntos. McLaren volvió a ejecutar mal una carrera. Mala estrategia, mal trabajo en equipo... Puede que a la larga se acuerden de Imola y lamenten no haberlo hecho de forma diferente.

La frustración de Alonso tras igualar su peor arranque con McLaren: “Tenemos muy mala suerte”

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 19:05

Nada más cruzar la meta, perdida la batalla frente a Yuki Tsunoda, la frustración por el undécimo puesto llevó a Fernando Alonso a golpearse el casco con ambas manos. De nada había servido tanto esfuerzo en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari. Por séptima carrera consecutiva, el bicampeón se quedaba a cero y prolongaba una nefasta racha con la que ya ha igualado sus peores días con McLaren.

Tras perderse la cita inaugural en Melbourne por las secuelas de un accidente durante los test de pretemporada, Alonso encadenó siete citas consecutivas fuera de los puntos. Fue en el arranque del Mundial 2015. Dos años más tarde volvió a repetir la secuencia entre Australia y Canadá, también con la escudería de Woking. En aquella ocasión quiso renunciar al GP de Mónaco en favor de las 500 Millas de Indianápolis. Todo resultaba demasiado difícil a bordo de un coche que según el propio Fernando se asemejaba a un GP2.

Hoy, el futuro a corto plazo en Aston Martin no debería presentarse tan lúgubre. "Tenemos un coche capaz de luchar por puntos", concedió Alonso en la zona mixta de Imola, con el desánimo propio de quien luchó sin suerte durante 63 vueltas. Tras una avería de Esteban Ocon, la aparición de un virtual safety car iba a echar por tierra sus planes.

"Todo nos sale mal"

Durante el tramo inicial logró sostener el ritmo para no perder el DRS frente a Lando Norris. También había podido sujetarse por detrás del Mercedes de George Russell, manteniendo incluso el tipo cuando sus frenos ardieron en llamas nada más cumplir el primer pit-stop. A diferencia del resto de favoritos, Alonso había agotado el sábado sus juegos de neumáticos duros nuevos. Y también de los medios.

"El virtual dio una parada gratis a quienes no habían parado, así que salieron delante de nosotros con neumáticos nuevos. En ese momento la carrera terminó para nosotros", analizó el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans ante la prensa. Un mensaje que ya se había encargado de transmitir a su ingeniero. "Tenemos muy mala suerte. La carrera era buena, pero todo nos sale mal este año", dijo a través de la radio.

A falta de 17 vueltas para la bandera a cuadros, un contratiempo de Andrea Kimi Antonelli forzó la aparición del safety car. En ese momento, Aston Martin podría haber dividido su estrategia y apostar, en uno de sus coches, por las gomas medias usadas. Pero los ingenieros de Andy Cowell optaron por el mismo plan para Alonso y Lance Stroll.

Por la hierba ante Gasly

"La suerte no estuvo de nuestro lado", concedió el team principal de Aston Martin tras ver perderse por el desagüe su estrategia a una sola parada. Aun así, Cowell quiso quedarse con lo positivo de un fin de semana donde vio un "progreso genuino". "Las actualizaciones han mejorado el rendimiento y nos indican el camino a seguir en las próximas carreras", añadió el británico.

De nada sirvió pues el coraje postrero de Alonso, autor de un par de fantásticas maniobras. Especial mérito tuvo el adelantamiento ante Pierre Gasly, cuando no titubeó a la hora de pisar la hierba.

Fernando Alonso y Carlos Sainz se pierden en Imola entre la maraña de estrategias

Fernando Alonso y Carlos Sainz se pierden en Imola entre la maraña de estrategias

Max Verstappen dio otra cátedra para su cuarta victoria consecutiva en Imola, escenario de una carrera confusa, plagada de variables, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz perdieron sus opciones por culpa de la estrategia. Tampoco supo resolver ese puzle McLaren, que bien puede dar por bueno el doble podio de Lando Norris y Oscar Piastri. Sin embargo, a la menor adversidad, los jóvenes aspirantes se desinflaron de nuevo ante el vigente campeón.

El octavo puesto de Sainz y el undécimo de Alonso dejaron en evidencia a Williams y Aston Martin, que jugaron mal sus cartas. De un modo sangrante en el caso del madrileño, al volante de un monoplaza cada semana más veloz y estable. Alonso, por su parte, puede maldecir tanto la inoportuna aparición de un virtual safety car como su remontada interruptus en las últimas vueltas. Tras sendos adelantamientos a Nico Hulkenberg y Pierre Gasly en Tosa, no pudo finalmente ante Yuki Tsunoda. Salir de vacío en Imola tras partir quinto escuece de veras.

El Autodromo Enzo y Dino Ferrari, tan exigente a nivel técnico, realzó aún más la grandeza de Verstappen. Apagado el semáforo, el holandés estiró la frenada en Tamburello para hacer y deshacer a su antojo frente a Piastri. En sus fauces, el líder del Mundial pareció un recién inscrito en una academia de karting. Hasta George Russell, con muy buen tino a la hora de soltar el embrague, lamentó el escaso coraje de Piastri, que le había taponado a la entrada de la chicane. Mucho más decidido se mostró Norris, autor de un fabuloso adelantamiento ante el propio Russell en la Variante Villeneuve.

Ferrari rompe la baraja

Ese buen rato respirando aire sucio no le vino nada bien al autor de la pole. Mucho menos las prisas de McLaren, que se precipitó con su temprana estrategia. El primero en abrir fuego con los pit-stops para montar los duros había sido Charles Leclerc, ganando la posición a Russell y Sainz, no tanto por la fuerza del undercut, sino por una simple consecuencia del tráfico.

Ese movimiento de Ferrari iba a generar tanta confusión que McLaren llamó a Piastri. Y Aston Martin a Alonso, cuyo ritmo era más que decente. En la vuelta 16, el asturiano había perdido la posición frente a Sainz, aunque sus opciones seguían intactas. Tantas prisas iban a resultar muy malas consejeras en Imola, el circuito donde más tiempo se tarda en recorrer el pit-lane (29 segundos).

Quienes movieron ficha tan rápido fueron ya a pie cambiado. Entre los principales damnificados, Sainz y Alonso. El madrileño quedó enredado a la estela de Russell, con un problema en la maneta del cambio de marchas y Tsunoda, que había partido desde el pit-lane. Mientras, su compañero Alex Albon se perfilaba hacia la lucha por el podio gracias a un plan mucho más propicio.

Sainz, el domingo, en el pit-lane de Imola.

Sainz, el domingo, en el pit-lane de Imola.AFP

En la vuelta 29 McLaren paró a Norris, con tan mala suerte que sólo un minuto después, una avería de Esteban Ocon a la salida de Tosa desencadenó el inevitable virtual safety car. El timing perfecto para Verstappen, favorecido otra vez por la buena ventura.

Antonelli y el 'safety car'

Con más de la mitad de carrera por delante, todo parecía bien atado para el tetracampeón, con 18 segundos de renta frente a Norris. Sin embargo aún tuvo que hacer frente a un inesperado contratiempo en la vuelta 47 cuando Andrea Kimi Antonelli, que había llevado por la calle de la amargura a Lewis Hamilton, dejó varado su Mercedes en una zona sin acceso para los comisarios. Un safety car como postrero aliciente a un domingo sin respiro.

Verstappen, desde luego, no iba a conceder un ápice en la resalida. Nada más abrir gas se libró de la amenaza del DRS de Piastri. Con gomas muy usadas, el australiano sería también presa fácil para Norris en Tamburello. La amenaza para el líder del Mundial asomaba por detrás con los Ferrari. Albon pretendía defender su cuarta plaza, ante un agresivo Leclerc. Hamilton, que pasaba por allí, pudo aprovechar la excursión por la grava del Williams para poner la guinda a su remontada.

La ralentización, en cambio, pudo interpretarse como un alivio para Aston Martin, cuyos dos coches amenazaban ruina. "Va a ser una tortura. Esto es un naufragio. Soy el piloto más desafortunado del mundo", lamentó Alonso por radio, cuando ya sólo rodaba por delante de Lance Stroll, Franco Colapinto, Esteban Bortoleto y Oliver Bearman. Su rush final, con gomas más frescas, de nada sirvió frente a Tsunoda.

Del mal ojo de Stroll a la cautela de Alonso, quinto en la parrilla de Imola: “Hay que mantener los pies en el suelo”

Actualizado Sábado, 17 mayo 2025 - 23:42

El pésimo arranque de Mundial, con seis carreras consecutivas a cero, venía tiñendo de pesimismo el discurso de Fernando Alonso. El bicampeón se veía cerrando el año sin puntos, como en 2001, su curso de debut en Minardi. Esos negros presagios, sin embargo, parece que pueden disolverse hoy en Imola, donde arranca quinto y deberá contener a Charles Leclerc, Lewis Hamilton y Andrea Kimi Antonelli, entre otros, para mantenerse en el top-10.

"Estaremos preparados para perder alguna posición, pero esperamos que no sean demasiadas", adelantó ayer el ovetense en la zona mixta del Autodromo Enzo e Dino Ferrari. Pese al tremendo salto competitivo de Aston Martin, Alonso optaba por la prudencia. "El coche siendo un poco frágil a la hora de empujar al límite y siempre da alguna sorpresa desagradable", analizó.

Sin embargo, los datos de ayer resultan más que alentadores para Aston Martin. El AMR25 fue el segundo coche que más mejoró respecto a la qualy de 2024 (56 centésimas), sólo por detrás de Williams. De este modo pudo desbancar de la Q3 a los Ferrari, que cedieron 63 centésimas respecto a sus prestaciones del año pasado en esta pista.

"Mejor de lo esperado"

"Todo fue mejor de lo esperado con el nuevo paquete aerodinámico", analizó Alonso, consciente de que ahora hay que "mantener los pies en el suelo". "No creo que seamos tan rápidos como para ser quintos, así que a ver si podemos mantenernos por ahí y sumar algunos puntos", declaró sobre la carrera, donde se espera una dura pugna también con los Williams.

Desde luego, el AMR25 volverá a perder comba ante sus rivales en las zonas más lentas del trazado (Tosa, Acque Minerali y Variante Alta). En el segundo sector, Stroll ya sufrió en exceso durante los entrenamientos libres, cuando se quedó muy corto a la hora extraer el rendimiento. De hecho, según sus propias declaraciones, sólo había percibido "pequeños cambios" en el coche y sus cronos fueron peores que los de su compañero, que montaba la especificación antigua.

De momento, Alonso mantiene su perfecto registro ante el canadiense en las sesiones clasificatorias (7-0). Y si extendemos el rango hasta 2024, el resultado resulta aún más devastador (12-0). Además, el papel de Stroll como primer candidato a probar las mejoras queda en entredicho. Tras las dos sesiones del viernes, su feedback a los ingenieros no pareció ajustarse a lo que realmente sucedía en el monoplaza.

Stroll, durante los libres del viernes en Monza.

Stroll, durante los libres del viernes en Monza.ASTON MARTIN

Sin embargo, a últimas hora del sábado, Stroll tuvo que reconocer que los cambios habían tenido un "impacto positivo". "Queda mucho rendimiento por desbloquear y en la carrera nos haremos una mejor idea de nuestro ritmo real", zanjó. A esa cautela quiso sumarse Alonso, cuyos dos últimos domingos en Imola se saldaron con un abandono (2022) y un decimonoveno puesto en la meta (2024). "Quizá este sea un circuito favorable, así que veremos cómo funciona el paquete nuevo en Mónaco o Montmeló", reflexionó el ovetense.

Lo que parece fuera de cualquier duda es que el AMR25 ha pasado de ser el último coche en Miami, donde Alonso cruzó la meta a 20 segundos del Sauber de Nico Hulkenberg, a convertirse en una fuerza emergente. Tampoco se puede cuestionar que sus ingenieros han desplegado todo el potencial del coche con los neumáticos medios. La mala noticia estriba en que para las 63 vueltas de hoy ya han agotado los juegos nuevos de dicho compuesto.

Aston Martin ve luz al final del túnel y Fernando Alonso saldrá quinto en Imola

Aston Martin ve luz al final del túnel y Fernando Alonso saldrá quinto en Imola

Después de tantos meses entre tinieblas, Aston Martin encontró un haz de luz en Imola. En este fin de semana donde estrena su esperado paquete de actualizaciones, Fernando Alonso dio un golpe sobre la mesa y salfrá quinto en la parrilla, tres puestos por delante de Lance Stroll. Todo un éxito para la escudería de Silverstone, capaz de enderezar como por ensalmo el errático comportamiento ofrecido desde el viernes. Por esta vez, la pole de Oscar Piastri, tercera del año con 34 milésimas sobre Max Verstappen, compartió protagonismo con la poderosa irrupción de los monoplazas verdes.

En la primera carrera del Mundial del compuesto C6, el más blando de la gama Pirelli, Aston Martin hizo su magia con sendos juegos de medios. Nuevos para Alonso y usados para Stroll. El asturiano únicamente cedió ante los McLaren, Verstappen y George Russell, pero nada más cruzar la meta preguntó a qué distancia había quedado del cuarto puesto. Poco importan ahora esas cuatro décimas, porque al final del túnel ya asoma algo de esperanza.

Piastri frustró la tercera pole consecutiva de Verstappen, que aun así cuenta con opciones de una cuarta victoria en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari. También hay motivos para la ilusión con Carlos Sainz, sexto a una milésima de Alonso y con cuatro centésimas de margen sobre Alex Albon, su compañero en Williams. El madrileño incluso estableció el mejor crono en la Q2, dejando buena muestra de quién manda ahora en ese garaje.

Accidentes de Tsunoda y Colapinto

Fue una tarde de emociones fuertes, inaugurada por el pavoroso accidente de Yuki Tsunoda en la Variante Villeneuve. Una zona de alta velocidad donde el japonés pisó el piano interior, saliendo catapultado y dando una vuelta de campana. Otro ejemplo de que si algo funciona en la actual F1 es la seguridad de los monoplazas.

Alonso aprovechó su oportunidad para cerrar una gran vuelta (1:15.695) que le garantizaba el acceso a la Q2. Casi de inmediato, Stroll también cumplió, a sólo 12 centésimas de su compañero. Esta solvencia inicial de Aston Martin no debiá tomarse a la ligera en Imola, una pista que lleva al límite a los pilotos. Sobre todo a los menos versados, como Franco Colapinto, que rozó la hierba en Tamburello antes de estamparse contra las protecciones.

Los trabajos de reparación fueron breves, pero hubo que esperar un cuarto de hora más para que se decidiera la suerte de Oliver Bearman y Gabriel Bortoleto. El novato de Haas había quedado eliminado tras marcar su crono bajo bandera roja y tras una revisión que se hizo eterna, los comisarios optaron por dejarle fuera.

Piastri, junto a Verstappen y Russell, tras su 'pole' en Imola.

Piastri, junto a Verstappen y Russell, tras su 'pole' en Imola.AFP

No había quien entendiera un espectáculo tan poco edificante. Como tampoco resultaba comprensible la decisión de Aston Martin, que asumió un riesgo altísimo en la Q2. Tras un primer intento con los blandos, se lo jugó todo con un juego nuevo de medios. Lo que parecía un plan suicida dio un resultado redondo: Alonso pasó sexto (1:15.442), con 55 milésimas de ventaja sobre Stroll.

El golpe de mano que tanto tiempo se había hecho esperar en el garaje de Andy Cowell dejó además tres víctimas por el camino. Charles Leclerc y Lewis Hamilton, undécimo y decimosegundo, nada pudieron hacer para evitar la debacle de Ferrari. Para colmo, Andrea Kimi Antonelli, el ídolo local, también quedó fuera de la mejora con su Mercedes.

"Debemos controlar la emoción"

La comprensión de la goma ultrablanda resultó misión imposible para los favoritos. Su elevadísima degradación apenas permitía completar una sola vuelta en condiciones. Sin embargo, a la hora de la verdad, sólo Alonso, Stroll y Russell apostaron por el medio.

El factor de los neumáticos tampoco debe servir de excusa en Ferrari, que jamás en su historia había dejado a sus coches fuera del top-10 a orillas del río Santerno. Nada más presentarse ante los micrófonos, Leclerc ofreció sus disculpas a los tifosi. La desolación colectiva contrastaba con el clima de euforia en el garaje de Aston Martin.

"Tenemos que disfrutar de esto, pero también hay que controlar la emoción", argumentó Cowell, que se jugaba gran parte de su futuro con este paquete de mejoras, que incluia un suelo completamente nuevo, así como variaciones en la cubierta del motor, el halo y la viga trasera. "El coche ha ido más rápido gracias a las nuevas piezas", confirmó el team principal, intentando contener la euforia. Han tenido que pasar 13 meses, desde el GP de China 2024, para que Alonso ocupe el top5 en una parrilla. Aquel séptimo puesto de Fernando en la meta debería interpretarse hoy como óptimo para Aston Martin.

Aston Martin no se aclara con sus actualizaciones y Carlos Sainz vuela por detrás de McLaren

Actualizado Viernes, 16 mayo 2025 - 15:13

Después de seis carreras para el olvido, Aston Martin afronta un momento decisivo en Imola, donde estrena siete actualizaciones aerodinámicas, más que ningún otro equipo en la parrilla. Una prueba de fuego para Andy Cowell, máximo responsable del proyecto, que no puede permitirse más fiascos como los que terminaron costando el puesto a su predecesor, Mike Krack. De momento, la primera prueba, en el coche de Lance Stroll tampoco ha levantado precisamente el entusiasmo en la escudería de Silverstone.

El canadiense fue el encargado de estrenar las novedades durante la primera sesión libre del GP de Emilia Romagna, donde acabó undécimo, a 48 centésimas de la cabeza. Su ventaja sobre Fernando Alonso se cifró en apenas nueve centésimas, un margen que no permite extraer demasiadas conclusiones positivas. El bicampeón mundial, que esperará a la tarde para probar las mejoras, fue decimocuarto, justo por detrás de Charles Leclerc (Ferrari) y Andrea Kimi Antonelli (Mercedes).

El AMR25 de Stroll se presentó en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari con un fondo plano totalmente renovado y con actualizaciones en el halo y la viga trasera. Las órdenes eran que su piloto recopilara los suficientes datos como para establecer una correlación exacta respecto a lo medido en el túnel del viento de Silverstone. Alonso, con la configuración antigua, sí pudo exprimir su rendimiento en el primer sector, donde llegó a codearse con los mejores.

Bandera roja por Bortoleto

Las curvas de alta velocidad parecen ajustarse a las características del AMR25. Sin embargo, el pobre rendimiento en las zonas lentas, como Acque Minerali y Variante Alta, supone otra vez un obstáculo. De este modo, la prioridad inmediata en Aston Martin pasa por superar a Sauber, ante quien cedieron 20 segundos hace dos semanas en Miami. De momento, Gabriel Bortoleto y Nico Hulkenberg, noveno y décimo en la tabla, volvieron a superar a Stroll y Alonso. La mala noticia para el equipo de Mattia Binotto llegó a sólo dos minutos del final, cuando el brasileño sufrió un trompo en Rivazza. Las banderas rojas precipitaron el abrupto desenlace de la sesión.

Hasta entonces, el único susto sobre el asfalto lo había protagonizado el propio Alonso, que supo esquivar un choque con Leclerc en la Variante Alta. De forma incomprensible, el monegasco se había interpuesto en su camino, pero los comisarios, tras anotar el incidente, no decretaron ninguna sanción para el piloto de Ferrari. Por una vez, Leclerc pareció más incómodo en el SF25 que Lewis Hamilton que le aventajó en casi medio segundo hasta acabar quinto.

La otra sorpresa positiva de la mañana llevó la rúbrica de Carlos Sainz, tercero en la tabla, a tan sólo 52 milésimas de Oscar Piastri (1:16.545). El consabido doblete de McLaren fue abrochado por Lando Norris, 32 milésimas más lento que su compañero de garaje en una vuelta con neumáticos usados. El piloto madrileño concretó el gran salto adelante de Williams y superó por sólo dos milésimas a George Russell, que lideró la tabla durante buena parte de la sesión. El principal problema de Mercedes pareció residir en el brutal traqueteo a la salida de la variante de Tamburello.

Aún más lejos parece haber arrancado Max Verstappen, a 36 centésimas de Piastri y encajonado entre Pierre Gasly y Alex Albon. Inmiscuirse en esa batalla por la zona media, librada entre Alpine, Racing Bulls y Haas, se antoja de momento fuera del alcance para Aston Martin.

En cualquier caso, el objetivo a medio plazo pasa por construir unas bases sólidas, tanto para este Mundial como de cara a 2026. Porque resulta altamente improbable que el peor coche de 2025 pueda evolucionar hasta convertirse en un aspirante a las victorias el año que viene. Ni siquiera con el mejor túnel del viento de la F1, Aston Martin parece capacitado para obrar el milagro.