Dijo Carlos Alcaraz, en vísperas de su estreno en el Masters 1000 de Montecarlo y, consiguientemente, en la temporada de tierra batida, muy prometedora para el hombre que defenderá título en Roland Garros, ideal para redimirse de la pobre gira estadounidense de pista dura, de donde regresó en blanco por primera vez en cuatro años, que la ausencia de Jannik Sinner, castigado tres meses por dopaje, y la vía libre para pelear por volver a lo más alto del ranking, poco menos que le «mató».
«Mucha gente me está preguntando, diciéndome, que tengo la posibilidad de ser el número 1 si Jannik no está jugando», comentó en la conferencia de prensa previa al inicio del torneo. «Así que probablemente esa presión en cierto modo me ha matado».
Tercero ahora en el escalafón, a casi 1.000 puntos de Alexander Zverev, el español, de 21 años, se siente ahora liberado ante la evidencia de que esa posibilidad se ha esfumado en el tiempo sobre polvo de ladrillo que ahora arranca, con Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma, antes del aterrizaje en el Bois de Boulogne. «Pienso que estoy muy lejos de Jannik, así que estoy aquí sin tener que pensar sobre ello, sólo dispuesto a salir y jugar. Esa es mi mentalidad ahora», apuntó.
Campeón en Rotterdam, cuartofinalista en Doha, semifinalista en Indian Wells y eliminado de entrada en Miami, suma 6.720 puntos, frente a los 7.645 de Zverev y los 10.330 del italiano, que reaparecerá en Roma a partir del 8 de mayo. «Estoy feliz con la forma en la que estoy jugando. Desde que comenzó el año he hecho un gran tenis, pero este deporte no es sólo golpear la bola, sino que también están la cabeza y el físico».
Su primer rival, este miércoles, será Francisco Cerúndolo, 22º, a quien ha derrotado en sus dos enfrentamientos previos: hace unas semanas, en cuartos de Indian Wells, por 6-3 y 7-6 (4), y el pasado año, sobre la hierba de Queen's, en dieciseisavos, por 6-1 y 7-5. Será, pues, su primer duelo en arcilla, el territorio natural del jugador argentino, donde ha ganado dos de sus tres títulos, Umag, en 2024, y Bastad, en 2022. También salió campeón en pasto: Eastbourne, 2023. Cerúndolo venció este lunes al veterano Fabio Fognini, campeón del torneo en 2109, por 6-0 y 6-3.
Nueva guerra para el Real Madrid y Carlo Ancelotti. Superadas las batallas contra el Manchester City y el Atlético de Madrid, la Champions League le pone en el camino del Arsenal, actual subcampeón de la Premier League, también segundo clasificado en el torneo de este curso y uno de los equipos que pretende convertirse en revelación de la temporada, con su balón parado (10 goles este año) como arma más importante.
"Lo trabajamos ayer y sabemos cómo tenemos que defenderles. Lo primero es intentar no tener muchos corners en contra", explicó Courtois en la sala de prensa del Emirates, donde describió la razón de los problemas que está teniendo el conjunto blanco para detener ese tipo de jugadas este año (ha recibido cinco así en Liga). "Es un problema de concentración, de activación y también la calidad del rival. Pero estamos listos para defenderlo bien mañana y que nos salga lo que hemos preparado".
En la misma línea se mostró Ancelotti, aunque insistió en que no es lo único importante del partido. "Son peligrosos en eso e intentaremos defender lo mejor posible en ese aspecto. Es una parte importante del juego pero hay más cosas", destacó.
El italiano valoró las críticas recibidas después de la derrota contra el Valencia, aunque recalcó el "apoyo" que tiene de Florentino Pérez. "No sé si la gente se ha cansado de mí, puede ser que mucha gente se haya cansado. Pero no me parece que la persona más importante (el presidente) esté cansada de mí, me apoya, me ayuda. Lo que puede cambiar la dinámica del equipo es que se canse la persona más importante de este club", manifestó.
Ancelotti fue corto en palabras en los temas importantes. No anunció quién sería el lateral derecho, dejando claro que "es la duda, Valverde juega bien en el lateral y en el medio", ni quién será el encargado de lanzar los penaltis tras el error de Vinicius el sábado: "Lo veremos mañana".
Las molestias musculares de Courtois fueron uno de los temas más comentados en la tarde previa, porque el belga, que llevaba varios partidos ausente por lesión, fue el encargado de actuar como portavoz del Madrid, confirmando así su presencia en el once ante los 'gunners'. "Estoy bien, tenía un pequeño problema que era de ir día a día, tardé un pelín más pero estoy al 100%", declaró, insistiendo en que "este año he tenido dos problemas en el aductor y luego otro por querer volver demasiado pronto, pero luego esto era una cosa menor y preferimos no arriesgar".
El belga, por su parte, rechazó el argumento de que la plantilla sale más motivada a la Champions que a la Liga: "No creo que elijamos los partidos, puede ser que en un partido de Champions la adrenalina esté más alta, pero este escudo y la camiseta te pide dar siempre el 100%", aseguró, denunciando que "la crítica se guía mucho por los resultados". "Estamos en abril y vivos en las tres competiciones. Se puede jugar mejor, claro, pero no es que salgamos a la Liga a dar un paseo. Lo damos todo, pero en la Champions cada error te penaliza más que en Liga y puede ser que te esfuerces al 110%", finalizó.
Van a cumplirse dos años del advenimiento de Lamine Yamal y siguen buscándole. Los defensas y los otros. Los otros, los de siempre, los del odio, los del ruido, los mediocres, los que en vez de admirar lo nunca visto prefieren perseguir unicornios con escopetas. De fogueo en este caso. Porque por más que disparan no logran rozarle.
Aseguraron que la celebración del 304 en honor a Rocafonda, su barrio, le convertía poco menos que en un pandillero, como si la conciencia de clase fuera un delito. Interpretan como un insulto a España que en sus botas luzca las banderas de Marruecos y Guinea Ecuatorial, los países de sus padres, mientras el chaval nos regala una Eurocopa con la edad en que sus haters pedían la paga a mamá para comprarse unos castellanos. Aplauden las chorradas viejunas de Van der Vaart, uno de los futbolistas más frustrantes y disolutos de su generación, como si bailar, vestir o peinarse acorde a la edad que uno tiene fuera una señal de alarma y no un indicador de normalidad.
Y como el ídolo no muestra grietas se le busca el barro en pies ajenos. Los de Mounir Nasraoui. Lo curioso es que aquí se juntan el deseo de unos y el miedo de otros. "Sólo su padre puede salvarnos de otro Messi", escucho a madridistas, aterrorizados ante la amenaza de otros 15 años con el mejor vestido de azulgrana. "Sólo su padre puede estropearlo", musitan esos culés que viven temiendo que el cielo se derrumbe sobre sus cabezas. No sé, nadie sabe, qué dirá Nasraoui al oído de su hijo, pero tengo clarísimo que si fuera sueco, alto y rubio no estaríamos hablando de esto ni habrían convertido a un personaje secundario de la película en la clave de la trama.
En cualquier caso, esa supuesta mala influencia no se refleja por ningún lado. ¿Han escuchado hablar al chico? ¿Le han visto comportarse en el campo? ¿Atisban el menor indicio de que se le esté yendo la cabeza? ¿Les parece un chaval al que va a poder la presión y a corromper la fama? ¿Creen que puede un adolescente llevar de mejor manera una situación absolutamente extraordinaria y antinatural?
Seamos serios, todo lo que muestra el Lamine persona es el mejor escenario posible, no augura drama por ningún lado y firmo que mis hijos tengan a los 17 años la madurez que está demostrando él. Aunque como soy alto y (era) rubio, tampoco me echará nadie la culpa, si no...
LaLiga confirmó este lunes que ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo, así como solicitado medidas cautelares contra la Resolución del Consejo Superior de Deportes (CSD). Dicha resolución favorecía al FC Barcelona y a sus jugadores Dani Olmo y Pau Víctor, manteniendo la inscripción de ambos.
Para LaLiga la resolución del CSD, del pasado día 3, "vulnera gravemente el marco normativo en materia de control económico y de tramitación de licencias deportivas, menoscaba el interés general de la competición y compromete su integridad, al quebrantar el principio de igualdad entre clubes".
"Todo ello justifica la necesidad de una respuesta judicial urgente que, mediante la adopción de las medidas cautelares solicitadas, garantice el equilibrio competitivo y la sostenibilidad financiera de la competición profesional", señaló LaLiga en una nota.
La patronal ya anunció el pasado día 3 su intención de acudir a la justicia ordinaria contra la resolución del CSD que estimó el recurso de alzada del Barcelona y ambos jugadores.
La decisión del CSD anuló así el acuerdo del 4 de enero de la comisión de seguimiento del convenio de coordinación Federación Española de Fútbol (RFEF) y LaLiga, que no concedió el visado previo, ni la licencia definitiva, solicitada por el FC Barcelona para los jugadores, "entendiendo asimismo que éstos tienen licencia en vigor, de conformidad con los términos expresados en los fundamentos de derecho".
Para el CSD, la comisión de la RFEF y de LaLiga no es competente para decidir acerca del visado previo y de la licencia solicitada por el Barça, por lo que consideró su acuerdo nulo de pleno derecho, sin entrar a valorar el control económico ejercido por la entidad que preside Tebas.
El CSD precisó que las funciones atribuidas a la Comisión de Seguimiento del Convenio de Coordinación RFEF-LaLiga son tres: interpretación de la aplicación de las cláusulas del Convenio; vigilancia del cumplimiento de lo pactado y promoción de actividades que tiendan a la mayor eficacia del Convenio.
En su opinión, dicha comisión no confirmó, ni ratificó un acuerdo previo, como defienden la RFEF y LaLiga, sino que acordó de forma expresa no conceder el visado previo ni la licencia definitiva solicitada para los jugadores, por lo que su decisión es nula de pleno derecho.
El CSD también afirmó en su resolución que la carrera deportiva de Dani Olmo y Pau Víctor ha estado protegida desde el pasado 8 de enero por la medida cautelar urgente que concedió el propio CSD, "con el único interés de evitar un daño irreparable hasta la resolución de este procedimiento".
LaLiga discrepa del criterio del CSD y mantiene que la denegación del visado previo para la renovación de las licencias o para su nueva inscripción es un acto derivado de la aplicación automática de las normas de inscripción, así como que la comisión de seguimiento se limitó a constatar la imposibilidad legal de tramitar nuevas licencias, "ratificando, así, la aplicación literal del reglamento federativo".
También sostiene que con el acuerdo de esta comisión "no se sustituyeron las decisiones que habían sido previamente adoptadas por los órganos competentes de LaLiga y la RFEF", que confirmaron el rechazo al visado previo hecho a través del sistema LALIGA Manager, así como el criterio de la asesoría jurídica de la RFEF del 31 de diciembre de 2024 en relación con las nuevas altas de jugadores.
El procedimiento para la inscripción incluye cuatro pasos, desde la solicitud de alta en el sistema LaLiga Manager, momento en el que el club debe contar con saldo de inscripción suficiente según las Normas de Elaboración del Presupuesto (NEO), hasta la concesión del visado por LaLiga para que el futbolista pueda competir, tras la validación por parte del Área de Competiciones que el Barça no logró en este caso.
Según LaLiga, las licencias de los dos jugadores expiraron de forma automática el día 31 de diciembre de 2024, al finalizar la duración de las mismas, pactada entre ellos y el club, que no tiene saldo ni capacidad para la inscripción de los jugadores, ya que en sus estados financieros intermedios del primer semestre de la temporada 2024-2025 no se recoge importe referido sobre la operación relacionada con los palcos VIP en contra de lo comunicado por el club cifrada en 100 millones de euros.
El Barcelona inscribió a Dani Olmo el verano pasado ante la grave lesión de Christensen, pero después el club no presentó a tiempo (antes de la medianoche del 31 de diciembre) las garantías de pago suficientes para alcanzar la regla 1:1 del Control Económico de LaLiga, que establece que un club puede invertir en fichajes la misma cantidad de dinero que ingrese mediante ventas o ahorro salarial, y mantener tanto a Olmo como a Pau Víctor registrados más allá del último día del año.
La última vez que Carlos Alcaraz estuvo sobre una pista de tenis arrastraba el desengaño, la confusión, incluso el desánimo: perdía ante David Gofffin en su debut en el Masters 1000 de Miami y no entendía por qué, otra vez. En los meses anteriores, también ante rivales inesperados -Jack Draper, Jiri Lehecka, Ugo Humbert, Tomas Machac, Botic van de Zandschulp o Gael Monfils-, ya había sufrido derrotas y emociones parecidas. La alegría del último verano idílico hoy es sólo un recuerdo. Ahora el español, a sus 21 años y con sus cuatro trofeos de Grand Slam, está en la encrucijada que decidirá su carrera: ¿Será siempre así o es algo pasajero?
Desde los Juegos Olímpicos de París, Alcaraz ha sumado sólo dos trofeos menores, los ATP 500 de Pekín y Rotterdam, y 11 tropiezos para componer una suerte de crisis. Una mala racha, como mínimo. No es grave, nada grave, pero genera dudas. Este domingo empieza el Masters 1000 de Montecarlo y la consiguiente gira de tierra batida y resulta imposible saber cuáles de sus versiones podrá verse. Quizá sea el dominador que fue en los últimos Roland Garros y Wimbledon o quizá vuelva a entremezclar maravillas con decepciones. Nadie lo sabe. Ni los mayores en el tenis coinciden sobre qué pasará.
"Cuando lo consiga, será más regular"
"No creo que esté en un momento de crisis. Está claro que no está jugando su mejor tenis, pero a su edad me parece algo lógico, propio del aprendizaje. Para mí, su problema es la selección de golpes. Más allá de cualquier aspecto técnico, debe mejorar la táctica, saber qué tiro utilizar en cada ocasión. Cuando lo consiga, será más regular, sufrirá menos sustos", analiza Tim Henman, ex número cuatro del mundo, en conversación con varios medios internacionales, entre ellos EL MUNDO, a través de Eurosport y Max, los canales que ofrecerán el próximo Roland Garros.
Según el británico, que llegó a semifinales en el Roland Garros de los argentinos en 2004, entre Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma, es decir, en los próximos torneos, Alcaraz será más consistente y sumará más de un título: "Es la oportunidad perfecta para responder a las últimas derrotas y jugar mejor". Pero otros no opinan como él.
"A veces hará milagros, a veces perderá"
"Alcaraz pasará por estas inconsistencias en toda su carrera. A veces hará milagros y a veces perderá el partido", asegura Mats Wilander, ex número uno y ganador de siete Grand Slam, también analista de Eurosport y Max. El sueco pone como ejemplo la derrota ante Draper en las semifinales del Masters 1000 de Indian Wells, cuando regaló el primer set, deslumbró en el segundo y acabó cediendo el tercero: "Es muy extraño perder así. Perder no es un gran problema, es normal, pero es difícil ver a un número uno perder un set así, remontar y al final caer. Hay que remontarse a la época de Agassi, que brillaba en un Grand Slam y luego caía en primera ronda, para recordar un caso similar".
"Cuando pasa por una mala racha, su entrenador, Juan Carlos Ferrero, se tiene que plantear: ¿Qué hacemos ahora? Es difícil porque Alcaraz juega como juega Alcaraz y si cambia de táctica puede no funcionarle. Personalmente espero que no juegue de otra manera porque así es muy divertido, pero es inconsistente", finaliza Wilander que, pese a todo, también cree que el español brillará sobre arcilla.
Vacaciones en la Riviera Maya
Al fin y al cabo, es la superficie que mejor se adapta a su tenis y donde cuenta con más margen de error, sobre todo en Roland Garros a cinco sets. El año pasado, su gira fue incompleta, con la ausencia en Montecarlo, Barcelona y Roma y el tropiezo temprano en Madrid, y por eso ahora está ante una oportunidad. Antes de llegar a París podría sumar hasta 2.375 puntos en el ránking ATP, acercarse al segundo puesto de Alexander Zverev y asegurarse un cuadro más amable en el Grand Slam. Además, claro, tiene la oportunidad de aumentar su palmarés en los torneos Masters 1000, una categoría donde sólo ha mandado cinco veces, pese a sus cuatro grandes.
Durante esta semana, antes de viajar ayer a Montecarlo, Alcaraz se ha entrenado junto a Ferrero en las pistas del Real Murcia Club de Tenis, después de pasar nueve días de vacaciones con su familia en la Riviera Maya mexicana. La pronta eliminación del español en Miami le permitió adelantar una desconexión en el resort St. Regis Kanai, que ya tenía programada, con el objetivo de llegar más fresco a los próximos torneos. Ahora, ya descansado, debe abordar la encrucijada que decidirá su carrera: ¿Será siempre así o es algo pasajero?
Una de las imágenes de este fin de semana fue la del encontronazo entre Juanmi Latasa y Luis Pérez dos jugadores del Valladolid que en pleno partido contra el Getafe, sentados en el banquillo, tuvieron una disputa que casi llega a las manos sino interviene un compañero que se situaba entre ambos.
Esto llevó al club a emitir un comunicado en el que afirma condenar todo lo ocurrido, lamentando la imagen dada por estos dos jugadores. En dicha información, la entidad hace referencia a la complicada situación que viven (están en el último puesto de La Liga y ante un descenso casi confirmado), pero también explicando que no es excusa para tener este tipo de actitudes, siendo necesario transformar esa frustración en "más compromiso, mejor actitud y mayor rendimiento, nunca en división y enfrentamiento".
Los jugadores implicados, Latasa y Luis Pérez, expresaron también sus disculpas a través de otro comunicado conjunto: "No hay resultado deportivo ni frustración provocada por el mismo que justifique la pérdida del respeto ni el comportamiento que ambos tuvimos ayer en el banquillo", recogió el documento en uno de sus puntos principales.
Asimismo, además de lamentarlo, afirmaron que acatarán las medidas que el Real Valladolid tome ante estos hechos. El equipo ya afirmó que se aplicará "el Reglamento General de Régimen Disciplinario con ambos jugadores".
Hace tan solo 10 años, en la temporada 2014-2015, Jérémy Mathieu fichaba por el Barcelona tras consagrarse en el Valencia. El francés llegó al Barça como una petición expresa de Luis Enrique y, pese a que no llegó a afianzarse en el once titular, fue un efectivo muy utilizado por el técnico asturiano en un equipo que esa temporada levantó el segundo triplete de su Historia. Hoy, ya con 41 años, Mathieu vuelve a ser noticia tras haberse conocido su profesión actual: empleado de una tienda de deportes en Francia.
El contraste es, cuanto menos, curioso. Y es que el jugador, con una extensa carrera en la élite, donde llegó incluso a debutar con la selección francesa (jugó con 'Les Bleus' en cinco ocasiones), acumula numerosos trofeos tras su paso por las ligas francesa, española y portuguesa, donde se retiró en 2020.
Como era de esperar, la noticia se ha viralizado rápidamente y muchos aficionados, incrédulos, se han acercado a la tienda de Intersport, situada entre Aix-en-Provence y Marsella, donde trabaja Mathieu. Entre ellos, un redactor de 'l'Equipe', que ha podido comprobar que las fotos de Mathieu vestido como un empleado de la tienda son ciertas y no un simple parecido razonable. El periódico francés ha confirmado en una reciente publicación que el ex defensa trabaja en la tienda como encargado de la sección de fútbol.
Se desconocen los motivos por los que Mathieu ha terminado trabajando en un puesto que, normalmente, no es el escogido por los ex futbolistas de élite. Puede que no le haya ido muy bien la administración de sus ganancias como deportista, puede que fuera el sueño de su vida o que, simplemente, se aburriera en casa. Eso solo lo sabe Mathieu, pero en la memoria de muchos aficionados azulgranas siempre quedará el gol, que por por marzo de 2015, abrió el marcador contra el Real Madrid en un 'Clásico' ganado por el Barça y que valdría una Liga.
Jorge Bolaño, ex futbolista colombiano de gran renombre en su país tras jugar el Mundial de Francia en 1998 con los 'cafeteros' y recordado en Italia tras su paso por el Parma, ha fallecido a los 47 años en la ciudad de Cúcuta, informa Efe.
Bolaño, ídolo del Junior de Barranquilla, murió de un infarto durante una fiesta a la que asistía en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander y ciudad que tiene el principal paso fronterizo de Colombia con Venezuela, según el diario bogotano 'El Tiempo'.
"Con profundo dolor expresamos nuestras más sinceras condolencias a la familia y seres queridos de Jorge Eladio Bolaño Correa, ex jugador de la Selección Colombia Masculina, futbolista profesional y entrenador, quien falleció este domingo", lamentó la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) en un comunicado.
Ese organismo agregó que "la partida de Jorge Bolaño deja un vacío en el corazón de quienes lo conocieron y admiraron" y manifestó que "su legado como futbolista y formador perdurará en la memoria del deporte colombiano".
Durante su carrera, Bolaño, nacido el 28 de abril de 1977 en la ciudad caribeña de Santa Marta, se desempeñó como centrocampista y es recordado por su paso por el Junior, club en el que jugó entre 1993 y 1999.
En el conjunto barranquillero, el ex futbolista, que era hijo del fallecido ex jugador Óscar Bolaño, disputó 161 partidos en los que anotó 10 diez goles y ganó los títulos de la liga colombiana en 1993 y 1995, la época dorada de ese club.
Su buen desempeñó en el Junior le abrió las puertas de la selección colombiana, con la que debutó en un amistoso en 1995 y participó en el Mundial de Francia 1998.
También disputó la Copa América de 1999, en la que anotó un gol a Chile en los cuartos de final, y participó en las Eliminatorias Suramericanas a los mundiales de 1998, 2002 y 2006.
En 1999, Bolaño fue fichado por el Parma, equipo con el que ganó en 2002 la Copa Italia. También pasó por los clubes italianos Sampdoria, Lecce y Modena, donde terminó su periplo europeo en 2009.
En 2010 regresó a Colombia para jugar en el Cúcuta Deportivo, club en el que se retiró en 2012 para seguir vinculado al mundo del fútbol.
Bolaño se desempeñó como asistente técnico de Willy Rodríguez en el extinto Uniautónoma de Colombia en 2014 y de Juan Carlos Ramírez en la selección sub-17 de su país entre 2022 y 2024.
También fue entrenador del Real Frontera, de la segunda división venezolana, en 2017 y trabajó como comentarista deportivo en canales de televisión locales.
Los teóricos anticipan retiradas, los prácticos confían en quien funda su carrera legendaria en la experiencia. Lo probado. Con este tipo de dimensiones de la cancha y altura del aro, lo cual es inmutable para los reguladores, Sergio Llull y su sentido del espacio y del tiempo podrá jugar otro lustro más. Está totalmente seguro de que cada vez que lanza, encestará. Da igual la profundidad del cañonazo: nunca es una salva, siempre salvador para el Real Madrid. No entiende el menorquín de hacerlo sin munición. Sí entiende de curvas. Empirismo.
La última parábola fue un disparo librado que tenía que tomar. No estaba defendido, Jabari se equivocó. Demasiado sencillo para Llull. Con tanto territorio este tipo de jugador a veces duda, y de ahí vino el milagro de la subida y el error. El error fue darlo por fallado. Pues de forma milagrosa, volvió a entrar. Llull lo hizo de nuevo. Fue titular, anotó 19 puntos y con la mirada siempre motivadora del que fue su referente, su antiguo compañero de selección Juan Carlos Navarro, hizo otro gran partido.
Joan Peñarroya decidió jugar sin center tras los errores imperdonables de Yousupha Fall. El Barça vivió con cinco pequeños y murió en el rebote de Tavares. Perder contra el máximo rival en liga regular de ACB no parece que les doliera mucho, ya que fue muy competido. Las bajas de Lapro, Núñez, Metu, Vesely y Sarr unen a los que quedan y la opción real de playoff directo en Euroliga les enfoca en el viernes. Laporta le cerró a la sección la opción de fichar base o no base por motivo económico y la necesidad hizo virtudes. Sin peluca, sin comicidades, pero Brizuela y Parra están jugando al mejor nivel posible desde que su actual club pagó sendas cláusulas de rescisión.
La gran sorpresa es que fue un clásico en el que los jugadores seleccionables fueron muy protagonistas. Llull, Joel, Darío. Y además, minutos para Willy, Abrines, Abalde, la defensa de Garuba e Ibaka. E incluso el mejor más/menos fue para Raúl Villar, un base de bachillerato que en siete minutos mostró practicidad y ningún error. En un baloncesto español de cantera donde la calamidad de la proliferación imparable de los jugadores de dudosa edad contamina lo que debería ser la pureza de la formación y llegada al profesionalismo. De ahí la noticia nacional.
Parra parece revivido. Es una diversión verle jugar y conectar con grada y compañeros. Pero la vid no enseña la flor hasta mayo o junio. ¿Llegará este Barça a la F4 o a la final de Liga, así, a la heroica? Lo que sí ha explotado es la blancura de los valles del cerezo. Llull dejó el florero y se llevó la flor. Y no olviden que para él siempre es abril cuando entra en el Palau Blaugrana.
Después de una de las duras sesiones de la Corte Suprema de Estados Unidos, que debía decidir si ordenaba la entrega de las grabaciones de Richard Nixon a los investigadores gubernamentales, los periodistas asediaron a preguntas al presidente del órgano, el juez Warren E. Burger. «Digan a sus lectores que miren las páginas de Deportes de los periódicos, porque ahí está lo mejor del ser humano», respondió. En el resto estaba lo peor: la política.
El regate del juez no le impidió hacer su trabajo con deportividad. Había sido nombrado para el cargo por el propio Nixon, pero ante las evidencias, lideró el fallo en su contra, accionó la espoleta del 'caso Watergate' y provocó su dimisión. Alejandro Blanco podría haberse pasado a las páginas de Política, pero dijo "no" dos veces, lo mismo a Mariano Rajoy que a Pedro Sánchez. El "sí" lo habría quemado. El "no" lo ha hecho eterno, a punto de afrontar su sexto mandato al frente del olimpismo español, el último, que concluirá con el ciclo de Los Ángeles. Un cuarto de siglo sin equivocarse de página ni de bando, en el que el Comité Olímpico Español (COE) dejó de ser una sucursal de Viajes Halcón con los cinco aritos, para ser un agente activo del deporte español, aunque pase de puntillas por las competencias de otros. El presidente del COE es un dirigente aupado por dirigentes, los presidentes de federaciones, a los que siempre defiende y defenderá, pero donde realmente se siente a gusto es junto a los deportistas. Lo demás es política del deporte, y cualquier política mancha, aunque te apellides Blanco.
el embrión del 'caso noos'
Rajoy no fue quien escuchó el primer «no». Lo hicieron más arriba, en la Casa Real. De hecho, la candidatura de Blanco fragua en la rebelión contra el derecho de pernada olímpico que pretendía Iñaki Urdangarin. Las denuncias de los presidentes de federaciones frente a la llegada al COE bajo palio que pretendía el entonces marido de la Infanta Cristina fueron el embrión del estallido del 'Caso Noos'. La familia real puso la cruz a Blanco, que, una vez desactivado el 'yernísimo', se enfrentó en las primeras elecciones a Mercedes Coghen, en septiembre de 2005. Coghen contaba con la corriente del olimpismo más aristócrata y oficialista, incluso con la simpatía de Juan Antonio Samaranch Salisachs, hijo del patriarca, al que su padre había dejado una silla en el Comité Olímpico Internacional (COI) en el momento de su adiós. A Blanco, presidente del judo y de la Confederación Española de Federaciones, lo auparon, en cambio, los barones del deporte, entre ellos pesos pesados como Ángel Villar o José María Odriozola. La victoria, por un estrecho margen (101-84 votos), dolió. Lo que vino después, más.
Nada más llegar al puesto, Blanco decidió invitar al COE a David Meca, que unas semanas antes de su elección había logrado el récord en atravesar a nado el Canal de la Mancha. El dirigente recibió una misteriosa llamada desde el Consejo Superior de Deportes (CSD): «Su trabajo es reunir al equipo que va a los Juegos cada cuatro años, no recibir a deportistas». Hizo caso omiso. «Esta es la casa de los deportistas», respondió y responde, hoy, a quien le pregunta. Rafa Nadal fue el último que la pisó para tener una despedida, sólo entre deportistas, como no la pudo tener en Málaga, apenas unos suspiros de madrugada tras su partido final. Estar siempre del lado de deportistas significa riesgos, como cuando defendió a Alberto Contador, positivo por dopaje, o ha tenido que sacar, discretamente, de algún lío a algún campeón al que la noche se le hizo demasiado larga.
Nadal y Blanco, en el COE.EFE
La hiperactividad de Blanco ha generado más que suspicacias con los secretarios de Estado para el Deporte, desde Jaime Lissavetzky o Miguel Cardenal a José Manuel Rodríguez Uribes, ahora limadas, y es que en el desfiladero de la política del deporte, aparte de las discrepancias, es fácil pisar competencias ajenas. Tampoco ha gustado nunca en el CSD el pensamiento de Blanco, convencido de que el verdadero liderazgo del deporte español debería recaer en el COE, a semblanza del CONI italiano. Una transformación compleja, dado que el modelo español mantiene el brazo del Estado dentro del deporte, a través de las funciones públicas delegadas, el sistema de subvenciones o el control de los procesos electorales, una herencia del Franquismo, de los tiempos de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, que la democracia no cambió lo suficiente.
La tóxica Federación de fútbol
Las 'guerras púnicas' con el CSD hay que enmarcarlas también en la gran guerra del fútbol. Blanco sabe que es el candidato de las federaciones y eso le ha llevado, puertas afuera, a defender siempre a los presidentes, a la siciliana, incluidos Villar, al que le une la amistad, o Luis Rubiales, al que llamaba «hermano», pero con el que no ha vuelto a hablar desde que, el día antes de la grotesca Asamblea, le dijo por teléfono que debía dimitir. Blanco sabía que, por primera vez, no debía acudir a la Asamblea de los aplausos. Rubiales le borró de su agenda. En numerosas ocasiones, había sido advertido de que debía apartarse de una Federación tóxica. En este último mandato, está en su voluntad mayor equidistancia con la era de Rafael Louzán.
Si el primero lo ganó por un margen estrecho, en los siguientes no hubo rivales, con apoyos del 94% (2017), 93% (2013) y 97% (2017 y 2021). Eso trajo muy pronto las paces, incluso la complicidad, con la Casa Real, una vez repudiado Urdangarín, que llegó a tener 'periodistas-espías' en los medios para calibrar sus opciones de liderar el olimpismo. El dirigente que quiso poner letra al himno español, tuvo buenas relaciones incluso con líderes el 'procés', como Carles Puigdemont, porque España no se entiende deportivamente sin Cataluña.
Nadal, el sucesor perfecto
Blanco coge aviones como otros el metro, duerme cuatro horas, no se pierde una gala de las federaciones y mantiene apartados de su mundo a su mujer, médico, y a sus hijos, altos funcionarios de la Administración. A sus 74 años, sabe que es su último 'round', con la pena del sueño no cumplido de Madrid, porque cree que ha tenido los mejores proyectos para los Juegos. Llegó al cargo tras el intento por 2012, se implicó en el de 2016 y lideró el de 2020. El viejo modelo de votaciones, el del 'lobbysmo', los favores y la corrupción, fue inabordable en un olimpismo donde la influencia de España se acabó con Samaranch padre. El ciclo de Tokio debía marcar su final, pero reconsideró su decisión por la candidatura de Barcelona-Pirineos. De nuevo, una colisión con la política, personificada en Javier Lambán. Madrid deberá esperar a otro tiempo, piensa, pero en el que le queda hay mucho trabajo: presionar por el modelo deportivo nacional que tiene en la cabeza, poner en marcha la Universidad del deporte y pensar en su sucesor. Nadal sonríe.