Hamilton toca fondo: "Me alegro de que todo haya terminado. Tengo muchas ganas de irme"

Hamilton toca fondo: “Me alegro de que todo haya terminado. Tengo muchas ganas de irme”

La voz de alarma fue transmitida por Charles Leclerc, con un enigmático mensaje a sus ingenieros. "Puedo sentir en el coche lo que hablamos antes de la carrera. Tenemos que hablar de esas cosas antes de hacerlas", lanzó el monegasco, con la necesaria dosis de misterio. Por entonces ya sabía que sus opciones de victoria se habían esfumado en Hungaroring. De nada le valió su pole, ni sus fantásticas 40 primeras vueltas, porque el SF25 se desinfló sin remedio.

Nada más cruzar la meta, a 42 segundos de Lando Norris y a 20 de George Russell, que le había privado del tercer escalón del podio, Leclerc no pronunció una sola palabra a través de la radio. Acababa de perder un punto en su licencia y de recibir una sanción de cinco segundos por una peligrosa maniobra defensiva frente a Russell. Su frustración aumentó al contemplar por los monitores de la zona mixta la ceremonia del podio.

Unos minutos después Il Predestinato sí se sinceró ante los micrófonos. "Estoy muy decepcionado. No saco nada positivo del fin de semana. Cuando tenemos una oportunidad al año de ganar una carrera, tenemos que aprovecharla. Y hoy no lo hemos hecho", relató. Lo que aún permanecía envuelto en la bruma era la verdadera causa de su desfallecimiento.

"Un problema con el chasis"

Las primeras informaciones apuntaban a un desajuste en el alerón delantero, producido durante el pit-stop. "No tenía toda la información del coche. Ahora sí la tengo y todo se debió a un problema con el chasis a partir de la vuelta 40. Desde entonces fui un pasajero y no pude hacer nada", evaluó.

No obstante, este diagnóstico difería del ofrecido por Fred Vasséur. "Tenemos que investigarlo, aunque probablemente se debió a la presión de los neumáticos", adelantó el team principal de Ferrari. Un simple vistazo a la tabla de tiempos bastaba para comprobar que el SF25 rodó más lento durante el último stint, con menor carga de combustible, que en el segundo. Según el ex jefe de Sauber, la pérdida se concretó en dos segundos por vuelta.

Antes que Vasseur, Russell ya había adelantado ante la prensa que el desplome de Leclerc se debió a unas anomalías en la plancha de madera situada en el suelo del monoplaza, que obligó a los mecánicos de Ferrari a aumentar la presión de las gomas para levantar el coche y evitar un excesivo desgaste. Hay que recordar que durante el GP de China el coche de Lewis Hamilton fue descalificado por una anomalía en la citada pieza que roza con el asfalto.

Leclerc, al frente de la carrera, durante la primera vuelta en Hungaroring.

Leclerc, al frente de la carrera, durante la primera vuelta en Hungaroring.EFE

Casi cinco meses después de aquel fin de semana en Shanghai, donde obtuvo la victoria en la sprint race, el heptacampeón sufrió otro severo revés en Hungaroring. Su decimosegunda plaza en la meta representa su peor resultado tras 19 participaciones. Por si no bastase el escarnio, Sir Lewis fue doblado por Norris. Desde el GP de Emilia Romagna 2022, el genio de Stevenage siempre había terminado en la misma vuelta del líder.

Tras tomar la salida con un juego de duros, tuvo que ceder la posición frente a Carlos Sainz y Andrea Kimi Antonelli. A partir de ese momento deambuló por tierra de nadie hasta completar su única parada en la vuelta 42. Con las gomas nuevas sólo pudo superar a Oliver Bearman, el único de la parrilla obligado a la retirada, Sainz, Pierre Gasly y Esteban Ocon. Otro paupérrimo bagaje para alguien que acumula ocho victorias en este sinuoso trazado, donde nunca había caído por debajo del top-6.

A la hora de cumplir con sus obligaciones ante la prensa, Hamilton optó por un perfil muy bajo. "Sinceramente nunca me he sentido frustrado a lo largo de la carrera, pero no pude haber hecho mucho más", admitió en los micrófonos de Sky F1.

"Aún me encanta correr"

En el momento en que le pidieron más explicaciones sobre sus palabras del sábado, cuando dijo sentirse un "inútil" y sugirió que Ferrari debería "cambiar de piloto", el británico volvió a mostrar un tono más bien depresivo. "Cuando tienes un presentimiento, lo tienes. Hay muchas cosas entre bastidores que no son muy buenas", concedió. Al preguntarle si había perdido su amor por las carreras, negó con rotundidad. "No, no. Aún me encanta correr".

Por supuesto, el domingo iba a cerrarse con otro susto para Hamilton, que vio demasiado de cerca el Red Bull de Max Verstappen. Pero ni siquiera la peligrosa maniobra del holandés pareció sacar de su letargo a Sir Lewis. "Si te soy sincero no recuerdo demasiado bien lo que ocurrió. Simplemente le vi en le último momento e intenté evitar el accidente", expresó. Tras algunos monosílabos más, el 44 acabaría confesando lo que verdaderamente rondaba por su cabeza. "Igual que ayer, me alegro de que todo haya terminado. Tengo muchas ganas de irme".

Norris devuelve el golpe a Piastri y Alonso impone su jerarquía en Hungaroring

Norris devuelve el golpe a Piastri y Alonso impone su jerarquía en Hungaroring

El orden de factores no altera la fórmula ganadora de McLaren, que en Hungaroring repartió esfuerzos para acabar con la resistencia de Ferrari. Ganó Lando Norris por delante de Oscar Piastri, mientras Charles Leclerc, autor de la pole, debió ceder la tercera plaza del podio a George Russell. Movió sus bazas el equipo de Woking para satisfacción de un Norris favorecido por los hados. El británico reduce a nueve puntos su diferencia con Piastri, que pudo tirar todos los esfuerzos por el desagüe con un intento casi suicida en la penúltima vuelta.

Ese movimiento del australiano por el interior sólo anticipa lo que vendrá tras las vacaciones: un apasionante mano a mano color papaya. Max Verstappen, noveno a 72 segundos, fue el último piloto no doblado por Norris. El tetracampeón ha quedado fuera de juego, así que todas las atenciones se centrarán en los dos jóvenes aspirantes. Entre ambos suman 49 años, sólo cino más que Fernando Alonso. El asturiano, quinto en la parrilla, se las ingenió para mantener su posición, la mejor del año. Su stint inicial de 39 vueltas con el medio resultó crucial.

De los despistes de Norris en la salida había quedado sobrado constancia durante todo el año, así que Russell y Alonso aprovecharon las facilidades para degradar al británico a la quinta plaza. Al final de la segunda vuelta, Norris impuso la fortaleza del MCL39 a final de recta. Por entonces, el triunfo se antojaba una simple quimera.

32ºC y cielo encapotado

En la vuelta 18, McLaren tomó la iniciativa con Piastri, en busca del undercut para acceder al liderato. De inmediato reaccionó Ferrari, cumpliendo con prestancia y sin nervios en el pit-stop (2,0 segundos). De este modo, Norris asumía la cabeza, consciente de que McLaren había elegido para él una estrategia de parada única.

No hubo rastro de la anunciada lluvia, sino 32ºC sobre el asfalto y un cielo encapotado, sin esas rachas de viento que tanto habían incomodado el sábado a McLaren. Todas estas condiciones debían favorecer a Aston Martin, que al fin había encontrado un impulso extra en las curvas gracias a su alerón delantero. Una actualización esencial en Hungaroring, que se sumaba al paquete aerodinámico estrenado en Imola y el suelo que montaron en Silverstone.

El AMR25 había mostrado un gran equilibrio en los tres sectores de la pista, acercándose incluso a Ferrari, aunque un poco más lento en los virajes rápidos. La batalla en Budapest se antojaba de largo aliento, por lo que la prioridad para el equipo de Silverstone fue rodar en aire limpio. Ese plan a una sola parada para Alonso se vio reforzado al ver cómo los rivales que optaban por el doble paso por boxes se veían frenados por el tráfico cuando regresaban a pista.

Alonso, por delante de Bortoleto, el domingo en Hungaroring.

Alonso, por delante de Bortoleto, el domingo en Hungaroring.EFE

El más ilustre e iracundo era Verstappen, que clamaba contra la decisión de Red Bull por meterle en esa procesión. El holandés ni siquiera baja la guardia en los días grises, por lo que adelantó a Lewis Hamilton con una maniobra en la curva 4 que más pareció un directo a la mandíbula. La FIA anunció que investigaría el incidente tras la bandera a cuadros.

Tampoco resultó precisamente sutil el adelantamiento de Russell a Alonso en la curva 1, cuando el británico exprimía todo el potencial de su monoplaza. Ni siquiera con el DRS podía engancharse Fernando al ritmo del Mercedes. Debía limitarse a contener a Gabriel Bortoleto, su discípulo en Sauber y al propio Verstappen. Aunque el tetracampeón se perfilaba como una amenaza real, sus opciones se disolvieron en la vuelta 49, cuando Red Bull volvió a convocarle para el pit-stop.

En la vuelta 41, Ferrari se había curado en salud con Leclerc, antes de que McLaren moviese pieza con Piastri. El monegasco se reincorporó cuarto, a siete segundos del liderato, aunque con unas gomas 10 vueltas más frescas. Cumplidos cinco giros más, McLaren hizo lo propio con Piastri. Parecía un suicidio, pero tenía sentido.

Sainz, decimocuarto

"Será un milagro si terminamos en el podio", clamó Leclerc con tono quejumbroso. En la vuelta 51, Piastri se zafó del Ferrari con asombrosa comodidad entre la curvas 1 y 2. En ese momento veía el liderato de Norris a ocho segundos, aunque contaba con gomas mucho más jóvenes. Aún manejaba legítimas aspiraciones de victoria. Las mismas que Russell con el podio, aunque sólo uno cumpliría su objetivo.

A ocho vueltas para el final, el líder de Mercedes se lanzó a degüello a final de recta. Encontró una vía por el interior, mientras Leclerc parecía un gato panza arriba. Su defensa a la desesperada mereció una penalización de cinco segundos.

También hubo 10 segundos de castigo para Pierre Gasly por un feo movimiento frente a Carlos Sainz en el tramo final. El madrileño volvió a arrastrar sus penas en Budapest, pese a una prometedora salida con los neumáticos blandos, con los que pudo desembarazarse de Hamilton. No había mucho más que sacar del Williams, ni siquiera intentando sorprender a la contra, con una parada en la vuelta 16. Cuando cumplió el segundo pit-stop, sólo rodaba por delante de Franco Colapinto. La decimocuarta plaza en la meta sólo debe interpretarse como un alivio porque su compañero Alex Albon finalizó dos por detrás.

Lewis Hamilton: "Soy un completo inútil. Quizá Ferrari necesita cambiar de piloto"

Lewis Hamilton: “Soy un completo inútil. Quizá Ferrari necesita cambiar de piloto”

Actualizado Domingo, 3 agosto 2025 - 00:26

Lewis Hamilton se calificó como "un completo inútil" y sugirió que Ferrari debería cambiar de pilotos después de obtener la decimosegunda posición en la parrilla del GP de Hungría, donde su compañero Charles Leclerc firmaba una sorprendente pole.

Fue una nueva debacle en la temporada de debut con la Scuderia para heptacampeón, fuera de la Q3 por segunda semana consecutiva. "El equipo no tiene problema. Has visto que el coche está en la pole. Así que probablemente necesiten cambiar de piloto".

Hamilton había pronunciado por la radio un misterioso "todas las veces, todas las veces" tras caer eliminado en la segunda criba. Según explicó en los micrófonos de Sky F1, quería decir "soy yo cada vez". Posteriormente, ante las cámaras de F1 TV, el británico insistió con su feroz autocrítica: "Piloté fatal, es lo que hay".

Reacción en Spa

La situación aún pudo ser peor para el piloto de Stevenage, que logró escalar un puesto cuando el crono de Andrea Kimi Antonelli quedase anulado. Según los comisarios, el rookie de Mercedes había traspasado los límites de la pista.

Fue la segunda semana consecutiva en la que el ex piloto de Mercedes se sintió frustrado con su rendimiento. El pasado viernes, durante la qualy sprint del GP de Bélgica se desplomó hasta la decimoctava posición. Al día siguiente, tras ser anulado uno de sus cronos, obtuvo la decimosexta plaza de la parrilla. Su reacción llegó durante la carrera, cuando remontó hasta cruzar séptimo la meta.

Hamilton, el sábado, con el SF25, en Hungaroring.

Hamilton, el sábado, con el SF25, en Hungaroring.EFE

La semana pasada, Hamilton sostuvo que se enfrentaba a un "momento crucial" y reveló que ha venido manteniendo diversas reuniones con los ejecutivos de Ferrari para hablar sobre las mejoras y àra tener más voz en el desarrollo del monoplaza para el Mundial 2026.

De momento, ocupa la sexta posición en este campeonato, con 109 puntos, 30 menos que Leclerc, que además ha subido cinco veces al podio. Este domingo, el piloto monegasco busca su novena victoria en la F1, la primera para la Scuderia desde el GP de México 2024, disputado el pasado 27 de octubre.

Fernando Alonso resucita en Hungaroring, donde Leclerc arrebata la 'pole' a los McLaren

Fernando Alonso resucita en Hungaroring, donde Leclerc arrebata la ‘pole’ a los McLaren

No daba crédito Charles Leclerc a su pole en Hungaroring, la primera de Ferrari en el Mundial 2025. No había una excusa mejor para festejar su 140ª carrera con Ferrari, el tercer mayor registro en la historia de la Scuderia, sólo por detrás de Michael Schumacher y Kimi Raikkonen. El monegasco, bajo un cielo nublado y menos calor sobre el asfalto, birló el protagonismo a los McLaren. "Ha cambiado mucho el viento, parece una excusa patética, pero así fue muy difícil rendir mejor", explicó Oscar Piastri, líder del Mundial, segundo en la parrilla, justo por delante de Lando Norris.

Leclerc reservó su juego de blandos para asestar su golpe más letal (1:15.372), dejando con rictus incrédulo a Piastri, 26 milésimas más lento y Norris, a 41. Ese golpe de genio debe considerarse tan especial como el quinto puesto de Fernando Alonso. Nada más pasar por meta, el asturiano envió su aviso por radio: "Ha sido una buena vuelta". Entonces era segundo, a sólo 83 milésimas de Piastri.

Aston Martin había querido tomar la iniciativa en la Q3, enviando a sus dos pilotos con mucho margen respecto a sus adversarios. Tras su primer intento, con los blandos nuevos, Alonso era cuarto (1:16.025), por detrás de Piastri (1:15.398), Norris (1:15.494) y Russell (1:15.632) que venía pasando desapercibido, como más le gusta. El líder de Mercedes sólo perdió de un par de fallos en el último sector.

Tres décimas sobre Verstappen

"Lo único que queda por entender es que hace una semana éramos último y penúltimo en Spa y ahora, sin tocar el coche, somos tan competitivos", dijo Alonso tras bajar del AMR25. La sexta plaza de Lance Stroll, a 17 milésimas del español, confirma la fantástica progresión del AMR25. Max Verstappen, octavo, cedió tres décimas ante los coches de Silverstone.

A lo largo de la última semana, la escudería de Silverstone viene experimentando con múltiples configuraciones aerodinámicas. Si en Spa volvió a la versión antigua de su suelo, aquella estrenada a mediados de mayo en Imola, el viernes apareció en Hungría con otra de estreno. El paso adelante quedó patente, pero en esta qualy se decantaron por la especificación antigua de ese suelo, combinada con el nuevo alerón delantero.

En el propio garaje había quien no daba crédito ante el crono de Alonso (1:15.281), tiñendo de púrpura los tres sectores de Hungaroring. Tras ese intento comandaba la tabla de la Q1: 27 centésimas mejor que Piastri, 34 sobre George Russell y 39 sobre Lance Stroll, cuarto. El líder del Mundial reaccionó de inmediato al volante del MCL39, para restablecerse en cabeza, con apenas siete centésimas sobre el asturiano.

Leclerc festeja su 'pole', el sábado en Hungaroring.

Leclerc festeja su 'pole', el sábado en Hungaroring.AP

El AMR25 seguía mostrando un formidable paso por curva en la Q2 incluso en las manos del inspiradísimo Stroll. El canadiense cerró la tanda en tercera posición, a 23 centésimas de Norris, mientras Alonso ahorraba un juego de neumáticos blandos. El quinto puesto del bicampeón (1:15.395) debía interpretarse por sus seis centésimas de ventaja sobre Leclerc y las 15 ante Verstappen, hundido en la intrascendencia.

Sainz, decimotercero

A ese sufrimiento de Red Bull hubo que añadir dos noticias negativas. Andrea Kimi Antonelli y Lewis Hamilton, que este año parecen ir demasiadas veces de la mano, quedaban fuera. Menos sorprendente fue el adiós de Sainz, que sigue sin completar un sábado decente y partirá decimotercero. En la Q2, el líder de Williams se perdió de mala manera, sólo por delante de Antonelli y Franco Colapinto.

En la primera criba, Carlos había tenido su momento, con un octavo puesto, a 44 centésimas de la cabeza, mientras Alex Albon se despeñaba hasta el farolillo rojo, a seis décimas de su compañero. Quienes tampoco guardarán grato recuerdo de Budapest durante las vacaciones serán Yuki Tsunoda y Pierre Gasly, eliminados en la Q1 por Liam Lawson.

Oscar Piastri exhibe maneras de campeón tras una eterna espera en Spa

Oscar Piastri exhibe maneras de campeón tras una eterna espera en Spa

McLaren sabía con certeza que en Spa llegaría su tercer doblete consecutivo, el primero desde 1998. La cuestión primordial estribaba en las jerarquías entre Oscar Piastri, líder del Mundial y Lando Norris, reciente ganador en Silverstone y Red Bull Ring. Esa tesitura terminó por resolverse en favor de Piastri, que resistió 30 vueltas con el neumático medio para contener a su compañero, con gomas más frescas y duras. Hubo tres segundos de margen, más que de sobra, para el vencedor. Igual que para Charles Leclerc, por delante de Max Verstappen, sin opciones siquiera de podio. Un desenlace algo mortecino para una tarde que se presagiaba convulsa por culpa de la lluvia.

"No veo detrás del safety car, así que no quiero imaginar lo que debe de ser para el resto", avisó Norris durante la vuelta de formación. De esos titubeos quedaría constancia más tarde, mientras Piastri navegaba con pulso firme hacia la meta. Fue otro domingo difícil para Lando, autor de varios errores que le alejaron de la gloria. La tarde en Spa no estaba para pilotos endebles. Tampoco para Fernando Alonso y Carlos Sainz, decimoséptimo y decimoctavo en la meta.

A las 15:00 horas, la bandera roja abortó el procedimiento de salida, mientras desde los garajes cruzaban los dedos para que no lloviera más. Sin embargo, las predicciones se cumplieron a rajatabla y la espera se demoró otros 90 minutos.

El recuerdo de 2021

Desde del GP de Bélgica 2021, cuando tras más de tres horas de espera sólo se completaron tres vueltas detrás del safety car, la prioridad de la FIA pasaba por evitar otro descomunal ridículo en Spa. La cuenta regresiva de tres horas ni siquiera había arrancado y sobraba tiempo hasta el anochecer, pero ni los aficionados ni las televisiones podían permitirse una espera interminable en las Ardenas.

Los nervios se sucedían en los garajes, especialmente entre quienes habían roto el parc fermé. Lewis Hamilton, Andrea Kimi Antonelli, Sainz y Alonso apostaron por especificaciones extremas de lluvia, por lo que, de partida, su objetivo sería alcanzar a Gabriel Bortoleto, Nico Hulkenberg y Esteban Ocon, tres outsiders en la zona alta de la parrilla.

A las 16:16 horas, la FIA anunció dos vueltas detrás del safety car, en las que evaluaría las condiciones de visibilidad. Obviamente, no habría salida en parado desde la parrilla para minimizar los riesgos en La Source, pero Bernd Maylander aún hubo de apurar otros dos giros antes de apagar sus luces y quitarse de enmedio.

Alonso, con el AMR25, el domingo en Spa.

Alonso, con el AMR25, el domingo en Spa.EFE

Inquieto por esos 90 minutos de tensión, Piastri no iba a demorarse ni uno más en arrebatar el liderato a Norris. Una maniobra, plena de decisión, iniciada en la subida por Eau Rouge y finiquitada, con suma pericia, antes de la frenada de Les Combes. De nada valdrían al británico las quejas sobre la entrega de potencia eléctrica. La pista se había secado tan deprisa que sólo el último sector, en la bajada hacia Pouhon, suponía un desafío para los favoritos.

Alonso y Sainz, sin opciones

El primero en quejarse sobre los neumáticos fue Leclerc, en dura pugna con Verstappen por la tercera plaza, así que en la vuelta 12, Hamilton y Alonso ya se atrevieron con las gomas de seco. El heptacampeón había recuperado cinco posiciones y se le notaba con la decisión de sus días de gloria. El asturiano, mientras, sólo podía con Lance Stroll para esquivar el farolillo rojo.

A Norris no le ajustaron a la primera la rueda delantera izquierda, aunque McLaren había decidido que aguantase con ese compuesto duro hasta llegar a la bandera de cuadros. La victoria se dilucidaría en esa elección, ya que Piastri había montado el medio. "Tú mismo decidirás si quieres otra parada", avisaron al líder por radio, cuando ya se quejaba de la degradación.

Ese desgaste mermaría las de por sí menguadas opciones de Alonso y Sainz, que volvieron a refrescar sus gomas en las vuelta 26 y 30, respectivamente. Aston Martin, sin velocidad en las rectas, se comportaba como el peor coche de la parrilla. Williams, al menos, funcionaba en las manos de Alex Albon, que incluso pudo contener durante muchos minutos a Hamilton. Ese sexto puesto final de su compañero supone otro severo revés para Sainz, a quien además enviaron un par de avisos por superar los límites de pista.

Norris aumenta la presión sobre Piastri con su 'pole' en Spa, donde Aston Martin naufraga de nuevo

Norris aumenta la presión sobre Piastri con su ‘pole’ en Spa, donde Aston Martin naufraga de nuevo

La fiebre papaya vuelve a subir en McLaren, el equipo que elegirá el campeón del Mundial 2025. Tras sus dos últimas victorias en el Red Bull Ring y Silverstone, Lando Norris apretó otra vez las clavijas a Oscar Piastri con una soberana pole (1:40.562) en Spa, un trazado donde en sus seis participaciones jamás se había acercado siquiera a la primera línea de la parrilla. Con 85 milésimas de ventaja sobre el líder del campeonato, el británico evidenció su formidable momento de forma, mientras Charles Leclerc marcó el tercer mejor corono, tres milésimas más rápido que Max Verstappen.

Fernando Alonso saldrá penúltimo en el circuito de las Ardenas, sólo por delante de su compañero en Aston Martin, una escudería acostumbrada a perder el rumbo durante los fines de semana al sprint. De nada sirvieron las actualizaciones aerodinámicas, porque el asturiano tuvo que regresar a la especificación antigua en su alerón delantero. El desastre para el automovilismo español se completó con la decimoquinta plaza de Carlos Sainz, otra vez superado por Alex Albon, que partirá quinto.

Lewis Hamilton, tras rebasar los límites de pista en la subida a Radillon, quedó fuera en la Q1, al igual que Andrea Kimi Antonelli, su sustituto en Mercedes. El rookie italiano quedó en evidencia ante la progresión de los Sauber, coronada con el podio de Nico Hulkenberg en Silverstone. Tres semanas después, Gabriel Bortoleto pudo colarse en la Q3 y partirá décimo en la parrilla, por detrás de los Racing Bulls de Isack Hadjar y Liam Lawson.

Con la lluvia en la cabeza

La parálisis de Aston Martin puede interpretarse en relación a la qualy del viernes, donde Alonso rodó apenas una décima más lento. El enésimo capítulo de desamor entre el asturiano y Spa, una pista donde nunca ganó y acumula siete abandonos tras 19 participaciones. Ni siquiera puede encontrar excusa con el presunto unsafe release de Haas con Oliver Bearman, porque Lance Stroll tampoco encontró las sensaciones del viernes. El canadiense pudo ser obstaculizado por Hulkenberg a la salida de boxes, aunque los problemas para Andy Cowell se antojan de mayor calado.

Unos minutos antes del inicio de la qualy, los ingernieros de Silverstone decidieron montar un alerón trasero con más carga aerodinámica, con la mente fija en la lluvia prevista para la carrera. No fueron la única escudería que quiso sacrificar su ritmo en seco, por lo que parece que el sufrimiento se prolongará durante la carrera.

Alonso, con el AMR25, el sábado en Spa.

Alonso, con el AMR25, el sábado en Spa.AFP

Sainz tampoco hizo por reeditar aquel glorioso fin de semana de 2022 con Ferrari, cuando firmó la pole y acabó segundo en el podio. El madrileño venía superando los tiempos de Alex Albon en la Q1, equiparándose incluso con Leclerc y dejando pinceladas de su verdadero potencial. No obstante, cuando necesitaba reunir todo en una vuelta, volvió a claudicar calamitosamente.

Esta vez erró en el segundo sector, cayendo a casi dos décimas del tiempo de corte, establecido por su compañero. Para completar la desdicha, Albon sí pudo recuperarse en la Q3, escalando hasta la quinta plaza final.

Verstappen ofrece el primer regalo a Mekies y Sainz acaba sexto en la 'sprint race' de Spa

Verstappen ofrece el primer regalo a Mekies y Sainz acaba sexto en la ‘sprint race’ de Spa

No fue Christian Horner, sino Laurent Mekies, su sustituto en Red Bull, quien felicitó a Max Verstappen por su victoria en la sprint race del GP de Bélgica, por delante de Oscar Piastri y Lando Norris. Un triunfo que nada cambia en el Mundial, donde el holandés cuenta con remotísimas opciones de revalidar el título. Su duodécima victoria en una carrera corta (57,1% de las disputadas) sólo será recordada por el propio Mekies. Mantener a raya a McLaren sólo parece el primer capítulo del fin de semana, porque el dominio de los coches papaya debería acrecentarse en la carrera larga del domingo.

Los cambios en la zona media se concretaban con la presencia de Carlos Sainz, sexto, justo por detrás de Esteban Ocon. Y aún pudo el asunto animarse ser algo más, de no ser por la fuga de agua en el Alpine que impidió tomar la salida a Pierre Gasly, octavo en la parrilla. Pésimas noticias para Flavio Briatore, hastiado del mal momento de Franco Colapinto (penúltimo en la qualy) y que optó por cambiar el alerón trasero, en busca del milagro.

La pole de Piastri se fue al traste camino de Les Combes, cuando el líder del Mundial perdió el liderato en favor de Verstappen, mientras Norris cedía frente a Charles Leclerc. El tetracampeón, vigilando por los retrovisores cada movimiento del aspirante al título, comandó con cierta comodidad durante 10 vueltas. Muy distinta fue la tesitura del monegasco, sin recursos para sujetar a Norris pese a la flamante suspensión trasera de su Ferrari.

Batalla en Les Combes

A cuatro giros para la bandera a cuadros, Piastri se asomó por vez primera a Verstappen con aviesas intenciones. Negó los huecos el holandés al final de la recta de Kemmel, mientras Norris aceleraba a su estela. Nada serio, por supuesto, porque McLaren sólo puede tolerar escenas de riesgo cuando de verdad importa. Por detrás tampoco habría ya ningún cambio relevante.

En Williams ya se sentían felices por el rendimiento del viernes, cuando Carlos Sainz logró su mejor puesto del año en una parrilla al sprint. A lo largo de 15 vueltas, el madrileño debía considerarse satisfecho aun permaneciendo emparedado entre los Haas. Tras la debacle en Silverstone, los coches de Ayao Komatsu volaban en las interminables rectas de las Ardenas. El madrileño hizo sexto, lo que se esperaba de él, mientras Alex Albon cruzaría la meta decimosexto, justo por detrás de Lewis Hamilton.

Sainz, por delante de Bearman, el sábado en Spa.

Sainz, por delante de Bearman, el sábado en Spa.AP

Entre esos bosques, Aston Martin y Mercedes, cada uno con sus circunstancias, aún no han encontrado el ritmo. De salida, Fernando Alonso perdió la posición con Lance Stroll, que ya venía mostrando cierta velocidad desde la primera sesión libre. Nada reseñable hubo en la actuación del asturiano, decimocuarto bajo la bandera de cuadros, enganchado en la habitual procesión de las sprint races.

Aún peor resultó el sábado para George Russell y Andrea Kimi Antonelli. La víspera, el británico había sufrido un trompo en la SQ2, que arruinó por completo sus posibilidades. El italiano, por su parte, acabó decimoséptimo, sólo por delante de Nico Hulkenberg y los Alpine. Pese a la ayuda del DRS y las facilidades que ofrece este trazado, no hubo ni emoción, ni adelantamientos.

Heroico podio de Nico Hulkenberg bajo la lluvia de Silverstone, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz desperdician sus balas

Heroico podio de Nico Hulkenberg bajo la lluvia de Silverstone, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz desperdician sus balas

Nico Hulkenberg obró el milagro sobre el deslizante asfalto de Silverstone, un escenario propicio para las hazañas. El piloto de Sauber, último en la parrilla, cruzó tercero la bandera a cuadros, sólo por detrás de los inabordables McLaren. El primer podio para un veterano de 37 años, con 239 grandes premios en su haber. Siempre podrá alardear el alemán de haber completado la carrera de su vida delante de 164.000 aficionados, enfervorecidos con el triunfo de Lando Norris. El ídolo local se apuntó su cuarta victoria del año, gracias a una sanción de 10 segundos a Oscar Piastri, aún líder del Mundial, aunque con sólo ocho puntos sobre su compañero de garaje.

Todo Silverstone suspiraba por el primer podio de Lewis Hamilton con Ferrari, pero hubo de conformarse con el doblete de McLaren. Nada pudo hacer el heptacampeón frente al poderoso ritmo de Hulkenberg, que minimizó los errores y mantuvo la calma cuando el británico enlazaba un par de vueltas rápidas con las gomas blandas. Su gozo, al borde de las lágrimas, contrastaba con la frustración de Piastri, mordiéndose la lengua para no hablar de la penalización que le había privado del triunfo. Aun con ese borrón, la hinchada británica pudo festejar a lo grande el primer triunfo de Norris en casa.

No faltó de nada en el domingo de Silverstone, con Fernando Alonso noveno y Carlos Sainz decimosegundo bajo la bandera a cuadros. Ambos desfondados en el tramo final, cuando el bicampeón fue superado por Alex Albon y el madrileño seguía maldiciendo una peligrosa maniobra de Charles Leclerc. Por una u otra razón, ambos habían desperdiciado sus balas bajo la lluvia. No hay modo de que un domingo les sea enteramente benévolo.

"¿Perdemos posiciones por diversión?"

Apurado el almuerzo, unos chubascos sembraron la pista de incógnitas. ¿Qué neumático escoger para la salida? Todos dieron la vuelta de formación con los intermedios de lluvia, pero a última hora, Charles Leclerc y George Russell optaron por los slicks. Dos candidatos al podio partían desde el pit lane, pero la emoción no menguó por su ausencia. Pierre Gasly supo ganar la partida a Alonso entre las curvas 3 y 4, mientras Norris y Hamilton se la jugaban rueda con rueda en Stowe. Era sólo el preludio de una carrera vibrante, plagada de alternativas.

El safety car provocado por un trompo de Gabriel Bortoleto, que perdió uno de los alerones en Copse, dio paso a más perturbaciones atmosféricas. Se anunciaba lluvia ligera, seguida de mayores precipitaciones. Aston Martin hizo caso omiso y colocó gomas de seco para Lance Stroll, que fue ganando terreno hasta el momento en que efectivamente se puso a llover de veras. Mientras, Alonso se desesperaba con sus estrategas: "¿Perdemos posiciones por diversión? "Es una locura que nunca lo hagáis bien conmigo", lamentó por la radio.

Bajo una tupida cortina de agua, Piastri arrebató el liderato a Verstappen. Aullaban las tribunas viendo sufrir al autor de la pole, que bastante hacía para negar los espacios a Norris. Con el asfalto cubierto de charcos, la única solución plausible debía ser recurrir a los Pirelli de lluvia extrema. Esas gomas vetadas por la propia F1 por la cantidad de spray que provocan. Por tanto, al director de carrera no le quedó más remedio que recurrir al safety car. Piastri perdía sus 13 segundos de colchón frente a Verstappen.

La alegría de Norris en el podio de Silverstone.

La alegría de Norris en el podio de Silverstone.AFP

No quiso tomárselo muy a pecho el líder, convencido ya de que la victoria se resolvería como una mera cuestión de supervivencia. En la vuelta 17 se reinició la marcha y sólo una más tarde, Isack Hadjar chocó con Kimi Andrea Antonelli en Copse, provocando otra ralentización. Los daños en el Mercedes forzaron el adiós del italiano. Antes de alcanzar la mitad de la prueba se contaban ya cinco abandonos.

Verstappen, sin ritmo

Bajo esas condiciones, extremadamente delicadas, cualquier despiste se pagaba caro. Ni siquiera Piastri pudo librarse, al recibir 10 segundos de penalización por un errático frenazo cuando marcaba el ritmo bajo el safety car. Verstappen también perdió el coche en Copse, despeñándose hasta la décima plaza. Su Red Bull incluso penaba para seguir la estela de Sainz. Hasta la vuelta 36 no pudo deshacerse el tetracampeón del Williams.

Stroll, que había partido decimoséptimo, ocupaba entonces una plaza de podio. Hulkenberg, último en la parrilla porque Franco Colapinto ni siquiera tomó la salida, rodaba cuarto con su Sauber. Tras 15 temporadas en ocho escuderías, el germano quería descorchar por vez primera el champán. Había Mientras la pista se secaba, Hamilton reducía la distancia por detrás de ambos. Mientras la temperatura crecía en los neumáticos, rondaba otra la dichosa pregunta: ¿qué hacer con los neumáticos?

Aston Martin asumió todos los riesgos con Alonso, que montó slicks a falta de 14 vueltas. Demasiado pronto para el asturiano, relegado al farolillo rojo, sin opción ya de recuperar terreno. Mercedes tampoco tenía nada que perder con Russell, víctima de una espeluznante derrapada en Maggots. Por entonces, Sainz echaba humo ante lo que consideraba una "completa imprudencia" de Leclerc por el interior. Algo fuera de sí, el líder de Williams aún sufrió otra salida de pista que le dejaba, por tercera vez en las cuatro últimas carreras, fuera de los puntos.

Verstappen silencia Silverstone y Alonso batalla con los mejores

Verstappen silencia Silverstone y Alonso batalla con los mejores

Más de 150.000 aficionados suspiraban en Silverstone por una pole de Lando Norris o Lewis Hamilton. El joven aspirante al título llegaba con la inercia ganadora del pasado domingo en Austria y el heptacampeón había encontrado al fin una dosis de velocidad y confianza al volante del Ferrari. Sin embargo, nadie pudo detener este sábado a Max Verstappen, autor de su tercera pole en el GP de Gran Bretaña (1:24.892), la cuarta del Mundial 2025, con 103 milésimas sobre Oscar Piastri, líder del campeonato, y 118 ante Norris. Con todos pendientes de McLaren y Ferrari, Mad Max dio la campanada al volante del Red Bull. Y nada más quitarse el casco, con una pícara sonrisilla, dijo que todo se debía al viento favorable. Para partirse de risa.

Tras el primer intento de la Q3, Piastri comandaba la tabla, con 13 centésimas sobre Hamilton y 17 sobre Norris. Cuando la pole debía diludidarse entre ellos surgió Verstappen, que venía de ceder 272 milésimas y casi medio segundo en la Q2. Sólo seis después de su abandono en el Red Bull Ring, que parecía descartarle para un quinto título, Verstappen deleitó a la F1 su otra muestra de su incomensurable talento. Nadie sabe extraer tanto del coche, ni optimiza mejor los recursos en el momento definitivo.

Cada semana, el año de Verstappen guarda más semejanzas con el Mundial 2012 de Fernando Alonso. No terminan ahí los parecidos, dado que el asturiano volvió a colocar a Aston Martin entre los mejores. Esta vez marcó el noveno tiempo (1:25.621), aunque saldrá séptimo en la parrilla por las sanciones a Andrea Kimi Antonelli y Oliver Bearman. Poco se pudo objetar a la qualy de Alonso, salvo esa vuelta postrera, donde aún podía haberse dado el gusto de superar a los dos rookies.

Dura sanción a Bearman

El objetivo de Alonso pasaba por alcanzar la Q3 con tres juegos de blandos. Su intento inicial (1:25.707) sólo palideció ante los cuatro favoritos. Con los McLaren y Verstappen en 85 milésimas y Russell a cuatro décimas de la cabeza, el ovetense sólo cedía siete centésimas frente a George Russell. Y no perdió la oportunidad de denunciar una obstaculización de Antonelli.

Ferrari, en problemas hasta entonces, sacó la cabeza durante el segundo intento de la Q2, colocando a Hamilton y Charles Leclerc en cabeza. Nunca se puede dar por muerto al heptacampeón en un circuito donde atesora siete poles. El monegasco, por su parte, parecía herido en el orgullo después de que le anotaran un incidente bajo banderas amarillas. A la meteórica mejora de los coches rojos hubo que añadir las sorpresas de Bearman y Pierre Gasly.

Nadie contaba con el novato de Haas, penalizado en la FP3 con 10 posiciones en la parrilla tras un choque en el pit lane bajo bandera roja. Tampoco entraba en los pronósticos esa vuelta postrera del líder de Alpine. De modo que Williams quedó de nuevo como el principal damnificado. El FW47 rendía muy bien en el primer sector, aunque ni Carlos Sainz ni Alex Albon lograron reconducir el rumbo. Al menos, el madrileño podrá partir décimo, beneficiado por la penalización a Bearman. La lucha por los puntos ante Yuki Tsunoda o Isack Hadjar se antoja atroz para los pilotos de James Vowles.

Otro revés para Colapinto

A seis minutos para el final de la Q1, Franco Colapinto protagonizó otro de esos errores que pueden precipitar su adiós prematuro en Alpine. Un trompo a la entrada de la recta de meta cuando rodaba penúltimo. Por entonces, Alonso marcaba un crono (1:26.108) únicamente inferior a Piastri y Verstappen. Las condiciones del asfalto, bajo una llovizna casi imperceptible, se antojaban ideales para el asturiano. No para Lance Stroll, eliminado por cuarta vez consecutiva en la primera criba.

Sainz salvó la papeleta, con récord incluido del primer sector, mientras Gasly dejaba fuera a Liam Lawson. Un paso atrás para el neozelandés, que desde el viernes venía mostrando una considerable velocidad con su Racing Bulls. Con 19 pilotos empaquetados en menos de siete décimas, nada pudo darse por seguro. La eliminación de ambos Sauber, el equipo que más venía mejorando desde Montmeló, bien pudo dar fe de ello.

Victoria terapéutica de Lando Norris y remontada de Fernando Alonso en el Red Bull Ring

Victoria terapéutica de Lando Norris y remontada de Fernando Alonso en el Red Bull Ring

Fue una victoria liberadora y terapéutica para Lando Norris, un piloto acechado por sus fantasmas. Fue otro capítulo en el vibrante mano a mano de McLaren por el Mundial, casi ya una quimera para Max Verstappen. En el Red Bull Ring, Oscar Piastri, líder del campeonato, debió conformarse con la segunda plaza por detrás de su compañero, el piloto más completo del fin de semana, dominante desde el viernes y autor de la pole. El abandono de Mad Max, víctima de una imprudencia de Andrea Kimi Antonelli, despejó otro doblete para los coches papaya, que dejaron la tercera plaza del podio a Charles Leclerc.

Lanzó un suspiro de alivio Norris tras recibir el abrazo de sus mecánicos al bajarse del coche. Había controlado la situación durante 70 vueltas, aunque en la última se vio en apuros ante Fernando Alonso y Gabriel Bortoleto. Un segundo por detrás, acechaba Piastri, a la espera de otro error. Como el de hace 15 días en Montreal. No lo hubo. El asturiano, undécimo en la parrilla y séptimo en la meta, acabó a una vuelta del vencedor. Tal es el dominio de McLaren en este Mundial.

Bien pudo sentirse perjudicado Piastri por la estrategia de su muro, ya que le pararon en la vuelta 21 cuando rodaba a menos de un segundo de la cabeza. Norris exprimió sus ruedas cinco giros más y cuando regresó al asfalto, tras el pit-stop, había ampliado su ventaja hasta 5,5 segundos. Ahí se esfumaron sus opciones. Unos minutos después, cuando el australiano se animó con un movimiento en la curva 4, Tom Stallard le llamó al orden. "No podemos hacerlo otra vez", espetó su ingeniero.

Desastre de Williams

Un minuto antes de la salida, durante la vuelta de formación, el FW47 de Carlos Sainz se quedó encallado con la primera marcha engranada. Había que apurar las opciones de ser remolcado hasta el garaje. Tras varios intentos fallidos, Carlos logró arrancar el coche a duras penas. Dentro del drama que suponía abortar el procedimiento de salida, al menos podría reiniciar la marcha desde el pit-lane. Sin embargo, cuando enfilaba por dicho carril, sus frenos traseros fueron pasto de las llamas. De nada servirían los extintores. Era el tercer abandono del año para Sainz, el primero por motivos mecánicos. Otro motivo más para el desconsuelo entre la gente de James Vowles, que en la vuelta 16 tuvo también que retirar el coche de Alex Albon.

El director de carrera programó una nueva salida para las 15:15 horas. Una demora de imprevisibles consecuencias para los embragues y un desafío para la paciencia de los pilotos. "No te puedo decir la temperatura del asiento. Quizá sea de 200ºC", ironizó por radio Alonso, mientras Russell rogaba por más agua para sus mecánicos. Demasiada espera y tensión como para que a alguno no se le recalentasen las ideas. Charles Leclerc ni siquiera atendió a lo imprescindible, dejándose ganar la plaza en la primera curva. Ya de inicio se había servido el duelo entre los McLaren. Con lo que nadie contaba era con un fiasco tan prematuro para Max Verstappen.

En la subida a la curva 3, escenario de tantas batallas en la última década, el tetracampeón fue embestido por Andrea Kimi Antonelli. "He bloqueado las ruedas traseras", dijo el novato de Mercedes a sus ingenieros. Aún le costó un minuto bajarse del coche, algo trémulo ante la previsible reacción de Max. Sin embargo, tras aflojarse el casco, Verstappen acudió de muy buenos modos, atendió a sus explicaciones y pareció encogerse de hombros, conforme con su destino. Su primer abondono por enganche desde el GP de Italia 2021. La prueba irrefutable de que este año ha perdido el favor de los dioses.

El trono vacante será ocupado en unos meses por un piloto de McLaren. Queda por saber quién. Sin embargo, el colchón de puntos ya es tan amplio que el equipo de Woking puede carta blanca a Norris y Piastri. Que se jueguen el título en cada curva, rueda con rueda si es preciso, sin temor a un doble cero. En el Red Bull Ring, como en Montmeló, Miami o Shanghai, el MCL38 parecía competir en otra categoría respecto a Ferrari y Mercedes.

Con la carrera rota, por detrás sólo quedó la emoción de atender a la pelea entre Esteban Ocon y Pierre Gasly, viejos socios en Alpine, o a la concatenación de desastres de Yuki Tsunoda. Tras sacar de pista a Lance Stroll, el japonés provocó otro trompo con Franco Colapinto, esta vez sí, castigado con 10 segundos. Herido en el orgullo, el argentino se obcecó con el piloto de Red Bull en una refriega que casi se lleva por delante a Piastri cuando el australiano se disponía a doblarlos. La maniobra fue sancionada con cinco segundos.

El DRS con Lawson

En Ferrari bien pudieron darse por satisfechos con la tercera y cuarta plaza, su mejor resultado del año. Hamilton pidió alargar su segundo stint, pero se lo negaron. Leclerc nunca soñó con acercarse a los McLaren, pero su podio, el cuarto del curso, aplacará momentáneamente las borrascas que azotan Maranello. El vacío que deja McLaren tras de sí es tan extenso que Russell, ganador hace dos semanas en Canadá, quedó relegado de nuevo en la irrelevancia. El británico, a medio minuto de Hamilton, debió conformarse con el quinto puesto.

Bastante más enjundia hubo en el pulso entre Liam Lawson y Alonso, los únicos que apostaron por una estrategia a una sola parada. El asturiano, sin ritmo para más, se aferró al alerón trasero del Racing Bulls gracias al DRS. Era el único modo de optimizar las escasas prestaciones de su monoplaza. Desde el muro le reclamaban levantar el pie para cuidar la temperatura del motor. Completó 34 vueltas con los medios y 36 con los duros, gestionando la degradación, controlando el arreón postrero de Bortoleto. Cuando los comisarios ondearon las banderas azules, el doble ganador en Le Mans amagó incluso con desdoblarse ante Norris. Sólo así pudo sujetar al rookie de Sauber, con unas gomas 16 vueltas más frescas.