Obra maestra de Verstappen en Interlagos y jaque mate al Mundial

Obra maestra de Verstappen en Interlagos y jaque mate al Mundial

Hubo escenas muy similares a las del GP de Brasil 2003, cerrado con aquel brutal accidente de Fernando Alonso, tercero en el podio. Una vorágine de desconcierto, un asfalto deslizante como el cristal y una serie de controvertidas decisiones de la FIA. En el GP de Sao Paulo 2024 se mezclaron de nuevo esos ingredientes para mayor gloria de Max Verstappen, que al fin acabó con su mala racha. 10 carreras sin victoria se antojaban demasiadas para el próximo campeón del mundo, que destrozó la moral de Lando Norris en Interlagos. Con 86 puntos en disputa ahora cuenta con 62 de ventaja.

Desde el GP de Japón 2005, con aquella remontada de Kimi Raikkonen, ningún piloto subía a lo más alto del podio tras partir decimoséptimo. Ese fue el nuevo registro de Verstappen para la historia de la F1. Norris, autor de varios disparates sobre el asfalto empapado, pasó de la pole a la sexta posición en la meta. Tras casi dos horas y media apretando los dientes, el tricampeón enseñó al aspirante cómo se gana un título, vuelta rápida incluida (1:20.472).

McLaren no pudo asomar siquiera a un podio completado por Esteban Ocon y Pierre Gasly. Un éxito sin precedentes para Alpine, que se lleva 33 puntos en una carrera, cuando en las 20 anteriores apenas sumó 16. El riesgo de su estrategia, retrasando al máximo la entrada a boxes, se tradujo en bingo para Oliver Oakes, su flamante team principal. También para Verstappen, beneficiario de esa misma bandera roja. El jaque mate de Mad Max.

"La espalda me duele mucho"

Lástima que a la épica de Interlagos no pudieran sumarse Carlos Sainz y Fernando Alonso. Tras su triunfo del pasado domingo en México, el madrileño se marchó de vacío, tras un accidente en la vuelta 40. Tampoco hubo razones para la sonrisa del asturiano, penúltimo de los 15 supervivientes. "Voy a acabar por nuestros mecánicos, que han hecho un trabajo increíble. Pero la espalda me duele mucho. El rebote del coche no es normal", subrayó el bicampeón por radio.

El desgobierno de la FIA se hizo palpable desde antes incluso de arrancar. Cuando Lance Stroll, camino de Descida do Lago, sufrió un trompo inadmisible para el que encontró un remedio aún más absurdo. Atrapado en la grava, la baja del canadiense se sumaba a la de Alex Albon, para quien Williams no pudo recuperar el coche dañado en la qualy. Los mecánicos de Ferrari también disponían de poco más de dos horas, así que bastante hicieron para que Carlos Sainz saliera desde el pit-lane.

El caos al que nos referíamos se concretó cuando los comisarios mostraron la señal de salida abortada. Norris, desde la pole, se puso en marcha sin la pertinente luz verde, mientras otros, como Valtteri Bottas o Max Verstappen, seguían en sus posiciones. «Aquí se han infringido todo tipo de procedimientos», le dijeron por radio al líder del Mundial. Los pilotos no sabían si iniciar otra vuelta de formación o mantenerse en la salida abortada. Para redondear el delirio, el incidente de Norris iba a resolverse una vez terminada la carrera.

La grúa levanta el Ferrari de Sainz en la curva 8.

La grúa levanta el Ferrari de Sainz en la curva 8.AFP

Tras 17 minutos de espera, dio comienzo una carrera a 69 vueltas, dos menos de las programadas. Nada más apagarse el semáforo, el habitual error de Norris, incapaz de contener a Russell, que un minuto antes se había quejado de la fría temperatura de sus frenos. Por entonces no llovía, pero sólo los elegidos mantenían el rumbo sobre un asfalto tan deslizante. Verstappen, por ejemplo, ganó cinco posiciones en la primera vuelta. Unos metros más adelante, Sergio Pérez hizo un trompo que le dejaba como farolillo rojo.

De esa dualidad palmaria también sabían en Mercedes. El liderato de Russell, a un paso no demasiado rápido, contrastaba con los padecimientos de Lewis Hamilton. "La conducción es realmente mala. El coche rebota mucho", lamentaba el heptacampeón, que en las horas previas había disfrutado al volante del McLaren MP4/5B de Ayrton Senna. Una de las afrentas que hubo de soportar fue verse sin recursos ante un novato como Oliver Bearman, que ha sustituido a Kevin Magnussen.

Los colores de Haas volvieron a hacerse notar en la vuelta 28, cuando Nico Hulkenberg patinó de mala manera en la curva 1, desencadenando el virtual safety car. Un momento de singular importancia, acrecentado además por la lluvia, que multiplicó su intensidad. Norris aprovechó la tesitura para adelantar a Russell bajo una cortina de agua.

En un domingo tan delicado, Liam Lawson era uno de los hombres a seguir. Si el neozelandés había cumplido cediendo el paso ante Verstappen, cuando llovió de verdad volvió a recurrir a sus peculiares astucias frente a Hamilton y Oscar Piastri. Mientras tanto, una bandera negra frustraba cualquier opción de Hulkenberg. Justo castigo al modo en que sacó el coche de la curva 1, gracias al empujón de un par de comisarios.

Aún no se había cumplido el ecuador de la prueba cuando Franco Colapinto chocó violentamente contra las protecciones la última curva. La gota que colmaba el vaso de la FIA, que ordenó de inmediato la bandera roja. Por entonces, Esteban Ocon, Verstappen y Pierre Gasly, los únicos que no habían completado un pit-stop, rodaban en cabeza. Todos se apresuraron a bajar del coche en busca de cobijo, implorando por que amainase la lluvia.

Tras 20 minutos de espera, la salida lanzada iba a dejar impactantes estampas. La visibilidad era muy precaria, claro, pero Norris cometió otro error de cálculo, que le condenó a muchos metros por fuera. Verstappen esperó su momento para devorar a Ocon y Sainz acabó contra las protecciones de la curva 8. Otro safety car para ese último tercio de carrera, convertido en mero trámite para Verstappen.

Las claves de Carlos Sainz para ganar en México: los 800 metros hasta la curva 1, el aire enrarecido y las opciones de 'safety car'

Las claves de Carlos Sainz para ganar en México: los 800 metros hasta la curva 1, el aire enrarecido y las opciones de ‘safety car’

La velocidad de su SF24 en el Autódromo Hermanos Rodríguez, incontenible para sus rivales, supuso una buena y una mala noticia para Carlos Sainz. La sexta pole de su vida (1:15.946) confirmó las magníficas sensaciones apuntadas por Ferrari desde el viernes en un trazado donde, sin embargo, partir primero en la parrilla supone más un incordio que una ventaja. En cualquier caso, el madrileño rodó 319 milésimas más rápido que Charles Leclerc, mayor diferencia del año en una sesión clasificatoria, un dato que habla de su gran ambición incluso durante sus últimas semanas como piloto de la Scuderia.

"Mis dos vueltas en la Q3 fueron casi idénticas, bastante perfectas", valoró Sainz, el cuarto piloto en la historia de Ferrari en sumar una pole en México, tras Clay Regazzoni (1970), Sebastian Vettel (2017) y el propio Leclerc (2023). "Desde Austin hemos dado un paso adelante, sobre todo por mi parte, en la qualy, intentando encontrar algo en la vuelta de preparación". De momento, esa mejora le permite volver a la primera línea de la parrilla, donde no figuraba desde el GP de Australia, el pasado marzo, donde consiguió la victoria.

De momento, el equipo dirigido por Frédéric Vasseur es el único del Mundial 2024 que ha firmado una pole con cada piloto. "Será una carrera muy larga y lo más importante será tener un buen ritmo en el stint largo, completar una buena estrategia y ejecutar la carrera a la perfección", vaticinó el team principal de Ferrari, consciente de las dificultades de la primera vuelta. "Tras la salida hay un tramo muy largo hasta la curva 1, por lo que no es seguro que mantengas tu posición en la parrilla, así que mantener a los dos coches en cabeza nos va a ofrecer más oportunidades. Es muy importante que estemos en la pelea con ambos coches", añadió el ex jefe de Sauber.

Peligro de sobrecalentamiento

Desde luego, durante las 71 vueltas programadas, Sainz deberá mantener el timón firme ante las acometidas de Max Verstappen y Lando Norris, que volverán a dilucidar su pelea por el Mundial, donde el holandés mantiene 57 puntos de ventaja. Los líderes de Red Bull y McLaren contarán con la ventaja del rebufo en los más de 800 metros que separan la arrancada de la curva 1. Una muestra de que esa primera plaza de la parrilla no ha sido precisamente una prioridad en esa pista es que en las 13 últimas ediciones del GP de México hubo 12 pilotos diferentes con la pole.

"Si después de la primera curva mantengo la cabeza espero que nuestro ritmo de carrera sea lo suficientemente bueno como para ganar", vaticinó Sainz, consciente del fantástico ritmo de su monoplaza durante las simulaciones y las tandas largas del viernes. La última vez que el ex piloto de Renault partió desde la pole, en el GP de Singapur 2023, conquistó una épica victoria por delante de Norris y Lewis Hamilton.

Asimismo, los ingenieros de Maranello deberán gestionar adecuadamente el más que previsible periodo de safety car, que ya apareció en la capital federal mexicana en 2015, 2016, 2021 y 2023 o el virtual safety car, protagonista en 2017, 2018, 2019 y 2022. Estos datos contrastan, sin embargo, con la tendencia del Mundial 2024, que ha registrado nueve carreras consecutivas (entre el GP de Canadá y el GP de Singapur) sin neutralizaciones por el coche de seguridad.

El otro factor que puede decidir al vencedor será la estrategia, dado que en este trazado, situado a 2.240 metros sobre el nivel del mal, conviene rodar el mayor tiempo posible sin que nadie incomode por delante. De hecho, el aire enrarecido conlleva riesgos de sobrecalentamiento del motor como los que obligaron a las retiradas de Fernando Alonso en 2022 con Alpine y 2018 con McLaren.

Tampoco conviene olvidar que este año la FIA ha reducido la zona de DRS en la recta principal, por lo que, esta ayuda para los adelantamientos, en lugar de activarse 165 metros después de la última curva, sólo podrá ser activada por los pilotos 240 metros después. Una mala noticia para Leclerc, el gran damnificado del sábado en Ferrari. "Desde la segunda sesión libre del viernes no estuve en ninguna parte. No tenía las mismas sensaciones en el coche", admitió el monegasco, que arrancará cuarto. Pese a mostrarse "decepcionado" por su ritmo a una vuelta, Leclerc deberá exprimir una curiosa estadística: sus dos últimas (GP de EEUU y GP de Italia) se concretaron cuando partió desde esta misma posición.

Aunque por encima de las refriegas entre sus pilotos, la auténtica prioridad de Ferrari será mantener viva la pelea por el Mundial de Constructores. A falta de cinco carreras, la Scuderia sólo suma 48 puntos menos que McLaren y ocho menos que Red Bull. No obstante, las opciones de ambos se verán perjudicadas por el decepcionante papel de Oscar Piastri (16º en la parrilla) y Sergio Pérez (18º). Si logran progresar en las primeras vueltas, uno de los damnificados será Alonso, que no pudo empujar a su Aston Martin más allá de la decimotercera plaza.

Demoledor doblete de Ferrari y fatídica sanción para Norris en Austin

Demoledor doblete de Ferrari y fatídica sanción para Norris en Austin

Hubo razones para disfrutar del festival de Ferrari en Austin, donde Charles Leclerc y Carlos Sainz aseguraron el segundo doblete rojo de 2024 tras el GP de Australia. Sin embargo, la emoción genuina, la que ha arrastrado a 430.000 aficionados este fin de semana al Circuito de las Américas, se gestó en el duelo entre Max Verstappen y Lando Norris. Un duelo al sol de Texas, donde el aspirante pretendía arañar tres puntos al tricampeón merced a un ajustadísimo adelantamiento a cuatro vueltas para la meta. En el ápice de la curva 12 se tomaba cumplida revancha tras su drama del pasado 30 de junio en el Red Bull Ring. Sin embargo, los comisarios castigaron su maniobra con cinco segundos. El podio pasaba a Verstappen, cuarto en la meta, por apenas nueve décimas. El golpe de gracia para la moral de McLaren.

A falta de cinco carreras, Norris queda ya a 57 puntos del liderato. Demasiado ante Mad Max, un genio favorecido por los dioses y las leyes. Ni con la superioridad mecánica de su MCL-38, el bisoño Norris se siente capacitado para desafiar al gran tirano. El consuelo del Mundial de Constructores, cada semana más cerca, se quedará algo corto para McLaren. Una oportunidad como puede que sólo se dé una vez en la vida.

Mientras tanto, Ferrari brindará con tequila en Texas, porque Leclerc se pasó 56 vueltas cuidando sus ruedas y conversando afablemente con Bryan Bozzi, su ingeniero de pista. Todo salió rodado desde la salida. Entonces se sentían los 46º C sobre el asfalto, más que suficiente para calentar las gomas medias, pero Norris estuvo frío y timorato. En la primera curva, en lugar de un candidato al título, se vio a un rookie dejar vía libre a Verstappen por el interior. Leclerc, que lo vio venir, aprovechó para tomar la cabeza, mientras Sainz asediaba al líder del Mundial. Ferrari, cuyas buenas perspectivas se vislumbraron desde la única sesión libre del viernes, agradecía los favores.

"Huele a gasolina"

Sin embargo, en la novena vuelta, las luces rojas saltaron en el monoplaza de Sainz. "No tengo potencia a la salida de las curvas. Huele a gasolina", alertó el madrileño, mientras rodaba tercero, con dos segundos sobre Norris. Cuando todo parecía perdido, los ingenieros de Frederic Vasseur mantuvieron la calma hasta ajustar la entrega del motor. El doblete, por tanto, pasaba por desestabilizar Verstappen con la estrategia adecuada.

En la vuelta 22, Sainz se anticipó con un cambio a las gomas duras, pensando quizá en el undercut con el que Kevin Magnussen había destrozado a Pierre Gasly. McLaren seguía a la expectativa, reservando sus bazas. Quizá demasiado. El liderato provisional de Norris suponía un simple espejismo, porque el adelantamiento de Leclerc a Piastri compendiaba el arrebatador brío del SF-24.

Verstappen ya había pasado también a los duros, aunque tampoco podría amenazar ya el doblete rojo. Su única misión, desde la vuelta 32, sería contener a Norris, empeñado en destrozar los cronos con sus gomas nuevas. Tras devorar sus seis segundos de desventaja, el británico enfilaba hacia el podio como un disparo. Calculó con mimo su movimiento, pero los jueces, ante el asombro general, dieron otra vez la razón a Verstappen.

Norris cede el paso a Verstappen en la primera vuelta.

Norris cede el paso a Verstappen en la primera vuelta.AP

Aún peor marchó el domingo para Lewis Hamilton, decimoséptimo en la parrilla, cuyo intento de remontada se perdió en la grava de la curva 19. Un drama para Mercedes, que había llegado a Austin con muchos humos, pero que en la Q3 ya había perdido también a George Russell, por un accidente que le obligaría a partir desde el pit-lane. El rictus de Toto Wolff durante el periodo de safety car se agrió aún más tras una irregularidad de Russell ante Valtteri Bottas en la curva 12, penalizada con cinco segundos por los comisarios.

Alonso, decimotercero

El vacío de las Flechas de Plata, sumado a la habitual incomparecencia de Sergio Pérez, pudo ser aprovechado por dos novatos como Franco Colapinto y Liam Lawson. No por azar, el neozelandés y el argentino saborearon sendos adelantamientos ante Alonso. Síntoma inequívoco de que donde no le alcanza a Aston Martin sí llegan Williams y Visa Cash App.

Alonso había ganado una posición en la parrilla gracias a las reparaciones en el coche de Russell, pero nadie en el box de Mike Krack iba a llevarse a engaño. Las simulaciones de sus ingenieros les retrasaban hasta la decimotercera plaza, por detrás de los Haas y los Williams. Sin puntos al alcance, el único cometido del asturiano sería recopilar datos para el futuro. Para cuando esas actualizaciones aerodinámicas estrenadas en Austin sí le permitan competir con la dignidad debida. Porque las computadoras de Aston Martin dieron en el clavo: Alonso cruzó decimotercero la línea de meta.

Carlos Sainz apunta maneras en Austin y Fernando Alonso obra otro pequeño milagro

Carlos Sainz apunta maneras en Austin y Fernando Alonso obra otro pequeño milagro

Volaba Max Verstappen en busca del mejor crono en Austin, pulverizando los datos en el primer sector, pero un accidente de George Russell en la curva 19 impidió cualquier mejora, regalando la pole a Lando Norris (1:32.330). Tres horas antes, el líder del Mundial había destrozado la moral de su gran adversario durante la sprint race, así que Norris iba ya a la desesperada. Con 54 puntos de déficit, el chico de McLaren necesitaba reaccionar en el Circuito de las Américas. El mensaje por radio de Will Joseph, su ingeniero de pista, supuso el mejor de los presagios: "Confía en el coche. El tiempo llegará".

A Norris se le notaba más bien ansioso tras su grosero error ante Carlos Sainz en la última vuelta de la sprint race. Así que esta pole interruptus bien merecía ser celebrada en el garaje de Zak Brown. En la Q1, el aspirante al título ya cedía medio segundo ante Verstappen, mientras su compañero Oscar Piastri se dejaba ocho décimas. La siguiente criba fue más propicia, con Lando al frente de la tabla (1:32.851), limando 18 milésimas a la pole del viernes.

Por entonces, el único que parecía importunar a los favoritos era Sainz, que hoy partirá tercero en la parrilla. "Hemos dado un buen paso en la dirección correcta", valoró el madrileño, 88 milésimas más rápido que Charles Leclerc. Si Ferrari logra consolidar el ritmo de carrera que ha venido apuntando, el podio no debería escaparse.

"No creo que pudiese repetirla"

Eso sí, el Circuito de las Américas, con su asfalto renovado y su exigente cuerda, supondrá todo un desafío. También para Verstappen, que desperdició su primer intento de Q3 en la curva 19. Será la última bala para McLaren. Norris, de momento, ha salvado los muebles con lo que él mismo ha definido como "la mejor vuelta" de su vida. "No creo que pudiese repetirla", subrayó. La primera pole para McLaren en suelo estadounidense desde 2007, con un debutante Lewis Hamilton en Indianápolis. Quién lo iba a pensar viendo ayer al heptacampeón.

En la curva 12, Sir Lewis bloqueó la rueda delantera izquierda, repitiendo su error del viernes en la SQ3. El gran sheriff de Texas, con cinco victorias entre 2012 y 2017, se quedaba fuera en la Q1. Según su primer diagnóstico, se vio mermado por una avería en las suspensiones que hoy le podría condenar a una salida desde el pit-lane. Para mayor escarnio, los comisarios borraron su tiempo por superar los límites de pista. Un hueco extra para Aston Martin, muy necesitado de favores.

Vistos los precedentes del viernes y la sprint race, el único objetivo al alcance pasaba por superar ese primer corte. Lejos de los Haas y los Visa Cash App, Fernando Alonso y Lance Stroll debían jugársela ante Williams, que venía asomando desde la víspera gracias a Franco Colapinto. Sin embargo, el argentino se dio un buen susto en las Esses, mientras Alex Albon, especialista a una vuelta, tampoco rindió a su nivel.

Alonso, con el AMR24, el sábado en Austin.

Alonso, con el AMR24, el sábado en Austin.EFE

Sin mucho donde rascar en el AMR24, Alonso repitió otra pequeña hazaña en la Q2. Veía como referencia el 1:33.5 de Yuki Tsunoda y el asturiano, en el momento de la verdad, supo arañar una décima al crono. Mientras, Nico Hulkenberg dio un feo volantazo en la primera curva y Liam Lawson, muy entonado en la Q1, se enredaba dando rebufos a su compañero japonés. Por no mencionar a Stroll, con buen ritmo en los dos primeros sectores, aunque bastante manazas en el tramo final.

Así que Alonso saldrá hoy octavo, favorecido por el accidente de Russell, que no permitió cerrar su vuelta a Kevin Magnussen y Sergio Pérez. El bicampeón mundial aún podría ganar una plaza si los comisarios castigan a Pierre Gasly, liberado de modo peligroso por Alpine, para susto del mismísimo Verstappen. De momento, según el propio Fernando, todo viene rodando mejor de lo esperado. Porque los ingenieros de Mike Krack aún experimentan con su paquete de actualizaciones aerodinámicas. "Hoy no estaba contento con el coche, así que sumar puntos va a estar duro", vaticinó el español.

Domina Norris, pero Verstappen sobrevive en Marina Bay

Domina Norris, pero Verstappen sobrevive en Marina Bay

"Gracias, Daniel". Un conciso mensaje, el único que trascendió en la voz de Max Verstappen tras 62 vueltas en Singapur. Un guiño para su ex compañero Daniel Ricciardo, piloto de la filial de Red Bull, que arrebató a última hora la vuelta rápida a Lando Norris. Un logro simbólico para derruir la moral del aspirante, gran dominador de la noche ante Mad Max, todo un maestro a la hora de contener los daños. Porque la fiesta nunca termina por ser completa para Norris. Si quiere ser campeón, el británico deberá recortar 52 puntos en las seis últimas carreras.

El despótico poderío de Norris se plasmó en la tabla de tiempos, con 21 segundos sobre Verstappen, segundo, el doble sobre Oscar Piastri, su acompañante en el podio y 96 sobre Carlos Sainz, el último que pudo librarse de los doblajes. El séptimo puesto del madrileño, justo por delante de Fernando Alonso, puede considerarse un mal menor tras la catastrófica qualy del sábado. Su 200ª carrera de F1, en cualquier caso, merecía otro desenlace.

Por una vez, a Norris no le tembló el pulso para soltar a tiempo el embrague y mantenerse a salvo en la salida. Las cuatro zonas de DRS suponían una amenaza para el líder en ese inicio, pero ya en la tercera vuelta marcó un 1:38.480 con el que dejar las cosas claras a Verstappen. Desde ese momento fue engordando su ventaja cuándo y cómo quiso. Se iba a anotar el Grand Chelem, con victoria, pole, vuelta rápida y liderato durante toda la carrera, cuando a dos giros de la meta Ricciardo borró su registro por medio segundo (1:34.486).

"relájate y trae el coche a casa"

Poco antes de cumplir la mitad de la prueba, Norris se había dado un susto terrible en la curva 8, con un error de frenada que puso en riesgo su alerón delantero. Por entonces, mandaba con tanta holgura que incluso partió por delante de Piastri a la salida del pit-stop. Nada menos que 21 segundos sobre Verstappen. Un dominio a la altura del mejor Red Bull de 2023. A falta de 13 giros, cuando ya rozaba el medio minuto, Norris atacó la vuelta rápida (1:34.925) porque ese punto de bonus resultaba precioso tal para la lucha por el Mundial. Justo entonces debió de cundir el pánico en el garaje de McLaren al ver a su piloto rozando una de las protecciones. "Sólo relájate y trae el coche a casa", le cantaron por radio.

Ni siquiera por ésas hubo opción de safety car, cita obligada en Marina Bay a lo largo de sus 14 presencias previas en el Mundial. Kevin Magnussen, con un pinchazo lento, supo arrastrar su monoplaza hasta los boxes, frustrando la última posibilidad. Nada habría cambiado tampoco en las posiciones de cabeza, porque Piastri cedía 20 segundos con Verstappen y éste mantenía 18 sobre Russell. El podio del australiano se forjó a fuego lento, con un par de adelantamientos calcados en la curva 7 sobre Lewis Hamilton y George Russell.

Para desgracia de McLaren, nadie importunaba al tricampeón mundial, que navegó con comodidad durante ese primer tramo, lejos del alcance de Mercedes. Toto Wolff había dividido el plan con los neumáticos para sus pilotos, probando los blandos para Hamilton. Tras 17 giros, el heptacampeón mundial pasó al compuesto duro. Ese primer movimiento podía dar pistas sobre lo que vendría después.

Alonso, por delante de Leclerc en Marina Bay.

Alonso, por delante de Leclerc en Marina Bay.AFP

"El undercut aquí parece fuerte, en torno a los dos segundos", advirtieron por radio a Norris, tras medir el tiempo que había conseguido Sainz con su parada en la vuelta 13. Partiendo décimo, el madrileño debía aferrarse a un milagro en esas calles donde el año pasado obtuvo una memorable victoria. Ferrari, por supuesto, mantuvo todo el tiempo que pudo a Leclerc, aguardando un safety car que no llegaba. Tras 36 vueltas, el monegasco fue el último piloto en renovar sus gomas.

Debió de hacerse largo ese relevo a Leclerc, demasiado tiempo por detrás de Alonso, que le negaba todos los espacios pese a su clamorosa desventaja mecánica. Bastante hacía el Aston Martin para sujetarse al alerón trasero de Nico Hulkenberg, quinto con el Haas tras darse el capricho de ganar provisionalmente la posición a Piastri. Una noche especial la de estos dos veteranos, porque Alonso aún tuvo que ajustarse los machos en el último tercio de carrera.

No había manera de contener a los Ferrari, por supuesto, pero su Aston Martin había de contener a Hulkenberg, Sergio Pérez y Franco Colapinto. Ya podía quejarse el mexicano de que su Red Bull saltaba "como un canguro" y ya podía apretar los dientes el argentino, única esperanza de Williams tras el madrugador problema de Alexander Albon con una toma de refrigeración. Ya podía insistir también Hulkenberg, orgullo de Haas, porque Alonso no iba a entregar su octava plaza.

Verstappen acecha a Norris tras el doble desastre de Ferrari en Marina Bay

Verstappen acecha a Norris tras el doble desastre de Ferrari en Marina Bay

Tampoco el sábado en Marina Bay resultó redondo para Lando Norris, autor de una pole (1:29.525) imprescindible para sus aspiraciones, pero seguido de cerca por la inquietante figura de Max Verstappen. Repuesto de sus innumerables problemas del viernes, el líder del Mundial sólo cedió dos décimas ante McLaren. Ferrari, por contra, se precipitaba al vacío, con un doble error de Charles Leclerc y Carlos Sainz, que partirán noveno y décimo si los mecánicos recuperan a tiempo el monoplaza del español.

No anda nada fino Norris este año en las salidas, como ya dejó constancia en Hungaroring y Montmeló, donde desperdició sendas poles. Sin embargo, ahora ya no cuenta con margen si de verdad quiere pelear por el título. La mera presencia de Verstappen en las tres primeras enlazadas le supondrá un quebradero de cabeza. Porque si Red Bull aún no ofrece demasiadas garantías, Verstappen sigue añadiendo un punto diferencial.

Derrapaba su RB20 desde la Q1 y Mad Max salvaba a duras penas los muros. Se veía con apuros para sacar el tiempo en la Q2 hasta que metió el coche en cintura. No hubo un piloto en el sábado de Singapur a la altura del tricampeón mundial. Quizá sólo Nico Hulkenberg y Fernando Alonso, sexto y séptimo, puedan alardear de un papel tan estelar.

Hamilton, tercero

Entre los perdedores hay que mencionar a Oscar Piastri, quinto con el mejor monoplaza, y los hombres de Ferrari. Apuraba la preparación de su primera vuelta en la Q3, cediendo el paso al austrialiano, cuando Sainz abordó la entrada a la recta de meta de muy mala manera. A la frialdad de los neumáticos se sumó un pequeño despiste con el volante, con la quinta marcha ya engranada. Una combinación fatal para su Ferrari, que terminó contra las protecciones de la curva 19 con daños irreparables en el tren trasero. Justo un año después de su pole y su victoria en estas calles, Sainz desfilaba apesadumbrado hacia el garaje. Como lo hizo a pie, los comisarios anotaron la irregularidad para una investigación.

Cuando despejaron la pista restaban casi siete minutos de Q3, aunque los favoritos apuraron aún más para atacar su único intento. A Verstappen le habían borrado el previo (1:29.791), al coincidir su entrada a meta con el accidente de Sainz. A Leclerc le dejaron fuera de combate al superar los límites de pista de pista en la curva 2, mientras Mercedes apuraba sus opciones pese a las continuas quejas de George Russell con el agarre de sus Pirelli. Algo más más pudo arañar Lewis Hamilton, con un notable tercer puesto en la parrilla, 26 milésimas más rápido que su compañero.

Fiasco de Pérez en la Q2

Una semana después de su brillante papel en Bakú, Sergio Pérez se apuntó otro fiasco en el currículum. A bordo de un RB20 al que hay que sujetar con brío las riendas, el mexicano ni siquiera pudo superar a los Williams. Nueve décimas perdidas, nada menos, ante su compañero en Red Bull.

El tiempo de corte en esa Q2 lo iba a establecer Alonso, con ritmo para rodar con los mejores en el primer y tercer parcial. Las dificultades del asturiano llegaban en la zona más revirada y aun así pudo colarse (1:30.450) con 24 milésimas sobre Alexander Albon y 31 sobre Franco Colapinto. Bastante hace Fernando con el material disponible, casi chatarra en manos de Lance Stroll, decimoséptimo en la Q1.

Tampoco pudo silenciar Daniel Ricciardo los acuciantes rumores sobre su futuro. El australiano se quedó fuera en la Q1 junto a Pierre Gasly, Stroll y los dos Sauber, mientras su compañero Yuki Tsunoda sí exprimía todo el jugo de su RB.

Leclerc y Norris lideran los libres en Marina Bay con un Verstappen que termina decimoquinto

Leclerc y Norris lideran los libres en Marina Bay con un Verstappen que termina decimoquinto

Actualizado Viernes, 20 septiembre 2024 - 18:33

La rivalidad entre los coches papaya y los cavallino rampante vivida en las últimas carreras promete continuar hasta el final del Mundial. Lando Norris, que en Bakú tuvo una muy mala jornada de clasificación, parece querer resarcirse en este Gran Premio y ha conseguido el mejor tiempo de la parrilla en los segundos entrenamientos libres que se han celebrado en el circuito de Marina Bay del país asiático.

El piloto británico, consciente de la importancia que tiene para el equipo McLaren mantenerse en cabeza, ha completado los 4.940 metros de la pista con 58 milésimas (1:30.727) de ventaja respecto a Charles Leclerc, máximo rival en la lucha por la 'pole', y de Carlos Sainz, vigente campeón y que, de nuevo, asciende al tercer cajón.

Una jornada en la que el campeón, Max Verstappen, se ha vuelto a quedar muy por detrás. Sancionado por la FIA a "efectuar trabajos de interés general" por su vocabulario "vulgar" durante la rueda de prensa del pasado jueves, el neerlandés ha terminado decimoquinto en el último ejercicio, quedándose a más de un segundo del McLaren y muy alejado de su compañero Sergio Pérez, que firmó el octavo lugar. "Todo lo que probamos en el coche de Max simplemente no funcionó", señaló después Christian Horner.

Sin embargo, la primera sesión fue bastante diferente. El monegasco, con neumáticos medios y duros, consiguió aventajar a Norris, con un tiempo de 1:31.763 y Verstappen, en lo que fue momento de espejismo de Red Bull, logró quedar cuarto a pocas décimas de Sainz. Por su parte, Fernando Alonso se metió entre los diez primeros con una buena novena plaza, pero su tiempo no mejoró a lo largo del día y acabó los últimos libres en el duodécimo lugar.

Las dos sorpresas de la jornada han sido el japonés Tsunoda, que ha logrado un meritorio cuarto puesto por delante de Oscar Piastri, ganador y protagonista en Bakú y de Daniel Ricciardo, que terminó sexto con su RB. Además, George Russell finalizaría el día chocando su flecha plateada contra el muro cuando apenas restaban dos minutos para la finalización del entrenamiento. Su compañero, Lewis Hamilton, tampoco logró un gran resultado (11º).

Por tanto, tras este resultado, Lando Norris tiene ante sí una nueva oportunidad para conseguir su cuarta 'pole' y evitar que los Ferrari le vuelvan a arrebatar el protagonismo de un campeonato, en el que todo está por decidir.

Un Piastri apoteósico le gana la batalla a Leclerc en el duelo de campeones en Bakú

Un Piastri apoteósico le gana la batalla a Leclerc en el duelo de campeones en Bakú

Actualizado Domingo, 15 septiembre 2024 - 14:47

"Pisa el acelerador, gasta las ruedas; pisa el acelerador hasta que puedas" decían los versos del estribillo de la famosa canción de Joaquín Sabina. Ese quizás debió ser el plan trazado para Lando Norris tras la desastrosa clasificación el pasado sábado que le dejó decimoquinto en parrilla. La misión era muy difícil, casi imposible y por eso, McLaren tuvo que fiarlo todo a su compañero Oscar Piastri que tras solucionar, aparentemente, los problemas internos, tenía una oportunidad desde la segunda posición, pero delante tenía a un solidísimo Charles Leclerc que no se lo iba a poner fácil.

La batalla fue dura, intensa y frenética desde que en la vuelta 20 y contra todo pronóstico, el australiano se colara por delante del monegasco aprovechando un instante de exceso de confianza del Ferrari en sus neumáticos. Tenía DRS, vio el hueco y lo aprovechó. Había ganas de cuerpo a cuerpo y Leclerc no iba a renunciar a ello. "Mantenlo bien, bonita lucha", le decían desde el garaje al ganador en Monza, que quiso vengarse con la misma medicina, pero el McLaren sacó los codos.

Además, y por si faltara vértigo, apareció en escena el mexicano Sergio Pérez que, tras adelantar a Carlos Sainz en la salida y después de sacarse de encima a un Norris, que ya había logrado remontar, pudo acercarse a saludar a la pareja. Leclerc apretaba y Piastri se defendía numantinamente con gran habilidad y destreza.

Todo se iba a decidir en las últimas vueltas, con Sainz pisando al máximo para buscar el podio y con Norris peleando para terminar delante de un Max Verstappen, que no tuvo un momento de tranquilidad con su coche. "¡Vamos!" le decían por radio a Leclerc a seis vueltas para ver la bandera a cuadros, pero en la 48, las ruedas del cavallino rampante terminaron por caerse para que Piastri acabara con cierta comodidad.

La peor parte la fiesta se la terminaron llevando Pérez y el piloto madrileño, que en su duelo por la ansiada tercera plaza ambos terminaron contra las protecciones tras tocarse en medio del adelantamiento del Red Bull, que por momento había perdido la posición. George Russell ocuparía su lugar tras correr con virtual safety car lo poco que quedaba. Un accidente que será investigado por la FIA y que supone un mazazo después de la gran carrera del español.

Parecida a la misión de Norris, que consiguió un heroico cuarto lugar superando a Verstappen a falta de dos vueltas, era también la de Lewis Hamilton, al que la decisión de añadir una nueva unidad de potencia al Mercedes, le costó tener que salir desde el pitlane. Pocos minutos antes de la carrera Toto Wolff ya avisaba que "los puntos serían un sueño", una fantasía que al final se terminó cumpliendo (9º).

La guerra de Aston Martin, en cambio, estaba algo lejos de esa primera línea, en la lucha por los puntos. Con Lance Stroll completamente fuera de juego, Fernando Alonso tenía que lidiar con el Williams de Franco Colapinto (8º), que ha logrado mantener durante todo el fin de semana un gran ritmo de carrera. Una pelea que terminó ganando la experiencia y veteranía del español, aunque no sin sufrimiento. La sexta posición supone puntuar, pero dada la dificultad de la carrera la escudería británica puede darse por más que satisfecha. "Sabéis a quién tenemos en el coche", afirmó positivamente Mike Krack antes de empezar.

Así fue el Gran Premio de Azerbaiyán, un circuito en el que "mientras tenga gasolina tu motor, tienes que pisar el acelerador".

Leclerc aprovecha la inercia de la victoria y logra la 'pole' en Bakú tras el batacazo de Norris y con Sainz tercero

Leclerc aprovecha la inercia de la victoria y logra la ‘pole’ en Bakú tras el batacazo de Norris y con Sainz tercero

Actualizado Sábado, 14 septiembre 2024 - 15:24

Tras la victoria de Charles Leclerc en Monza, muchos eran los nombres que podían protagonizar esta clasificación en el Gran Premio de Bakú. Aston Martin había sido la gran atracción de la semana con la confirmación del fichaje de Adrian Newey; McLaren, tras la pifia en Italia, tenía que solucionar los problemas internos y apagar definitivamente el fuego para acompañar a Lando Norris al campeonato y por último Ferrari, que quería confirmar la flecha para arriba y que, de nuevo, ha encontrado el premio con el monegasco. Excelente durante toda la jornada (1:41.365 s).

Pero en esta ocasión, no fue la rivalidad con Oscar Piastri lo que dejó atrás al aspirante Norris, sino un posible exceso de confianza del equipo de Andrea Stella, que no calculó bien la mejora progresiva de la pista y una mala última vuelta, provocada por una bandera amarilla en el último sector, lo que condenó al británico en la Q1 con un 17º puesto. Jarro de agua fría y primera gran sorpresa para la parrilla nada más comenzar. Un simple "lo siento", nada más volver al garaje, fue más que suficiente. No había mucho más que decir.

Los 'papaya' fiaban todo entonces a Piastri, que tenía que mantenerse firme entre los primeros para tener alguna opción en carrera y frenar así a un fuerte Carlos Sainz y los dos Red Bull que, ansiosos por volver arriba, se quedaron otra vez algo lejos. El australiano supo mantener el tipo. El campeón, por su parte, se sitúa "en ninguna parte" (6º), algo que él mismo ya pronosticaba y que Sergio Pérez, uno de los grandes dominadores del circuito, aprovechó para ponerse dos puestos por delante de él y terminar cuarto.

Franco Colapinto fue el otro gran nombre en esta jornada. El argentino logró meter a su Williams por primera vez entre los diez mejores. Una novena posición, por encima de Albon, que podrá disfrutar en carrera, aunque por delante tendrá a un Fernando Alonso que, con una grandísima vuelta en la Q2, consiguió quedarse a un paso de Lewis Hamilton y superar ampliamente a su compañero de equipo Lance Stroll (15º). "No esperábamos este rendimiento. Hemos dado más del máximo", señaló Mike Krack, jefe de la escudería verde.

El heptacampeón fue de nuevo superado por George Russell, que se queda también cerca del podio con un quinto puesto algo peligroso al estar entre los dos Red Bull.

Leclerc hace vibrar a los 'tifosi' con una heroicidad en medio de la decepción de McLaren

Leclerc hace vibrar a los ‘tifosi’ con una heroicidad en medio de la decepción de McLaren

Actualizado Domingo, 1 septiembre 2024 - 16:40

Y de nuevo vino la tormenta. Como en aquella carrera en Hungría. Quizás el paisaje era demasiado bonito para ser verdad o puede que las rencillas en McLaren no se hayan cerrado del todo. Pero lo que es cierto, es que Óscar Piastri ha dado en Monza otro golpe encima de la mesa de su compañero Lando Norris y que Charles Leclerc, con su Ferrari, lo ha aprovechado para animar la fiesta con una heroica victoria ante su afición realizando una estrategia brillante digna de una partida de ajedrez de Bobby Fischer.

El joven piloto australiano, que partía segundo, lo tenía claro desde la salida. No esperó ni un minuto. Agresivo y dominante sabía que era el momento de atacar y hábilmente, aprovechó para colarse, como una serpiente, por delante de su compañero y ponerse líder. También Leclerc aprovechó que el Mercedes de George Russell se salía por la escapatoria, y que el británico seguía en shock, para ganar posiciones y ponerse virtualmente segundo.

La carrera había cambiado por completo. Los nervios y la tensión de Norris se notaron en la vuelta 16 cuando, nada más entrar al box para hacerle un undercut a Leclerc, tuvo que bloquear ruedas para no chocarse con un bolardo. McLaren sacó los codos y Ferrari se intentó proteger dando entrada al monegasco. No sirvió para nada. "¿Para qué era eso?", exclamó el piloto de Ferrari al verse de nuevo por detrás de Norris al salir. Carlos Sainz, en su 30 cumpleaños, prefirió en cambio quedarse al margen y alargar su parada para evitar problemas y rascarle segundos a Max Verstappen.

No iba a ser un domingo fácil para el campeón. Era plenamente consciente desde la mala clasificación del pasado sábado y la apuesta de Red Bull por los neumáticos duros y dos paradas tampoco fue ser una solución efectiva para acercarse a su máximo rival. Fin de semana horrible para el neerlandés, que se tiene que conformar finalmente con un sexto puesto.

Pero toda la batalla estaba arriba. "Está permitido correr. Son las papaya rules", le decían a Norris por radio para animarle a atacar a su compañero. Mensaje captado. Pero la decisión, inesperada, por parte Ferrari de intentar aguantar a una parada con sus neumáticos duros al verse con un posible doblete en los cajones, obligó de repente a McLaren a hacer una auténtica machada. Tuvieron la decisión en su mano, pero era imposible aguantar.

Norris aceleró, Piastri necesitaba volar y Sainz protegió lo que pudo a su compañero para acabar al final cuarto. Leclerc tenía que resistir como fuese. Eran pocas vueltas, pero podían ser letales. Sudor, concentración, fuerza y bandera a cuadros. Lo consiguió. "En nuestra casa", exclamó emocionado al cruzar la línea de meta.

Aston Martin volvió a quedarse de brazos cruzados. Fernando Alonso luchó hasta el final para meterse en zona de puntos, pero Albon y Magnussen, sus principales competidores, fueron los que se llevaron el premio. "No saco nada positivo", apuntó después el asturiano. Tampoco Lance Stroll tuvo su mejor tarde, terminando en últimas posiciones.