El futuro del Atlético tras el fracaso del Mundial de clubes: Simeone, ¿y ahora qué?

El futuro del Atlético tras el fracaso del Mundial de clubes: Simeone, ¿y ahora qué?

"Vamos a ir a ganar el Mundial de clubes, ese es el objetivo". Con esa contundencia se expresaba Diego Simeone hace apenas dos semanas. Con la ilusión del club y de los aficionados del Atlético de Madrid por las nubes, pese a que el equipo se encuadraba en el grupo B del torneo, quizás el más complicado. A 25 de junio, la plantilla ya está de vacaciones, incapaz de pasar de la primera fase por una noche negra en una competición fugaz. "Si no tienes contundencia en torneos como éste, te vas", apuntó el técnico tras el insuficiente 1-0 de su equipo ante el Botafogo. Pese a conseguir seis puntos, el triple empate en la cumbre lo dejó todo en manos de los goles y los cuatro recibidos ante el PSG supusieron una losa insuperable y eliminatoria.

"Es una grandísima oportunidad para seguir evolucionando, para tener claro lo que necesitamos como club", dijo el técnico en la rueda de prensa posterior al partido contra los brasileños, la última de la temporada 2024/25. Pero hace falta que club y técnico coincidan en los intereses si, como expresó el Cholo en una entrevista previa que, además de estar "dejando un legado", "ya no alcanza con ser terceros". Un mensaje para propios y extraños.

Si es cierto que la ambición del técnico y el club han crecido de cara a las siguientes temporadas, la lógica dice que este verano tiene que ser al menos tan productivo a nivel de incoroporaciones como el anterior. En el curso pasado se planificó la temporada con una inversión que rondó los 188 millones en fichajes de relumbrón. A los 75 de la estrella Julián Álvarez, se suman los 42 de Conor Gallagher, los casi 35 de Robin Le Normand y los 32 de Alexander Sorloth.

"Hay veces que no estamos al nivel"

Para este año, el Villarreal será de nuevo un caladero para las ambiciones rojiblancas y Álex Baena tiene muchas posibilidades de jugar en el Metropolitano. También está muy avanzada la incorporación del bético Johnny Cardoso y entre ambos supondrán un gasto de unos 80 millones. A toro pasado, quizás se hubo de hacer un esfuerzo para acelerar su llegada para este torneo pese a que el club no pensara gastarse "10 millones de euros para un mes".

La evidencia fue que la plantilla se quedó corta para afrontar este torneo y que el arbitraje fue la excusa a la que agarrarse pese a que, en los tres partidos, tomaran decisiones manifiestamente contrarias a los intereses del Atlético. "No nos podemos centrar en los árbitros", lanzó Antoine Griezmann post partido y completó: "Hay veces que no estamos al nivel y hay que resolver eso".

Son autocríticas las palabras de un jugador, el francés, cuya calidad parece haberse esfumado de sus botas cuando, pese a tener el récord de goles de la historia rojiblanca con 198, hasta el 1-0 ante el Botafogo llevaba sin marcar desde el pasado febrero. No fue baladí el tanto que dio la victoria a este Atlético ya que gracias a él, el club ingresó 1,74 millones de euros que se suman a los que ya recibió por vencer al Seattle Sounders y a los casi 20 que le dieron por participar. Casi 23 millones en total.

Koke, abatido, tras el partido del lunes ante el Botafogo.

Koke, abatido, tras el partido del lunes ante el Botafogo.AP

Tras 12 temporadas consecutivas clasificando al equipo para Champions League y para el primer Mundial de clubes, el Cholo ha conseguido desde la parcela deportiva situar al Atlético en otro nivel. Sin embargo, el club y el entrenador necesitan plantear desde la actual estabilidad económica si el curso que viene se debe dar un paso más, como ya ha expresado el Cholo, para no estancarse.

El técnico argentino cuenta aún con dos años más de contrato, pero su figura ya no recibe el apoyo unánime de una afición cada vez más exigente. Desde el club no albergan ninguna duda sobre su figura y sus capacidades. En diciembre de 2011, fecha de su llegada al club, el presupuesto rojiblanco era cuatro veces menor que el de Real Madrid o Barcelona, los grandes transatlánticos de LaLiga. Hoy ese hueco se ha reducido a la mitad. Sin embargo, la hinchada del Metropolitano quiere más.

El imposible 12+1, el ramo de Margarita y los árbitros en el adiós del Atlético: "Revisaron una acción anterior para no pitar penalti, más de lo mismo"

El imposible 12+1, el ramo de Margarita y los árbitros en el adiós del Atlético: “Revisaron una acción anterior para no pitar penalti, más de lo mismo”

"Creo mucho en mis jugadores, lo han hecho 12 veces". Se refería Simeone a la (casi) imposible gesta que el Atlético debía acometer ante el Botafogo, campeón del Brasileirao y de la Copa Libertadores y líder del grupo B, el de la muerte. Las palabras no fueron acompañadas de hechos porque las veces a las que se refería el Cholo eran ante rivales bastante inferiores al Atlético como el Valladolid o el Valencia en LaLiga o el Sparta de Praga en Champions entre otros.

"Hacer seis puntos en el grupo no era malo, pero nos condenó el partido ante el PSG donde cualquier situación nos perjudicó", comenzó Diego Simeone sus primeras impresiones tras quedar eliminado en fase de grupos. Criticó el argentino los arbitrajes que ha sufrido el Atlético en este Mundial. "Hoy con el penalti, revisaron una acción anterior para no pitarlo... Más de lo mismo...", sentenció el entrenador.

Aunque los jugadores, o por no ver la jugada, o por no querer valorar la importancia de los colegiados, no entraron a valorar la actuación de los trencillas. Antoine Griezmann fue algo más allá y expresó: "Enfadado, porque tenemos más, pero no tenemos que enfocarnos en los árbitros [...] es un problema más profundo del equipo"

Arbitrajes aparte, técnico y jugadores señalaron al partido ante el PSG como el culpable de que el club vuelva a Madrid a las primeras de cambio. "Se ha dado todo en el segundo y en el tercer duelo, pero no en el primero y por eso no pasamos a la siguiente ronda", comentó Jan Oblak. Algo que secundaron Barrios y Llorente: "Ganar dos partidos de tres e irte a casa con seis no es plato de buen gusto", añadió el canterano.

El capitán, uno de los mejores en el terreno de juego con dos paradas milagrosas en las únicas llegadas claras de los brasileños, también quiso exponer la falta de suerte que han tenido a nivel ofensivo. "No ha sido suficiente, infelizmente el balón no ha entrado", expuso el cancerbero sobre quedarse a dos goles del objetivo para pasar de ronda.

Amuletos

Y eso que el club lo intentó todo dentro y fuera del terreno de juego para que el milagro se obrase. El propio Griezmann depositaba antes del encuentro el famoso ramo de Margarita, que adorna uno de los córners del Fondo Sur del Metropolitano, para intentar sumar cualquier elemento, cualquier amuleto, a la imposible causa que debían afrontar los rojiblancos.

"Yo cr3o", ponía el club en sus redes sociales para intentar incendiar a las masas. Pero las redes no juegan y el apoyo virtual no se siente como gustaría. Y más teniendo en cuenta que en las gradas había superioridad de brasileños (se esperaba que viajaran en torno a 15.000) que españoles.

No hubo gesta y debe haber reflexión en un equipo que fue insuficiente para competir en este Mundial de clubes que abandona a las primeras de cambio. Mientras otros clubes se reforzaban, el Atlético se conformó con lo que tenía porque este torneo "estaba en la planificación de la temporada en curso".

Un gol de Griezmann no sirve para evitar que el Atlético deje el Mundial por la puerta de atrás

Un gol de Griezmann no sirve para evitar que el Atlético deje el Mundial por la puerta de atrás

Había que volver al alambre. Había que jugar con más coraje y corazón que cabeza. ¿No es ese el lema del Atlético? Sin nombres nuevos, los viejos debían transformarse de corderos a leones. Sin red. A tumba abierta. Una pesadilla para Simeone, pero una oda al espectáculo. Había que invocar cualquier ayuda, incluso la de Margarita y su ramo. También a los demonios, el Botafogo de blanco, como el mayor enemigo. Pero no hubo suerte, ni contundencia, ni milagro. Tres goles eran muchos. Se despide el Atlético de este Mundial de clubes por la puerta de atrás. Era el grupo de la muerte, sí, pero ellos eran uno de los candidatos a llevar la hoz. Apenas un rasguño de Griezmann en el ocaso del partido. [Narración y estadísticas, 1-0]

Ver para creer, los primeros minutos fueron brasileños. Más toque, más pausa y sin agobio rojiblanco. Decía su capitán Marlon Freitas a este periódico que los "brasileños debían jugar con alegría". Y eso hacían. Sin prisas. Sólo aceleraban las contras y de qué manera. Imposible seguirles. Savarino se plantó solo ante Oblak y el esloveno salvó bien ese mano a mano. El Cholo pedía contundencia en las áreas y, de momento, había que conformarse con la de la propia.

En el primer balance, ese que se hace en el primer cuarto de hora, la sola idea de que el Atlético pudiera ganar por tres goles al equipo brasileño era una quimera. Mientras que ellos habían amenazado hasta en tres ocasiones la meta defendida por Oblak, los rojiblancos no habían tenido ni una opción. Quizás media, si contamos con el disparo de Gallagher que llegó tras una buena jugada ensayada del equipo del Cholo.

A quienes se veía más metidos era a los centrales. Le Normand y Lenglet perseguían a sus pares a campo propio para intentar robar arriba y generar peligro sin necesidad de construir. Los primeros 20 minutos de De Paul fueron los del hermano malo del argentino, esos que desesperaron al Metropolitano hasta que esta temporada se volvió a poner las pilas como hizo mediado el primer tiempo.

Hacía falta invocar a la suerte. Quizás si la moneda en el eslalon de Julián hubiera caído cara, César Ramos habría señalado penalti, y la vida se habría visto diferente. Pero salió cruz. Había que seguir remando pero, sobre todo, ganando duelos, porque eso es lo que decide los partidos y los brasileños se lo llevaban todos. Al menos pasada la media hora, el duelo se había igualado.

Pudo desigualarlo Julián por dos veces. La primera, tras una dejada de Sorloth a centro de De Paul. La segunda, no pudo embocar un pase filtrado de su compatriota. Pero cinco minutos después llegó un penalti por un pisotón a la Araña que el VAR anuló por un empujón previo muy leve de Sorloth. Si antes hablamos de la moneda, iban ya dos cruces.

Salió Griezmann tras el descanso para cambiar la suerte del equipo y la suya. Ambos necesitaban magia. Quedaban tres goles por meter con 45 minutos menos para hacerlo y quien agitaba la varita era De Paul, mucho más inspirado que en lo que iba de Mundial. Desde sus botas creció el Atlético, aunque también había que agradecer una mayor agresividad ya desde la salida de los vestuarios.

El cambio de Griezmann

El francés comenzó en la banda derecha, lugar desde donde lanzó varios centros sin ningún tipo de objetivo. Entonces, con la salida de Correa por Giuliano, el siete recuperó la izquierda y tuvo una gran opción tras ganar a su par, pero el balón se fue fuera por centímetros. Poco después fue Sorloth el que desperdició un gran centro de Llorente. La contundencia.

Las ocasiones, que en la primera mitad brillaban por su ausencia, caían una tras otra y, lo que es mejor para el Cholo, el Botafogo ya no amenazaba a la contra, hasta que en el minuto 66, casi en la única, Igor Jesús obligó a Oblak a hacer una parada antológica. Un susto para recordar que un gol mataba las ilusiones rojiblancas.

El reloj avanzaba inexorable entre centros que volaban sin rematador y ocasiones que circundaban la portería de John. Aunque en el 86, por fin, Griezmann encontró la portería brasileña. Poco tiempo para mucha gesta. El acoso no resultó y el Atlético se fue a casa por la puerta de atrás.

Marlon, un albañil del fútbol, capitán del Botafogo que reivindica el fútbol sudamericano: "Como brasileños tenemos que jugar con alegría"

Marlon, un albañil del fútbol, capitán del Botafogo que reivindica el fútbol sudamericano: “Como brasileños tenemos que jugar con alegría”

Es Marlon Freitas (Río de Janeiro, 1995) un albañil del fútbol y no como una característica peyorativa sino todo lo contrario. A través de él se construye el sorprendente Botafogo que está a punto de pasar de ronda en un grupo, el B, en el que estaba con el Atlético de Madrid, al que se enfrenta esta noche; el PSG, actual campeón de Europa, además del Seattle Sounders. Dos de dos victorias para el equipo actual ganador de la liga brasileña y de la Copa Libertadores. Antes de comenzar el Mundial de clubes, nadie contaba con el poderío de los equipos sudamericanos, pero, dos jornadas después, gigantes europeos se están llevando desagradables sorpresas. El conjunto de Simeone, además, está al borde de la eliminación.

"Sigo al Atlético hace tiempo, me gusta su filosofía, saben jugar y tienen siempre un alto nivel de intensidad en el campo", comienza el capitán del Botafogo, que es un gran admirador de Diego Simeone del que dice que "su sóla presencia sirve para motivar a los jugadores". Pero mientras que el Atlético del Cholo llega a esta última jornada con la necesidad de marcar tres goles o más ante los brasileños, éstos, siempre que el PSG gane su duelo ante el débil Seattle, sólo tienen que proteger la meta de John Víctor, algo que hicieron a la perfección ante el conjunto francés.

En una entrevista conjunta con varios medios internacionales, entre ellos EL MUNDO, Marlon dice que la clave de este Botafogo es que son "una familia". "Nadie nos preguntó si queríamos estar aquí, lo conseguimos con nuestro esfuerzo, y queremos aprovechar esta oportunidad con gran alegría y unidad, disfrutando como una familia, esa es la palabra clave, porque no se pueden ganar partidos con 11 jugadores, hacen falta 30", cuenta el futbolista sobre una máxima que han demostrado en este campeonato.

"ganar confianza"

Marlon no lo dice por decir, para él tiene una connotación muy importante. Hace tan solo seis meses, cuando se proclamaba campeón de la Libertadores, el brasileño se derrumbaba en el vestuario en homenaje a su padre. "No sé si merezco esto. Gracias, papá. Todo lo que hemos pasado juntos, se suponía que este momento llegaría. Me enseñaste a ser correcto, a nunca rendirme. Esto es por ti. Lo conseguí, papá. Lo conseguimos", dijo entre lágrimas. Su padre había fallecido en 2017, cuando el mediocentro estaba aún en las filas de Fluminense, donde comenzó su carrera.

Aunque jugó la mayor parte de su carrera en Brasil, también conoció Eslovaquia y Estados Unidos a través de dos cesiones. "Era muy joven y aproveché al máximo esa posibilidad", explica de su paso por el Fort Lauderdale, equipo B del Inter de Miami de la MLS. "Volver a los Estados Unidos para jugar este gran torneo me hace muy feliz. No es sólo una gran oportunidad para mí, también para el club y la plantilla así como para los fans", cuenta el jugador.

El primer encuentro les sirvió para "ganar confianza", pero es la victoria contra el PSG la que les ha brindado moral para conseguir grandes metas. "El fútbol es siempre 11 contra 11 y claro que clasificarse para la siguiente fase es un sueño, pero estamos acostumbrados a soñar a lo grande", revela un gran admirador de Vitinha, al que destaca como uno de los mejores jugadores de este campeonato. "Es un jugador muy talentoso. La dinámica que imprime al juego es increíble. Le he seguido durante mi carrera porque jugamos en la misma posición y es diferente", alaba.

Vítor Silva | Botafogo

Marlon reivindica el futbol brasileño en este Mundial de clubes, el más representado con hasta cuatro equipos compitiendo: Botafogo, Fluminense, Palmeiras y Flamengo. "Somos brasileños y, como tales, tenemos que competir con alegría, tenemos que disfrutar el momento y también entender nuestra responsabilidad porque la competición va a ser muy difícil", apunta sobre unos conjuntos que lideran los grupos A, B, D y F, una sorpresa y un golpe sobre la mesa en este campeonato de la FIFA.

Aunque si tuviera que definir a su equipo, del que es capitán, quizás lo describiría como un conjunto que "nunca se rinde" y que siempre "se apoya de manera solidaria". "Soñamos, queremos hacer historia y queremos ganar la Copa del Mundo de Clubes", apunta el jugador sobre las aspiraciones del equipo de un barrio de Río de Janeiro que hace tan sólo cinco temporadas estaba en Segunda División. "Se ha conseguido con trabajo duro, seriedad y dedicación y con la ventaja de que todo el mundo está deseando ayudar", explica a un paso de los octavos del Mundial de clubes.

El talismán Portillo y la reparación de Paunovic en la vuelta del Oviedo a Primera: "Dios da las misiones más difíciles a su gente más dura"

El talismán Portillo y la reparación de Paunovic en la vuelta del Oviedo a Primera: “Dios da las misiones más difíciles a su gente más dura”

Cuando Francisco Portillo (Málaga, 1990) controló el balón con la rodilla en el minuto 103, todo el mundo sabía lo que iba a ocurrir. El malagueño es como el rayo de luz que encuentras en medio de una tormenta que dura 24 años. Es un valor tan seguro como que el cielo es azul. Ayer más que nunca. Tardó el balón en botar dos descensos e innumerables desgracias, pero cuando el centrocampista lo empaló en un medio giro eterno, Raúl Fernández supo que su estirada iba a ser inútil. No se puede evitar el destino.

Portillo aterrizó en el Oviedo en noviembre del año pasado. Llegaba el malaguista libre, después de no encontrar equipo tras dejar el Leganés. "Estoy en una edad en la que quería dar un paso seguro y cuando salió Oviedo no lo dudé", dijo el jugador en su presentación. Llámenle cábala, casualidad o como quieran, pero cuando Roberto Suárez le firmó, el director deportivo sabía que compraba todas las papeletas para el sorteo de Primera. Todas. No existe futbolista que haya protagonizado cinco ascensos seguidos. Cinco.

Real Betis (2014-15), Getafe (2016-17), Almería (2021-22) y el citado Leganés (2024-25) han sido los clubes que le deben ese favor al futbolista de la ciudad del Sol. Tres ascensos directos y dos a través de playoff (Getafe y Oviedo), en unos con más y en otros con menos protagonismo, pero no cabe duda de que en la capital asturiana recordarán siempre a este joven centrocampista que puso fin al calvario del Oviedo. Un gol llevaba en 23 partidos hasta aquella noche del 21 de junio donde paró el reloj en el minuto 103 de partido y también los corazones de Miranda y Oviedo. Unos de tristeza, otros, de alegría.

Amigo de Santi Cazorla desde la época del Málaga, donde jugaron juntos, la carrera de ambos centrocampistas ha sido desigual, pero sus caminos y sus tantos, el 8 también anotó de penalti para empatar el partido en el Tartiere, se han vuelto a unir para aupar al Oviedo a Primera División después de que cayera de la máxima categoría en 2001, con Radomir Antic en el banquillo y Veljko Paunovic, su hoy entrenador, en el campo.

Otro que coincidió con Portillo fue César de la Hoz. Ambos jugaron juntos en el Almería, al que ascendieron, y luego el cántabro lo hizo en el Valladolid. ¿Adivinan qué consiguió también con el conjunto pucelano? Efectivamente. Si Portillo lleva cinco, De la Hoz suma tres con el de ayer. Si el Oviedo necesitaba de algo más que fútbol, con estos jugadores lo tenía sobradamente. Pero el centrocampista del Oviedo es el único que suma tantos. Hasta ayer, compartía esa suerte con otro malaguista como Antonio Benítez, con cuatro, aunque éste siempre con el Málaga CF.

Especialmente emotivo fue el abrazo de Portillo con Veljko Paunovic, el entrenador que tenía una deuda con la entidad tras el drama de Mallorca hace 24 años. Las vueltas que da el fútbol y las posibilidades de revancha. El serbio sustituyó en marzo a un Calleja que no terminó de dar con la tecla con el conjunto carbayón. En los 14 partidos que ha dirigido a los blanquiazules acumula nueve victorias, cuatro empates y sólo una derrota. Precisamente en el partido de ida ante el Mirandés en esta final por el ascenso. No habrá a estas horas nadie en Oviedo que se acuerde de lo que pasó en Anduva hace tan sólo una semana. ¿Por qué deberían? "Dios da las misiones más difíciles a su gente más dura", es el lema que el entrenador le había puesto a sus futbolistas bajo sus camisetas. No son gente dura, son "héroes" los jugadores del Oviedo como les llamó su técnico en la rueda de prensa posterior.

Concentración total

"Entendieron que en estos momentos tenía que dedicarme a algo que es más grande que todos nosotros. Cumplir y reparar un daño emocional más allá que el deportivo y profesional", contaba Paunivic quien ha estado estos tres meses viviendo junto a su cuerpo técnico en la misma casa y sin ver a su familia más que digitalmente.

El daño sufrido en Mallorca está reparado gracias a Portillo, a él y a quienes ya no están como Dubovsky o Antic, a los que el serbio también ha querido dedicar esta hazaña. El Oviedo es de Primera 24 años después.

El Oviedo es de Primera: adiós a 24 años en el lodo entre descensos administrativos, líos municipales y amagos de desaparición

El Oviedo es de Primera: adiós a 24 años en el lodo entre descensos administrativos, líos municipales y amagos de desaparición

Los jóvenes asturianos que han nacido en este siglo nunca han visto al Oviedo en Primera División. Han sido 24 años en el lodo superando todo tipo de desgracias administrativas, futbolísticas y económicas, pero este 21 de junio de 2025 ya se puede decir que la penitencia ha terminado en la capital del Principado.

Lo ha conseguido el equipo de Cazorla, la plantilla de Paunovic y la institución financiada por el Grupo Pachuca. Cada factor es importante dentro del hito que ha conseguido el conjunto carballón. La ilusión que trajo el hijo pródigo, la garra del entrenador serbio y la tranquilidad económica de la empresa mexicana han terminado por lograr algo que la temporada pasada se escurrió entre los dedos con la derrota en Cornellá.

Le terminó pesando al descarado Mirandés de Alessio Lisci -que va camino de Osasuna- el vértigo de pisar la máxima categoría del fútbol español, algo que no ha conseguido en su historia, pese a vencer en Anduva, en el encuentro de ida de esta eliminatoria a cara de perro. Pero los ovetenses hicieron un fortín de un Tartiere a reventar. 30.000 almas empujaron recordando los añitos que han pasado en el infierno.

Eso sí, no pudieron esquivar el sufrimiento. Se les alejó un poco más Primera en el minuto 16 cuando Panichelli cabeceó un centro de Iker Benito para agrandar el 1-0 de ventaja que logró el Mirandés en la ida. No tuvieron más remedio que tocar arrebato para encontrarle el agujero en la casi perfecta tela de araña que tejió Lisci. Entonces llegó un rebote a la mano de Reina en el área y Cazorla, desde el punto de penalti, no falló. Habían logrado igualar en el minuto 37, aunque seguían necesitando más y el Mirandés se lo intentaba complicar. Se agarraron entonces al guardameta Aarón para seguir vivos. Voló para salvar una falta directa de Izeta y atajó otro remate de Panichelli.

El Tartiere seguía respirando ilusión y estalló nada más arrancar la segunda parte cuando Ilyas, tras un ataque comandado por Hassan y dos rechazos de la defensa jabata, logró no solo igualar la eliminatoria, sino agarrarse a la ventaja que eso le daba para el ascenso: eliminados los penaltis, acabar 120 minutos en igualdad mandaba al Oviedo a Primera por mejor clasificación.

A eso jugó Paunovic, a un empate pese a que quedara más de una hora de partido, mientras la grada hiperventilaba, incluido el piloto Fernando Alonso, porque el Mirandés se descaraba. Pudo aliviarlos Alemao en una contra en el 84 que mandó al fondo norte. Había que encomendarse a la prórroga, donde bastaba con aguantar. Pero apareció Portillo para acabar con el miedo y plantar al equipo en Primera. En el añadido hubo dos expulsados, uno por equipos, Costas y Egiluz. Nada importaba ya. El objetivo, largamente deseado por los asturianos, estaba cumplido.

Un sinfín de problemas desde 2001

Se acabó un calvario que comenzó en 2001 con la caída a Segunda División de la mano del difunto Radomir Antic, un técnico que el año anterior ya había bajado con el Atlético. Después llegó el descenso administrativo a Tercera por los impagos a jugadores y el conflicto con el ayuntamiento que desembocó en el cisma futbolístico de la ciudad, con el consistorio apoyando la creación de un 'nuevo' Oviedo, rebautizando al Astur como Oviedo Astur Club de Fútbol.

Entonces, los aficionados recondujeron la situación alcanzando el mayor número de abonados de la categoría, superando los 10.000. Se arregló la disputa con el consistorio y desapareció la dualidad de clubes. No obstante, las deudas de la entidad la pusieron al borde de la desaparición en 2012 hasta que una campaña liderada por los periodistas Sid Lowe y Paco González consiguió introducir nuevos inversores en el club, entre ellos el multimillonario mexicano Carlos Slim.

Hace precisamente una década que el club milita en la Segunda categoría del fútbol profesional. Un periodo en el que los azulones siempre han transitado en mitad de tabla, con algunos años rozando el playoff de ascenso, hasta que la entrada de más capital mexicano, concretamente del Grupo Pachuca, les ha dado el empujón para asaltar esa ronda eliminatoria.

El liderazgo de Cazorla

El Oviedo se ha impuesto a la edad de Cazorla, una estrella en su etapa final que quería vivir este momento «esté o no en el campo». «Es el partido más especial de mi carrera», dijo el doble campeón europeo con la selección española. Se ha impuesto a la designación de Sesma Espinosa, un árbitro, el riojano, con el que nunca habían podido ganar. Hasta este sábado. Y también a la opinión de Javier Tebas, que opinaba que el ascenso del Mirandés sería «un relato histórico que no sé cuántos años tardaríamos en ver».

Los ovetenses han roto también la maldición del tercer puesto, esa que desde 2018 dejaba a los equipos que perdían el ascenso directo la doble decepción de no conseguirlo tampoco en el playoff. El último había sido el Getafe en 2017. Contra maldiciones, contra desgracias, contra malas gestiones, contra enfrentamientos municipales, contra viento y marea, el Oviedo acompañará al Levante y al Elche a Primera División. La pregunta es si Cazorla seguirá vistiendo de blanquiazul. De momento, el sueño propio y de la capital del Principado lo ha cumplido.

España se queda sin venganza y se despide en cuartos de final

España se queda sin venganza y se despide en cuartos de final

A veces los ánimos de revancha pueden pesar en la cabeza y en el corazón. No es bueno guardar el rencor dentro porque se enquista y puede nublar las intenciones. La ventaja es que no queda nadie de aquella final perdida en Georgia hace dos años frente a Inglaterra. Son las vicisitudes de la sub'21, vive en permanente y dinámica rotación. Queda el seleccionador, Santi Denia, que no lo ha olvidado y guardaba, como gran reto, conseguir el sexto europeo para nuestro país y desempatar con Italia en la cumbre. Ya no podrá ser. [Narración y estadísticas, 1-3]

España comenzó con un ciclón. No se habían cumplido 100 segundos y ya acumulaban tres disparos a puerta. El último, un golpeo de Diego López que impactó en el brazo de Cresswell, penalti de campo, anulado por el VAR. Absolutamente impredecible esto de las manos y más cuando el chut del asturiano iba destino portería. Pero ese empuje fue un espejismo fugaz, enseguida Inglaterra tomó el mando.

Denia salió con su plan A. Los once futbolistas fijos salvo el cambio obligado de Bueno por la lesión de Martín, ya en la primera jornada, y el de Moleiro por Torre, valorando el crecimiento del canario en el torneo. Jugadores que tenían ante sí el reto de volver a remontar, como hicieran ante Rumanía, ya que perdían por dos goles antes del minuto 15. El primero lo embocó McAtee a la salida de un córner tras varios rebotes. Y el segundo lo hizo Elliot aprovechando el rechace de Iturbe a un disparo de Quansah desde la frontal después de que Pubill se durmiera y habilitara a la estrella británica.

Los goles no generaron rabia en España sino que dieron más alas a los ingleses que salían sin dificultad de la tímida presión española y amenazaban la portería de Iturbe con un equipo, el de Denia, que parecía en shock. Dos faltas seguidas de Tárrega parecieron despertar un poco a los españoles. Mostraron al resto que hacía falta colmillo si no se querían ir a las primeras de cambio.

Los españoles encerraron a los británicos y en una gran combinación de Moleiro, Guerra y Joseph, el balón terminó en los pies del canario que regateó en una baldosa y forzó el penalti del futbolista del Liverpool. Anotó el valencianista y casi repite un minuto después con un disparo desde fuera del área. Ya llovía menos y las dinámicas, eso que tanto le gusta repetir a los entrenadores, habían cambiado.

El descanso sentó bien a los ingleses queamenazaron en dos córners y comenzaron a salir con más peligro. España estuvo dormida hasta la salida de Jauregizar y Moro, especialmente el segundo, un gran animador de encuentros, aunque estaba algo tocado de un muslo. El jugador del Valladolid brindó el empate a Guerra tras una pared con Moleiro. Pero el valencianista estrelló su doble remate en las manos de Beadle.

España volcó su juego descaradamente a la banda derecha porque Moro se iba todas las veces de su par, pero le empezó a faltar algo de continuidad y eso daba aire a los ingleses. En ese periodo de zozobra, a punto estuvo Inglaterra de alejar definitivamente las semis tras un saque de esquina, pero el remate de Hinshelwood se fue alto.

Faltó juego

Salió Jesús Rodríguez para equilibrar el ataque español y reactivar a los de Denia. Necesitaban más vértigo en los minutos finales y, sobre todo, más presencia en campo rival. Pero la continuidad no llegaba y las opciones pasaban por centros laterales muy complicados para Roberto, que había salido por Joseph, ante los corpulentos centrales británicos.

España se volcó buscando el empate que forzara la prórroga, pero la defensa inglesa era un muro y sus contras, muy amenazadoras. El acoso se quedó sin premio y la Rojita sin venganza. Un penalti en el descuento fue la puntilla. Lo anotó Anderson. Denia, que fue amonestado en el descuento, no podrá cumplir su sueño de lograr el sexto europeo y desempatar ante Italia en la cumbre de la sub'21. Una lástima, pero le faltó juego a esta Rojita.

El famoso gol de Atilano en otra lucha por el ascenso entre Oviedo y Mirandés: "Lo nuestro fue sólo un equipo asturiano que fastidió a Miranda"

El famoso gol de Atilano en otra lucha por el ascenso entre Oviedo y Mirandés: “Lo nuestro fue sólo un equipo asturiano que fastidió a Miranda”

Atilano Agüería (Muncó, Siero, 1953) podría ser un abuelo cualquiera que va a recoger a sus nietos al colegio para llevarlos a las instalaciones del Astur, donde entrenan ambos al fútbol. A sus 71 años ya se ha jubilado tras más de 40 trabajando en el ayuntamiento de la localidad asturiana de Pola de Siero, una población que dista casi lo mismo de Gijón que de Oviedo. Pero no son los gijoneses los que le tienen en su memoria pese a que "él es un poco más del Sporting", según revela a EL MUNDO, sino los carbayones por una hazaña que protagonizó hace justo 46 años.

A él siempre le gustó el fútbol y, tras comenzar en el club de su localidad, fichó por el Langreo de Segunda B donde el destino le tenía reservado un momento histórico un 17 de junio de 1979. Los langreanos ya habían conseguido la salvación ese año y en la última jornada iban a ser jueces del equipo que ascendiera a Segunda División. Los contendientes, les sonarán, eran el Oviedo y el Mirandés.

Los burgaleses tenían la sartén por el mango puesto que con un empate en esa última fecha les valía para alcanzar por primera vez en su historia el fútbol profesional. Los azulones, por contra, debían ganar al Pegaso y esperar que el Mirandés no puntuase contra, precisamente, el Langreo de Atilano. "Todavía me acuerdo de todo, son partidos especiales", rememora a este periódico.

"delantero reconvertido en lateral"

El primer detalle que le viene a Atilano sobre ese día es cuando paseaba por el campo de Anduva junto a un compañero y se encontraron a un señor con un bidón gigante con botellas de sidra y champán dentro. "No eches mucho hielo a ver si se te va a derretir", le gritó en broma su colega. Un grito que se convertiría en una premonición algunas horas después.

La última jornada de 2ªB comenzó unificada para que no tuviera ventaja ninguno de los aspirantes. "Nosotros íbamos allí a ganar y encima podíamos beneficiar a un equipo asturiano, me daba igual que fuera el Oviedo", cuenta Atilano. Transcurridos los primeros 45 minutos, la cosa pintaba mal para los carbayones, ganaba el Mirandés y ellos no habían conseguido marcar ante el Pegaso. Entonces anotó Herbera para los azulones en el 70 y 10 minutos después hacía lo propio Manzano para el Langreo. Pese a la unificación horaria, los ovetenses se iban a la caseta con el partido empatado en Miranda en su recta final. "El Oviedo tardó en meter su gol y nunca imaginó que íbamos a marcar, pero esperaban todos en el vestuario", explica el ex futbolista.

Así que llegó ese momento clave en la vida de un jugador y que comenzó con Atilano, un "delantero reconvertido en lateral derecho", haciendo una diagonal hacia el centro donde llegó al pase atrás de Mortera y empaló a gol desde la frontal. "Cuando metí el tanto pensé: 'Ay vamos a tener lío para salir'. Pero a nosotros nada, ni un mal silbido. La afición la tomó con el Mirandés'", describe.

Héroes o villanos

El Tartiere se desbordó de alegría y los jugadores retornaron al césped para festejar con los aficionados que esperaron confiando en el milagro y los que retornaron al campo tras iniciar la vuelta a sus hogares. "Me llamaron muchísimos amigos de la Pola después del partido para felicitarme", apunta un ex futbolista que volvería al campo del Oviedo unos días después para jugar un amistoso contra el club azulón. "Fue un agradecimiento por haber conseguido el ascenso y luego nos invitaron a cenar en un llagar de Colloto", revela Atilano sobre la 'supuesta' prima que recibieron por derrotar al equipo burgalés.

Casi medio siglo después no habrá intermediarios para dilucidar el equipo que ascienda no al fútbol profesional sino a Primera División, categoría que el Mirandés no ha pisado en toda su historia. "Con la ventaja del campo, yo creo que el Oviedo lo tiene en su mano y va a conseguir el ascenso", predice el ex jugador, pero no se quiere mojar en quién será el héroe que logre obrar ese "nuevo milagro". "Que fuera Santi Cazorla sería el colofón porque el hombre dio y da todo lo que tiene", desea.

Este 21 de junio, es el partido de vuelta en el Tartiere entre Oviedo y Mirandés con ligera ventaja para los visitantes que ganaron 1-0 en Anduva. Pero, como dice el ex futbolista y ex entrenador del Siero, Navia, Tuilla y Sariego, entre otros: "Lo nuestro fue sólo un equipo asturiano que fastidió a Miranda". De hecho, el equipo burgalés volvió a Tercera años después mientras que el Oviedo alcanzó la Primera División. El sábado será una moneda al aire. Si cae cara, ambas hazañas serán recordadas por Atilano y sus compañeros de la selección asturiana, en la que jugó con 16 años, y con los que se sigue juntando, "menos tres que ya no están", en cualquier llagar de la zona, quizás el de Colloto. Si cae cruz, el Mirandés habrá podido consumar la venganza del gol de Atilano.

España firma las tablas y el liderato contra una Italia que amenazó al final

España firma las tablas y el liderato contra una Italia que amenazó al final

Son partidos que da gusto jugarlos, en los que queda la honra y tener, por poco, un cruce algo más cómodo que el otro, dependerá también de cómo queden Alemania e Inglaterra este miércoles. Diez títulos europeos sub'21 sobre el campo y ambos soñando con romper el empate en la cumbre en este torneo de Eslovaquia. Finalmente, tablas de justicia. [Narración y estadísticas, 1-1]

Dos estilos diferentes sobre el campo que se vieron pronto. La contención transalpina, con sus dos victorias por la mínima, y el vértigo español, con los mismos puntos, pero más tantos anotados, aunque con sendos sustos frente a Eslovaquia y Rumanía. Esos guarismos permitían a España buscar el liderato tanto desde el empate como desde la victoria.

Los dos equipos formaron con sus onces menos habituales, pero había ganas de ver las bandas españolas con Jesús Rodríguez y Raúl Moro rompiendo defensas. En 10 minutos habían ambos desbordado a sus pares al menos un par de ocasiones. Aunque el primer disparo a puerta fue de Fazzini, con poco se le acercan a portería a esta selección de Santi Denia, algo a mejorar de cara a los cruces donde ya puedes quemarte si juegas con fuego y este equipo ya lleva dos duelos haciéndolo.

La primera mitad fue pareja, con más colmillo español, especialmente por parte de un Moro inspiradísimo, pero más posesión transalpina. Sin ocasiones claras salvo la doble de la que dispuso Italia diez minutos antes de los vestuarios. Una pared entre Kayode y Doumbia puso al primero ante Cuñat pero algo escorado. El portero español respondió bien ante el extremo y el disparo posterior de Ghilardi se fue alto.

La segunda mitad comenzó como un espejo. Ningún equipo salió de la caseta dispuesto a dar un paso adelante. Pesaban las ganas de seguir invictos hasta que las bandas españolas conectaron entre sí con permiso de Moleiro. Conducción del canario para Moro a la espalda de Doumbia y pase atrás para la llegada de Jesús, que fusiló a Zacchi. Quedaba mucho, pero Italia debía meter dos goles para asaltar el liderato.

Consiguió el primero sólo cinco minutos después. Lo hizo Pisilli tras un error de Pablo Marín. El italiano controló un pase largo con el español en la chepa, pero el jugador de la Real decidió entrarle en lugar de aguantarle, se comió el amago y el extremo se marchó hacia Cuñat desde un costado y la puso por dentro de la base del poste.

Acoso final

Volvía la igualdad, volvían las cábalas acerca de intentar evitar a la goleadora Alemania o a la vigente campeona, Inglaterra. De tocar los británicos sería la revancha de la final del último campeonato disputado en Rumanía y Georgia. Los goles parecieron apagar los ánimos colectivos y se dejaban las ofensivas a jugadas aisladas como un disparo que cazó Roberto fuera del área, pero le salió muy centrado. Y un rechace de Turicchia al que respondió bien Cuñat.

Ya en el tramo final Italia apretó más buscando ese gol que necesitaban, pero tampoco a tumba abierta. Quedaban tres partidos, los importantes, y tampoco era cuestión de derrochar energías por un primer puesto simbólico.

Así convirtió Luis Enrique al PSG en una máquina perfecta: "Es un líder que se ha ganado la credibilidad"

Así convirtió Luis Enrique al PSG en una máquina perfecta: “Es un líder que se ha ganado la credibilidad”

Tres equipos han deslumbrado en Europa: uno en todo el continente y otros dos, principalmente, en sus competiciones domésticas. PSG, Liverpool y FC Barcelona han sufrido una transformación de un año a otro. No han sido los futbolistas los responsables sino la llegada o consolidación de entrenadores que han impuesto sus ideas por encima de los privilegios de ciertos jugadores.

El equipo francés comenzó el Mundial de clubes como terminó la temporada: ganando. Ha logrado todos los títulos del curso y es favorito también para este. Lo ha hecho, además, justo el año en que Kylian Mbappé dejaba su disciplina. Luis Enrique ya avisó que mejoraría al equipo tras la salida del francés: "Tener un jugador que se movía por donde él quería implica que hay situaciones de juego que yo no controlo. Este año las voy a controlar todas. Prefiero once que piensen juntos a uno que rompa el mapa por talento", avisó.

"Decirlo es fácil, lo difícil es llevarlo al césped", alaba Antonio Castaño, director académico de la Escuela de Entrenadores de la RFEF y explica: "Hoy no hay nadie que pueda permitirse tener jugadores que en una fase del juego, la defensiva, no participen". Y los once del PSG lo han hecho y de qué manera. De la final ante el Inter de Milan, muchos como Castaño recuerdan más las carreras de 70 metros de Kvaratskhelia para recuperar posición que los regates en área italiana, como hizo también ante el Atlético.

"Un instante en perderla"

Por citar otro nombre propio, Desiré Doué, aunque no brillara ante los rojiblancos, tiene uno de los mejores ratings defensivos del equipo del asturiano. Es el sexto que más disputas gana y el tercero en faltas cometidas. Ese compromiso, Castaño dice que se resume en una frase: "Es un líder que se ha ganado la credibilidad" y añade que esta credibilidad "tardas una vida en ganártela y un instante en perderla". Habrá que valorar este Mundial y, especialmente, la temporada siguiente, pero parece que la fe en Luis Enrique es total.

La mejora del rendimiento colectivo afecta al individual y, volviendo a Doué, el francés ha sido el tercer jugador que más se ha revalorizado este año empatado con el segundo. Su precio ha crecido 60 millones de euros igual que el del barcelonista Pedri. El que lidera esta clasificación, claro, es otro culé que ha deslumbrado al mundo, Lamine Yamal, con un crecimiento de 110 millones de euros.

En el top-20 también están Cubarsí (6º, +50 millones) y Raphinha (14º, +40 millones), pero no hay futbolista del Barça que no se haya revalorizado este año y eso es gracias a la llegada de Hansi Flick. "Cuando un equipo a nivel colectivo funciona bien, todos los individuos se ven beneficiados en su rendimiento, el nivel parece más alto", explica Castaño.

Hansi Flick, en un entrenamiento del Barça.

Hansi Flick, en un entrenamiento del Barça.AFP

Y el equipo del alemán ha sido un reloj con una defensa que, a juicio del director académico de la RFEF, daba "una sensación angustiosa" por su altura. "La ventaja es que tienes más espacio para robar al rival cuando pierdes la pelota", apunta Castaño y cree que Flick "ha exagerado" la obsesión de Guardiola del 3-5, intentar robar la pelota en menos de tres segundos y finalizar en cinco.

Hay una cuestión táctica que, será por la estancia de Luis Enrique en el club barcelonista, o será por el sello del asturiano pero, tanto Barça como PSG, tienden a juntarse hacia los delanteros y no hacia los defensas. "Lo que vemos en la tele es donde está el balón, pero no vemos como una presión adecuada arriba sube la línea de defensa", apostilla el entrenador.

Beatles y Rolling Stones

Otro de los equipos que se ha construido a imagen y semejanza de su entrenador es el Liverpool de Arne Slot. "Un equipo se tiene que parecer al entrenador, como los perros al dueño, el suyo es más los Beatles y el de Klopp, los Rolling Stones", comienza Castaño sobre un conjunto red que ha ganado con holgura en la Premier, pero que fue descabalgado a las primeras de cambio por el PSG de Luis Enrique en la Champions. "Han cambiado la visceralidad por la racionalidad", razona el director académico de la escuela de entrenadores de la RFEF sobre un técnico que se ha unido a la lista de debutantes que antes han alcanzado 20 victorias con su equipo en la liga inglesa, el holandés tardó 24 duelos.

Otro de los cambios aplicados al Liverpool y que se diferencia de PSG y Barça es la presión defensiva que no es inmediata sino que se produce cuando el potencial robo sea en una zona peligrosa del rival. "A veces dejan dar dos o tres pases antes de ir a por el balón", apunta Castaño. Y han cambiado también las transiciones veloces y "a tumba abierta" por tener un poco más el balón para "descansar" con él.

Tres equipos, tres técnicos que han dado la vuelta a sus plantillas y las han revalorizado. Pero sólo uno podrá mostrarlo al mundo desde Estados Unidos. Luis Enrique ya ha empezado desde el primer duelo.