El tobillo de Mbappé, la sonrisa de Vinicius y el enfado del Villarreal con el árbitro: "Si es difícil ganar en el Bernabéu, con estas cosas más"

El tobillo de Mbappé, la sonrisa de Vinicius y el enfado del Villarreal con el árbitro: “Si es difícil ganar en el Bernabéu, con estas cosas más”

"He jugado muy bien y quiero seguir así". Vinicius Júnior recuperó la sonrisa en el sábado noche del Santiago Bernabéu y el Villarreal mostró su rabia. El brasileño, superada ya la polémica de sus partidos saliendo desde el banquillo, sumó su quinta titularidad consecutiva y anotó su primer doblete de la temporada, acumulando ya cinco goles en Liga. "Quiero seguir con esta confianza y hacer cada vez más".

"Vini ha hecho un muy buen partido, una actuación decisiva. No solo por el primer gol, sino por la primera parte, el desequilibrio que ha tenido... Me gusta cuando le veo sonreír y disfrutar, ha estado cerca del hat-trick que hubiera redondeado su partido", destacó Xabi Alonso.

En el submarino, la sonrisa irónica de Marcelino García Toral al ser preguntado por la labor del árbitro fue constante en cada una de las cuestiones que lanzaron los periodistas. "No voy a hablar del árbitro", repitió, aunque su tono y sus frases dejaban caer el enfado por el penalti de Marín a Vinicius que dio lugar al 2-1 y especialmente por la segunda amarilla a Santiago Mouriño antes del 3-1, aunque el jugador se había arriesgado a varias tarjetas en la primera parte.

"Le facilitas al rival ponerse por delante en el marcador. La segunda amarilla... Que lo vea el CTA y decida. Seguro que estuvo todo bien", comentó. "Aunque me hagáis 200 preguntas del árbitro no voy a hablar. Si hay tantas, algo raro pudo pasar", añadió. En el césped, Santi Comesaña fue más contundente: "Para pitar el penalti tiene que ser algo más. Nos hace muchísimo daño y es que solo hay que ver cómo se tira, con los dos pies por delante. Y la expulsión igual. Mouriño sólo se pone delante. Si es difícil ganar en el Bernabéu, con estas cosas, más", declaró el centrocampista del Villarreal.

El 2-0 tuvo su miga en el lado del Madrid. Mbappé, que ha marcado cuatro penaltis esta temporada, dejó tirar el penalti a Vinicius. Una decisión hablada entre los futbolistas y que no fue elección de Alonso, que en rueda de prensa dejó claro que el francés era el lanzador principal del equipo. "Han decidido ellos. El lanzador sigue siendo Kylian. Hoy ha sido su decisión", comentó el técnico.

Cuestionado sobre la labor arbitral, Alonso fue irónico: "Si Marcelino no ha querido hablar, yo tampoco". Y elogió el partido de sus futbolistas: "Había que trabajar el partido. En la primera parte nos ha faltado velocidad para girar y atacar el lado contrario", describió.

Las lesiones de Mbappé y Mastantuono

El partido dejó la duda sobre el estado físico de Mbappé y Mastantuono. El francés se retiró en el minuto 83 tras hacerse daño en el tobillo en la acción del tercer gol del Madrid. Se tiró en el suelo, se tocó el tobillo y pidió que entraran las asistencias. Se retiró por su propio pie, con evidentes signos de dolor, y su presencia con Francia en el parón de selecciones es más que dudosa. Según el Madrid, sufre un ligero esguince en su tobillo derecho.

En una situación parecida está Mastantuono, que terminó cansado el partido y siendo sustituido por Brahim en el tramo final. El argentino, convocado por la albiceleste, sufre una pequeña sobrecarga en los isquios, según el club, por lo que su viaje a Argentina no está asegurado. "No podemos decir ahora mismo si van a ir con sus selecciones o no", dijo Xabi, pendiente de las pruebas médicas que pasarán sus futbolistas este domingo.

El último protagonista del duelo fue Fede Valverde, lateral derecho titular del Madrid por orden de Alonso, a pesar de toda la polémica que rodeó al uruguayo durante toda la semana. "A mí no me lo dijo (que no quería jugar de lateral). Todos hemos visto cómo ha jugado de lateral y puede jugar en varias posiciones. Fede es muy generoso con el equipo. Le gusta sentirse útil e importante y eso es lo que queremos. No ha puesto ningún impedimento en ningún momento", señaló el tolosarra.

Vinicius y Mbappé neutralizan la rabia del Villarreal

Vinicius y Mbappé neutralizan la rabia del Villarreal

El Madrid consiguió ante el Villarreal una victoria de peso. De esas que son casi un parto ante un rival de Champions que jugó de tú a tú contra los blancos. El alivio de Almaty es ahora oxígeno antes del parón por los compromisos internacionales tras los goles de Vinicius, que anotó un doblete sanador, y de Mbappé, pichichi, ante el submarino, que metió miedo con el tanto de Mikautadze y protestó el penalti del 2-1 y la roja a Mouriño. [Narración y estadísticas (3-1)]

Xabi Alonso usó la alineación para mandar un mensaje contundente: «Aquí mando yo». Después de la polémica de los últimos días alrededor de Fede Valverde, que ha reconocido en varias ocasiones que no le gusta jugar de lateral derecho y que incluso «no he nacido para jugar ahí», el técnico tolosarra le entregó al uruguayo, capitán, el carril derecho. Como en la polémica de Vinicius y sus cambios, Alonso se mantuvo firme. Además, Xabi dejó en el banquillo a Bellingham, titular en el Metropolitano, y a Camavinga para apostar por Ceballos y Mastantuono, ojito derecho del entrenador en estas primeras semanas.

Y el argentino respondió con intensidad y fútbol. Fue el mejor del Madrid en una primera parte en la que los blancos fueron de más a menos. Sometieron al Villarreal, que apareció sin Mikautadze ni Pépé, sus estrellas, y pudo adelantarse en el marcador a través de la cabeza de Tchouaméni o el pie izquierdo de Mastantuono, pero el submarino aguantó y terminó teniendo las mejores ocasiones del primer tramo cuando el Madrid bajó el ritmo de juego.

Oluwaseyi, ante Courtois

Mastantuono hizo suyo el partido con sus diagonales desde la banda derecha. Muy activo a la hora de amenazar a su par, el argentino hizo de conexión entre el centro del campo y la delantera ante la apatía de Güler, más desaparecido en la noche del sábado.

Tchouaméni tuvo la más clara del Madrid en el minuto 21, pero su cabezazo tras centro de Vinicius se marchó rozando el palo izquierdo de Tenas. Esa ocasión aceleró a los locales, que presionaron alto en varias jugadas y pudieron marcar. En el 22, Veiga salvó ante un remate de Mastantuono después de un robo de Ceballos y en el 26 un buen centro del argentino lo sacó Comesaña cuando Tchouaméni se preparaba para marcar.

A partir de ahí, bajón madridista y empuje castellonense con Oluwaseyi como punta de lanza de sus contraataques. El delantero canadiense tuvo en el 40 el mejor intento de los visitantes. Una transición rapidísima en la que le ganó en velocidad a Militao y Huijsen y erró ante Courtois, que se hizo gigante en el mano a mano y aguantó sus amagos.

La acción de Mourinño ante Vinicius castigada con la segunda amarilla.

La acción de Mourinño ante Vinicius castigada con la segunda amarilla.AFP

El primer tiempo terminó con el partido roto, con el Villarreal llegando fácil hasta los dominios de Courtois y con Mastantuono, otra vez, rozando el gol ante Tenas. Tras el descanso, Xabi olió sangre en el perfil de Mouriño, con amarilla ante Vinicius, y en la primera jugada el Madrid encontró el gol. El brasileño encaró a su par, le regateó fácil ante el miedo del defensa a la segunda tarjeta y su disparo tocó en Comesaña para despistar a Tenas.

El Villarreal se desperezó con Mikautadze y Pépé, que entraron en el descanso y fueron un tormento para Militao y Carreras. Su velocidad fue la mejor arma de un Villarreal que siguió aprovechando las transiciones rápidas, pero que se encontró con un penalti de Rafa Marín sobre Vinicius en el que el brasileño, lanzador en lugar de Mbappé, puso el 2-0. El canterano madridista trabó con la pierna derecha al delantero y Cuadra Fernández pitó penalti. Protestó el Villarreal, pero el VAR no cambió la decisión del árbitro.

Mbappé, con un golpe en el tobillo

Vinicius definió abajo, a la derecha de Tenas, que rozó la pelota pero no acertó a detenerla, y sumó su primer doblete del curso. El gol noqueó al Villarreal durante dos minutos, los que tuvo Bellingham para sentenciar el choque. El inglés, que entró por Güler, falló dos ocasiones claras ante Tenas y dio aire a los visitantes, que recortaron distancias al minuto siguiente con un buen tanto de Mikautadze desde la frontal.

El Madrid entró en dudas por un instante, pero la rabia fue del Villarreal, que protestó la segunda amarilla a Mouriño por un manotazo a Vinicius. Como en el penalti, el VAR confirmó la decisión del árbitro y dejó a los de Marcelino con uno menos. Autopista para los blancos, que fallaron varias claras pero sentenciaron con el gol de Mbappé a pase de Brahim antes de irse lesionado por un golpe en el tobillo.

El Madrid se pone líder con 21 puntos, dos por encima del Barça, que este domingo visita al Sevilla.

Xabi Alonso y si le molestó la ausencia de Fede Valverde en el calentamiento ante el Kairat: "Quiero que todos participen"

Xabi Alonso y si le molestó la ausencia de Fede Valverde en el calentamiento ante el Kairat: “Quiero que todos participen”

La ausencia de Fede Valverde en el calentamiento previo al partido contra el Kairat Almaty sigue dejando titulares en el entorno del Real Madrid. En la previa del duelo ante el Villarreal, Xabi Alonso volvió a responder cuestiones referidas al caso del uruguayo, portavoz del equipo en la rueda de prensa previa a la cita de Champions, suplente en el encuentro y ausente durante el rondo de suplentes en el calentamiento de la plantilla sobre el césped.

"Es algo que nos gusta (el rondo de suplentes) y creo que es bueno porque hay que estar preparados para cualquier cosa. Para nosotros es importante y quiero que todos participen", respondió, añadiendo de nuevo "quiero que todos participen" al ser preguntado por si le molestó la ausencia de Valverde.

Otro de los debates de esta semana es si el uruguayo se ha negado a jugar de lateral derecho, más allá de admitir en numerosas ocasiones que no le gusta, algo que el tolosarra ha negado ante los medios. "Ningún jugador me ha dicho nunca que no quiera jugar en una posición. Ni él, ni Rodrygo ni Vinicius. Eso no ha pasado. Todos están con muy buena predisposición y luego yo decido en base a lo que es lo mejor para el equipo. Eso quiero dejar claro", declaró.

Alonso aseguró que Valverde "está preparado para mañana, como todos". "Sabemos lo importante que es el partido y lo importante que es para el equipo", insistió sobre el partido ante el Villarreal, tercero en la Liga a dos puntos del Madrid. "Volvemos a casa contra un equipo que está en un buen momento. Necesitamos dar un gran nivel colectivamente e individualmente porque son partidos importantes", dijo.

La noticia deportiva de la mañana fue la ausencia de Jude Bellingham en la lista de convocados de la selección inglesa para el siguiente parón internacional, lo que permitirá al británico quedarse en Valdebebas para seguir mejorando su puesta a punto tras la lesión de hombro. "Es cuestión de tiempo que vuelva a una convocatoria, lo hará en la siguiente. Jude está mejor de la lesión, con ganas de sumar y aportar. Es cuestión de tiempo que vuelva a su mejor nivel", comentó el vasco, que reconoció que la relación de los fisios con los jugadores y la de estos con los seleccionadores es la clave en estos casos.

"Normalmente los jugadores nos transmiten la información y tenemos la puerta abierta hacia los seleccionadores. Intento colaborar y los preparadores físicos tienen más contacto para controlar cargas. Lo de Jude estaba decidido con la selección", añadió.

Un calentamiento que no fue, las manos en la espalda y una ley no escrita en el Madrid: las claves de la tensión con Fede Valverde

Un calentamiento que no fue, las manos en la espalda y una ley no escrita en el Madrid: las claves de la tensión con Fede Valverde

Es como una ley no escrita. En el Real Madrid, y en la mayoría de clubes de fútbol, la rueda de prensa previa al partido anuncia a uno de los once titulares de dicho equipo en el encuentro. Sucede así en el conjunto blanco desde hace años, tanto en la época de Ancelotti, de Zidane e incluso de Mourinho. Y también en la de Xabi Alonso.

En Liga sólo habla el técnico, pero la primera jornada de la Liga de Campeones, la competición que obliga a un futbolista a acompañar al entrenador en la comparecencia previa, Aurelien Tchouaméni fue el portavoz del vestuario y 24 horas después fue titular. Por esto, y por alguna que otra cosa más sentida en el estadio, es tan extraña la situación vivida con Fede Valverde en Almaty, ciudad de Kazajistán donde los blancos disputaron su segunda cita europea del curso.

El uruguayo, segundo capitán del Madrid por detrás de Carvajal, siempre entregado a la causa y siempre recordando la importancia de su rol en el vestuario y de dar ejemplo, fue el encargado de hablar ante los medios en la previa del duelo contra el Kairat. Centró su mensaje en la "falta de actitud" en el derbi contra el Atlético, en las conversaciones que habían tenido sobre el momento del equipo en el avión entre Madrid y Almaty, una circunstancia que, según él, "había pasado poco desde que estoy aquí", y en la posibilidad de jugar en el lateral derecho, una posición que ya ha dejado claro que no le gusta. "No nací para ser lateral", llegó a mencionar, añadiendo su disponibilidad a hacerlo si el entrenador lo considera y a "morir por la camiseta".

Choques

Todas esas frases llegaron antes de la rueda de prensa de Alonso, que contradijo un poco el mensaje del centrocampista. "Decir que sólo ha sido falta de actitud es simplista", contestó a una pregunta que incluía el recuerdo de uno de los titulares de Valverde. "Hay más razones, también futbolísticas", siguió el vasco.

Llegó después el entrenamiento, donde según diversas fuentes, una de las opciones del cuerpo técnico para el lateral derecho fue Valverde. Al amanecer del día del partido, viendo que Raúl Asencio había sufrido en el carril ante el Atlético, que Dani Carvajal y Trent Alexander-Arnold estaban lesionados, que apostar por el canterano David Jiménez era complicado tras una derrota como la del Metropolitano y que el uruguayo había hablado ante los medios, la mayoría del entorno del Madrid pensaba que Valverde sería titular.

A las cinco de la tarde, la primera sorpresa. El centrocampista era suplente. Ni lateral, donde se situaba Asencio, ni mediocentro, donde apareció Ceballos para acompañar a Tchouaméni y Güler. "Es una decisión que estaba tomada", dijo Alonso tras el duelo. Fuentes del club aseguran que su suplencia fue una decisión técnica y que Valverde quiso dar la cara tras la derrota en la rueda de prensa previa. En el Metropolitano, después del encuentro, habló Carvajal.

El entrenador del Madrid, Xabi Alonso.

El entrenador del Madrid, Xabi Alonso.VYACHESLAV OSELEDKOAFP

La segunda sorpresa llegó en el césped. Los titulares y los suplentes saltaron al campo para realizar ejercicios de calentamiento antes del partido. Los once elegidos en un lado, con una sesión más intensa, y los reservas con diversos pases, toques y un rondo para pasar el rato. Estaban todos, incluidos Bellingham, Rodrygo, Camavinga, Carreras o Brahim, menos Valverde.

El uruguayo apareció por el túnel a los cinco o diez minutos acompañado por uno de los miembros del club. Caminó por la banda en tono serio y se sentó en el banquillo, donde estaban algunos asistentes de Alonso pero no el entrenador, que se queda siempre en el vestuario. Fede no participó del rondo ni de los pases de sus compañeros. No tocó balón.

Más tarde, con 0-2, Xabi le mandó calentar junto a Bellingham, Carreras y compañía. Lo hizo en un ritmo relajado, a veces parado con las manos en la espalda, y cuando Mbappé marcó el 0-3 se dirigió al banquillo para sentarse de nuevo, como si supiera que ya no iba a jugar. Siempre con tono serio.

"Lucharé hasta el final jugando donde sea"

"A todos nos gusta jugar, y a Fede el que más. Es muy competitivo", dijo Fran García en la zona mixta de Almaty. A unos metros, Alonso navegó el temporal aludiendo a las necesarias rotaciones: "Fede siempre está dispuesto donde se le necesite. Hay que dosificar minutos y esfuerzos", declaró.

La duda queda en esa ley no escrita sobre la rueda de prensa previa, en la no participación de Valverde en ningún ejercicio del calentamiento, sin problema físico aparente, y su cara durante los diversos instantes del partido. Contra el Villarreal debería volver a la titularidad, pero tampoco está encontrando con Xabi, de momento, la versión que le convirtió en uno de los mejores centrocampistas del mundo.

Ante la magnitud el revuelo formado, el jugador ha hecho público un comunicado este miércoles: "He leído varios artículos dañando mi persona", avanza el uruguayo, que tras un preámbulo esgrime: "Tengo una buena relación con el entrenador la cual me hace sentir con la confianza de poder decirle cuál es la posición que más me gusta dentro del campo, pero siempre, siempre le hice saber que estoy disponible para cumplir en cualquier lugar, en cualquier viaje y en todos los partidos. Dejé el alma en este club y lo seguiré haciendo, aunque a veces no alcance o no esté jugando como quisiera, lo juro por mi orgullo que jamás me rendiré y lucharé hasta el final jugando donde sea".

El “quiero meter cinco” de Mbappé y la extraña situación con Valverde, portavoz, suplente y ausente en el calentamiento: “Es una decisión que estaba tomada”

Actualizado Martes, 30 septiembre 2025 - 23:26

La herida del Real Madrid se cerró un poco en Almaty, segunda ciudad de Kazajistán en la que imperó el caos en la previa de un duelo histórico contra los blancos. Colapsos en la entrada, fiesta en la grada, algo de extraña tensión por la situación de Fede Valverde y goles en el césped. Tres de Mbappé, que suma cinco en Champions y 13 en los nueve encuentros que ha disputado en total para aliviar las sensaciones después de la derrota contra el Atlético.

"Hay que seguir pensando en lo que ha pasado este 'weekend', para no pasar otra noche así. Nunca hay que olvidar", aseguró el delantero tras el duelo. "Mi trabajo era ayudar al equipo, es lo que pienso. Si meto goles bien. Si no, también", dijo sobre su estupenda racha goleadora, aunque se le vio molesto por no haber marcado todavía más en la visita a Kazajistán. "Un jugador como yo, si tengo cinco ocasiones, quiero meter cinco goles. Es para lo que el Madrid me ha comprado", zanjó.

Para saber más

Uno de sus tantos fue asistido por Arda Güler, que vuelve a sumar otro pase de gol y otro más al galo, mejorando una sociedad que va a más. "Es un joven que tiene calidad y talento. Somos muy felices de tenerle en nuestro equipo", reconoció Mbappé sobre el centrocampista.

Cinco minutos más tarde

El otro protagonista de la noche madridista fue Fede Valverde. El uruguayo fue protagonista en la previa del partido apareciendo en la rueda de prensa, un detalle que en la mayoría de ocasiones significa que el futbolista que hace portavoz luego es titular en el partido. Ante los medios, el centrocampista volvió a insistir en que "no nací para ser lateral", pero que estaba dispuesto "a morir por el Madrid", dejando claro que en ciertas situaciones podía jugar de defensa. Además, durante sus palabras insistió en el problema de "actitud" que habían tenido en el Metropolitano.

Pero la supuesta titularidad se torció con el paso del tiempo. Unos minutos más tarde, también en la previa, Alonso dijo que "decir que ha sido sólo la actitud es simplista", y 24 horas más tarde el tolosarra decidió dejar a Valverde en el banquillo.

La elección del vasco sorprendió en Almaty y provocó algunos momentos de tensión en la banda del estadio. Valverde saltó a calentar antes del duelo cinco minutos más tarde que sus compañeros y no compartió con los suplentes el clásico rondo previo, sino que se quedó sentado en el banquillo con algunos miembros del cuerpo técnico.

Un remate de Mbappé que se perdió cerca de la escuadra.

Un remate de Mbappé que se perdió cerca de la escuadra.AFP

Después, con el partido 0-2, Alonso le mandó calentar junto a Bellingham, Valverde y Carreras, pero al marcar Mbappé el 0-3, el uruguayo, sin que el entrenador le avisara, caminó hacia el banquillo y se sentó de nuevo. En ese momento, fuentes del club aludían a una decisión técnica en la que no habían tenido nada que ver problemas físicos.

Cuestionado por la sorprendente decisión de la alineación y por el calentamiento de Valverde, Xabi Alonso rechazó cualquier problemática. "(Su suplencia) Es una decisión que estaba tomada. Fede siempre está dispuesto a jugar donde se le necesite y con buena predisposición. Si hubiera sido necesario, hubiera jugado. Hay que dosificar minutos y esfuerzos y él y Carreras lo habían jugado todo", explicó el técnico, que no quiso referirse a la ausencia del uruguayo en el calentamiento previo de los suplentes. "No tengo ni idea, yo estaba viendo el partido y no he visto nada de lo que me dices", contestó al periodista.

A unos metros, Fran García defendió a Valverde, amigo suyo y segundo capitán del equipo. "A todos nos gusta jugar y Fede es seguramente el tío que más quiera jugar. Yo no creo que sea nada puntual, Fede es de los más competitivos y entiendo que quiera jugar todos los partidos. Seguirá manteniendo un nivel muy bueno", admitió el lateral izquierdo, titular en Almaty.

Mbappé se divierte en Almaty y Kazajistán alivia al Madrid

Actualizado Martes, 30 septiembre 2025 - 20:51

La Ruta de la Seda, tejido de la primera gran globalización comercial y cultural de la historia, pasó por Almaty durante siglos, por una zona ahora situada a pocos kilómetros de Kirguistán y China. A través de sus caminos cambió el día a día de las sociedades de Oriente y Occidente, objetivo y milagro que busca ahora este Real Madrid de Xabi Alonso, "en construcción" según el técnico, noqueado tras la derrota del Metropolitano y pasando terapia en la ida y vuelta a Kazajistán. Sobre el césped del Central Stadion superó y goleó al Kairat Almaty, lógica futbolística, y alivió sus dudas hacia duelos más peligrosos. Mbappé se divirtió y anotó un hat-trick en una fiesta a la que se sumaron Camavinga y Brahim. [Narración y estadísticas (0-5)]

Alonso rotó en su alineación, aunque a medias. No hubo revolución porque el tolosarra y su equipo no se podían permitir un amago de pinchazo, así que Mbappé, Vinicius, Güler, Tchouaméni y Huijsen fueron titulares. A su lado, Asencio, Alaba, Fran García, Ceballos y Mastantuono, novedades con respecto al derbi madrileño. Ni siquiera salió en el once Fede Valverde, protagonista en la previa y suplente sorprendente. Las dos cosas no suelen ir de la mano.

Para saber más

De inicio, los kazajos, guerreros y entusiastas, gastaron sus energías en el ímpetu hacia la meta de Courtois. Tiraron a puerta en los primeros segundos de partido, un cabezazo tímido de Jorginho que paró Courtois, y sacaron su único córner del primer tiempo en el tramo inicial. Luis Mata, lateral izquierdo con recorrido, Jorginho y el joven delantero Satpaev, de 18 años, fueron los más incisivos de los locales, cuya grada se emocionó cada vez que pasaron del centro del campo.

Una pareja desequilibrante

Los minutos fueron situando al Madrid en el partido, con frío en la noche kazaja, y Ceballos y Güler se hicieron con el duelo. El andaluz en la base, ordenando un centro del campo perdido en el Metropolitano. El turco en la mediapunta, recibiendo de espaldas, dándose la vuelta con facilidad en cada acción y conectando con Mbappé. La pareja turco-francesa sigue siendo la mejor noticia de los blancos esta temporada. También en Almaty.

Vinicius tuvo la primera ocasión clara del Madrid al aprovechar un pase al hueco de tacón de Mbappé, pero su remate con el exterior se fue desviado ante la salida de Kalmyrza. Era el minuto 13 y no será la última de los blancos. En el 17, la defensa kazaja desvió un buen remate de Güler tras una llegada de Fran García a línea de fondo y en el 20 el portero salvó un disparo con rosca de Mbappé.

Avisaba el Madrid y no tardó en conseguir fruto. En el 24, Mastantuono aprovechó un mal pase atrás de Sorokin para adelantarse al portero, que le arrolló. Desde los once metros, Mbappé anotó su tercer gol en Champions, el tercero de penalti, y el 11º en la temporada.

Rodrygo, ante Mrynskiy, el martes en Almaty.

Rodrygo, ante Mrynskiy, el martes en Almaty.AP

El Kairat se vino abajo en físico, aunque no en ánimo. Dejó de llegar a los duelos, falló pases y permitió que el Madrid fluyera como en un entrenamiento. Ahí Güler se hizo grande, recibiendo siempre en tres cuartos y creando las mejores ocasiones del equipo.

La tuvo Mastantuono en el 32 y Mbappé en el 38 y en el 43 para ampliar la renta madridista, pero el descanso aterrizó con un peligroso 0-1. Tras el intermedio, el duelo se rompió por la falta de oxígeno de los kazajos, ilusionados con el empate pero excesivamente valientes en ataque, dejando huecos a su espalda.

El indulto del VAR

Uno de ellos lo aprovechó Mbappé tras un despeje de Courtois. El francés le ganó la carrera a Sorokin, avanzó hacia la portería y se inventó una suave vaselina ante la salida de Kalmyrza.

El intercambio de golpes hundió al Kairat y facilitó las cosas al equipo de más talento individual. Un penalti de Ceballos a Gromyko puso nervioso a los madridistas, pero el VAR avisó al árbitro italiano Guida y éste anuló la pena máxima.

Ahí acabó la noche de los kazajos. Mbappé marcó su tercer tanto, quinto en esta Champions y 13º en el curso, con un potente disparo desde la frontal, Camavinga cabeceó una buena acción de Rodrygo y Brahim, con un disparo cruzado, completó la 'manita' de Almaty.

Los contrastes del Mundial de clubes: contrato de televisión "revolucionario", de 3.000 a 70.000 espectadores y audiencias lejos del fútbol de selecciones

Los contrastes del Mundial de clubes: contrato de televisión “revolucionario”, de 3.000 a 70.000 espectadores y audiencias lejos del fútbol de selecciones

El Mundial de clubes puso el domingo punto y final a su primera gran edición, tan revolucionaria como criticada. El Supermundial, nunca más Mundialito, terminó algo lejos de los datos del último Mundial de Qatar o de la Eurocopa, confirmando que el fútbol de selecciones sigue generando una pasión global imposible de igualar por los clubes, pero sentó las bases, eso sí, de un torneo que parece haber llegado para quedarse.

«Hemos generado ingresos de más de 2.000 millones. 31 millones por partido. No hay otra competición de clubes que se acerque a eso», clamaba Gianni Infantino en un desayuno con la prensa en la Torre Trump antes de la final, elogiando su idea y situándose de nuevo en la trinchera contra la UEFA, la verdadera y constante guerra del fútbol mundial. «La gente tiene que aceptar que el fútbol es nacional, continental e internacional y cada uno tiene su lugar en el calendario», insistió. Mensaje claro, sencillo y directo. Este Mundial es la 'Superliga' de la FIFA.

En lo deportivo, el torneo ha celebrado más de tres goles por partido y ha tenido decepciones (Atlético o Manchester City) y sorpresas (Fluminense o Al Hilal). Lo normal. Y en la grada ha sido un Mundial de contrastes. La media de espectadores rozará los 45.000 y de ocupación el 60%, viviendo alguna situación incómoda en la fase de grupos, como los 3.412 aficionados que acudieron al Mamelodi-Ulsan en Orlando, otras de éxtasis futbolístico con los fans sudamericanos, grandes agitadores, y con el Madrid, equipo con mayor seguimiento; y creciendo en la fase final con los encuentros celebrados en los estadios colosos de Philadelphia, Atlanta y especialmente el MetLife de Nueva Jersey.

"Gratis para todo el mundo"

Desde cuartos de final, y quitando el Fluminense-Al Hilal (43.000), la media de espectadores en los estadios ha sido de 70.800 aficionados, con 77.452 en el PSG-Madrid y 81.000 en la final, rozando el lleno, casi imposible, pero eso a la FIFA le da igual, aunque se hayan visto huecos en la grada durante el torneo. «Prefiero 40.000 personas en un estadio de 80.000 que 30.000 en uno de 30.000», explicó Infantino, sacando pecho de los 80.000 del PSG-Atlético del Rose Bowl: «Ninguna liga de clubes reúne a más de 40.000 en todos los partidos, sólo la Premier».

En la Eurocopa de Alemania, por ejemplo, la media del torneo fue de 51.939, pero los estadios también eran más pequeños. La final de Berlín entre España e Inglaterra congregó a 65.600 en un estadio con capacidad para 74.000 y el encuentro con más aficionados fue el Países Bajos - Turquía de cuartos (70.091). En Qatar, la asistencia media fue de 53.191 con los 89.000 de Lusail como hervidero en los últimos partidos.

Es decir, el Mundial de clubes ha estado por debajo en el promedio general de asistencia, pero ha peleado en su fase final. Otra cosa son las televisiones. «Decían que no tendríamos acuerdo de televisión y finalmente conseguimos uno revolucionario con DAZN, ofreciendo el fútbol gratis para todo el mundo», declaró Infantino. En España, además de DAZN, Telecinco ha dado el partido más importante de cada día y las cifras, dominadoras de su franja, han quedado lejos de los torneos de selecciones o de los clásicos entre Madrid y Barça.

Cole Palmer, con el trofeo del Mundial en el MetLife Stadium.

Cole Palmer, con el trofeo del Mundial en el MetLife Stadium.AFP

Los partidos del Madrid han tenido una audiencia media de 3,4 millones y un 31% de share, mientras que los de la selección en Alemania se fueron hasta los 8,9 y 63,3%, la final de última Copa a 8,7 y 59% y la final de la Supercopa a 6,5 y 49,8%. Todo en abierto. Los blancos venden, pero no tanto como cuando se enfrentan a su eterno rival ni como la selección en un torneo grande. Suena lógico. El Mundial de clubes, eso sí, mejora en audiencia a la Intercontinental (1,9 y 22% ante Pachuca en abierto) y supera por poco al último 'Mundialito' madridista, ganado ante el Al Hilal a principios de 2023 (3,3 millones y 25%). También supera a la final de la Champions: 2.957.000 espectadores con un 28,3% de share para el Chelsea - PSG frente al 2.641.000 y el 26,3% del PSG - Inter.

En el césped, mucho debate con el calor y las tormentas, «pero en el 94 también jugábamos así y no pasada nada», clamaban este fin de semana Hristo Stoichkov y Roberto Baggio. «En los Juegos de París también se jugaba durante el día», se defendía Infantino, que recordó que en 2026 cinco de los 16 estadios tendrán techo.

De los 1.000 millones de premio, el PSG y el Chelsea se llevan más de 100 cada uno y el Madrid 74 por sus semifinales, un bote más grande que el que reparte la Champions por más partidos. «Dicen que perdíamos dinero o que nos quedábamos con algo. No. Todo se ha distribuido. Ya es la competición de clubes más valiosa del mundo», insiste Infantino en otro mensaje hacia la UEFA de Ceferin. «La era dorada del fútbol de clubes ha comenzado», finalizó.

Luis Enrique asegura que quería "separar a los jugadores" en la tangana del Chelsea - PSG: "Soy tonto. Me empuja, le toco y se tira..."

Luis Enrique asegura que quería “separar a los jugadores” en la tangana del Chelsea – PSG: “Soy tonto. Me empuja, le toco y se tira…”

La final del Mundial de clubes tuvo de todo: goles, una sorpresa en el ganador final, una pelea en los últimos minutos del duelo con Luis Enrique como protagonistas e incluso a Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, de pie en el podio, impasible al lado de Reece James justo cuando el capitán del Chelsea se disponía a levantar la copa del mundo.

"No sabía que iba a estar con nosotros al levantar el trofeo y me sentí un poco confundido", admitió en rueda de prensa Cole Palmer, MVP de la final tras anotar dos goles y dar el pase del tercero, obra de Joao Pedro. La cara del mediapunta del Chelsea en el altar del centro del campo, con el mandatario norteamericano delante, era un poema. "¿Qué está haciendo? ¿Por qué?", le repetía a Reece James sobre la presencia de Trump, que le tapaba en la imagen. El presidente se retiró del primer plano una vez que James levantó el trofeo y los 'blues' pudieron acercarse todavía más al primer plano.

Trump y Palmer fueron la nota cómica de un último tramo de final con bastante polémica. La expulsión de Joao Neves por tirar del pelo a Cucurella y la desesperación del PSG por no conseguir acercarse en el marcador derivó en unos minutos finales de guerra: patadas, agarrones, golpes... Y tras el pitido del árbitro, una tangana que obligó a los dos entrenadores, Luis Enrique y Enzo Maresca, a saltar al campo a tratar de detener a sus futbolistas, muy enfadados unos con otros.

Donnarumma, Nuno Mendes, Joao Pedro y Colwill fueron los más encendidos de ambos equipos, y el delantero brasileño del Chelsea terminó enfrentándose con Luis Enrique. El técnico español se acercó a él y a Donnarumma, que estaban discutiendo, y tras varios agarrones terminó propinándole un manotazo al joven atacante de 23 años, que acabó en el suelo.

Después de unos segundos y tras la intervención de Maresca, que empujó a sus futbolistas hacia uno de los fondos del campo, la tangana finalizó. Ambos equipos esperaron durante 25 minutos en el césped a que Trump bajara desde el palco y el pulso se enfrió, con Luis Enrique dando su versión de los hechos a sus ayudantes. "Soy tonto, está así parado, me empuja, le toco y se tira", les explicó, según captaron las cámaras de DAZN.

Más tarde, en rueda de prensa, el asturiano, sin pedir disculpas, reflexionaba todavía más por la acción. "Voy a hablar en castellano para expresarme mejor", le pidió al periodista francés. "Al final del partido hay una situación totalmente evitable por parte de todos. Mi objetivo y mi intención, como siempre, es intentar separar a los jugadores para que no haya más problemas. Es una situación evitable, hay mucha tensión, mucha presión, y a partir de ahí hay una serie de empujones por parte de mucha gente que debemos intentar evitar entre todos. No debería volver a ocurrir. Mi intención, como siempre, es evitar que cualquier situación vaya a mayores", explicó ante los medios.

Ante la insistencia de los medios, el español recalcó que "he visto a Maresca recibir empujones y nuestra intención es separar jugadores". "Yo ya sé qué momentos de tensión hay ahí y es una situación que deberíamos evitar. Creo que no es lo mejor. No debo añadir nada más", concluyó sobre el tema, aunque sí quiso dejar claro que "aquí no hay perdedores".

"Un subcampeón, que es diferente. Perdedor es el que se rinde, el que no se levanta. Aquí, en el deporte de alto nivel no hay perdedores", aseguró, y centró sus comentarios en "los que me conocen". "Se sabe en los momentos delicados quién está a tu lado y quién no. Yo desde pequeñito, puedo caer mejor o peor, pero tengo la suerte de caer muy bien a todas las personas que me conocen. No sé si estoy siendo demasiado egocéntrico, pero lo digo, no pasa nada", declaró.

Al-Khelaifi: "El entrenador más caballeroso"

A unos metros, Maresca y Joao Pedro trataban de no centrar el foco en la acción de Luis Enrique y sí en la victoria de su equipo. "Cuando el árbitro pitó fui a saludar a Luis, vi que se montó algo pero no sé lo que pasó", explicó el entrenador italiano. "El final es lo normal en un gran partido, dos equipos que quieren ganar y pasan estas cosas", dijo el delantero brasileño.

Quien sí tuvo palabras para Luis Enrique fue Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, que quiso salir a defender a su técnico y apareció en zona mixta antes que cualquier de sus futbolistas. El catarí elogió "la caballerosidad" del asturiano en una temporada "excepcional" para el equipo, que ha levantado liga, copa y Champions. "Creo que tenemos al entrenador más disciplinado y caballeroso del mundo. Nunca hará nada en contra de nadie. Y luego conocemos a los jugadores, lo ataca antes, él intentó separar a los jugadores y él le empuja. Creo que hay que tener respeto por el entrenador", comentó sobre el lance entre Joao Pedro y Luis Enrique.

Posible sanción

La acción podría tener consecuencias para Luis Enrique dependiendo de la decisión de FIFA. Las tarjetas amarillas y rojas quedan en nada cuando el torneo llega a su fin, pero la organización de Infantino puede imponer castigos por tiempo en el caso de las agresiones. La FIFA estudiará las imágenes y determinará si castiga o no al asturiano, que volverá a dirigir al equipo el próximo 13 de agosto en la Supercopa de Europa contra el Tottenham.

En su momento, Jose Mourinho fue sancionado con dos partidos por meter el dedo en el ojo a Tito Vilanova durante un clásico disputado en el Camp Nou. Y José María Giménez, central del Atlético, fue sancionado por FIFA con tres partidos tras los incidentes entre los jugadores de la selección de Uruguay y los aficionados colombianos tras la disputa de un encuentro entre ambos combinados nacionales.

Palmer y el Chelsea hacen humano al PSG en una final del Mundial que termina con manotazo de Luis Enrique a Joao Pedro

Palmer y el Chelsea hacen humano al PSG en una final del Mundial que termina con manotazo de Luis Enrique a Joao Pedro

Todos los artículos que el periodismo mundial tenía preparados sobre la superioridad del PSG en esta temporada futbolística terminaron en la basura al descanso de la final del Mundial de clubes por culpa de la zurda de Cole Palmer. El inglés hizo suyo el MetLife Stadium de Nueva Jersey y se sacudió el frío dos veces en un celebración ya icónica para los adolescentes que aman el balón. Dos veces amagó sobre la defensa del PSG y dos veces ejecutó a los de Luis Enrique. En la tercera, prefirió asistir con finura a Joao Pedro para sentenciar al campeón de Europa antes del intermedio. El final tuvo de todo, incluida una tangana en la que el técnico asturiano propinó un manotazo a Joao Pedro. [Narración y estadísticas (3-0)]

El PSG aterrizaba en el domingo neoyorquino con el protagonismo merecido tras el imponente 4-0 al Real Madrid. Un resultado que ahora, superada ya la final, habla todavía peor del nivel actual del conjunto blanco, camino de una necesaria reconstrucción futbolística y emocional. Sobre el césped, Luis Enrique repitió el once de la semifinal imaginando un escenario similar, pero Enzo Maresca, exjugador del Sevilla y ahora técnico blue, le tendió una trampa física que no pudo superar.

El italiano, que este año ganó la Conference League contra el Betis y terminó cuarto en la Premier, metió a Reece James, lateral derecho, en el centro del campo para asentar el músculo de su equipo, rodeado del ecuatoriano Moisés Caicedo, imperial, y Enzo Fernández. Atrás, un muro físico con Gusto, Chalobah, Colwill y Cucurella. Arriba, Cole Palmer, liberado en defensa y en ataque, conectando con Neto y Joao Pedro, implacables e incansables en la presión.

El Chelsea demostró que el PSG, un equipo estelar este año, es humano, y mostró al Madrid el camino a seguir en el futuro a corto plazo si quiere competir de nuevo en el fútbol continental. Agobió a Beraldo en salida, ahogó a Vitinha y Neves, motores técnicos de los franceses, robó rápido el balón e hizo correr a los galos. No quiso amasar la posesión, sino ser vertical, ya sea en largo o en corto, para evitar la presión alta del PSG. Su seña de identidad. Así ganó.

Palmer estuvo a punto de abrir el marcador en el minuto siete y Doué tuvo el gol parisino en dos ocasiones en los primeros quince minutos. El duelo era físico, más de duelos individuales que de táctica, y los puñetazos volaban sin miedo al golpe.

En el 21, Nuno Mendes falló en un choque con Malo Gusto en un balón largo a su espalda, el lateral 'blue' se plantó en el área, cedió a Palmer tras intentar el disparo y el inglés, libre de marca ante la pasividad del mediocampo del PSG, definió con finura al lado derecho de Donnarumma. Éxtasis en el MetLife Stadium, teñido de azul en las gradas y con Donald Trump en el palco, sentado a la derecha de Gianni Infantino.

No se quedó ahí Palmer. En el 29, Enzo le encontró a la espalda de la zona izquierda del PSG, sin Nuno Mendes, perdido en el ataque. Vitinha llegó al corte, pero Palmer amagó el pase, se internó en el área, volvió a amagar y desde el mismo lugar del 1-0 anotó ante Donnarumma. Su zurda sentenció el Mundial.

Demasiados errores en un PSG casi irreconocible, con Dembélé desaparecido, con Vitinha, Fabián y Neves incapaces de hacerse con el control y con Hakimi y Mendes sin ser lo superiores que habían sido en el torneo.

A partir del segundo tanto, el Chelsea dio un lógico paso atrás y apuntó todavía más a su plan inicial: bloque fuerte en defensa y contraataques rápidos al recuperar. En el 42, encontraron oro de nuevo. Palmer rompió líneas, los mediocentros no llegaron a su marca y el inglés filtró en la frontal para Joao Pedro, que definió con una vaselina sensacional.

Los vestuarios aceleraron al PSG, necesitado de un gol tempranero para meterse en el partido. Lo intentó, siempre con Vitinha como timón, pero se encontró con Robert Sánchez. El español voló en varias ocasiones ante Kvaratskhelia, Dembélé y Vitinha para evitar el primer tanto francés y Luis Enrique comenzó a agitar su ataque. Entró Barcola por el georgiano y los galos apretaron todavía más la meta londinense, pero Sánchez se hizo gigante ante su ataque.

La desesperación del PSG se hizo latente en el tramo final, más emocional que futbolístico. El partido comenzó a tener de todo menos juego. Pérdidas de tiempo, conatos de peleas, alguna agresión... Joao Neves terminó expulsado por tirar del pelo a Cucurella y tras el pitido final ambas plantillas se enzarzaron en una bronca con Donnarumma, Nuno Mendes, Joao Pedro y Colwill como protagonistas y que terminó con el brasileño en el suelo tras un manotazo de Luis Enrique.

Todo ante la atenta mirada de Trump, que entregó el primer Mundial de clubes al Chelsea. Muchos millones a su bolsillo y un título para ser rey del fútbol mundial durante los próximos cuatro años.

Vitinha y Enzo, los cerebros del PSG y el Chelsea en el Mundial y sueños prohibidos del Madrid

Vitinha y Enzo, los cerebros del PSG y el Chelsea en el Mundial y sueños prohibidos del Madrid

Vitinha y Enzo Fernández han vivido caminos paralelos hasta convertirse en dos de los mejores centrocampistas del planeta. Nacidos en el 2000 y 2001, el portugués, de 25 años, y el argentino, de 24, son los cerebros de PSG y Chelsea, que hoy se cruzan en la final del Mundial de clubes. Aterrizan en el MetLife Stadium de Nueva Jersey maduros a nivel futbolístico y mental, consagrados en la elite y con los ojos de todo el continente sobre sus pies, incluidos los del Real Madrid, en cuya lista de sueños casi prohibidos están los dos.

La vida de estos mediocentros cambió por completo en el verano de 2022. Vitinha, que había destacado durante unos meses en el Porto después de una cesión poco fructífera en el Wolverhampton, firmó con el PSG a cambio de 41 millones de euros. Enzo, por su parte, dejó River Plate y fichó por el Benfica en ese mismo momento. En su caso, 10 millones mas ocho en variables que se quedaron cortos cuando explotó con la selección argentina en el Mundial de Qatar.

Fernández se convirtió en el faro de la albiceleste desde su debut, disputó siete partidos y fue clave en la conquista del torneo. A partir de ahí, toda Europa fue a por él. La subasta, en la que también entró el Madrid, terminó cuando el Chelsea puso sobre la mesa los 121 millones de su cláusula de rescisión. Era enero de 2023, apenas seis meses después de su llegada al Benfica, y el club lisboeta se llenó los bolsillos con más de 100 millones de euros de beneficio por él. Una ganga.

Los 'blues' lo tuvieron claro desde el principio y a pesar de que el argentino veía con muy buenos ojos la opción del Madrid, la oferta económica de los británicos era demasiado superior. Además, en Stamford Bridge iba a ser capitán general y en el Santiago Bernabéu todavía estaban dando sus últimos pases Kroos y Modric, mientras la directiva blanca trazaba las últimas negociaciones por Jude Bellingham, elegido finalmente como el centrocampista en el que invertir esa temporada.

Ahora, con Kroos retirado y Modric fuera del club, el Madrid, y especialmente Xabi Alonso, insiste en la necesidad de encontrar un cerebro para su centro del campo. Confían en Tchouaméni, Camavinga y Fede Valverde, pero llevan semanas peinando el mercado para encontrar a un mediocentro de técnica y visión que lidere el juego del equipo.

Las opciones del Madrid

Sonó Stiller, del Stuttgart, pero en Chamartín saben que esa sería una apuesta de acompañamiento, no alguien indiscutible. Serviría, pero los blancos siempre van a por octas mayores. La caza mayor sería un perfil como el de Enzo o Vitinha, y de esos hay pocos en el mercado. Rodri en el City, Mac Allister en el Liverpool, Barella en el Inter... Los equipos dominadores de los últimos años tienen en sus filas mediocentros precisos. Eso busca el Madrid, asentado su éxito de la última década sobre los pies de Kroos y Modric. La idea sigue siendo la misma.

Pero en el mercado de hoy en día aspirar a arrebatarle un futbolista así a PSG, Chelsea, Liverpool o Manchester City es un sueño casi imposible. Enzo Fernández tiene contrato hasta 2032 y es el capitán de los 'blues' tras una temporada sensacional, en la que ha marcado siete goles y ha dado 13 asistencias.

Mientras, Vitinha ha dado un paso adelante desde la llegada de Luis Enrique al banquillo del PSG. En su primer año en París coincidió con Ramos, Messi, Neymar y Mbappé y fue creciendo poco a poco hasta asumir por completo el mando del centro del campo el curso pasado.

El hombre que perdió la final del Europeo sub'19 contra España y la final del Europeo sub'21 contra Alemania en 2019 y 2021, siendo en ambos estrella de la selección portuguesa y del torneo, es ahora, para muchos, el mejor mediocentro del mundo. El único que supera el 95% de acierto en pases verticales y aceleraciones entre líneas. Puede romper la presión rival con y sin balón, algo clave para Luis Enrique.

«No veo a un jugador mejor en su posición en ningún equipo del mundo. Es perfecto para mí. No pierde el balón, se mueve entre líneas, se desmarca... Es único. Fuerte físicamente y con una mentalidad impresionante», ha dicho el técnico estos días en Estados Unidos.

En el caso de Vitinha, representado por Jorge Mendes, su contrato está firmado hasta 2029 y al jugar en Francia no tiene cláusula de rescisión, así que es un sueño todavía más imposible que el de Enzo para el Madrid. Con Al Khelaifi al otro lado del teléfono, la operación ni se plantea en Chamartín a pesar de que se comparte el gusto por el futbolista portugués.

Bajo su mando, el PSG va camino de completar la mejor temporada de su historia. Ha ganado la Liga francesa, la Copa y la Champions, esta última venciendo por 5-0 al Inter de Milán en la final, y está a un paso de levantar el primer gran Mundial de clubes. Todo sobre los pies de Vitinha, candidato también al Balón de Oro de esta temporada al haber conseguido también la Liga de Naciones con Portugal. «Sin duda, es un jugador esencial para que el PSG lo haya ganado todo. El estilo y la efectividad de Vitinha merecen el Balón de Oro», dijo Roberto Martínez, seleccionador portugués. Esta tarde, lucha mundial en Nueva York.