Piastri toma las riendas de McLaren y Sainz alcanza al fin los puntos en Jeddah

Piastri toma las riendas de McLaren y Sainz alcanza al fin los puntos en Jeddah

Lo hizo fácil en una carrera insulsa, otra más. Oscar Piastri ganó en Jeddah su tercera carrera del año para convertirse en el nuevo líder del Mundial. Sólo tuvo que luchar en la primera curva ante Max Verstappen, pero nadie debe cuestionar sus méritos, ni su habilidad para optimizar la potencia del McLaren. En la actual F1, marcada por un desesperante paso a ritmo de procesión, el australiano se muestra efectivo e implacable. Lando Norris debería tomar buena nota.

El safety car, omnipresente desde 2021 en Jeddah, sólo se hizo esperar cuatro curvas, cuando Pierre Gasly presionó en exceso a Yuki Tsunoda, llevándose por delante las aspiraciones de ambos. En el Corniche Circuit, de salida, hay que soltar pronto el embrague, medir cada centímetro antes de abordar el primer vértice y confiar en el buen juicio de los comisarios. Verstappen, que partía desde la pole, no cumplió la premisa inicial y el asunto se le fue enmarañando.

Había ganado ventaja por fuera y no devolvió la posición, así que le impusieron cinco segundos de castigo, que cumpliría durante su primer pit-stop. Antes de llegar a esa parada, por supuesto, el espectáculo se redujo a su mínima expresión. Nadie exprimía sus neumáticos medios, ni forzaba la marcha, salvo Norris, que se dejó enredar por los jueguecitos de Lewis Hamilton. Desde la décima plaza de la parrilla, su objetivo era el podio, pero en esa lucha por la sexta posición perdió Lando un tiempo precioso.

Primer podio de Ferrari

Tal y como predijo en la previa, Verstappen podía sostener un fuerte ritmo con los medios. Desde el viernes, Red Bull decía no tener datos fiables del neumático duro, pero pronto descubrieron que no iban a dar la talla ante Piastri. Ferrari sí lograba defenderse mejor con Charles Leclerc, que ya había estirado 30 vueltas su primer relevo con los medios. Norris aún pudo aguantar cinco giros más, suspirando por otro safety car que le otorgase una baza ganadora.

No hubo tal, por lo que Piastri se puso en cabeza sin mayores contratiempos. A Norris sólo le quedaba una postrera cabalgada ante Leclerc, en busca del podio. Venía de sobrepasar, sin ningún problema a Andrea Kimi Antonelli y George Russell, pero las prestaciones del Ferrari iban más allá que las de Mercedes. Aún pudo dar gracias a la benevolencia de los comisarios, que no penalizaron a Lando cuando pisó la línea blanca a su salida de boxes. Nada podría hacer ya para frustrar el primer podio de Leclerc. Un objetivo de mínimos en Maranello.

En la quinta cita del Mundial, Williams se confirmó al fin como el quinto coche. Poco importa que Carlos Sainz, octavo, cediese 25 segundos en la meta ante Hamilton. El madrileño nunca quiso oponer resistencia, consciente de sus limitaciones. Y ni siquiera una mala parada en boxes impidió un particular doblete, por delante de Alex Albon.

Hamilton, por delante de Sainz, el domingo en Jeddah.

Hamilton, por delante de Sainz, el domingo en Jeddah.AP

Fernando Alonso batalló con un espíritu encomiable, primero con los Racing Bulls y Oliver Bearman, más tarde frente a Jack Doohan y Gabriel Bortoleto para recuperar el terreno perdido. Pese a su decente rendimiento en el primer sector, el AMR25 nada podía oponer en cuanto a velocidad punta a su paso por las rectas. Una sanción de 10 segundos a Liam Lawson dio ciertas esperanzas al asturiano, que tuvo que sobreponerse a un terrible susto llegando a la curva 1. De forma inexplicable, Bortoleto le negaba el espacio y bastante hizo Fernando esquivando el muro.

La batalla de Sainz ante Ferrari y la solución de Hamilton en Jeddah: "Un trasplante de cerebro"

La batalla de Sainz ante Ferrari y la solución de Hamilton en Jeddah: “Un trasplante de cerebro”

Todos los pasos dados desde el viernes, con numerosas pruebas en la configuración del coche, dieron resultado para Carlos Sainz en Jeddah. El madrileño firmó su mejor sábado de 2025 y hoy partirá sexto, desde la tercera fila de la parrilla, justo por delante de Lewis Hamilton (Ferrari) y Yuki Tsunoda (Red Bull). "Muy contento de estar ya tan cerca del límite de lo que puedo conseguir con este coche. Vamos dando pasos en la dirección correcta", aseguró.

La adaptación de su pilotaje a las exigencias del coche y el rendimiento del neumático blando permitieron a Carlos inmiscuirse en la pelea por las posiciones de cabeza (1:28.164). Este sexto puesto iguala el conseguido por Alexander Albon en Melbourne y supone la mejor posición de partida de Williams desde la llegada del Corniche Circuit al Mundial, allá por 2021.

Hace sólo una semana, Sainz ya tuvo que lidiar con Hamilton y Tsunoda, a bordo de coches más rápidos en Bahrein. En el tramo final de la carrera, el japonés provocó un accidente que provocó daños en el FW47 y obligaron a Sainz al abandono. Un error que multiplica la motivación para el madrileño. "Hagamos mañana lo que no hicimos en Bahrein", adelantó en su primer mensaje por radio tras cruzar el sábado la meta.

"paciencia, disciplina y elegir bien"

"He disfrutado llevando el coche al límite, especialmente en una pista tan exigente, donde la confianza marca una gran diferencia", añadió después. El objetivo prioritario en el Corniche Circuit es entrar, al fin, en el top 10 durante un domingo. Sumar puntos requerirá "paciencia, disciplina y elegir bien mis batallas". "A ver cómo me levanto mañana, si me apetece o no ponérselo complicado", adelantó Carlos, consciente de la velocidad de su monoplaza en las rectas y de que eso "siempre ayuda".

La semana pasada, Sainz ya intentó mantener detrás a Hamilton durante su primer stint en Sakhir, aunque degradó en exceso sus neumáticos, lo que terminaría comprometiendo sus opciones. Por tanto, James Vowles, team principal de Williams, ya ha advertido que su piloto debería resistir la tentación de luchar en exceso frente a coches significativamente más rápidos.

En este sentido, el ejemplo más evidente es Hamilton, cuyo rendimiento en carrera se antoja, una semana más, muy superior al del sábado. La mejor vuelta del británico quedó a 53 centésimas de la de su compañero Charles Leclerc, cuarto en la parrilla. Cuando le preguntaron qué precisa para sentirse más cómodo al volante del SF25, el heptacampeón ofreció una respuesta muy gráfica: "Un trasplante de cerebro".

Los mecánicos de Aston Martin, el sábado, en el coche de Alonso.

Los mecánicos de Aston Martin, el sábado, en el coche de Alonso.AFP

En cualquier caso, la lucha de Williams con Alpine, Racing Bulls y Haas por la zona media de la parrilla se antoja muy ajustada. Según algunas informaciones, la escudería de Grove ya ha decidido centrar todos sus esfuerzos en el FW48, su coche para el Mundial 2026. Por lo tanto, en caso de que sus rivales consiguieran progresos significativos en las prestaciones, Sainz y Albon quedarían relegados en las próximas carreras.

Alonso: "Quizá somos el último equipo"

De quien ya poco o nada se espera en 2025 es de Aston Martin. Fernando Alonso partirá hoy decimotercero, tres posiciones por delante de Lance Stroll, que por tercera semana consecutiva cayó en la Q1. Mientras el resto de equipos han mejorado sus tiempos respecto a 2024, el AMR25 ha rodado cuatro décimas más lento. "Quizá somos el último equipo", confesó el asturiano en el Corniche Circuit, donde el año pasado arrancó cuarto y acabó quinto, su mejor posición en todo el año.

De modo que el único objetivo al alcance para Alonso será mantenerse a salvo de los ataques de Isack Hadjar (Racing Bulls) y Oliver Bearman (Haas) y buscar la sorpresa ante otro joven en horas bajas como Liam Lawson (Racing Bulls). Mientras, Stroll luchará por evitar el farolillo rojo ante los Sauber. El sábado, cuando preguntaron al canadiense por los puntos fuertes de su coche, su análisis resultó desalentador. "Me encantaría decir que sí las tiene, pero aún quedan muchas áreas en las que trabajar. No creo que haya fortalezas reales".

Piastri muestra sus cartas en Sakhir, con otro domingo aciago para Sainz y Alonso

Piastri muestra sus cartas en Sakhir, con otro domingo aciago para Sainz y Alonso

Nadie parece tenerle demasiado en cuenta, porque es un piloto poco acostumbrado a los excesos. Un chico de rostro pétreo, con aires de viejo prematuro. Sin embargo, Oscar Piastri bien podría este año subvertir las jerarquías en McLaren, porque es tan rápido como su compañero y parece mejor preparado para lidiar con la presión. En Bahrein, el australiano festejó su 50ª carrera en la F1 con una cómoda victoria, la segunda del año, por delante de George Russell y Lando Norris, que volvió a fallar cuando menos convenía.

En una carrera marcada por las precauciones y las dos paradas en boxes, Piastri se impuso con indiscutible autoridad, confirmando lo apuntado durante todo el fin de semana. Ni un solo titubeo desde la pole. Ni una opción para Russell, vulnerable en el tramo final por sus neumáticos blandos y por un error electrónico en cadena. "Cuando pulsé el botón de la radio saltó el DRS", denunció el líder de Mercedes, pero ni por esas supo aprovechar su oportunidad Norris. Había partido sexto y pareció conforme con la tercera plaza del podio.

Esos 15 puntos mantienen en el liderato del Mundial a Lando, que perdió la ocasión de aumentar su ventaja ante Max Verstappen. No había prestaciones en el Red Bull y el holandés tuvo que conformarse con la sexta plaza, tras rebasar en la última vuelta a Pierre Gasly. Tampoco hubo brotes verdes en el Ferrari de Charles Leclerc y Lewis Hamilton, cuarto y quinto con sus actualizaciones aerodinámicas. McLaren es un cohete y el resto han de conformarse con las sobras.

Clamoroso error en la salida

Quede constancia del abandono de Carlos Sainz a falta de 12 vueltas para la meta y del decimosexto puesto de Fernando Alonso, que ni siquiera pudo beneficiarse de los cinco segundos de sanción para Jack Doohan. Corren tiempos duros para los españoles, cada uno en su maraña de problemas. Mientras Alpine y Haas dan pasos adelante, Williams y Aston Martin retroceden.

Hubo mucho trajín en la salida por culpa de Norris. Su error al colocar el coche, casi medio metro adelantado en los tacos, fue castigado con cinco segundos por los comisarios. Al traste se iban así sus tres posiciones recuperadas, desde la sexta a la tercera. Mientras Piastri se lanzaba a fuego por delante, Russell superaba a Leclerc, que no podía poner en calor sus neumáticos.

Ferrari había apostado a contracorriente con las gomas medias, por lo que tras el primer pit-stop de sus rivales, sus dos coches tomaron la cabeza. La estrategia para el monegasco, bautizada como Plan Bravo, era tan cuestionable como la celeridad de los mecánicos de Red Bull, que fallaron con el semáforo para liberar a Verstappen. Con el compuesto duro, Mad Max tampoco encontraba agarre en las curvas. Fuera de ritmo competitivo, sin opciones de detener a Lewis Hamilton en la curva 11, su único objetivo era minimizar los daños.

La lucha entre Sainz y Antonelli, el domingo en Sakhir.

La lucha entre Sainz y Antonelli, el domingo en Sakhir.AFP

Superado el ecuador de carrera, Red Bull paró por segunda vez a su campeón y erró de nuevo, calamitosamente, al cambiar la rueda delantera derecha. Verstappen se reincorporaba último, dejando vía libre a McLaren, Mercedes y Ferrari. Por entonces, Leclerc había superado a Norris por el exterior de la curva 4 y Hamilton recuperaba el brío, dejando atrás a Jack Doohan, Andrea Kimi Antonelli y Esteban Ocon. Buena nota debía tomar Williams, porque Alpine y Haas le habían ganado el pulso en el muro.

Fuera de los puntos, Sainz apretaba el paso por detrás de Tsunoda. Debía asumir riesgos, así que no lo dudó al final de la recta de meta, con un bonito adelantamiento donde no pudo evitar el contacto con el Red Bull. Con restos de fibra de carbono, el director de carrera ordenó la salida del safety car, provocando el consabido reagrupamiento.

McLaren disponía de un juego de medios para sus dos coches, pero Russell tuvo que montar los blandos para las 24 vueltas restantes, mientras Ferrari colocaba los duros. Cuando aceleró de nuevo, Piastri dejó muestras de su autoridad. Jugaba en otra liga el líder, mientras sus perseguidores se fajaban por detrás. Norris adelantó por fuera ante Hamilton en la curva 2 y le conminaron a devolver la posición. "Este neumático es un asco", lamentó el británico, cuyas opciones se fueron poco a poco desvaneciendo.

Embestida de Tsunoda

La tercera plaza del podio, en buena lid, debía corresponder a Norris, con mejores recursos que Leclerc. Sin embargo, el británico, negado toda la noche, se pasó de frenada en su primera tentativa a final de recta. El blando funcionaba a Russell para sujetarse en la segunda plaza, mientras Piastri volaba en pos de la victoria. La igualdad de fuerzas no presuponía precisamente un espectáculo para el espectador, aunque bien mereció la pena el esfuerzo de Gasly, cerrando cualquier rendija ante Verstappen hasta el último giro.

Sainz, envuelto en sus cavilaciones, penaba por rascar algo cuando sufrió una embestida de Tsunoda en la curva 1. Con daños en el pontón derecho, el madrileño forzó demasiado frente a Antonelli, llevando fuera al rookie en la curva 10. Hubo 10 segundos de penalización para Carlos y Williams optó por lo más prudente: retirar su coche.

Aún más tétrico fue el domingo en Aston Martin, que ya sólo lucha con Sauber por no ser el peor coche de la parrilla. Mientras Lance Stroll sólo pudo superar en la meta al rookie Gabriel Bortoleto, Alonso se hartó de escuchar por radio que la degradación era más elevada de lo esperado y que sus frenos iban ya al límite. Un horror en toda regla.

La multa a Carlos Sainz por llegar tarde, el eterno 'pit-stop' de Aston Martin y otros hechos inexplicables en Suzuka

La multa a Carlos Sainz por llegar tarde, el eterno ‘pit-stop’ de Aston Martin y otros hechos inexplicables en Suzuka

Las últimas horas de McLaren en Suzuka transcurrieron en un clima de cierto nerviosismo, a la espera del resultado de las inspecciones en el coche de Lando Norris. La FIA midió al milímetro cada elemento de los alerones del MCL39 antes de dar su visto bueno, por lo que el británico conservó sus 18 puntos, con los que se mantiene líder, con sólo uno de ventaja sobre Max Verstappen. Sin embargo, el clima en la escudería de Woking distaba mucho de lo que se espera en un líder del Mundial. Andrea Stella, como director de equipo, trataba de ofrecer argumentos para justificar el pit-stop de Norris y explicaba la decisión de mantener a Oscar Piastri por detrás del británico. "Debemos ser un poco cautelosos al juzgar superficialmente", lanzó sobre lo sucedido en el tramo decisivo. Desde luego, los planes de McLaren resultaron como poco discutibles, aunque no tan inexplicables como otros sucesos del GP de Japón.

De 60.000 a 20.000 euros

A las 13:42 horas, los pilotos estaban convocados en la parrilla para escuchar el himno japonés. Bajo los acordes de la banda de la Fuerza Aérea, ante la mirada de la princesa Akiko, representante de la familia imperial, todos debían lucir únicamente sus monos y cascos de carrera. Así lo establece el riguroso protocolo de la FIA y así se comunica a los 20 protagonistas, que el viernes, precisamente, abordaron este tema durante su reunión semanal. Algunos se habían quejado sobre las molestias que implica esta ceremonia, incrustada en el único momento propicio para acudir al baño. Las prisas, esta vez, jugaron una mala pasada a Carlos Sainz, que recibió 20.000 euros de multa por llegar tarde.

El madrileño, nombrado hace sólo tres meses director de la Asociación de Pilotos (GPDA), arrastraba unas molestias estomacales, según confirmó ante los comisarios el doctor Messina. A tenor de los argumentos de la FIA, Sainz debería darse por satisfecho, porque no le aplicaron la cantidad habitual para estas infracciones (60.000 euros). Asimismo, la mitad del castigo impuesto (10.000 euros) queda en el aire durante los próximos 12 meses, siempre y cuando cumpla con los horarios. Según el escrito de los comisarios "mostrar respeto por el himno nacional" supone "una gran prioridad" para el órgano presidido por Mohammed ben Sulayem.

"Bearman ya se ha ido"

Las dificultades de Fernando Alonso al volante del AMR25 quedaron patentes a través de sus mensajes de radio. "El coche rebota antes de la curva 8, de la curva 13 y de la última chicane", advirtió el asturiano, que ya había depositado sus únicas esperanzas en la aparición de la lluvia. "En las curvas de baja velocidad perdimos todo el agarre de los neumáticos, así que tengo subviraje y he perdido tracción antes salir a la recta", lamentaba el bicampeón.

Alonso, durante su único 'pit-stop' en el GP de Japón.

Alonso, durante su único 'pit-stop' en el GP de Japón.ASTON MARTIN

Sin embargo, su mensaje más afilado llegó tras el pit-stop en la vuelta 24, cuando sus mecánicos se demoraron algo más de cinco segundos antes de montar los neumáticos duros. Más del doble que la mejor parada del domingo, organizada para Lewis Hamilton en Ferrari (2,18 segundos). En total, el paso por boxes de Alonso se cifró en 25,6 segundos, un tiempo sólo inferior al de Pierre Gasly (26,0). Nada más salir a pista, cuando su ingeniero le advirtió de que saldría por detrás de Oliver Bearman, Fernando replicó sarcásticamente: "Sí, Bearman ya se ha ido". Con un timing mejor, la pelea por el noveno y el décimo puesto frente al piloto de Haas y Alex Albon no habría resultado imposible.

Tsunoda, piloto del día

En una carrera sin safety car, ni una sola bandera amarilla, Yuki Tsunoda cruzó la meta a 58,4 segundos del vencedor. De hecho, su ritmo por vuelta resultó nueve décimas más lento que el de Max Verstappen, la mayor diferencia entre compañeros de toda la parrilla. En su debut con Red Bull, el japonés acabó decimosegundo, tras ganar dos puestos respecto a la salida. De ese modo igualaba el resultado de Liam Lawson en Shanghai, donde el neozelandés había partido último. Con todos estos datos sobre la mesa, Tsunoda fue elegido piloto del día por los aficionados.

El ídolo local recibió el 23,9% de los votos, el mayor porcentaje en lo que va de año, por delante de Lando Norris en Australia (20,7%) y Andrea Kimi Antonelli en China (20,7%). "Estoy contento en cuanto a mi rendimiento, pero si me atengo al resultado es bastante difícil, especialmente en la carrera de casa, porque quería terminar en los puntos", admitió el ex piloto de Racing Bulls. A lo largo de los últimos 11 grandes premios, el balance de puntos entre Verstappen y sus tres compañeros (Sergio Pérez, Lawson y Tsunoda) resulta aterrador: 175-9.

El espejismo de Hamilton

Entre las vueltas 22 y 29, Lewis Hamilton disfrutó de un momento de placer pasajero en Suzuka. El británico supo exprimir la vida útil de sus neumáticos duros para trepar hasta la segunda posición, justo por detrás de Andrea Kimi Antonelli, su sustituto en Mercedes. A los 18 años, siete meses y 11 días, el italiano se convertía en el piloto más joven en liderar una carrera y en abrochar una vuelta rápida (1:30.965). Cuando el espejismo se esfumó y ambos pasaron por boxes, el golpe de realidad resultó aún más duro para Hamilton.

Hamilton, al volante del SF25, el domingo en Suzuka.

Hamilton, al volante del SF25, el domingo en Suzuka.AFP

"Agradecería mucho que me dieras información sobre dónde voy lento", espetó el heptacampeón por radio. Al otro lado, Riccardo Adami, su ingeniero pista, citó las curvas 8, 9, 13 y 14, pero ello no iba a tranquilizar a Sir Lewis, que requería de más precisiones. "Una décimas en las curvas 8 y 9", detalló el hombre que ya guio los pasos de Sebastian Vettel y Carlos Sainz. Lo más preocupante para Hamilton es que nunca encontró sensaciones tras el alerón trasero de Antonelli. De hecho, su ritmo promedio por vuelta (1:32.947) fue apenas una décima más rápido que el de Isack Hadjar (1:33.048) el rookie de Racing Bulls.

A la espera de Bahrein, un escenario tradicionalmente favorable para Ferrari, los más optimistas en el garaje de Fred Vasseur salieron con un dato bajo el brazo. Si en 2024, Sainz acabó tercero en Suzuka a más de 20 segundos de Verstappen, este domingo Charles Leclerc cedió apenas 16 segundos antes de terminar cuarto.

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Un error deja a Fernando Alonso en la grava tras una jornada caótica en Suzuka

Tres semanas después de su salida de pista en Melbourne, tras pisar una zona de grava, Fernando Alonso cometió otro error con el que acabó de forma prematura su segunda sesión de entrenamientos libres en Suzuka. A falta de 25 minutos para el final, tras marcar el tercer mejor tiempo, el asturiano pisó la hierba con la rueda delantera izquierda y dejó varado su Aston Martin en la grava.

De inmediato, los comisarios ordenaron la bandera roja para retirar el AMR-25 de la zona, una de las más delicadas del circuito. Se trataba de la segunda interrupción, casi consecutiva del viernes, porque sólo unos minutos antes Jack Doohan había sufrido un feo accidente en la rapidísima curva 1. Poco después hubo que lamentar otras dos banderas rojas tras detectarse pequeños incendios en una zona de hierba, similares al ocurrido durante el GP de China 2024.

El accidente de Alonso se produjo en los virajes Degner, que combinan una curva rápida a derechas seguida de otra de 90º, la segunda zona más lenta de Suzuka, después de la célebre horquilla. Aunque Fernando intentó una corrección de última hora, ya no pudo hacer nada para recuperar el coche, que por suerte no chocó contra las protecciones. En un principio, los daños quedarán reducidos al fondo plano, lo que no debería comprometer sus opciones de cara al fin de semana.

Lawson, por delante de Verstappen

En ese momento, Alonso montaba neumáticos nuevos, con los que había sido el más rápido en el primer sector (30.65) y pretendía mejorar su crono, entonces a tres décimas de Lando Norris, el más rápido de la parrilla. Alonso apenas pudo completar cinco vueltas y en el tramo final fue superado por la mayoría de rivales, que le relegaron a la decimoséptima plaza. Un cierre torcido a un día iniciado con buen pie, dado que por la mañana, Alonso marcó el séptimo mejor tiempo, a seis décimas de la cabeza.

La sesión vespertina terminó con un doblete de McLaren liderado por Oscar Piastri (1:28.114), con 49 milésimas de ventaja sobre Norris y cuatro décimas sobre Isack Hadjar, que otra vez dio la sorpresa con el Racing Bulls. Entre tantos contratiempos apenas se pudo extrar conclusiones sobre el rendimiento real de los favoritos. De hecho, Liam Lawson acabó quinto, una décima más rápido que Max Verstappen, justo después de su adiós a Red Bull.

El viernes tampoco resultó especialmente propicio para Carlos Sainz, décimo en la tabla, pero víctima de algunos contratiempos en su Williams. Al inicio de la jornada, cuando había completado la vuelta de instalación, el madrileño tuvo que regresar a boxes tras sufrir un excesivo rebote y sentir algún problema en la parte trasera de su monoplaza..

La trituradora de Verstappen: Liam Lawson, otro más hacia el cadalso en Red Bull

La trituradora de Verstappen: Liam Lawson, otro más hacia el cadalso en Red Bull

Quien aún dude de las dificultades que entraña un Fórmula 1 puede revisar los mensajes de Liam Lawson del pasado domingo en Shanghai. "No puedo girar el coche en absoluto", lamentó el piloto de Red Bull en la vuelta 54, a sólo dos para la meta. Nada más cruzar la bandera a cuadros, Richard Wood, su ingeniero de pista, sólo pudo ofrecerle unas palabras de consuelo: "Sí, hoy tuviste que sudar tinta. Lo siento, tío, sinceramente hice todo lo que pude para ayudarte". En ese momento, la comunicación ya se había colmado de balbuceos y silencios de Lawson, muy afectado por su paupérrimo nivel al volante. Por segunda semana consecutiva, ni siquiera se había acercado a la zona de puntos.

El futuro de Lawson, pendiente de un hilo, se resolverá esta semana durante una reunión en Milton Keynes. Una cumbre donde el equipo, protagonista de un flojo arranque, abordará también su plan estratégico. "Estamos preocupados, pero no vamos a tirar la toalla", adelantó Helmut Marko tras el cuarto puesto de Max Verstappen en Shanghai. La opinión del veterano asesor, en estas difíciles circunstancias, tendrá tanto peso como la del team principal, Christian Horner. No se trata de un asunto baladí. Tras perder algunos de los ingenieros que cimentaron el último ciclo triunfal, con los cuatro títulos de Mad Max, Red Bull ha de decidir si da este Mundial por perdido y emplea todos sus esfuerzos en el coche de 2026, primer año de la revolución reglamentaria. Y en el corto plazo, ha de tomar una decisión con Lawson.

"No soy tonto y sé que estoy aquí para rendir. Si no lo consigo, no voy a continuar", admitió el neozelandés en China, donde ocupó la última plaza en las dos sesiones clasificatorias. A estos resultados hay que sumar su decimoctavo puesto en la parrilla de Melbourne. La peor racha de un piloto de Red Bull desde su llegada al Gran Circo, allá por 2005. Su sufrimiento al volante quedó aún más en evidencia en Shanghai, donde quiso partir desde el pit lane para realizar cambios en la puesta a punto. Sin embargo, con esa nueva configuración, mucho más agresiva, sólo pudo adelantar a tres rivales, siendo el último piloto en no ser doblado.

Sólo con el simulador

Las dificultades del RB21, un monoplaza diseñado al gusto de Verstappen, han superado a Lawson en dos circuitos que sólo conocía a través del simulador. Y esta falta de experiencia podría hacerse aún más acuciante a partir de ahora. De las 14 próximas citas del Mundial, Liam sólo conoce Suzuka, tras su paso, hace un par de años, por la Super Fórmula japonesa. Sin embargo, estas dos semanas previas al GP de Japón pueden hacerse demasiado largas. Red Bull maneja la opción de Yuki Tsunoda, el líder de Racing Bulls, su equipo filial. Incluso la de su compañero Isack Hadjar, un rookie que también ha dejado detalles interesantes.

Toda esta incertidumbre trae a la memoria el GP de Bélgica 2024, cuando Red Bull hubo de salir al paso de los rumores para confirmar a Sergio Pérez, a quien había renovado sólo dos meses antes. El mexicano tampoco daba la talla ante Verstappen y a final de año acabó saliendo del equipo. Sin embargo, su cartera de patrocinadores personales siempre representó un obstáculo para cualquier intercambio a mitad de curso. Obviamente, no es el caso de Lawson, un chico de orígenes humildes para los estándares de la actual F1. De hecho, sus padres tuvieron que vender la casa familiar para financiar sus inicios en los karts. Y según él mismo ha confesado, aún no han comprado otra.

Lawson, al volante del RB21, el domingo en Shanghai.

Lawson, al volante del RB21, el domingo en Shanghai.RED BULL

Al igual que sucedía con Checo, las comparaciones con Verstappen dejan en muy mal lugar a Lawson. No sólo por esas 88 centésimas que ha cedido, de promedio, en las sesiones clasificatorias, sino por sus recurrentes problemas a la hora de mantener el coche en la trazada. A bordo de un RB21 muy nervioso, sus mínimas opciones en Australia se toparon contra el muro de la curva 2. Tras la qualy del sábado en Shanghai, Marko ofreció un diagnóstico desolador: "Esto demuestra que nuestro coche es extremadamente difícil. Si le das a Liam el Racing Bulls, va más rápido. No puede seguir así".

Sólo las manos de Verstappen, autor de un segundo y un cuarto puesto, han sido capaces de extraer algo positivo del coche. Aunque no alcance para seguir la estela de McLaren, el tetracampeón mundial puede alardear de una estadística asombrosa. A lo largo de las 20 últimas carreras, ha sumado 337 puntos, por sólo 49 de sus compañeros. Si otros mejor preparados, como Carlos Sainz (2015-2016), Daniel Ricciardo (2016-2018), Pierre Gasly (2019), Alex Albon (2019-2020) o Pérez (2021-2024) ya claudicaron ante él, nada alentador puede esperarse ahora de Lawson.

McLaren cierra su doblete en Shanghai tras otro abandono prematuro de Fernando Alonso

McLaren cierra su doblete en Shanghai tras otro abandono prematuro de Fernando Alonso

Todo el cacareo previo, con los consabidos lamentos para distraer a la competencia, se esfumó de un plumazo en Shanghai, donde Oscar Piastri y Lando Norris certificaron el doblete de McLaren. Medio centenar acumula ya la escudería de Woking en la historia de la F1. Y más que llegarán, porque su superioridad frente a Red Bull, Mercedes y Ferrari resulta palmaria. Sólo los frenos de Norris, al borde de la extinción ante el acoso de George Russell, dieron algo de gracia a una carrera anodina, resuelta con la victoria de su compañero australiano.

El 1-2 papaya empezó a fraguarse desde la misma salida. Russell, por un carril manchado de sepiolita, nada pudo hacer en la primera curva ante el acoso de Norris. De igual modo, Max Verstappen tampoco tuvo opciones para contener a los Ferrari. Tan fiera era la lucha, que la rueda derecha trasera de Hamilton golpeó el alerón delantero de Leclerc. "He perdido 20 o 30 puntos de aerodinámica", informó el monegasco, mientras su compañero se libraba milagrosamente del pinchazo.

Aunque para mensaje más dramático, el que llegó al garaje de Aston Martin. "No tengo frenos", exclamó Fernando Alonso cuando aún no se había cerrado la cuarta vuelta. El humo envolvía al AMR25, con los conductos de sus frenos traseros al rojo vivo. Segunda retirada consecutiva del año para el asturiano, sin opción siquiera de aprovechar 50 vueltas para seguir probando mejoras en su monoplaza.

Sin un momento de paz en Ferrari

Con la idea de mezclar las cartas, Aston Martin había apostado de inicio por el neumático duro para Lance Stroll. Convenía medir su respuesta ante los 36ºC sobre el asfalto, con una tasa de sobrecalentamiento del 33%. Todos los favoritos apostaron por el compuesto medio, aunque el primero en romper la baraja fue Andrea Kimi Antonelli, montando los duros en la decimotercera vuelta. El plan a una sola parada se antojaba arduo, pero no imposible.

En ese primer paso por boxes, McLaren se demoró demasiado en el coche de Piastri (3,8 segundos) y calculó mal el momento con Norris, que salió en paralelo con Russell, perdiendo un tiempo precioso tras la estela de Stroll. Aunque ni siquiera así parecía peligrar el doblete, porque sólo dos giros después Lando se deshizo del Mercedes. Nadie podía replicar las prestaciones del MCL39.

Ferrari bastante hacía con mantener la paz entre sus pilotos. Pese a su alerón, Leclerc rodaba más deprisa que Hamilton, así que Fred Vasseur optó por un intercambio de posiciones. El podio sólo sería factible si se aferraba a la zona de DRS de Russell, pero Charles bloqueó en la horquilla de la 14, perdiendo un par de segundos. Hamilton, mientras tanto, pedía más feedback a Riccardo Adami, su atribulado ingeniero.

Alonso, en el 'pit-lane', tras su prematura retirada en Shanghai.

Alonso, en el 'pit-lane', tras su prematura retirada en Shanghai.AP

Por delante, el asunto empezó a calentarse cuando Norris cambió el ritmo, encadenando vueltas rápidas. Una semana después de Melbourne, McLaren controlaba otra vez la degradación mejor que el resto. Sin embargo, sus estrategas empezaron a temer que Mercedes decidiese arriesgar con un plan a una sola parada. La vida útil de las gomas duras podía cifrarse en las 37 vueltas completadas por Stroll, aunque por entonces restasen más de 40 para alcanzar la meta.

Tampoco ante Haas

Los partes meteorológicos anunciaron una pequeña posibilidad de lluvia, pero la emoción no estribaría en esa espera. "Creo que podemos llegar al final", adelantó Piastri. Por supuesto, sus rivales manejaban idéntica hipótesis. Sólo Ferrari quiso probar suerte con Hamilton, que pasó para refrescar sus neumáticos. A 21 segundos de Verstappen, de nada serviría su persecución. Tampoco andaba para muchas florituras el vigente campeón, muy limitado por las debilidades de su coche. Eso sí, a falta de tres vueltas obsequió al respetable con una maravillosa maniobra ante Leclerc en el caracol del tercer viraje.

Aún más pesada y tediosa resultó la digestión del domingo para Carlos Sainz, al volante de un W47 notoriamente inferior a los Racing Bulls. Desde el decimoquinto escalón de la parrilla, ni siquiera tuvo recursos para seguir el rastro de Stroll y Ollie Bearman, un rookie de lo más deslenguado. Ambos le rebasaron con suma facilidad, mientras el madrileño sólo pudo beneficiarse del desprendimiento del alerón de Yuki Tsunoda en plena recta o del rifirrafe entre Isack Hadjar y Jack Doohan. Esos 10 segundos de penalización al australiano de Alpine valieron una plaza para Williams.

Se percibe un notorio aroma de pretemporada aún entre la tropa de James Vowles, donde Alex Albon al menos pudo arañar dos puntos, encajonado entre Antonelli y Bearman. El principal cometido, a partir de ahora, pasa por desbancar a Haas, el rival más débil desde la pretemporada. Porque ese séptimo puesto de Esteban Ocon debería escocer también en Aston Martin.

Un inicio de Mundial plagado de sucesos extraños: el récord negativo de Hamilton, un abandono entre lágrimas y el consejo clave de Sainz

Un inicio de Mundial plagado de sucesos extraños: el récord negativo de Hamilton, un abandono entre lágrimas y el consejo clave de Sainz

La elección de Rob Marshall para acompañar a Lando Norris en lo más alto del podio no pareció mera casualidad en Melbourne. McLaren optaba por subir al veterano jefe de ingeniería que el año pasado pudo arrebatar a Red Bull, aunque realmente sobrasen los motivos a la hora de descochar el champán. No sólo porque Lando iniciaba el curso tal y como había cerrado el anterior en Abu Dhabi, sino porque por primera vez desde Lewis Hamilton en el GP de Canadá 2012, la escudería de Woking lideraba el Mundial de pilotos.

El remate de Norris, tras una carrera presidida por las dificultades propias de un asfalto deslizante, adquirió además tintes épicos. Según confirmó Andrea Stella, el joven británico había perdido rendimiento aerodinámico en las últimas vueltas. "Tenía el suelo bastante dañado, por lo que no podía utilizar todo el ritmo del coche. Así que creo que la situación se volvió más tensa de lo que habría sido normalmente", explicó el team principal sobre lo sucedido en el MCL39.

Tras su rosario de errores del pasado Mundial, donde perdió numerosas batallas ante Max Verstappen, Norris ofreció una actuación de lo más convincente en Melbourne. El sábado rubricó la pole position, mientras que en carrera supo gestionar los neumáticos ante las acometidas de su compañero Oscar Piastri. Asimismo, controló las resalidas con pulso firme y mantuvo el control ante el acoso postrero del holandés.

"Nadie me dijo que llovía"

Estos días de vino y rosas de McLaren contrastan con el arranque de Ferrari, que abandona Melbourne con un paupérrimo botín de cinco puntos. Lewis Hamilton, décimo, firmó el segundo peor debut de un piloto de la Scuderia en el siglo XXI, sólo por detrás de Luca Badoer, decimoséptimo en el GP de Europa 2009. "A veces está bien sentirme fuera de mi zona de confort, pero hoy definitivamente no me sentía así, sino todo lo contrario", admitió el heptacampeón.

La escasa confianza de Sir Lewis al volante del SF25 quedó en evidencia desde el viernes, pero se acrecentó sobre un firme mojado. "He sufrido muchos contratiempos, con la frenada y la estabilidad trasera. El equilibrio del coche era muy, muy complicado", enfatizó. De ello ya tenía constancia Riccardo Adami, su ingeniero de pista, con quien había compartido unos mensajes no precisamente amables y a quien no dejó en buen lugar ante los periodistas. "Nadie me dijo que llovía más en otras partes del circuito y de repente me encontré con ello. Fue una oportunidad perdida", comentó el británico, hastiado después de tantas vueltas tras el alerón trasero de Alex Albon.

Hamilton y Leclerc, rueda con rueda, en Albert Park.

Hamilton y Leclerc, rueda con rueda, en Albert Park.AP

Hamilton cruzó la meta con el alerón delantero roto, víctima de un toque con Oscar Piastri. Durante esa última vuelta hubo de ceder sitio ante la ambición del australiano, autor de un soberbio adelantamiento. Unos minutos antes, Charles Leclerc también le había rebasado con autoridad en la curva 1. Primera advertencia para Fred Vasseur, team principal de Ferrari, obligado a preservar un ambiente sano dentro de su garaje.

"Carlos tenía toda la razón"

De esos conflictos internos bien sabe Carlos Sainz, que siguió el desenlace del GP de Australia desde las instalaciones de Williams, trabajando junto a Charles-Antoine Florentin, jefe de estrategia de la escudería de Grove. Nada le importaba entonces su precipitado abandono. "Hemos comprobado los datos y hemos detectado rápidamente lo que pasaba, así que me deja más tranquilo. Sin entrar en detalles, estaba relacionado con las subidas de marchas en el modo safety car", explicó el madrileño, que ni siquiera tras ese varapalo quiso bajar los brazos.

Según reveló James Vowles, jefe de Williams, Carlos les recomendó llamar a boxes a Albon para montar el neumático medio, justo después de la excursión por la hierba de Norris y Piastri en la curva 12. "Tenía toda la razón. Nos ha ayudado en un momento crítico", aclaró el británico sobre la clave del domingo.

Así se cerró el primer top-5 para Williams desde 2017, cuando Lance Stroll acabó tercero en el GP de Azerbaiyán. Porque mejor no recordar el infausto GP de Bélgica 2021, de una sola vuelta por culpa de la lluvia, donde George Russell subió al segundo escalón del podio. En cualquier caso, Albon admitía sentir un sabor "extraño", dado que había acariciado la cuarta plaza, finalmente restituida por los comisarios en favor de Andrea Kimi Antonelli. Con 18 años, seis meses y 19 días, el rookie de Mercedes ya es el segundo piloto más joven de la historia capaz de sumar puntos, sólo por detrás de Verstappen (17 años, cinco meses, 29 días en el GP de Malasia 2015).

"Un espectáculo lacrimógeno"

Tal y como advertido el propio Albon en la previa, el domingo no se presentaba precisamente propicio para los seis novatos de la parrilla. Con lo que nadie contaba era con la desventura de Isack Hadjar, que ni siquiera pudo oficializar su puesta de largo en el Mundial 2025, ya que se estrelló durante la vuelta de formación. "Estos errores pueden ocurrir, pero romper el coche de este modo me rompe el corazón", concedió el piloto de Racing Bulls.

Hadjar, consolado por un comisario, tras su precipitado adiós.

Hadjar, consolado por un comisario, tras su precipitado adiós.EFE

El caso de Hadjar trajo a la memoria a Nikita Mazepin, incapaz de completar el primer giro durante la cita inaugural del Mundial 2021. Entonces, sin motivo aparente, el ruso perdió el control de su Haas en la curva 3 de Sakhir. En Albert Park, Hadjar sólo pudo alegar la coartada de la lluvia. "Me pasé, patiné demasiado y una vez que perdí el coche, traté de salvarlo, pero era sólo un pasajero", analizó.

Estas explicaciones, por descontado, no acabaron de convencer a Helmut Marko. "Ha sido un poco embarazoso", dijo el plenipotenciario asesor de Red Bull, sin pudor a la hora de definir lo sucedido como un "espectáculo lacrimógeno". Marko hacía alusión al llanto de Hadjar bajo el casco, mientras Anthony Hamilton, padre del heptacampeón, intentaba consolarle.

Desde el GP de Australia 2016, cuando Daniil Kvyat sufrió una avería eléctrica en los instantes previos a la salida, nadie iniciaba el Mundial con tan mal pie. Y eso que el arranque del pasado año se saldó, por primera vez en la historia, sin una sola baja. De hecho, el primer abandono de 2024 lo protagonizó Pierre Gasly, por culpa de un contratiempo en la caja de cambios en la segunda vuelta del GP de Arabia Saudí.

McLaren aterroriza en un arranque que potencia a Williams y penaliza a Aston Martin

McLaren aterroriza en un arranque que potencia a Williams y penaliza a Aston Martin

No por esperado, el doblete de Lando Norris y Oscar Piastri disminuiría la euforia de Zak Brown, el jefe de McLaren, que apretaba los puños en el garaje de Melbourne Park. La velocidad del MCL39 en el arranque del Mundial 2025 ha dejado sin respuestas a sus rivales. Norris, autor de la pole (1:15.096) con 84 milésimas sobre su compañero, dejó a Max Verstappen a casi cuatro décimas. Por no hablar de Charles Leclerc y Lewis Hamilton, relegados a la séptima y octava posición, a 65 y 87 centésimas, respectivamente. La prometida réplica de Ferrari en Australia quedó en agua de borrajas.

Desde los test de Bahrein, la inercia de McLaren se antoja inalcanzable para sus adversarios, sin recursos para el seguir la estela de los monoplazas papaya. Ni siquiera Verstappen, con problemas de sobrecaliento en los neumáticos que le hacían perder el paso en el tercer parcial. Desde el viernes, el tetracampeón venía sufriendo lo suyo, aunque en su primer intento de la Q3 había logrado trepar hasta el liderato, con 24 milésimas sobre George Russell. Por entonces, Piastri arrastraba un fallo en la curva 13, mientras los comisarios borraban el tiempo de Norris, por traspasar los límites en la curva 4. Dio igual, porque cuando hubo que empujar de veras, nadie osó sujetar a los McLaren.

La decepción de Ferrari se hizo más sangrante ante la irrupción de Yuki Tsunoda, que el domingo partirá quinto con el Racing Bulls, por detrás de Russell. No iba de farol el pilotoo japonés, el último en cruzar la línea de meta, puliendo por siete centésimas el crono de Alexander Albon. El británico partirá sexto con Williams, mientras Carlos Sainz tuvo que resignarse a la décima posición. Una actuación de más a menos por parte del madrileño, como corresponde a su periodo de adaptación al FW47.

La grava de la curva 10

Falló Carlos con estrépito en su primer intento de la Q3, mientras Albon se colaba sexto, a medio segundo de la cabeza. De allí ya no se moverían, aunque su regular desempeño a lo largo de toda la sesión, con una configuración muy agresiva y poco combustible en el depósito, debería hacer reflexionar a sus rivales. Especialmente a Aston Martin. Fernando Alonso, decimosegundo y Lance Stroll, decimotercero, confirmaron los malos augurios para la escudería de Silverstone.

Mantener el AMR25 sobre el asfalto resultaba una ardua tarea en la Q2 para Alonso, que probó la grava de la curva 10, una zona muy rápida donde Sainz también iba a pasar sus fatigas. McLaren marcaba las referencias por delante de Verstappen, con los Ferrari algo más descolgados.

Sainz, con el FW47, el sábado en Melbourne Park.

Sainz, con el FW47, el sábado en Melbourne Park.AFP

Un trompo de Hamilton a la salida de la curva 11 arruinó el último intento de tres pilotos, mientras los comisarios anotaban un incidente entre Russell y Leclerc en la curva 3. Los daños en el suelo lastraban a Alonso, sin opciones de alcanzar el top10, como su compañero Stroll. Ninguno de los dos mejoró su crono de la Q1. Entre tantos estragos, Williams salvaba la situación holgadamente, con Sainz séptimo y Albon noveno.

En el año de los rookies, con siete pilotos por debajo de los 23 años, Gabriel Bortoleto irrumpió como una centella a bordo del Sauber. El brasileño apartó por nueve milésimas a Andrea Kimi Antonelli, que rodaba muy bajo con su Mercedes y había dañado el fondo plano con un paseo por la grava de la curva 6. Jack Doohan quiso dar una alegría a la afición local metiendo su Alpine en la Q2 para desdicha de Liam Lawson, cuyo sufrimiento al volante del Red Bull llamaba a la compasión. Un error del neozelandés en la última curva desencadenaría su temprana eliminación en una Q1, donde sólo se contaron 66 centésimas entre el primero y el decimoséptimo.

Soberbio podio de Carlos Sainz en Suzuka, con Fernando Alonso firme en defensa

Soberbio podio de Carlos Sainz en Suzuka, con Fernando Alonso firme en defensa

Sobre el sagrado asfalto de Suzuka, Red Bull no tiene rival. Se sabía de antemano y se rubricó con el doblete de Max Verstappen y Sergio Pérez, cuyo exasperante dominio dejaba una sola vacante en el podio. A ese tercer escalón se encaramó Carlos Sainz, que no ha bajado del top-3 en sus tres primeras carreras del año. Ferrari hizo todo lo que tenía en la mano para animar una carrera más bien anodina, dominada por las estrategias, donde Mad Max tampoco iba a dejar escapar el bonus de la vuelta rápida (1:33.706).

El cuarto puesto de Charles Leclerc, elegido piloto del día, representa otra fantástica noticia en Maranello. Desde su octavo puesto en la parrilla, el monegasco optimizó el rendimiento de su SF-24, con una sabia gestión de los neumáticos. Igual que Sainz, siempre puntual a la hora de sacar los tiempos, siempre preciso para evitar los riesgos. Fernando Alonso, su mentor en la Fórmula 1, puede sentirse orgulloso. El pilotaje de Carlos reúne buena parte de sus virtudes. Y eso es mucho decir, porque la actuación de Alonso en Suzuka tuvo de nuevo el genuino sabor de la heroica. Sólo él puede quedar sexto con un Aston Martin más lento que ocho rivales.

La acción quedó en suspenso durante casi media hora por culpa de un accidente en la primera vuelta, camino de The Esses. Daniel Ricciardo, que había partido undécimo con los medios, intentaba adelantar a Lance Stroll cuando sufrió la embestida de Alex Albon, demasiado intenso con los blandos. Los operarios repararon las protecciones con la proverbial diligencia nipona y la FIA ordenó otra salida en parado.

El ritmo de Norris

Se presentaba la primera oportunidad para una nueva estrategia con los neumáticos. Red Bull y McLaren no cambiaron nada, pero Mercedes iba a apostar por el duro. Sainz prefirió un medio nuevo, mientras Alonso siguió con el mismo blando. En la parrilla, el asturiano había mostrado una honestidad sencillamente desarmante. Las simulaciones de Aston Martin le condenaban al noveno puesto, justo por delante de su compañero, que partía decimosexto. De modo que lo más prudente sería no forzar cuando le apretaran Oscar Piastri o Leclerc, que ya había ganado la posición a Lewis Hamilton.

Hubo cierta tranquilidad en la resalida, pese al bloqueo de George Russell y el toque entre los Alpine en la curva 1. Casi de inmediato, Pérez perdió el DRS frente a Verstappen, el único que rodaba con regularidad en 1:37. En la undécima vuelta, Lando Norris renunció a las gomas medias que tan mal gestionaba su McLaren, lo que dio la primera opción a Sainz. Justo por detrás, Alonso aguantaba con los blandos, taponando a Piastri.

Todo se animó a partir de la decimoquinta vuelta, cuando pararon Pérez (2,1 segundos) y Sainz (2,3). Un giro más tarde, cumplió con el pit-stop Verstappen, justo a tiempo para salir por delante de Russell. No se iba a librar Red Bull del undercut de Norris al mexicano, gracias al frenético ritmo del MCL38 con los duros. Para desgracia de McLaren, su rendimiento caería pronto en picado por culpa de la degradación.

Quien mejor gestionaba los neumáticos era Leclerc, líder provisional gracias a una apabullante consistencia. Hasta el ecuador de la prueba empujó el monegasco con sus medios. Cuando parecía que ya no aguantaba más, tras ensuciar su calzado en una pequeña excursión por la grava, aún se mantuvo por delante de Norris en el pit-lane. Sainz, por detrás, agradecería cualquier ayuda en su lucha por el podio frente a su viejo amigo en Woking. "¿Por qué me paráis tan pronto?", lamentó Lando, obligado a un último relevo con los duros de 26 vueltas.

Tras cumplir con su segundo pit-stop, Sainz montaba un calzado 10 vueltas más fresco Norris y 11 respecto a Leclerc. Sin embargo precisaba de una fotografía completa de la situación. Sus dudas fueron resueltas por radio y él cumpliría a rajatabla. Se deshizo del McLaren a final de recta antes de enfilar hacia Leclerc. Era momento de cederle paso, tal y como confirmó Xavi Marcos, ingeniero del monegasco. "No pierdas tiempo con Carlos porque estamos compitiendo frente a Norris". Por segundo fin de semana consecutivo, Il Predestinato cedió paso caballerosamente a su compañero.

Alonso, al volante del AMR24, el domingo en Suzuka.

Alonso, al volante del AMR24, el domingo en Suzuka.AP

La titánica lucha de Alonso, en inferioridad mecánica, se fraguó siempre ante Piastri. Mientras Stroll aullaba por la escasa punta de velocidad en las rectas, el abuelo de la parrilla agachaba la cabeza para completar una carrera sin fisuras. A sus 20 vueltas finales frente al McLaren hubo que añadir ese pícaro recurso de entregar el DRS al australiano para defenderse de Russell. El mismo truco que Sainz le había recetado en Singapur.

Parecía el momento de Mercedes, cuyo rendimiento sigue muy por debajo de lo esperado. Especialmente en manos del rezagado Hamilton. Russell, a quien Pérez había borrado del mapa con un fabuloso adelantamiento en 130R, sí pudo desembarazarse de Piastri en la penúltima vuelta. Alonso aún conservaba un segundo, margen suficiente para alcanzar la bandera a cuadros en sexta posición.