Lo que hizo Carlos Sainz en Australia no fue simplemente ganar una carrera. Para mí, es una lección de vida. Una metáfora de lo que es nuestra existencia, un camino a través de los años salpicado de baches, de subidas y bajadas en las que nadie te re
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GP de Bélgica
MIGUEL A. HERGUEDAS
Enviado especial
@herguedas
Spa
Actualizado Domingo,
30
julio
2023
-
01:06Ver 9 comentariosEl líder de Aston Martin admite su...
"Eres grande, Toro". El mensaje en el cartelón del muro, una semana más, llevó la firma de Pierluigi Della Bona. No se trataba de una despedida personal, porque el preparador físico ha decidido renunciar a Ferrari para acompañarle también en Williams. Sin embargo, a cada paso por Yas Marina, Carlos Sainz sí disfrutó y padeció con todas las emociones propias de una última carrera con la Scuderia. "Fue extraño bajarme del coche. Un poco emotivo. Aunque creo que aún resultó más raro subirme, porque ahí ya fui consciente de que se trataba del último día con un grupo de gente con la que he disfrutado durante cuatro años".
Esos íntimos, los que conforman el célebre Team 55, no perdieron la oportunidad de sacar su extintor para conmemorar el momento. Al frente, Carlos Oñoro, su representante, junto a Riccardo Adami, ingeniero de pista, Pedro Cebrián y Rita Simonini, responsables de comunicación y los también ingenieros Calum McDonald y Riccardo Corte. El segundo puesto en el GP de Abu Dhabi permitía a Carlos superar el registro de Gerhard Berger para convertirse en el noveno piloto con más podios en la historia de Ferrari (25).
"Dadas las circunstancias, creo que hemos completado un trabajo excelente", ratificó Sainz, "orgulloso" de dejar a Ferrari "en un lugar mucho mejor que el que estaba cuando llegué". A su juicio, el trabajo conjunto con Charles Leclerc resultó "crucial", por lo que ya ve a Ferrari "capaz de ganar el Mundial 2025".
"Valiosas aportaciones"
Eso sí, el champán junto a su compañero supo menos espumoso en Yas Marina, dado que Ferrari aún deberá apurar otro año para ese título de constructores que se resiste desde 2008. No obstante, la despedida de Abu Dhabi nada tuvo que ver con las escenas de tensión aireadas en Las Vegas. Leclerc destacó el "talento" de Carlos y elogió sus "valiosas aportaciones" para mejorar el coche. "Nuestras luchas en la pista nos ayudaron a ser mejores", zanjó.
El monegasco, penúltimo en la parrilla, remontó hasta la tercera plaza y fue reconocido con el galardón de mejor piloto del día, con el 29% del voto popular. Incluso podrá recordar una doble celebración en el podio. La película de Apple TV que se viene rodando cada fin de semana exigía, por imperativo del guion, que Leclerc acabase segundo, justo por detrás de Sonny Hayes, el piloto al que da vida Brad Pitt. Las risas junto a George Russell, tercer clasificado en el filme dirigido por Joseph Kosinski, supusieron un simpático colofón al Mundial 2024.
"Este último año, tras la noticia de mi marcha, no ha resultado fácil. No fue sencillo disputar una temporada completa sabiendo que me marcharía. Mantener la concentración tan alta resultó difícil, así que me siento orgulloso de lo conseguido", admitió Sainz. En estas circunstancias, Sainz ha acabado quinto el Mundial, a sólo dos puntos de Oscar Piastri, coronando la mejor temporada de su vida tanto en puntos (290) como en victorias (dos) y podios (nueve).
Sainz, con el SF-24, el domingo en Yas Marina.EFE
El último mensaje de radio con Adami, bajo los acordes del Smooth Operator de Sade, supuso la obertura de sus celebraciones en Yas Marina. Tras aparcar el coche en el parc fermé, una nutrida delegación de Ferrari -mucho más numerosa que hace dos semanas en Las Vegas- acudió para los abrazos y vítores. En el garaje había preparado un disfraz a la altura del momento. Chili, su apodo en el paddock, se despediría de rojo y con sabor picante. A su lado, con una amplia sonrisa, Guanyu Zhou tras su última carrera en la F1 al volante de un Sauber.
Los compromisos de Sainz todavía no han concluiido en Maranello, donde seguirá acudiendo los próximos días para echar el cierre a la temporda. Sin embargo, a nivel competitivo, sus esfuerzos competitivos se focalizan ya en los test de mañana con Williams. "A ver cómo puedo hacer que ese coche sea más rápido", valoró sobre la doble sesión con la escudería de Grove. "Sinceramente, no creo que la gente pueda imaginar lo mucho que espero lo que está por venir", subrayó.
De ese entusiasmo anda necesitado el equipo de James Vowles, penúltimo del Mundial tras puntuar en sólo cinco de 24 carreras. De sus 17 puntos, 10 llegaron en el GP de Azerbaiyán, pero no hubo nada que rascar durante las últimas cito pruebas del campeonato. "No tengo dudas de que volverá a lo más alto de la parrilla, sea con Williams o con otro equipo. Se lo merece. Creo que todo el mundo lo sabe y es sólo cuestión de tiempo antes de que vuelva", apuntó Leclerc.
Camaradería con McLaren
Según los mensajes de radio, Il Predestinato bien pudo abandonar por culpa de un problema de fiabilidad en Abu Dhabi. Hubiese supuesto un epílogo más que decepcionante para Fred Vasseur. "Mañana podré decir que ha sido una temporada muy positiva, con cinco victorias, cuatro más que en 2023, y unos 50 puntos más. Sin embargo, evidentemente también sentimos la frustración de haber terminado con más de 600 puntos, aunque 14 menos que McLaren", concedió el team principal de Ferrari.
Sainz baña con champán a Zak Brown, el domingo en Yas Marina.AFP
Después de la pertinente felicitación a Andrea Stella, su homólogo en McLaren, y su gran amigo Zak Brown, Vasseur iba a capitanear los consabidos actos de camaradería entre dos equipos que luchan sobre el asfalto y se respetan en la escena pública. Sainz, por su parte, ya había felicitado personalmente a su amigo Lando Norris y a su padre, Adam.
Tras 88 carreras de rojo, cuatro victorias, seis poles, 25 podios, tres vueltas rápidas, 900,5 puntos y 295 vueltas en cabeza. Los mismos triunfos en Maranello que Eddie Irvine, Clay Regazzoni y John Surtees. Pese a haber mantenido con mucha gallardía su pulso dentro del garaje, el balance global favorece claramente a Leclerc, gracias a sus seis triunfos, 31 podios, 19 poles, seis vueltas rápidas, 1.029 puntos y 830 vueltas en cabeza.
Y de nuevo vino la tormenta. Como en aquella carrera en Hungría. Quizás el paisaje era demasiado bonito para ser verdad o puede que las rencillas en McLaren no se hayan cerrado del todo. Pero lo que es cierto, es que Óscar Piastri ha dado en Monza otro golpe encima de la mesa de su compañero Lando Norris y que Charles Leclerc, con su Ferrari, lo ha aprovechado para animar la fiesta con una heroica victoria ante su afición realizando una estrategia brillante digna de una partida de ajedrez de Bobby Fischer.
El joven piloto australiano, que partía segundo, lo tenía claro desde la salida. No esperó ni un minuto. Agresivo y dominante sabía que era el momento de atacar y hábilmente, aprovechó para colarse, como una serpiente, por delante de su compañero y ponerse líder. También Leclerc aprovechó que el Mercedes de George Russell se salía por la escapatoria, y que el británico seguía en shock, para ganar posiciones y ponerse virtualmente segundo.
La carrera había cambiado por completo. Los nervios y la tensión de Norris se notaron en la vuelta 16 cuando, nada más entrar al box para hacerle un undercut a Leclerc, tuvo que bloquear ruedas para no chocarse con un bolardo. McLaren sacó los codos y Ferrari se intentó proteger dando entrada al monegasco. No sirvió para nada. "¿Para qué era eso?", exclamó el piloto de Ferrari al verse de nuevo por detrás de Norris al salir. Carlos Sainz, en su 30 cumpleaños, prefirió en cambio quedarse al margen y alargar su parada para evitar problemas y rascarle segundos a Max Verstappen.
No iba a ser un domingo fácil para el campeón. Era plenamente consciente desde la mala clasificación del pasado sábado y la apuesta de Red Bull por los neumáticos duros y dos paradas tampoco fue ser una solución efectiva para acercarse a su máximo rival. Fin de semana horrible para el neerlandés, que se tiene que conformar finalmente con un sexto puesto.
Pero toda la batalla estaba arriba. "Está permitido correr. Son las papaya rules", le decían a Norris por radio para animarle a atacar a su compañero. Mensaje captado. Pero la decisión, inesperada, por parte Ferrari de intentar aguantar a una parada con sus neumáticos duros al verse con un posible doblete en los cajones, obligó de repente a McLaren a hacer una auténtica machada. Tuvieron la decisión en su mano, pero era imposible aguantar.
Norris aceleró, Piastri necesitaba volar y Sainz protegió lo que pudo a su compañero para acabar al final cuarto. Leclerc tenía que resistir como fuese. Eran pocas vueltas, pero podían ser letales. Sudor, concentración, fuerza y bandera a cuadros. Lo consiguió. "En nuestra casa", exclamó emocionado al cruzar la línea de meta.
Aston Martin volvió a quedarse de brazos cruzados. Fernando Alonso luchó hasta el final para meterse en zona de puntos, pero Albon y Magnussen, sus principales competidores, fueron los que se llevaron el premio. "No saco nada positivo", apuntó después el asturiano. Tampoco Lance Stroll tuvo su mejor tarde, terminando en últimas posiciones.