Sólo Nadal, que logró seis, había conquistado tres Masters 1000 antes de cumplir los 20 años. Necesitará ganar el título en Miami para defender el número 1 que ha vuelto a hacer suyo
No es sólo el qué (campeón en Indian Wells, tercer Masters 1000 de su carrera, a los 19 años) ni el cómo (con la autoridad de quien no cede un set a lo largo del torneo. algo que sólo consiguieron Federer, en 2017, y Nadal, en 2007), sino también el cuándo (un año después de presentar su candidatura en las semifinales de esta misma competición, llevando al límite a Rafael Nadal, tres semanas después de lesionarse frente a Cameron Norrie en la final de Río de Janeiro y generar dudas sobre un físico comprometido desde la última parte de la pasada temporada).
Carlos Alcaraz ha respondido muchas preguntas con la conquista de su octavo título después de un trazado sinuoso, en el que se le fueron planteando diferentes desafíos. Sí, había ganado el ATP250 de Buenos Aires y se había presentado en la mencionada final, pero, ay, ese nuevo percance podía advertir de que algo no iba bien, quizás el chasis no funcionaba del mismo modo que lo hacía la dirección y el cambio de marchas, tan afinados como en la temporada de su explosión. Pero él mismo dejó claro, antes del inicio del primer Masters 1000 del curso, que se encontraba al cien por cien, que no le preocupaba esa aparente fragilidad.
Los acontecimientos iban a darle la razón. Campeón y de nuevo número 1 del mundo, estatus del que le había privado Novak Djokovic con su triunfo en el Abierto de Australia, donde nuestro protagonista fue baja por lesión. Campeón, y de qué manera, pues en el camino fue dejando cadáveres exquisitos. Miren sino. Octavos de final. Felix Auger-Aliassime, que contaba con tres victorias frente a él en otros tantos enfrentamientos previos. Esta vez, le aplicó un doble 6-4. Cuartos. Jannick Sinner, que le venció el pasado año en octavos de Wimbledon y en la final de Umag, que había ofrecido una tenaz resistencia enlos cuartos del Abierto de Estados Unidos, hasta incluso contar con un punto de partido. Esta vez, 7-6 (4), 6-3. Daniil Medvedev, que se presentó en la final con tres títulos consecutivos (Rotterdam, Doha y Dubai), un total de 19 partidos sin dar tregua, hasta encontrarse con ese jugador de «habilidades increíbles, difíciles de comparar con los demás», como dijo en la víspera del partido, antes de sufrirlas en carne propia: 6-3 y 6-2.
Otro ilustre superado
Carlitos atenta contra el orden establecido, algo que ya había hecho el pasado año, venciendo en Madrid a Nadal, Djokovic y Zverev, no dejando títere con cabeza en el Abierto de Estados Unidos. Medvedev, ex número 1 del mundo, ganador del Abierto de Estados Unidos en 2021, que le derrotó con facilidad en la primera ronda de Wimbledon 2021, cuando el chaval era todavía un proyecto, se incorpora a quienes han sentido su azote.
Medvedev tiene 27 años. Es ya un jugador de mediana edad en esto del tenis. Pero Auger-Aliassime tiene 22. Y Sinner, 21. Tal vez sea pronto para dar por amortizados a hombres como Stefanos Tsitsipas o el propio Alexander Zverev, pero son otros quienes empiezan a llamar a la puerta, la que ya ha derribado Alcaraz, son ellos con quienes habrá de litigar por el futuro.
Ninguno viaja tan deprisa como él, ya con un título del Grand Slam y tres Masters 1000, con dos pasos por el número 1 del mundo, por efímero que pueda ser éste, pues necesita defender con éxito el título conquistado en 2022 en Miami para no cedérselo de nuevo a Djokovic el 3 de abril. Nadal, esta semana descabalgado del top 10 por primera vez en casi 18 años, ganó seis Masters 1000 antes de cumplir los 20. Es con tenistas de semejante altura competitiva con los que empieza a tender puentes.
En Miami, donde ganó en 2022 su primer Masters 1000, tiene la posibilidad de certificar el ‘Sunshine Double’, algo que sólo siete han logrado ocho jugadores. Se trata de encadenar en la misma temporada los títulos en Indian Wells y en el torneo que se inicia esta semana. El primero en conseguirlo fue Jim Courier, en 1991. Le siguió Michael Chang, un año después. Pete Sampras, en 1994, Marcelo Ríos, en 1998 y Andre Agassi en 2001. Roger Federer lo suscribió en 2005, 2006 y 2017 y Novak Djokovic en 2011, 2014, 2015 y 2016.
De nuevo sin Djokovic ni Nadal en el cuadro, Alcaraz podría encontrarse en cuartos con el danés Holger Rune, otro de los que se postula para el grupo dirigente en un no demasiado lejano futuro, y con Ruud, Rublev, Zverev o Sinner en semifinales. Con Medvedev sólo se toparía en otra hipotética final