Roland Garros
Octavos
El número 1 del mundo se impuso por 6-3, 6-2 y 6-2, elevando notablemente el rango de su juego.
Buena medida de lo que se puede esperar de Carlos Alcaraz en este Roland Garros fue la capacidad para elevar el rango de su tenis e imponerse con firmeza a Lorenzo Musetti, 17º cabeza de serie, que venía con un bien ganado predicamento tras su impecable trayectoria en el torneo. La lucha entre los dos jóvenes acabó claramente decantada del lado del número 1 del mundo, mucho más hecho que cualquiera de sus contemporáneos. El español vuelve a los cuartos de final del torneo, donde le detuvo en 2022 Alexander Zverev, tras imponerse por 6-3, 6-2 y 6-2, en dos horas y ocho minutos.
El italiano comenzó bien, antes de irse diluyendo como consecuencia del brazo armado de su oponente, a quien había logrado reducir el pasado verano en la final del ATP 250 de Hamburgo. Cuando empezó a jugar, después de los dos saques directos con los que arrancó el partido Alcaraz, Musetti exhibió las condiciones que le habían traído hasta sus segundos octavos del torneo, después de tenerse que retirar, extenuado, habiendo tenido dos sets de ventaja contra Djokovic en 2021. Errático, el español sentía mal la pelota. Sentía también el salto de calidad al otro lado de la red.
Tardó poco en aparecer el Alcaraz que precisaba un partido como éste, la corriente alterna entre los golpes virulentos y el toque cincelado para las dejadas marca de la casa. Musetti, que sólo había cedido su saque en tres ocasiones en los encuentros precedentes, lo entregaba dos veces de manera consecutiva.
Ovaciones compartidas
El público se frotaba las manos y regalaba ovaciones compartidas. Alcaraz, 20 años, y Musetti, 21, ofrecían un espectáculo con todos los visos de perdurabilidad en los próximos años. El italiano gasta guante de seda. Tampoco se queda corto a la hora de ofrecer aquello que valoran los paladares más exquisitos. Está lejos de la altura sideral alcanzada por su rival, pero se le aguarda como uno de los activos de la revolución en marcha.
Perdido por algunos excesos en la búsqueda de rincones insospechados de la cancha, Musetti asimiló que se enfrentaba a un imposible. La trigésimocuarta victoria de Alcaraz en 2023, vigésimocuarta en arcilla, iba a ser cuestión de tiempo. El campeón en Indian Wells, Madrid, Barcelona y Buenos Aires ofrecía todo el muestrario de sus habilidades y cerraba el segundo parcial del mismo modo que había empezado el partido, con un saque directo.
No habría billete de vuelta para el de Carrara, ganador del Abierto de Australia 2019, finalista del US Open en 2018 y número 1 de la categoría, que se encontró con un servicio ganador y un saque y volea de derecha en las dos tentativas para romper y colocarse 2-0 en el tercer set. En la misma instancia donde hace dos años se quedó en la orilla frente a Djokovic, esta vez Alcaraz le puso todo un océano de por medio.
“Jugué a un gran nivel, con alta calidad de golpes, muy agresivo, un partido muy completo”, comentó a pie de cancha. “Soy uno de los principales favoritos para ganar el título, pero trato de quitar todo eso de mi cabeza, sonreír y divertirme, buscar golpes imposibles y hacer disfrutar a la gente”.