Más de 20.000 personas reciben de madrugada a las campeonas en el Madrid Rio
Las campeonas recibieron el merecido baño de masas. Más de 20.000 personas esperaron durante más de dos horas a la selección en la explanada de Puente del Rey, en el Madrid Río. Nadie se movió. Al contrario. Llegaban y llegaban, pese a ola de calor. Lo hicieron desde antes de que el avión en el que llegaron las campeonas aterrizara en Barajas. Lo hizo a las 21,15 horas. Después, el autocar de las campeonas inició su recorrido, alentadas por la gente en las calles, hasta la explosión en el Madrid Río al grito de “¡campeonas del mundo!”.
Olga Carmona, goleadora en la final que además perdió dos días antes a su padre, fue la jugadora que más cariño recibió, junto a las ovaciones a Salma Paralluelo, Jenni Hermoso y Aitana Bonmatí. «¡Olga, Olga, Olga…!», se podía escuchar poco después de ser manteada por sus compañeras de la selección.
La sevillana quiso agradecer al público el apoyo que le había dado:_«El día de hoy tiene una parte complicada para mi. Ayer fue un día de muchas emociones. Por momentos, el mejor día de mi vida y luego se convirtió en el peor. Estoy emocionada de poder brindaros esta alegría. Tenemos esta estrella, pero todas las estrellas que están en el cielo nos han acompañado».
Jenni Hermoso tomó entonces el micrófono para proclamar: «Soy española, pero viva Madrid y vivan los madrileños, somos los mejores del mundo». No hubo mención alguna al polémico beso que le dio Luis Rubiales, que no apareció en el escenario del Madrid Río. Los últimos en ser anunciados y salir fueron Jorge Vilda, el seleccionador, junto a Olga Carmona y la capitana en este Mundial, Ivana de Andrés.
Vilda dio, asimismo, las gracias a los aficionados: «Sin vuestro apoyo esto sería imposible, es vuestro. Dijimos que os ibamos a poner de pie, a sacar a la calle. Quiero acordarme de las jugadoras que no han podido estar en el Mundial. Sin estas estrellas no seríamos campeones del mundo».
«El calor aprieta, pero ésta es una experiencia única y no nos la podíamos perder» decía Carlos García, unos de los miles de aficionados que resistieron en el Madrid Río hasta la llegada del autocar de la selección, acompañados, eso sí, por las actuaciones musicales.
Ángel Herrero, que acudió al evento en compañía de su novia, tenía claro que quería festejar esta gesta del fútbol femenino, un deporte que, como reconocía, «llevo siguiendo desde hace muchos años». Además, él se sumaba a los millones de aficionados que han seguido el torneo con sumo interés a través de sus televisores, aunque admitía que el partido de las tres de la mañana no lo pudo seguir: «Es verdad que no me vi todos los partidos, porque algunos eran muy temprano, pero lo he seguido de cerca».
Miles de camisetas, fundas y banderas tintaban de rojo el espacio. Un lugar en el que además de la música a todo volumen se escuchaban los tradicionales cánticos de «¡yo soy español!» o «¡campeonas del mundo!», los que también sonaron hace 13 años cuando la selección masculina consiguió levantar el mismo trofeo, en Sudáfrica.
Para muchos de los que acudieron ayer, muy jóvenes, la pasada celebración del conjunto de Vicente del Bosque es un recuerdo muy lejano. «Lo han vivido más nuestros padres que nosotros. Pero el gol de Olga fue como revivir el de Iniesta hace 13 años», reconoce Carlos.
La alegría era tal que algunos aficionados se sumaban a hacer apuestas sobre lo que ocurrirá en los próximos Mundiales. «Con este equipo, el próximo lo vuelven a ganar», comentaba María Domínguez. Carlos añadía: «Lo volverán a ganar antes que los hombres».