Se convierten en personajes clave en el ataque del equipo de Míchel, que juega en Copa antes de visitar al Barcelona en Montjuïc
El ataque del Girona tiene un claro acento ucraniano. Viktor Tsygankov, quien llegó al club el pasado mercado de invierno, y, sobre todo, Artem Dovbyk, están encandilando a la afición de un conjunto que insiste en permanecer encaramado a lo más alto de la tabla. Se mide al Orihuela en la Copa del Rey. Un duelo importante, pero que se ha convertido también en la antesala del asalto que tratarán de protagonizar los de Míchel a Montjuïc, el domingo.
Enfrente tendrán a un Barça que aparentemente recuperó sus mejores sensaciones frente al Atlético, por mucho que su victoria contra los de Simeone fuera sólo por la mínima. El Girona, no obstante, ya sabe muy bien qué hacer para puntuar en territorio azulgrana. Hasta ahora, ha arrancado dos empates en sus visitas al Camp Nou, en la temporada 2018-19 (2-2) y en la 2022-23 (0-0), aunque su estreno, en la 2017-18, se saldó con goleada (6-1).
Revalorizados en Montilivi
Viktor Tsygankov (Nahariya, Israel, 1997) ya es un viejo conocido para los seguidores del conjunto gerundense. O, mejor dicho, no tan viejo. No en vano, aterrizó en Montilivi durante el pasado mercado de invierno, después de que la entidad pagara unos cinco millones de euros al Dinamo de Kiev en concepto de traspaso. Visto lo visto, una ganga. Su contrato con el equipo ucraniano acababa el pasado 30 de junio y, ante su negativa a ampliarlo, su anterior club prefirió sacar algo de su venta, a pesar de su calidad y de que se ha erigido en uno de los indiscutibles líderes de su selección. Ahora mismo su valor rondaría los 22 millones de euros, si bien llegó incluso a alcanzar los 25 en 2021.
En su primer medio año en el Girona, Tsygankov disputó un total de 19 partidos, anotó tres goles y dio seis asistencias. En lo que llevamos de curso, ya ha igualado el registro anotador de la campaña pasada y suma dos asistencias. En este caso, ha podido estar sobre el césped en 13 de la 15 jornadas de Liga disputadas: una lesión muscular y las precauciones para evitar recaídas le han obligado a perderse dos partidos.
Su compatriota Artem Dovbyk (Cherkasky, Ucrania, 1997), mientras, se ha convertido en una de las sorpresa más agradables entre las incorporaciones cerradas por el Girona para la presente temporada. No en vano, con siete tantos en los 14 partidos de Liga que ha disputado (se quedó fuera de la convocatoria en el encuentro frente al Athletic que, a la postre, les costó a los gerundenses perder el liderato), se ha erigido en el máximo anotador del conjunto de Míchel. Le siguen todo un viejo rockero como el uruguayo Cristhian Stuani, que suma cinco goles en su casillero, y el brasileño Savio, que actúa en calidad de cedido por el Troyes francés, con cuatro. Llegó al equipo que entrena Míchel el pasado mes de agosto, procedente del Dnipro-1 ucraniano y, aunque inicialmente fue entrando paulatinamente en los planes del entrenador, quien prefirió darle entrada desde el banquillo en los cuatro primeros partidos de Liga, ya se ha hecho con un puesto prácticamente indiscutible en el equipo titular.
El rendimiento de Dovbyk en la punta de ataque habla por sí solo. En su estreno oficial con el Girona ya fue capaz de anotar el gol que les permitiría a los suyos firmar tablas con la Real Sociedad en el estadio donostiarra (1-1). Y, en los nueve partidos siguientes que encadenó ya como titular, consiguió sumar a sus estadísticas seis tantos más (dos de ellos en un duelo ante el Almería que acabó con triunfo por 5-2 para los suyos) y cinco asistencias. Sin duda, es una amenaza a tener muy en cuenta para cualquier rival del Girona, sea el Orihuela o el Barça.