El equipo de El Touchdown analiza una nueva jornada de NFL en Radio Marca.
TIM NWACHUKWUGetty Images via AFP
Tras doce semanas de competición, los Eagles han demostrado que, vayan como vayan los partidos, son capaces de terminar ganándolos de la forma que sea. Bajo la lluvia, con una patada inverosímil que rozaba las sesenta yardas, Elliott le daba la oportunidad a Philadelphia de llevarse un partido que se terminaba convirtiendo en la décima victoria del mejor equipo de la NFL. Estas son las notas de la semana 12 de competición y el análisis del equipo de El Touchdown en Radio Marca:
SOBRESALIENTE: Denver Broncos
Ganar cinco partidos consecutivos en la NFL no es sencillo. Sea cual sea el calendario, lleguen como lleguen los rivales. Los Broncos de Sean Payton empezaron el año de manera desastrosa y se han convertido antes de que llegue diciembre en la mejor versión de lo que podíamos esperar de ellos. Compiten los partidos, han mejorado notablemente en defensa y en ataque, por mucho que quede lejos su mejor nivel, lo que queda de Russell Wilson va a ser mejor que casi cualquier cosa que hayan tenido desde Peyton Manning. Siguiente objetivo: playoffs.
NOTABLE: Los Angeles Rams
No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Topicazo que siempre que siempre se repite y que con Stafford queda más evidente que nunca. Con McVay, Stafford y Aaron Donald es imposible ser uno de los peores equipos de la liga. No vamos a pedirle a los Rams que ganen partidos en enero, pero la calidad de su football hace imposible no ver grandes diferencias entre ellos y los equipos realmente flojos. El calendario no es malo, no tienen presión, y jugar con Stafford es jugar con uno de los mejores quarterbacks de la NFL. Por muchos años que vaya cumpliendo.
BIEN: Jacksonville Jaguars
Era uno de los partidos más interesantes de la jornada y el equipo favorito lo sacó adelante. No sin sufrimiento, pero los Jaguars hicieron lo que tenían que hacer. Ganar al siguiente mejor equipo de la división y encarrilar el tramo final de competición con la cabeza limpia, sin fantasmas, con la sensación de que son lo suficientemente sólidos para no decepcionar ante rivales de menos enjundia. Qué mejor manera de afrontar su siguiente partido, un Monday Night, en ‘prime time’, algo que los aficionados de Jaguars llevan años sin disfrutar.
SUFICIENTE: Indianapolis Colts y Atlanta Falcons
A principios de septiembre, hubiéramos afirmado que son dos equipos que pueden perder cualquier partido. Ahora, casi en diciembre, pueden presumir de no acumular hasta el momento más derrotas que victorias. Es impredecible su final de temporada y podrían meterse o quedarse fuera de las eliminatorias por el título, pero de momento, tras doce semanas, están en una posición que no es nada mala viendo el talento que tienen y las opciones que les dábamos hace tan solo unas pocas semanas.
SUSPENSO: Carolina Panthers
Primera temporada de Frank Reich y ni siquiera llega a diciembre. No es muy habitual en la NFL y habla bien claro de lo mal que se han hecho las cosas esta temporada en Carolina. Son muchos los equipos a los que no se les pide que ganen la Super Bowl, a los que comprendemos que hay que ver crecer poco a poco, con la paciencia necesaria que requiere una profunda reconstrucción. Pero ni por esas. Los Panthers han sido un bochorno de tal magnitud estas doce semanas que un despido tan rápido hasta se veía venir. Y en unos meses, la sensación es que le van a poner a los Chicago Bears su quarterback de futuro en bandeja de plata.
Abel Caballero (Puenteareas, Pontevedra 1946) profundiza con detalle acerca de la manipulación que ha dejado al estadio de Balaídos fuera del Mundial 2030, reclamando que su ciudad sea reincorporada a la lista de 11 de la que fue descabalgada al retocarse in extremis una clasificación que había sido acordada como definitiva.
Con todas las pruebas que tiene sobre su mesa que acreditan que Vigo fue eliminada de manera irregular, ¿va a llevar el caso a los tribunales?
El miércoles encargué a la Asesoría Jurídica que estudie qué vías legales tenemos, porque es una situación atípica. Lo están estudiando y una vez que me lo digan, tomaré la decisión política. Pero voy a defender esta ciudad con uñas y dientes porque creo que nos quitaron ilegítimamente de esa lista. Voy a defender a Vigo con todas las armas democráticas que estén a mi alcance.
Usted lleva pidiendo explicaciones a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) desde que supo en julio del año pasado que quedaban eliminados y la respuesta ha sido que las puntuaciones son confidenciales. ¿Siguen sin facilitárselas?
Una vez que ya está tomada la decisión, ¿qué confidencialidad hay? Ninguna. Al revés, es obligadamente público. Cuando alguien niega la información sin que haya causas objetivas, las sospechas se levantan. Esto no es serio. Nosotros mandamos una carta al día siguiente pidiendo explicaciones y nos contestaron simplemente que Vigo había tenido la puntuación más baja en cuanto a la estructura financiera. Nosotros tenemos ahorrados 150 millones, pagamos a los proveedores a tres días y medio, y las obras del estadio nos costarían 60 millones, somos un cañón en términos financieros. Somos casi la única ciudad de la lista que tenemos una deuda cero. El interventor me ha dicho: «Alcalde, podemos hacer frente a esto con comodidad absoluta». Y dicen que somos los peores...
¿Ha mantenido usted alguna conversación con los responsables de la Federación?
Ninguna. Pero es que, además, con la RFEF quiero luz y taquígrafos porque no me fío nada. Que lo cuelguen en la página web.
¿El Gobierno, que está integrado en el Comité del Mundial 2030, le ha dado alguna explicación?
Desde que esto salió, no he vuelto a hablar con José Manuel Rodríguez Uribes, presidente del Consejo Superior de Deportes. Él ya estuvo en Vigo el 5 de marzo y dijo que esta ciudad tiene que estar en el Mundial. Pero las explicaciones no me las tiene que dar él, me las tiene que dar el presidente de la RFEF, Rafael Louzán. Yo estaba esperando que diera una rueda de prensa pero no la dio.
Abel Caballero, en el estadio de Balaídos, durante la entrevista.Alberto Di LolliMUNDO
La ya ex jefa del Mundial, María Tato, reportaba a Louzán por correo el estado de la situación de Vigo. Entonces era vicepresidente de la Federación y no tenía un cargo en la organización del torneo. ¿Cree que tenía un interés especial en su candidatura?
Lo que sé es que María Tato le mandó el listado de sedes a Louzán con Vigo dentro y 24 horas después se cambia. Lo que sé es que una vez que le llega el listado a Louzán, Vigo se cae al que tenía.
Usted dirige una administración pública como es el Ayuntamiento de Vigo desde hace casi dos décadas. ¿Qué le parece el modus operandi empleado por la RFEF para elegir las sedes del torneo?
Quiero el acta de esa reunión que dice la señora Tato que se celebró en una cafetería y que los otros dos (miembros del Comité del Mundial, Fernando Sanz y Jorge Mowinckel) niegan. Quiero ese acta porque es tremendo. Cualquier ciudadano de este país dice que eso es inadmisible. Las reuniones se tienen que hacer levantando acta y justificándolo todo. Y esto es una cuestión de mucha envergadura. Quiero ese acta y las de todas las reuniones que mantuvieron. Toda España está escandalizada porque el fútbol es muy importante.
¿Ha calculado cuánto dinero supone para Vigo no estar en el Mundial?
En Vigo, cualquier cosa en comparación con la Navidad, que tiene un retorno de cientos de millones, es pequeña. Pero tiene una incidencia económica muy significativa: más de 100 millones de euros. Pero valoro más que Vigo tenga un espacio en el mundo y la Navidad ya puso a la ciudad en el mundo.
Cuando escucha a la jefa del Mundial decir en la reunión de evaluación «vamos a meter valores hasta que cuadre con el resultado», ¿a qué conclusiones llega?
Todo el mundo que lo oyó sabe lo que eso significa. Es una frase inadmisible y la gente está estupefacta. Los juristas la calificarían muy bien.
El Gobierno ya dijo que quiere que Vigo esté en el Mundial por la vía de ampliar de 11 a 13 las sedes y la RFEF también asegura ahora que quiere lo mismo. ¿Hay alguna posibilidad?
No estoy muy seguro de que la RFEF quisiera que Vigo estuviera. Si le llega a Louzán un listado con Vigo y a las 24 horas no está, eso señala en una dirección. Pero el hecho de que fuera Louzán quien dijera que Vigo no iba a ser la sede del Mundial es muy importante. Fue a Riazor a decir el 5 de julio de 2024 que Vigo no sería sede, 14 días antes de hacerse oficial la decisión.
Abel Caballero, en Balaídos.Alberto Di LolliMUNDO
¿Por qué cree que adelantó esa decisión?
Cualquier ciudadano puede responder a esa pregunta. Queremos explicaciones.
Usted siempre insiste una y otra vez en la figura de Louzán, ¿qué motivación puede tener para perjudicar a Vigo?
Yo tengo una opinión clara al respecto, pero no quiero quitar el foco de lo objetivo. Y lo objetivo es que una vez que le llega un listado a Louzán, Vigo se cae. Me gustaría conocer los Whatsapps que se intercambió con los miembros del Comité del Mundial. También es cierto que Louzán perdió la Diputación de Pontevedra, fue derrocado políticamente por los resultados de Vigo. Hay un derrocamiento de Louzán que se produce desde Vigo con las reglas de la democracia. Hay otra cuestión: yo le he pedido al presidente gallego Alfonso Rueda publicidad en este proceso y me contestó un consejero suyo diciendo que lamentaba la falta de influencia de Vigo, que es una frase tremenda. Y después de salir esto siguen diciendo que Vigo tiene carencias, que el estadio es pequeño. Lo hacen para defender a Louzán, que cuando quita a Vigo tiene apoyos. Nosotros vamos a tener el campo en un año y pico acabado pero eso no importa. ¿Y los que tienen que hacer el campo nuevo? Está todo lleno de inexactitudes y siempre es Louzán, que es el que más hablaba de esto en el mundo. Hasta ahora. Ahora ya no habla, ¡vaya, hombre! Ahora está callado, qué curioso. Y cuando está callado, ¿qué teme? ¿Tiene temor de algo?
¿Se han planteado recurrir también a la FIFA?
Lo tengo que ver con los técnicos y voy a meter a más gente a estudiarlo.
¿El Gobierno puede hacer, en su opinión, algo más en este asunto?
Ellos no participaron en la decisión, en los cuadritos que tenemos aquí [dice señalando las dos clasificaciones reveladas por EL MUNDO con y sin Vigo en un margen de 48 horas]. Eso es muy importante.
Tato reportó a Louzán por correo electrónico que el Gobierno quería introducir el criterio de la vecindad, que iba a «garantizar» que Vigo tuviera una plaza. ¿Le han explicado por qué la RFEF no lo aplicó?
Si usted le hace esa pregunta a toda España le van a decir que porque no quieren que esté Vigo. Pero es que a mí ese criterio me parece muy importante porque en un Mundial en el que están tres países la vecindad es relevante. Aquí tenemos en los festivos decenas de miles de coches de Portugal y tenemos planes de tráfico especiales para eso. Te puedo citar alcaldes del norte de Portugal que eran socios del Celta, porque están aquí al lado. La relación con Vigo es de 20 minutos, es de ir de una punta de la ciudad a otra. El fútbol es un punto de unión. Pero claro, si en el mail se dice que eso favorece a Vigo, están advirtiendo a alguien. Vamos, digo yo.
De pie, apoyado sobre la barandilla metálica, Oriol Tort saludaba con un leve movimiento de cabeza desde la distancia a los periodistas que salían de presenciar los entrenamientos del primer equipo del Barcelona. No existía ciudad deportiva alguna y en los campos de tierra que se ubicaban dentro del recinto del Camp Nou solían entrenarse los juveniles del Barcelona. Con su cigarro en la mano, podía confundirse con el guarda del recinto, pero en realidad era el guarda del talento. Discreto pero irónico, le gustaba alejarse del protagonismo y el ruido, aunque dejaba frases con retranca en algún corrillo: «Si hacemos bien nuestro trabajo, uno de estos juveniles podría jugar ahí, en el primer equipo, sin que notarais la diferencia». «Pero tenemos que hacerlo bien...», insistía, con su media sonrisa. El tiempo ha mejorado la sentencia del bueno de Tort, con Lamine Yamal, de 17 años, y Pau Cubarsí, que acaba de cumplir 18, dos juveniles, asentados en el Barça de Hansi Flick y en la selección de Luis de la Fuente. En algo se equivocaba: la diferencia se nota.
Para saber más
Tort había llegado al Barcelona en 1959, como entrenador de infantiles, antes de que existiera la Masía, y desde 1980 hasta su fallecimiento, en 1999, fue el director de la cantera azulgrana. Cuarenta años en el club, más de la mitad de su vida. Recorría los campos de Cataluña, porque decía que había que ver jugar a los niños en su ambiente, para descubrir potenciales talentos. Guardiola, Sergi, Amor,Iván de la Peña, Pujol o Xavi fueron algunos de los que captó para el club azulgrana, aunque le gustara relativizar su trabajo: «No somos descubridores, sólo ayudamos a los jugadores a descubrirse a sí mismos».
La captación era, pues, el momento clave, mágico, según Tort, en el que había que observar los pequeños detalles que podían hacer a un jugador especial. En Jordi Roura observó un desborde eléctrico, cuando jugaba en su pueblo, Llagostera, en Girona. La Masía fue su destino, donde coincidió y trabó amistad con Guardiola, Tito Vilanova y Aureli Altimira, que acabaron por formar la peña 'Els golafres', los glotones. El desborde le llevó hasta el primer equipo, el incipiente 'Dream Team' de Johan Cruyff, pero una grave lesión durante la Supercopa de Europa contra el Milan, en 1989, acabó con su carrera. Con 25 años estaba retirado y empezaba su andadura como técnico. De segundo de Carles Rexach en Japón, a asistente de Guardiola en el primer equipo azulgrana, segundo de Tito Vilanova y, finalmente, entrenador interino tras la terrible muerte de su amigo. Con la llegada del Tata Martino al banquillo, el club presidido entonces por Josep Maria Bartomeu lo nombró director del fútbol formativo, en 2014. Estaba en el sitio de su descubridor, donde se convertiría en el padre de la nueva generación, la 'Quinta de Lamine'.
FC BARCELONA
"Qué raro corre este niño"
«Cuando lo fiché tenía siete años. Fuimos a verlo y primero que pensé fue: 'Qué raro corre este niño'. A esa edad, todos corren detrás de la pelota, es difícil ver cosas, hay que captar los detalles. Todos menos Lamine, que se apartaba, no iba al bollo. Era como si quisiera desmarcarse, como un profesional. Hacóa cosas extrañas. Me llamó la atención. Después hizo un control distinto a los demás, y le dije a Aureli: 'Lo fichamos'», explica Roura, en conversación con este periódico. Altimira, uno de sus inseparables desde los tiempos de la Masía y persona de confianza, compartía con Roura y otros técnicos las sesiones de captación.
«Son la piedra angular de este trabajo. Nosotros no buscábamos las condiciones físicas ni nada de eso, sólo el talento, las cosas que pueden hacer a un jugador diferente y que a esa edad ya puedes observar, porque son innatas. Todo los demás, el físico y el trabajo táctico, ya lo pondremos nosotros después», continúa, como si todavía lo viviera, porque «esto es una profesión, un trabajo, pero también es pasión»
Cambios con Laporta
Roura ya no hace ese trabajo, porque el regreso de Joan Laporta provocó un cambio en la estructura técnica. «Estábamos renovados, pero de pronto estábamos fuera. Puedo entender que un nuevo presidente ponga a gente suya, de confianza, pero creo que fallaron las formas, se podría haber hecho de otra manera», recuerda, aunque sin darle más importancia. Con Roura también salieron Altimira y García Pimienta, entrenador del filial, además de Carles Folguera, director de la Masía durante más de 20 años. Un año después, dejó el club el director deportivo Ramon Planes, hombre clave en las llegadas de Pedri y Araujo.
Además de Deco y Bojan Krkic, Laporta nombró director de la cantera a Alexanko, siempre en la sintonía de Cruyff y después de Laporta. Sin embargo, promocionó y protegió a dos figuras esenciales en la estructura de las categorías inferiores, Sergi Milà y Marc Serra. Una forma de hacer política y amiguismo, pero sin perder el método. Entre ambos, suman más de 30 años en el club. Milà es responsable de la metodología del fútbol base y el coordinador de fútbol 11. La responsabilidad le ha apartado de los banquillos, después de dirigir al juvenil A, y en la Ciutat Esportiva hay quien se pregunta si no se ha cortado la carrera de un gran entrenador. Serra, por su parte, es el coordinador de fútbol 7, el fútbol-probeta que todos, Roura el primero, consideran esencial en el éxito de la cantera azulgrana. «Lamine, Cubarsí, Bernal o Gavi proceden del fútbol 7», recuerda. Los tres primeros ganaron la Liga Promises de 2019, en Nueva York, con un 6-1 al Madrid.
«El fútbol 7 es más interactivo, favorece la asociación, se toca más el balón y nos permite empezar a trabajar en el entendimiento del juego. Que los niños pasen de jugar a la pelota a jugar al fútbol. Queremos que se perfilen para recibir, que anticipen en su cabeza el pase que darán antes de que les llegue el balón, que sean mentalmente rápidos. El fútbol moderno es velocidad, pero no sólo de piernas», continúa Roura, que pone en valor el trabajo de Serra. El Barcelona rechazó, cortésmente, el ofrecimiento de este periódico para que tanto Serra como Milá ofrecieran sus impresiones acerca de su trabajo.
Esperando a Toni Fernández
A diferencia de otras épocas, en las que el Barça creaba centrocampistas que parecían clonados, una endogamia que llegó a preocupar a nivel interno, la generación de Roura tiene de todo: portero, defensas, centrocampistas o delanteros. «Pues claro... Es que cuando oigo hablar del ADN Barça me pregunto: ¿Y esto que quiere decir? ¿Qué no podemos contraatacar? ¿Qué no podemos jugar en largo cuando nos presionen arriba? El Barça tiene su identidad, asociada a la técnica y a la posesión, pero para ganar hay que ser vertical. Flick lo ha entendido bien», insiste el técnico. Algunos de los frutos de su trabajo están todavía por llegar, como Toni Fernández, de 16 años, un delantero de poderoso desborde, que comparte las categorías inferiores con su primo Guille. El portero del filial, el estadounidense Diego Kochen.
«Un buen ejemplo es Cubarsí, un central que es vertical y supera líneas con sus pases -continúa Roura-. El puesto es muy difícil en el Barcelona, porque si tienes espacio a tu espalda y has de iniciar el juego, casi nada. Lo fiché con 10 años, del Girona. Era agresivo, con carácter. Su progreso táctico al llegar con nosotros fue impresionante. Tiene cara de niño, pero es duro, con mala leche. A veces le decía: 'Pau, ríete un poco, esto sólo es fútbol'».
"Balde, hay que apretar"
Recorrer los campos era el día a día de Roura, como antes lo fue de Tort. «En la captación has de ser rápido. Ver, decidir y fichar, todo en el momento. Si no, llega otro club y lo hace». Le ocurrió con Marc Casadó. «Estaba en el equipo de la Damm, uno de los que mejor trabaja la formación. Tenía 13 años y me llamó la atención por su colocación, siempre iba a la cobertura. En cambio, no pensaba que llegaría a un nivel físico como el que tiene ahora, brutal». A Alejandro Balde, en cambio, le tuvo que insistir para dar ese salto. «Jugaba en el San Gabriel y lo trajimos muy pequeño para el fútbol 7. Era técnico, hábil, pero un día le llamé y le dije: 'Con jugar bien no vale, hay que apretar'».
«El método es común, pero cada chico necesita sus tiempos y tiene sus circunstancias. Lamine vivía en Mataró, podía seguir en casa, pero como el entorno del barrio podía ser complicado, lo llevamos a la Masía», continúa Roura. Más protección necesitó Fermín, al que decidió fichar al presenciar un torneo de infantiles en Tarragona. «Jugaba en el Betis y, nada más verlo, me di cuenta de que tenía cosas, pero también un problema: era muy pequeño. No obstante, me dije: 'Es igual, lo fichamos'. Pasaba el tiempo y no crecía, no rompía. Las dudas crecían entre los técnicos y hasta su familia, que se planteó si debía volver a casa. Yo les pedí a todos un poco más tiempo, tenía esa intuición. Finalmente, dio el salto que yo esperaba», recuerda Roura, para el que cada jugador necesita sus tiempos. «Es necesario un trato personalizado, es otro de los secretos», aclara.
Mientras ahora intenta traslada todo ese conocimiento a los jóvenes entrenadores a través del proyecto 'Best Version 1', Roura dice estar «orgulloso» por el trabajo realizado. «A partir de ahí -finaliza-, todo depende de que el primer entrenador les de la alternativa. Koeman, Xavi y Flick lo han hecho. En eso el Barça también es diferencial». Diferencial y, en una de las épocas más difíciles de su historia, también una prueba de vida.
Para sobrevivir a una temporada en que no hay más en juego que la honra, el Barça necesitaba cabeza. Mucha cabeza. Por tres veces se lo recordó al Valencia para mandarlo a la lona a fuerza de saques de esquina, rehaciéndose ante su propio esperpento con el testarazo de Fermín y el hat trick a balón parado de Lewandowski. [Narración y estadísticas (4-2)]
Querían los culés celebrar la continuidad de Xavi en una noche desapacible que lo que deparó fue una retahíla de errores que se iban alternado de área a área. El Valencia buscaba resistir fiándolo todo a encontrar las grietas a la espalda de la defensa culé, cuando pudiera y a trompicones. Fue así como Peter Federico hurgó en la orilla por donde Cubarsí cubre los despistes de Cancelo y se plantó ante Ter Stegen con la fortuna para los azulgranas de que no supo qué hacer.
Mucho más claro lo tuvo Fermín, que voló para rematar de cabeza un preciso centro de Raphinha. Al Barça le había costado 22 minutos descifrar los planes de Baraja y ahora sólo tenía que manejarlos. En lugar de eso, se descosió por donde menos se esperaba.
Si hay un jugador de rendimiento seguro en el Barça es Ter Stegen, pero sus 12 porterías a cero no evitaron que hiciera un mal despeje con los pies fuera del área que acabó convertido en una asistencia a Hugo Duro para que, mansamente, enviara la pelota al fondo de la red. El partido empezaba de nuevo pero, antes de caer en la cuenta, llegó otro mazazo. Esta vez fue Araujo quien arrolló a Peter Federico y provocó un penalti que Pepelu no falló. En diez minutos y por errores no forzados, el Valencia parecía haberse metido el partido en el bolsillo.
avi corregía el agujero en su banda izquierda enviado a Koundé a taponar mientras pedía una intensidad que fue apareciendo. Probó Cancelo con un derechazo al palo corto que salvó Mamardashvili. Los síntomas indicaban que al Valencia le podía costar sostenerse en el añadido, como así fue. Asediado por saques de esquina, uno de ellos rematado por Araujo al palo, cuando se desató llegó el error del Mamardashvili.
Se apoyó en él Yarek para dormir el duelo esperando el final de la primera pero cuando al georgiano, presionado por Lamine Yamal, se le escapó. Su reacción, fuera del área, fue tapar con el cuerpo... y la mano. Tuvo que revisar el VAR, pero el meta sabía que su partido había acabado. Al Valencia, encomendado a Jaume Domenech, le tocaba sufrir.
Polémica y asedio
Lo confirmó cuando, tras el descanso, volvió el asedio. No vio De Burgos penalti en un choque de Iñigo Martínez con Peter Federico y Lewandowski hizo el empate a dos, otra vez aprovechando una jugada a balón parado desde la esquina con una polémica posición en fuera de juego y de influencia de Fermín.
Se había protegido Xavi apuntalando la defensa vasco y la medular con Sergi Roberto. Era necesario mientras Raphinha, Fermín y la estrategia está enganchando al Barça en cada partido. El Valencia, apenas tiene armas para sobreponerse al más mínimo contratiempo.
Corre, pelea, trata de forzar errores, algo que con inferioridad es una tarea titánica, imposible hasta para el incombustible Hugo Duro, con el único auxilio de puertorriqueño cedido por el Real Madrid. Aún así, intentó que el Barça no corriera y no lo hizo. Pero había que resistir ante la lluvia de saques se esquina.
Salvó Jaume el remate de Araujo, Yarek el disparo de Gündogan pero tuvo que aparecer Pedri a la carrera para rebañar el balón a Diego López cuando encaraba a Ter Stegen. Pero el Valencia no tenía opción. Apareció Lewandowski con otro testarazo y un último gol de falta que los condenó.