LaLiga Santander
El técnico del Barcelona, consciente de que en la directiva sospechan de su trabajo, trata de reivindicar su trabajo
Xavi Hernández conoce perfectamente su casa. Por algo es el segundo futbolista con más partidos jugados en la historia del Barcelona, sólo por detrás de Leo Messi. En los últimos días, al ahora entrenador le están hablando sobre el descontento que hay con su trabajo entre algunos miembros de su cúpula directiva, por mucho que el presidente Joan Laporta tratara de calmarlo los últimos días, tanto de manera privada como en una entrevista con la televisión oficial del club. Pero Xavi, tras el derrumbe sufrido en el doble enfrentamiento continental frente al Inter, no logró que su equipo levantara la cabeza en el clásico del Bernabéu. Y esa “reconstrucción” de la que habló el técnico el pasado sábado, pasó a ser ya involución en el partido frente al Real Madrid. La inquietud en el club es creciente ante la escasa respuesta de los futbolistas a los planes tácticos del preparador.
No pudo variar demasiado Xavi su discurso tras la derrota de este domingo que deja a su equipo sin el liderato de la Liga. Los argumentos, últimamente, acostumbran a ser siempre los mismos. La falta de madurez competitiva. La escasa contundencia. Y, ante todo, los errores individuales, que es donde el técnico más suele recrearse.
“Tenemos que madurar a base de castañas. Como la castaña que nos llevamos contra el Bayern, el Inter, tanto en Milán como en el Camp Nou… Al final, son errores nuestros porque no se hace lo que se tiene que hacer. En el primer gol había que hacer una falta [Busquets no pudo llevarse por delante a Kroos antes del avance de Vinicius y el remate de Benzema]; y en el segundo hubo una falta de comunicación con Eric [el central despejó hacia atrás un pelotazo sin peligro alguno de Carvajal]. Estos errores se pagan caros”.
Entonces, cuando un periodista cuestionó a Xavi Hernández por su insistencia en señalar a sus futbolistas, el entrenador se revolvió: “Yo no apunto a los jugadores. Soy el máximo responsable. Nunca en la vida lo haría. Estoy en este barco y sólo explico lo que ha pasado. Es un error mío en no transmitir. Pero son errores puntuales, de concepto de juego. De madurar”.
En el último empate a tres frente al Inter en el Camp Nou que dejó al Barcelona al borde de la eliminación en la Champions, Xavi ya reivindicó el rendimiento de su equipo en el primer acto. Esta vez, el técnico trató de quedarse con las fases en las que su equipo trató de reponerse: “Creo que en la primera parte no estuvimos mal. Dominamos y tuvimos al Madrid en su campo. Tuvimos nuestras opciones sin hacer un buen partido. Después, con los cambios, estuvimos más agresivos”. Se refería el entrenador a los ingresos de Gavi, Ferran Torres y Ansu Fati, que entraron al campo a la hora de partido. Quizá ya demasiado tarde para voltear una dinámica cercenada por el penalti a Rodrygo de Eric García, que ya venía de ser superado en Champions por Lautaro Martínez.
“Tenemos que competir mucho mejor y ser muy autocríticos”, se sinceró en cualquier caso, para abundar: “Tenemos que cambiar la mentalidad. Estoy muy decepcionado y triste. Estamos en una dinámica muy negativa y tenemos que cambiarla ya”.
