GP de Singapur
El madrileño, por delante de Russell y Leclerc, serio candidato a la victoria tras el doble fiasco de Red Bull. Alonso partirá séptimo.
Nadie esperaba un Ferrari tan competitivo en Singapur, ni siquiera tras lo visto hace dos semanas en Monza. Las curvas lentas de Marina Bay no favorecían al SF-23, aunque desde el viernes, los ingenieros avanzaron, a pasos de gigante, con la configuración idónea. Los mejores cronos de las sesiones libres se teñían de rojo, pero faltaba confirmarlo ante Red Bull y Mercedes cuando realmente importa. Y ahí surgió Carlos Sainz, que aprovechó la eliminación de Max Verstappen en la Q2, para abrochar su segunda pole consecutiva (1:30.984), con 72 milésimas sobre George Russell y 79 sobre Charles Leclerc.
En una batalla interna cada día más apasionante, Sainz demostró a Cedric Vasseur, team principal de la Scuderia, que no va de farol. Y que puede aspirar a todo cada sábado, volteando el habitual dominio de Leclerc en las clasificaciones. Esta quinta pole de su carrera vale oro para él. Porque entre los muros y las sinuosas calles de Singapur, en unas condiciones más propias de una sauna, partir primero eleva exponencialmente las opciones de victoria. Aún más con Verstappen relegado a la undécima plaza.
Con un juego extra de gomas nuevas, Ferrari tuvo opción de reservar su mejor material para el intento definitivo de la Q3. Sainz venía de marcar un 1:31.170, con 25 centésimas frente a Leclerc, pero aún supo rascar dos décimas gracias a un espléndido último sector. Demasiado para los Mercedes y Lando Norris, que soñaba con inmiscuirse con su McLaren.
Fernando Alonso parecía haber guardado sus cartas desde el viernes, pero amagó sin dar y saldrá séptimo, justo por detrás del Haas de Kevin Magnussen. Y aún pudo ser peor, dados los apuros de una Q1 donde no faltó de nada. En la noche de Singapur, bajo los focos, algo siempre se sale del guion.
Apenas habían transcurrido 10 minutos y todos se sentían con opciones de pasar, así que salvo Mercedes, el resto de la parrilla montó un juego nuevo de neumáticos blandos. Y los resultados no tardaron en llegar. Yuki Tsunoda tomó la cabeza (1:31.991) y Liam Lawson colocó el otro AlphaTauri en la cuarta plaza. Todo se ponía patas arriba, con los Haas en tercera y quinta posición, mientras Lewis Hamilton y Alonso no mejoraban sus cronos.
Los dos campeones, deslizándose hacia la catástrofe, únicamente se sintieron a salvo gracias a la bandera roja desencadenada por Lance Stroll. Un terrible impacto frontal contra el muro con el que el canadiense hizo desaparecer, literalmente, el costado izquierdo de su Aston Martin. Norris, justo por detrás, bastante hizo con esquivar una rueda y las piezas de fibra de carbono. Mientras los operarios reparaban las protecciones y limpiaban el asfalto, la FIA anotó un incidente de Alonso, Hamilton y Verstappen en el pit-lane, donde presumiblemente habían obstaculizado a Alex Albon.
Lawson, por siete milésimas
Se hicieron eternos los 32 minutos de espera para los pilotos, procurando aislarse de los 30ºC y el 77% de humedad con hielo seco en el cockpit. Había que manejar los nervios, porque el hueco entre el primero y el último de los supervivientes se cifraban en tan sólo 67 centésimas. Ferrari regresó a pista con blandos usados, un propósito de cierto riesgo, mientras Alonso se dejaba ver por primera vez entre los mejores (1:31.835) y George Russell se deslizaba con finura entre los rincones.
En verdad, lo que más asombraba en esa Q2 eran los apuros de Red Bull, superados incluso por los Alpine tras el primer intento. Sergio Pérez, undécimo, tres milésimas peor que Verstappen, también en el disparadero por bloquear la vuelta lanzada de Tsunoda. En el muro, la mirada perdida de Christian Horner y Adrian Newey parecía anticipar el cataclismo. Por primera vez en el Mundial 2023, el RB19 se sentía vulnerable.
Consciente de su debilidad, casi a la desesperada, Verstappen quiso arañar centésimas en cada curva. Antes de que cerrase su segundo parcial, Pérez perdía sus escasas opciones tras un trompo. Y fue Lawson, en su segundo GP con AlphaTauri, quien confirmaría la eliminación de Mad Max. “Ha sido absolutamente impactante”, admitió el próximo campeón por radio, tras quedar fuera de la Q3 por apenas siete milésimas.