Cómo aguantar a Verstappen en Monza: la misión (casi) imposible de Carlos Sainz

Cómo aguantar a Verstappen en Monza: la misión (casi) imposible de Carlos Sainz

GP de Italia

Actualizado

El singular trazado del Autodromo Nazionale potencia las virtudes del Ferrari, en velocidad punta y paso por curva lenta. El líder del Mundial, a por un récord de 10 victorias consecutivas.

Sainz, el sábado durante la clasificación del GP de Italia.AFP

La euforia dio paso a cierta incredulidad, así que nada más cruzar la meta, Carlos Sainz debió insistir por radio a su ingeniero de pista. “Dime que la tenemos”, reclamó dos veces el madrileño. “Sí, la tenemos. Buen trabajo”, respondió Riccardo Adami. Minutos más tarde, ya recobrado el aliento, Sainz confesó sentirse como nunca antes. Incluso se comprometió con los tifosi en algo parecido a un juramento de sangre: “Prometo hacer todo lo posible por mantener esta pole y ganar mañana la carrera”. A unos metros de distancia, Max Verstappen aguardaba acontecimientos.

El líder del Mundial no parecía contrariado por ver truncada su racha de ocho poles consecutivas. Ni por los abucheos que los tifosi le habían dedicado cuando se acercó a la tribuna, sofocados por la gentil mediación de Charles Leclerc. Con el título prácticamente en la mano, Verstappen ya sólo pelea consigo mismo, en busca de desafíos extremos. Como este récord de victorias seguidas que hoy puede abrochar en Monza. Serían 10, una más de lo que logró Sebastian Vettel en 2013.

A lo largo de las 13 citas previas, Red Bull ha evidenciado una insultante superioridad en ritmo de carrera frente a sus rivales. Por tanto, lo más plausible sería apostar por otra victoria de Verstappen, segundo en la parrilla. Sin embargo, las peculiares condiciones del GP de Italia, así como la superioridad inicial de efectivos frente a Red Bull -dado que Leclerc parte tercero y Sergio Pérez quinto- mantienen viva la llama de Ferrari.

A 350 km/h

La primera razón para la esperanza en la Scuderia es que el trazado de Monza potencia las dos grandes fortalezas de Ferrari: la velocidad en las rectas y el equilibrio en las curvas lentas. Los datos de la telemetría detallan que el Ferrari alcanzó los 350 km/h de punta, mientras el Red Bull debió conformarse con 343 km/h. Además, la valentía de Sainz a la hora de atacar los bordillos de las tres chicanes (Rettifilo, Roggia y Ascari) también ha marcado la diferencia.

Por supuesto, la eficiencia aerodinámica del coche diseñado por Adrian Newey se antoja decisiva en zonas como la Curva Grande o las dos Lesmo. Por no mencionar la degradación de los neumáticos, el gran factor diferencial con el que Red Bull ha arrasado a la competencia durante 2023. Sólo si Ferrari mejora en su cuidado a las gomas de Pirelli contará con opciones reales de pelear por el triunfo.

Según el fabricante italiano, la estrategia óptima para la carrera pasaría por una sola parada, alternando los compuestos duro y medio. Desde la debacle de Sainz en Barcelona, cuando partió segundo y finalizó quinto, la gran obsesión en Maranello ha sido entender lo que sucede con los neumáticos para desbloquear todo el potencial del SF-23.

El alerón trasero

En cualquier caso, el español ya admitió tras la segunda sesión libre del viernes que en las tandas largas Red Bull le aventajaba en tres décimas por vuelta. De hecho, en puro ritmo de carrera, Leclerc parecía acercarse más a los tiempos de Verstappen y Pérez, hasta que la salida de pista del mexicano en la Parabólica provocó una bandera roja que frustró más análisis.

El otro motivo que carga de esperanzas a los tifosi lo desveló precisamente Verstappen, nada más bajarse del coche en la qualy. “Su alerón trasero está tremendamente optimizado para Monza y creo que el nuestro, especialmente a una vuelta, no dispone de la mejor optimización. Espero que para la carrera sea mejor”, abundó el bicampeón mundial. Ese empeño -al límite del reglamento- de Ferrari por salvar la temporada en casa puede igualar lo que en cualquier otro escenario sería el enésimo paseo de Red Bull.

kpd