Guardiola celebra la Supercopa.Thanassis StavrakisAP
Los griegos llaman al Dios de la Fortuna Tyche , la deidad tutelaria que gobierna la fortuna de una ciudad. En este caso, Manchester, pero el campeón de la Premier no se parece ni en el esqueleto raquítico. Ví al al peor equipo de Guardiola en años.
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«Yo también correré y ganaré en el Giro». A los 15 años, Tadej Pogacar quedó prendado por la Corsa Rosa tras contemplar la victoria de su compatriota Luka Mezgec en la clausura de la edición de 2014. Desde entonces, aquel adolescente se empeñó, sin éxito, en debutar en la ronda italiana, un anhelo que cumplirá este sábado, en la salida en Venaria Reale, en la zona del Piamonte. Será una jornada inolvidable para el esloveno, que se ha marcado el reto de conquistar en el mismo año Giro y Tour, hazaña inédita desde hace 26 años, cuando Marco Pantani selló el doblete. En aquel 1998 nació Pogacar. Un guiño cómplice del destino. Los anteriores que cumplieron este desafío fueron Fausto Coppi (ediciones de 1949 y 1952), Jacques Anquetil (1964), Eddy Merckx (1970, 1972 y 1974), Bernard Hinault (1982 y 1985), Stephen Roche (1987) y Miguel Indurain (1992 y 1993).
«Siempre quise disputar el Giro, porque se corre cerca de Eslovenia. Cuando era un niño iba a ver las etapas que pasaban cerca de mi casa. Recuerdo la victoria de Luka Mezgec, aquello fue algo inolvidable para mí», ha dicho el incomparable Pogacar.
Mezgec, un veterano sprinter de 35 años, es la inspiración rosa de Pogy. Diez años separan a ambos eslovenos, pero sus vidas comparten paralelismos y escenarios. Mezgec nació en Kranj; Pogacar, en Klanec. Ambas ciudades están separadas por sólo 16 kilómetros. La primera carrera disputada por Pogacar, con 10 años, fue en Trstenik, muy cerca de Kranj. El bicampeón del Tour de Francia estudió en la Facultad de Gestión Deportiva de Kranj.
1 de junio de 2014
Aquel día inolvidable para Pogacar fue el 1 de junio de 2014, en la última etapa de un Giro ganado por Nairo Quintana. En la clausura, Mezgec impuso su punta de velocidad en la meta de Trieste, superando a Giacomo Nizzolo y a Tyler Farrar. Entonces, Pogacar saltaba de alegría con la victoria de su compatriota, un velocista notable, que esa misma temporada sumó tres triunfos en la Volta a Catalunya. Un año antes consiguió tres terceras posiciones en el Giro. En 2020 logró dos segundos puestos en el Tour. Es uno de los mejores lanzadores de Caleb Ewan en el equipo Jayco y este sábado también tomará la salida del Giro'2024.
Desde crío, Pogi se entusiasmó por el ciclismo, con nueve años ingresó en el club Rog Ljubljana, donde corría su hermano Tilen. Nunca se despejada de la televisión para ver el Tour y el Giro. Disfrutaba con Nibali, Contador, Scarponi o Froome. A veces se trasladaba con su padre al norte de Italia para ver en directo el paso del Giro. Desde su casa hastra Trieste (ciudad que tanto le influyó) sólo hay 111 kilómetros. «Siempre quise ir al Giro y ahora es el momento», dijo el esloveno en la presentación del recorrido de la Corsa Rosa de 2024. Desde que fichó por el UAE, en 2019, pidió a Joxean Fernández Matxin participar en el Giro, pero el director español le recomendó que se volcara en el Tour y en la Vuelta, pero al finales del pasado año aceptó la propuesta del esloveno. «El recorrido se ajusta bastante bien a sus necesidades. Creo que Tadej es tan polivalente que puede ganar en cualquiera carrera », aclaró el técnico vasco.
Pogacar, que ha convertido exhibiciones mayúsculas en acto rutinarios, necesitaba nuevos retos. «Quiero probar algo diferente, no repetir siempre el mismo calendario. Siento que si sigo haciendo lo mismo, al final eso no será bueno para mi cuerpo y por eso propuse al equipo hacer algo nuevo», ha señalado el extraordinario escalador, que en este curso ha arrasado en la Lieja-Bastoña- Lieja, Volta a Catalunya y Strade Bianche.
Pogacar parte como indiscutible favorito para una ronda que arranca este sábado (Venaria Reale-Turín, 140 kilómetros) y que finalizará el 21 de mayo en Roma, con una etapa llana de 125 kilómetros. Las citas claves son las contrarrelojes de las jornadas 7ª y 14ª y los ejercicios montañosos de la 15ª, 16ª (Monte Pana), 17ª, 19ª y 20ª (Monte Grappa). Con la ausencia de Remco Evenepoel, los principales rivales de Pogacar serán el galés Geraint Thomas y los colombianos Daniel Felipe Martínez y Nairo Quintana. Las apuestas españolas se centran en Juanpe López (Lidl-Tek) y Pelayo Sánchez (Movistar).
Marcus Slaughter, el carismático pívot del Real Madrid de hace una década, podría haber recibido una orden de arresto por una cuestión de falsedad documental en el caso de los pasaportes de los jugadores extracomunitarios en la ACB.
Al parecer, según ha informado RAC1, esta circunstancia podría afectar a los títulos del conjunto blanco durante el 2015, temporada en la que se produjo el descubrimiento. Ese año, el Real Madrid ganó Liga y Copa.
La prohibición de la ACB a los equipos de jugar con más de dos jugadores extracomunitarios llevó al alapívot a competir con un pasaporte ecuatoguineano. Este hecho, según el Acuerdo Cotonou vigente desde principios de siglo, permitía al deportista no ocupar plaza de extranjero.
Lo llamativo de esa historia es que había otro jugador en el campeonato que también disputaba los torneos ACB con un documento ecuatoguineano. Se trata de Andy Panko, pívot del CB Fuenlabrada. El problema para ambos es que compartían el mismo número de documento.
Además del número de pasaporte, que se obtuvo en el consulado de Guinea Ecuatorial en Las Palmas de Gran Canaria, ambos jugadores también compartían agencia de representación, Beobasket, propiedad de Misko Raznatovic. Ninguno estuvo la siguente temporada en la Liga Endesa.
Panko no necesitó el beneficio de jugar como comunitario en el Fuenlabrada ya que había plazas para alinearle. Sin embargo, Slaughter sí que necesitaba esa condición al contar el Real Madrid aquel año con Gustavo Ayón y Facundo Campazzo como jugadores extracomunitarios.
Según RAC1, si el juicio oral determina la culpabilidad del jugador, el Real Madrid podría perder la Liga Endesa 2014-15 y la Copa del Rey que conquistó frente al Barcelona, que está personado como acusación particular del juicio.
El bocinazo final en el Palacio desató las iras de Pedro Martínez. Como no se recordaba. El veteranísimo técnico catalán se fue directo a por los tres árbitros del segundo duelo de la final (Pérez Pizarro, Araña y Perea) y los persiguió a gritos hasta el túnel de vestuarios. En los micrófonos de Movistar, segundos después, se contuvo. No así en la rueda de prensa posterior, donde el entrenador del Valencia Basket arremetió duramente contra los jueces tras la derrota de su equipo en el tiempo extra que le aboca a un 2-0 que nadie levantó jamás (18 de 18 en los precedentes).
"Felicito al Real Madrid por ganar un cara o cruz y por haber llevado el partido a la prórroga. Al mismo tiempo, estoy un poquito quemado. Con determinadas acciones que han pasado en el partido", comenzó Martínez, quien pidió que "los estamentos profesionales de la liga" hicieran un análisis "serio" de lo sucedido. "No necesito que sea público, porque yo ya sé lo que ha pasado. Pero creo que ha habido acciones muy decisivas".
El entrenador del Valencia las detalló a continuación, haciendo especial hincapié en la que desató las iras de la afición taronja, un 'barrido' ilegal de Tavares a la bandeja de Jean Montero cuando restaba poco más de un minuto para el final y todo estaba igualadísimo (87-88). "Toca el tablero y la barre sin tocar el aro. No entiendo que ninguno de los tres árbitros pite para ir a revisarlo, que lo pueden hacer. Y si no pita, no pueden verla ellos ni pedirla yo. Árbitros muy expertos, que saben cuándo sí y cuando no. A estos árbitros los conozco de toda la vida, nos han pitado muchas veces, y en el conocimiento muchas veces está la realidad", denunció.
"Ha habido varias. El final del partido ha sido un despropósito. Que lo analicen. Y que mejoren. Aquí estamos todos para mejorar. Nosotros también intentaremos mejorar y hacerlo mejor en el próximo partido. Que lo hagan todos los estamentos. Porque aquí todos somos profesionales. Que parece que unos lo somos más que otros. No quiero quitar al Real Madrid un ápice de mérito de su juego, de su carácter, de cómo han levantado el partido. Son el mejor equipo de la liga. Una cosa no quita la otra", concluyó.
Era la victoria número 31 seguida en el Palacio de los blancos, la que les deja a un suspiro de su segunda liga seguida. La que elevó la leyenda de un Campazzo vital en los minutos finales de remontada y que con sus 11 asistencias rompió el récord en una final, superando a José Luis Llorente, Elmer Bennett y Sergio Llull. "El Valencia no te permite licencias, pero hemos apretado los dientes en el momento más complicado", explicó Chus Mateo.