Sergio Rico, portero español del Paris Saint-Germain, agradeció con un mensaje en sus redes sociales todo el cariño que ha recibido durante estos “días complicados”, tras sufrir un accidente con un caballo en la romería de El Rocío (Huelva) el pasado 28 de mayo. El futbolista también confirmó que su estado ha mejorado, aunque todavía permanece ingresado en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde continúa recibiendo atención médica y cuidados de enfermería.
“Quería agradecer a todas y cada una de las personas que me han mostrado y mandado su cariño en estos días complicados”, publicó en su primer mensaje desde el accidente en una historia en su cuenta oficial de Instagram.
El mensaje de Sergio Rico en sus redes socialesE.M.
Tras abandonar la UCI del hospital , donde permaneció cinco semanas, Sergio Rico aseguró en el mensaje a sus seguidores que “sigo trabajando en mi recuperación, que cada día va mejor. Me siento muy afortunado, una vez más, gracias a todos y espero veros pronto”.
El Inter resolvió con un penalti de Hakan Calhanoglu su durísimo compromiso ante un Arsenal que mereció mejor suerte en el Giuseppe Meazza. El equipo de Simone Inzaghi, con una defensa totalmente renovada, llevó a buen puerto su agónico ejercicio de supervivencia. Después de cuatro jornadas, Yann Sommer aún no ha encajado un gol. [Narración y estadísticas (1-0)]
Una mano de Mikel Merino en el añadido del primer tiempo penalizó a los gunners, que llevaron la iniciativa (62% de posesión) y generaron innumerables ocasiones en sus 13 saques de esquina. En la segunda parte, Denzel Dumfries sacó un balón sobre la línea de gol y Yann Bisseck taponó un remate de Kai Havertz que parecía el 1-1. Al vigente campeón de la Serie A le bastó con su único disparo a portería. Desde los 11 metros, Calhanoglu, de regreso tras una lesión en el muslo, batió por primera vez en el torneo a David Raya.
El buen arranque del Inter se limitió a 10 minutos. Desde ese momento empezó a sentirse más conforme cuando lograba sorprender con espacios. Su producción ofensiva de la primera media hora hora se redujo a un madrugador remate de Dumfries que reventó contra el travesaño. Enfrente, el Arsenal también jugaba al despiste, intentando aprovechar algún balón parado.
La mano de Merino
No hubo un remate visitante ante Sommer hasta que Bukayo Saka se animó con una diagonal desde el perfil derecho. Un par de minutos después, Gabriel Martinelli dispuso de tiempo para telegrafiar un centro hacia la cabeza de Merino, obstaculizado de malas maneras por el guardameta suizo. Nada quebaba ya de aquel Inter presionante de los primeros minutos, así que los londinense aprovecharon la inercia para acercarse con siete saques de esquina, nada menos.
Cuando el coliseo milanés suplicaba por el descanso, un libre directo de Calhanoglu hacia Mehdi Taremi fue pobremente defendido por Merino. Mal perfilado para el despeje, el navarro tocó el balón con el antebrazo. Una golosina para el turco, casi infalible desde los 11 metros. Más dudas para los gunners, que llegaban con el paso torcido tras sumar un solo punto en las tres últimas jornadas de la Premier.
La ventaja, cómo no, agudizaría las prevenciones del Inter, intentando esconder su debilidad defensiva en las cercanías de su área. Si a ello añadimos las dificultades de Sommer en los balones altos, lo normal es que el 1-1 se hubiese concretado antes de la hora de juego. Havertz trazó una sutil parábola con la zurda que obligó a Sommer a una reacción felina. El cerco se estrechaba y los más de 70.000 hinchas nerazzurri andaban con el alma en vilo. De nada sirvieron los intentos de Inzaghi para refrescar su línea de medios con Nicolo Barella y Henrikh Mkhitaryan. Para el último cuarto de hora necesitaba cloroformo, pero finalmente le bastó con su tradicional cinismo. Así terminó desesperando a los londinenses.
El cabezazo de Musiala para el triunfo del Bayern.AP
En Múnich, ese mismo triunfo por la mínima se resolvió por cauces totalmente distinos. Un cabezazo de Jamal Musiala hizo justicia al aplastante dominio del Bayern (1-0) frente a un Benfica que sólo quiso ver correr las manecillas del reloj. Manuel Neuer ni siquiera tuvo que atajar un solo disparo, así que la situación de Vincent Kompany ya no parece tan desesperada en la Champions.
La velada ya arrancó torcida en Múnich, con un intervención de urgencia de los servicios médicos en la Südkurve y otro contratiempo aún más extraño. Davide Massa, conminado por la UEFA, debió retrasar un cuarto de hora el pitido inicial para permitir que los aficionados pudiesen llegar al estadio. Según informó el club bávaro, los retrasos se debieron a una avería en las señales del metro que accede a las cercanías del Allianz Arena.
Los riesgos de Neuer
Quien sí se había acomodado en su asiento era Franck Ribery, que eligió mala noche para la visita. Porque el Bayern volvió a mostrar algunas de sus recientes carencias. Caía una ligera niebla sobre Múnich y el equipo de Kompany no concretaba su manejo (76% de posesión). El empuje durante los 45 primeros minutos, con 10 disparos y siete córners sólo inquietó a Anatoliy Trubin con un intento de Harry Kane y otro de Serge Gnabry, solventado con brillantez por el meta ucraniano.
El Benfica, con cuatro cambios respecto a aquel once que decepcionó ante el Feyenoord, mantenía sus naves amarradas a puerto. Su único acercamiento llegó tras una temeridad de Neuer a casi 50 metros de su portería, que quedó en nada por falta previa de Zeki Amdouni sobre Alphonso Davies.
Hasta el más apasionado de los lisboetas podría entender que los 90 minutos se harían demasiado largos en Múnich. También para futbolistas de la talla de Renato Sanches, de regreso a su ex feudo, o Ángel Di María, que saltó al césped en sustitución de Kerem Aktürkoglu. A la vieja usanza, el Bayern encajonó a su adversario hasta hacer justicia. El Benfica suma ya 13 partidos europeos sin victoria frente el gran ogro bávaro.
Cuando se trata de una final de la Champions, nada puede dar lugar a la mala suerte. Y al igual que la copa no se puede ni mirar ni tocar antes del comienzo del partido, viajar en un avión con publicidad del máximo rival puede que no sea la mejor forma de iniciar el viaje para vivir el encuentro ante el Borussia Dortmund.
Eso es lo que le ha ocurrido a varios aficionados del Real Madrid que se disponían a coger el avión con destino a Wembley desde la Ciudad Condal. Cuando ya se disponían a embarcar, veían desde fuera como la aeronave estaba decorada con las imágenes de las jugadoras del Barça femenino, que acaban de conquistar su tercera Champions League en San Mamés. Todo ello con los colores y el escudo del conjunto blaugrana. Una escena graciosa que se ha viralizado en las redes sociales.
El avión, con decoración blaugranaGonzalo Torralba
En las imágenes se puede ver como la mayoría de los seguidores se han tomado la escena con sentido del humor, silbando al ver que el avión tenía los colores de su máximo rival y riéndose de la anécdota que les estaba tocando vivir.
El aeropuerto Adolfo Suárez- Madrid Barajas operará este fin de semana 90 vuelos adicionales para cubrir la demanda de los desplazamientos a la final.
Ya está confirmado. Rafa Nadal ya forma parte de la lista de jugadoras que previsiblemente disputarán Wimbledon a partir del próximo 1 de julio. Con la opción del calendario protegido y pendiente de posibles variaciones y carga de partidos que pueda tener durante Roland Garros, el tenista balear, doble campeón en la hierba (2008 y 2010), podría despedirse sobre la pista de la afición londinense. Allí, Rafa jugó por última vez en 2022, cuando una nueva lesión en el abdominal, le obligó a retirarse antes del encuentro de semifinales que iba a disputar ante el australiano Nick Kyrgios, derrotado en la final.
El que previsiblemente será el último año de su carrera, Nadal lo comenzó en jugando Brisbane(Australia), donde pudo disputar tres encuentros antes de sentir una nueva microrrotura muscular que le mantuvo alejado de las pistas hasta Barcelona.
Tras jugar en Madrid y en Roma, llega por fin su gran cita. La que estaba esperando. La capital francesa acogerá su Grand Slam sin que ningún español, por primera vez en los últimos 29 años, haya podido ganar un título de tierra en el circuito antes del comienzo del torneo. La última vez que eso sucedió fue en 1995, cuando ni Albert Costa ni Sergi Bruguera tampoco lograron ningún triunfo en la arcilla. Una situación que se refleja también en el ranking ATP donde, tras Alcaraz, que ocupa el tercer puesto, el siguiente tenista español no aparece hasta el número 34, ocupado por Davidovich.
Durante todo este tiempo transcurrido, el tenis español siempre había logrado presentarse en la Pista Central con algún título bajo el brazo, siendo su pico en los años 2009 y 2013, este último con triunfo del manacorí, que hoy se encuentra en el puesto 276 del ranking.
Sobre la pista, uno de sus máximos rivales será Novak Djokovic quien, a pesar de las dudas con las que llega Rafa a París, le considera favorito para llevarse una vez más el torneo: "Cuando hablas sobre Roland Garros y Nadal está ahí, para mí él es siempre el máximo favorito". Además, también ha hablado acerca del posible nivel que pueda mostrar el español durante el torneo. « Evidentemente es un poco diferente con su nivel de juego. Pero es Roland Garros y es Nadal...», ha comentado el serbio, quien quiso señalar a Ruud,Zverev o Tsitsipas entre la lista de posibles candidatos.