Sergio Rico, portero español del Paris Saint-Germain, agradeció con un mensaje en sus redes sociales todo el cariño que ha recibido durante estos “días complicados”, tras sufrir un accidente con un caballo en la romería de El Rocío (Huelva) el pasado 28 de mayo. El futbolista también confirmó que su estado ha mejorado, aunque todavía permanece ingresado en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde continúa recibiendo atención médica y cuidados de enfermería.
“Quería agradecer a todas y cada una de las personas que me han mostrado y mandado su cariño en estos días complicados”, publicó en su primer mensaje desde el accidente en una historia en su cuenta oficial de Instagram.
El mensaje de Sergio Rico en sus redes socialesE.M.
Tras abandonar la UCI del hospital , donde permaneció cinco semanas, Sergio Rico aseguró en el mensaje a sus seguidores que “sigo trabajando en mi recuperación, que cada día va mejor. Me siento muy afortunado, una vez más, gracias a todos y espero veros pronto”.
Todo lo que ocurrió ese 2 de noviembre de 2024 es una página en blanco en la vida de Ángela Jiménez. El día que a punto estuvo de morir o el que volvió a nacer. Un partido cualquiera, una jugada más, un mal golpe y el fundido a negro. El drama en el banquillo del Hierros Díaz Miralvalle, el aroma de tragedia en 'la Bombonera' de Plasencia, la ambulancia, la suspensión del encuentro, el hospital... «Sigo sin acordarme de nada, ni de lo que desayuné ese día», cuenta ella cinco meses después, ya de vuelta a las pistas.
La joven dominicana posteaba contra una rival del Alcorcón durante el segundo cuarto del partido de la Liga Femenina 2. 28-25 en el marcador. Recibió un impacto de tantos, sin apariencia de gravedad, se llevó las manos a la cabeza y continuó jugando. «Yo no he querido ver el vídeo. Según me han contado, seguí corriendo normal, porque no pitaron falta. Después me volví a llevar las manos a la cabeza y me desvanecí...», explica a EL MUNDO. Fue operada de urgencia en el Hospital de Cáceres, sufría un seroma intracraneal, su estado era «crítico».
"El momento fue bastante traumático. Nadie sabía qué hacer, cómo reaccionar...", explica Dave Serrano, entrenador del equipo extremeño, que tuvo que lidar con la "situación de incertidumbre posterior" en una plantilla que quedó completamente en shock.
Para una chica de 21 años que salió de Santo Domingo con 17 en busca de un sueño entre canastas (su primer equipo en España fue el Melilla), a la que la pandemia había arrebatado una beca en una Universidad americana, el partido de su vida estaba ahora en la cama de un hospital. Fue más de una semana en coma. «Temimos por todo. Cuando me desperté, yo no era consciente de lo que había pasado. Decía, 'el próximo finde juego'. Cuando me miré al espejo y me vi toda vendada, lo empecé a asumir», relata antes de un entrenamiento. Porque el milagro es ese. Ángela ha vuelto a jugar.
Ángela Jiménez, en acción durante un partido reciente del Hierros Díaz de Plasencia.Jesús Vallejo
Ni en las mejores previsiones. Salió del hospital un mes después del accidente, en silla de ruedas. «Empecé con las muletas, la rehabilitación, después a caminar despacito, carreritas...», rememora el asombro de todos. «No tengo explicación, ni los doctores ni nadie. Es gracias a Dios, sobre todo. No tengo dolores ni nada, aunque me falta trabajar algo el físico, me está costando recuperar el tono». Para ello, junto a Dave Serrano, realiza dobles sesiones cada día.
El pasado 1 de marzo, contra el Náutico de Tenerife, es la otra fecha que jamás olvidará, «un momento único, de nervios, de ansiedad, de miedo, de alegría... Todo a la vez». El pabellón puesto en pie con su retorno. No sólo fue volver al baloncesto, fue reencontrarse con sus compañeras, las que le iban a visitar al hospital, las que tanto sufrieron. «Que no me acuerde de nada es un punto a favor, porque no he tenido miedo, ni de volver a recibir golpes ni de nada».
Ángela mira ahora en el espejo su «cicatriz grandota», su pelo que vuelve a crecer -«me lo cortaron como a un chico»-. «Todo eso será un recuerdo del día que volví a nacer. Una de las lecciones que me ha dejado todo esto es que todo puede cambiar en un segundo. Quién diría que yo, haciendo el deporte que me gusta, me iba a pasar una cosa así que casi no la cuento...», pronuncia, ya de lleno en el sueño del ascenso del Miralvalle, que en breve afrontará las eliminatorias hacia la Liga Challenge (la segunda del baloncesto femenino español).
Y superada también la otra lesión, la que no duele físicamente ni deja cicatriz visible. Ángela, que este verano volverá con su selección, pronuncia en voz alta el sufrimiento emocional, los «pensamientos malos» que le ha dejado el proceso y del que aún no se ha recuperado. «No lo he pasado bien. Sé que quiero vivir del baloncesto, ser profesional, jugar por todo el mundo. Pero cuando tengo bajones, pienso si merece la pena. Ha sido un proceso duro», concluye.
Desde 1912. El Open de España es uno de los torneos más antiguos del panorama continental, concretamente es el tercero más antiguo tras el Open Championship y el de Francia. A lo largo de su historia campeones como Arnold Palmer, Seve Ballesteros, Sergio García, Bernhard Langer, Nick Faldo o el propio Jon Rahm han inscrito su nombre en la Copa Vallejo que distingue esta cita.
El torneo ha vivido diferentes ciclos a lo largo de su historia y sin duda esta edición de 2024 pasa por ser una de las más atractivas que se recuerdan. Uno de los acicates más importantes fue el desembarco de la empresa Madrid Trophy Promotion en 2019, artifice del milagro del tenis en Madrid. La compañía liderada por Ion Tiriac llegó a un acuerdo con la Real Federación Española de Golf para tomar las riendas del torneo y darle un nuevo impulso.
Fruto de ese trabajo el evento casi doblará esta semana sus premios para repartir más 3,25 millones de dólares en premios, una cifra que queda muy alejada de las multimillonarias bolsas que últimamente ofrecen tanto sauditas como americanos en sus eventos, pero que deja al torneo de Madrid dentro de la parte destacada calendario regular del Circuito Europeo.
Otro de los alicientes es si duda la presencia de Jon Rahm, que viene al Club de Campo poco después de asistir al nacimiento de su hija Alaia. El vasco tiene dos hijos más. Estará en el tee del hoyo 1 este jueves, a las 14.00 horas, junto a Matthieu Pavon, vigente campeón del torneo y el jugador revelación este año en Estados Unidos, y el austríaco Sepp Straka, compañero de Rahm en la Ryder Cup. Para el jugador de Barrika el Open de España es más que un compromiso.
Recurso judicial
El español ha hecho un esfuerzo enorme para estar esta semana en Madrid. En principio, tanto él como todos los jugadores del LIV Golf tienen restringida su participación en torneos del Circuito Europeo, mientras no cumplan con las multas económicas. Para poder competir, Rahm ha interpuesto un recurso que le permitirá, hasta que el juez dicte sentencia, poder jugar en los torneos del DP World Tour. Por ello, en los planes del ganador del LIV Golf este año está jugar el Open de España, el Dunhill Links en Escocia (dentro de un par de semanas) y viajar a Sotogrande a continuación para el Open de Andalucía.
Esos tres compromisos junto con los Juegos Olímpicos conformarán los cuatro eventos mínimos exigidos por el circuito para ser miembro del DP World Tour y optar a poder jugar la Ryder Cup el año próximo. El problema es que otros compañeros del LIV que siguieron antes este mismo camino se dieron de bruces con la sentencia que daba la razón al Circuito Europeo. La única solución que quedaría entonces sería pagar las multas millonarias que exigen los rectores del circuito continental. Rahm espera ganar tiempo y que la burocracia se alargue lo máximo posible, mientras todos esperan un acuerdo de paz definitivo que de momento no termina de materializarse.
Las promesas españolas
Directamente desde el LIV también competirán esta semana dos de los jugadores españoles mas prometedores: David Puig y Eugenio López Chacarra. El plantel de la ilusión del futuro del golf español también lo completan Josele Ballester, flamante campeón del US Amateur y el primer español en ganar este importante torneo. Ballester viene enrachado, además, tras levantar el trofeo de su primer triunfo de la gira universitaria con Arizona State. No le descarten para animar la lucha por el título el domingo. Otra de nuestras perlas de la cantera del golf amateur español, Luis Masaveu, también estará en Madrid, al igual que Joel Moscatel, profesional que ha ganado dos veces este año en el Challenge Tour (segunda división del DPWT).
Todos estos nombres son parte de los 24 españoles que van a disputar el Open de España encabezados por Rahm, que busca su cuarta victoria en el torneo y superar a Ballesteros. No lo tendrá fácil, ya que pese a su gran final de temporada, no llega en su mejor momento. El vasco pasó una fuerte gripe la semana pasada y viene con lo justo a jugar en Madrid.
Los ingleses Tommy Fleetwood y Tyrrell Hatton, el irlandés Shane Lowry, el norteamericano Patrick Reed y el italiano Matteo Manassero son algunos de los nombres más atractivos que acudirán al Club de Campo de Madrid desde este jueves al próximo domingo.
Tendemos a subestimar ciertas selecciones que nunca suelen ocupar altos peldaños ni en categoría absoluta ni sub21. Son equipos que dependen de la coincidencia de una buena hornada para sacar un poco la cabeza. Aunque luego un error y la calidad española consiguieran hundírsela a punto de llegar a meta. Los de Denia remontaron en el último suspiro tras la expulsión de Blanuta.
Es esta Rumanía de Munteanu un conjunto más peligroso de lo que dice su historia, aunque la tricolor alcanzó las semifinales en 2019. El punta del Cluj, que ha anotado 19 goles en 25 partidos, tiene clase para anotar el tanto que le hizo a Iturbe en el minuto 4 y para dar otros sustos a una selección española que comenzó menos enchufada que en su debut ante Eslovaquia.
El delantero realizó un control y un disparo desde el vértice izquierdo del área española que cuesta mucho dilucidar cuál de los toques tuvo más mérito. La selección de los Cárpatos necesitaba la victoria tras caer derrotada por la mínima ante Italia y a por ello fueron desde el inicio con varios acercamientos con mucho peligro sobre la meta española. De hecho, Ilie perdonó el segundo poco después del gran tanto de su compañero.
Correspondió a la clemencia España poco después tras un robo de Pubill con Rumanía descolocada. Cedió a Joseph que dejó a Diego López sin portero en el punto de penalti, pero el asturiano golpeó contra un defensa que estaba sobre la línea. Y continuó con ella, con la clemencia, poco después el propio cántabro tras marrar un penaltito por agarrón a Tárrega. Esos sustos, como el larguero que pegó Pubill tras un córner, encerraron a la selección amarilla en su campo a la espera de una contra mientras que los 10 españoles jugaban en campo contrario.
Sólo quedaban tres supervivientes de la Rumanía que perdió 0-3 en el último Europeo, Munteanu, Popescu y Borza, los tres titulares en el conjunto de Daniel Pancu, dinamita y contención. En aquel duelo los tres tantos españoles llegarían en la segunda parte. A ello se puso el equipo de Santi Denia puesto que en la primera, la maraña tricolor por delante de Sava costó un mundo deshacerla.
Salió con todo el manchego en la segunda mitad cambiando a Pubill por Moro y a Torre por Roberto Fernández. Ambos a punto estuvieron de empatar el encuentro en la primera jugada que tuvieron, pero lo cierto es que el campo se fue inclinando con los minutos y el nombre de Sava sonó mucho en la boca de los españoles. Especialmente meritoria fue su mano a un remate a bocajarro de Tárrega.
Quiso responder Iturbe a su homólogo ante una doble ocasión rumana clarísima a media hora para el final, que hubiera obligado a España a jugarse la clasificación a cara de perro ante Italia. Un oasis en el desierto, aunque el partido se fue enmarañando será por los nervios será por falta de juego entre líneas hasta tal punto que la más clara la tuvo Grameni para duplicar la distancia rumana en el 80.
Entonces llegó la acción temeraria de Blanuta, que le costó la roja por una acción con Mosquera, y el obus de Jauregizar para empatar el encuentro. Todo en un minuto. No hubo ni tiempo para disfrutar la superioridad numérica. No lo quiso el bilbaíno con un disparo monumental y muy necesario para evitar un sofoco en la última jornada.
Apenas dos minutos después, fue Roberto Fernández el que ejerció de nueve para dar la vuelta al marcador y evitar un partido a cara de perro ante Italia. Notaron los rumanos el shock de la expulsión y salieron los españoles de una situación complicada. Notaron los rumanos el shock de la expulsión y salieron los españoles de una situación complicada. La clasificación está hecha y el sueño del sexto europeo sigue vivo.