El gran dilema de Busquets: un año más en el Barcelona, el dinero de Arabia Saudí o la soñada experiencia en Miami

El gran dilema de Busquets: un año más en el Barcelona, el dinero de Arabia Saudí o la soñada experiencia en Miami

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El centrocampista, ante la insistencia de Xavi Hernández, valora una temporada más como azulgrana mientras es cortejado para salir

Sergio Busquets, en Old Trafford.ADAM VAUGHANEFE

Sergio Busquets es uno de aquellos jugadores que sólo comprenden quienes se dedican en cuerpo y alma al fútbol. Siempre apartado de los grandes reconocimientos individuales y ajeno a la fanfarria de las alfombras rojas, el mediocentro, que el próximo mes de julio cumplirá 35 años, se considera todavía muy útil para la causa. Y no advierte el final, por mucho que decidiera retirarse de la selección española tras el Mundial de Qatar y el despido de Luis Enrique, uno de sus principales defensores. Este miércoles, en el Camp Nou, volverá el centrocampista a enfrentarse al Real Madrid en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey. Nadie ha jugado más clásicos que él (si se viste esta vez también de corto habrá alcanzado ya los 48).

¿Será el último?

La decisión aún no la ha tomado, según admiten en su círculo privado, pero en el club comienzan a ser optimistas respecto a su continuidad.

Los lazos emocionales mantienen por ahora sujeto a Busquets, que cumple su decimoquinta temporada en el primer equipo del Barcelona y se siente orgulloso de su labor como capitán. Pero el futbolista, que el próximo 30 de junio agota su actual contrato, tiene también claro que, de aceptar la propuesta de renovación hecha por la directiva de Joan Laporta, sólo seguiría un año más en el club. Sin posibilidad de incluir cláusulas de continuidad. El Barcelona debe aún pagarle este verano el gran montante de las cantidades diferidas en su día por el gobierno de Josep Maria Bartomeu, incluida la prima de fin de contrato. El centrocampista de Badia, cuyo sueldo bruto anual supera los 20 millones de euros, estaría dispuesto a aceptar una oferta a la baja, pero sin suponer ésta una rebaja superior al 50% de su salario.

Más allá del dinero, Busquets está teniendo en cuenta varios aspectos más. Especialmente la insistencia con la que su ex compañero y ahora capataz, Xavi Hernández, reclama que permanezca en el equipo. Sobre todo, atendiendo a la incapacidad económica del club para contratar a un sustituto a la altura. Convencido Xavi de que Frenkie de Jong se expande mucho mejor como interior que como mediocentro, y sin tener claro que Nico González, cedido al Valencia, pueda rendir en el puesto una vez recuperado, el técnico probó el pasado sábado frente al Elche al central Eric García. Mientras, la dirección deportiva sabe que no puede asumir la cláusula de 60 millones de euros de Martín Zubimendi, el pivote de la Real Sociedad que debía colmar las aspiraciones de Xavi.

El reencuentro con Messi

Hay una arista más, importante, aunque no determinante. Busquets está aguardando noticias sobre el futuro de su íntimo amigo Leo Messi, a quien Laporta pretende reclutar en una maniobra en la que es difícil separar la realidad de la ficción.

Por contra, sobran los motivos para que Busquets aún le dé vueltas a su futuro ante la insistencia del cortejo foráneo. Sus agentes han venido recibiendo propuestas por parte de clubes europeos que el futbolista no ha querido escuchar. Sí ha estado atento a los ofrecimientos hechos por parte del fútbol de Arabia Saudí, un destino que en un principio no le atraía demasiado, pero que tiene en el componente económico su gran y único atractivo [Cristiano Ronaldo pactó con el Al-Nassr un salario de unos 198 millones de euros brutos por temporada].

Los representantes de Busquets también han venido recibiendo proposiciones por parte de varios equipos de la Major League Soccer, aunque el centrocampista tiene claro que, de aceptar la aventura estadounidense -un proyecto de vida con el que siempre pensó que debía concluir su carrera como futbolista-, lo haría con el Inter de Miami. Es el club de Florida la franquicia que escogió David Beckham para abrir camino, y donde Busquets siempre pensó que sería un buen lugar para reencontrarse con Messi. Aunque el argentino, abucheado otra vez este fin de semana en el Parque de los Príncipes, tampoco sabe si es ya el momento, convencido como está de continuar en el fútbol de alto nivel para poder disputar con plenas garantías la Copa América de 2024. Messi aún se debate entre aceptar la propuesta de renovación del PSG o dejarse embrujar por la ensoñación de un regreso al Barcelona.

kpd