El Valencia rescata un empate ante el Rayo que le sabe a poco

El Valencia rescata un empate ante el Rayo que le sabe a poco

LaLiga Santander


Valencia 1 Rayo Vallecano 1

Actualizado

El equipo de Baraja encerró al rival en la segunda parte pero no pudo culminar la remontada. Igualó Kluivert de penalti el tempranero tanto de Comesaña

Justin Kluivert, ante la presión de dos jugadores del Rayo.K. FÖSTERLINGEFE

Al Valencia de Baraja aún no se le había visto temblar pero tampoco recomponerse. Vino a demostrar las dos cosas ante un Rayo Vallecano que tuvo claro qué hacer para desesperar a Mestalla y a la vez no fue capaz de anular su poder. Supo a poco el punto para los valencianistas, concienciados ya en que la lucha por la permanencia será larga. [Narración y estadística]

Para una batalla diferente, la de Europa, llegaban los de Iraola a Valencia. Necesitaban los tres puntos para romper una racha que duraba seis partidos y los buscaron con electricidad desde el arranque. Con una presión asfixiante, acorralaron al Valencia en su área hasta que tuvieron premio. Le costó nueve minutos que Álvaro pusiera un centro lateral al agujero entre los centrales que esperaba Comesaña en el punto de penalti. La primera faena, deshinchar el ánimo de Mestalla, la dieron por lograda.

El Valencia se enfrentaba a su realidad. Perseguía el balón como una sombra. El trío al que Baraja encomendó el mando, no funcionó. Nico, lento, Guillamón sobrepasado y Almeida tratando de inventar cómo ofrecérsela a Lino y a Kluivert para iniciar la rebelión. Y arriba un Cavani aislado, muy poco protagonista. Solo las incursiones de Gayà inquietaban al Rayo, como un centro que Kluivert remató al poste o el pase de espuela buscando al uruguayo en la mejor jugada trenzada en el área. Poco a poco despertaban los valencianistas, pero la frescura mental que inquietara no aparecía y los vallecanos se sostenían en su ventaja y en los apenas dos tiros lejanos de Isi Palazón.

Revolución tras el descanso

Desde el fondo de la clasificación todo cuesta más, pero debió recordarles Baraja en el descanso lo que significaba perder, porque su equipo jugó los segundos 45 minutos como si fueran el añadido.

Al Rayo le tocó sufrir cuando el banquillo local retorció todo lo su ataque con Castillejo y Hugo Duro. Enloqueció el Valencia y con él todo el estadio, que intentaba rematar cada centro de Gayà, jaleaba las cabalgadas de Kluivert y los disparos de Castillejo y Lino. Pero no había forma de batir a Dimitrievski. La precipitación, la mala fortuna y hasta el VAR, que tuvo que aparecer primero para rectificar a Figueroa Vázquez un penalti que no existió sobre Diakhaby y después avisarle de una mano de Balliu en el área.

La oportunidad más clara, Kluivert no perdonó. No se conformó el Valencia con igualar un duelo que había logrado desequilibrar hacia el área vallecana, pero no fue capaz de remontar. Por eso el empate sabe a poco.

kpd