En la fiesta inesperada de Alonso: “Es increíble”

En la fiesta inesperada de Alonso: "Es increíble"

GP de Bahréin

Actualizado

El español es el más rápido en los entrenamientos en Sakhir mientras Aston Martin intenta frenar las expectativas.

Alonso saluda a las gradas, el viernes en Sakhir.Bryn Lennon

Al final del paddock, una fiesta. Bahréin es un lugar tranquilo para la Fórmula 1, no hay atascos alrededor del circuito, ni problemas de aparcamiento, apenas unos miles aficionados extranjeros paseaban este viernes por las gradas, pero al final del paddock había una fiesta. Durante las sesiones de entrenamiento, mientras en la mayoría de motorhomes -unas casetas color desierto-se disfrutaba de la calma, en la casa de Aston Martin no se cabía. Había invitados del patrocinador principal, Aramco, petrolera de la muy cercana Arabia Saudí, pero también muchos, muchos convidados por la escudería de Fernando Alonso. Nadie se lo quería perder, tampoco EL MUNDO.

Entre helados de nuez pecana del puesto ambulante instalado enfrente y música de DJ Snake, presente en el circuito, aplausos, muchos aplausos. En el debut del Mundial, en los entrenamientos libres de ayer, Alonso marcaba el mejor tiempo del día, por delante del Red Bull de Max Verstappen, por delante del Red Bull de Checo Pérez, y desataba la ovación. Ambientazo en el equipo británico que quizá este sábado (16.00 horas, DAZN) celebre una pole del español, que incluso quizá este domingo celebre una victoria. Su victoria número 33.

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«No esperábamos esto tan pronto», reconocía un miembro del equipo que, como el resto, asumía el discurso oficial: «Hay que esperar». «Fernando es impresionante, está increíblemente motivado y es increíblemente competitivo. Estamos contentos, estamos ilusionados con estos tiempos, pero esto es sólo la base en la que debemos trabajar», proclamaba el jefe del equipo, Dan Fallows, ex de Red Bull, un hombre calmado, muy calmado, en una misión complicada: contener la euforia.

En los entrenamientos de este viernes, quienes rodean el equipo festejaban, aplaudían, disfrutaban, pero quienes trabajan en el garaje buscaban la máxima cautela. De hecho al acabar la segunda sesión de libres no hubo celebración de los mecánicos ni tan siquiera algún puño al aire, unas sonrisas: todos se pusieron a analizar el coche, a seguir trabajando. Incluso los responsables de comunicación aplazaban algunas entrevistas por las «expectativas generadas alrededor». «Estamos felices como nunca, pero hasta la clasificación no podemos saber la posición real», añadían desde la escudería. Existe cierto temor a que Alonso finalice quinto mañana, por ejemplo, es decir, supere el mejor puesto conseguido por Aston Martin el año pasado -un sexto- y que se considere un fiasco.

Ejercicio de contención

Lo decía el propio piloto. «Mentiría si digo que no me siento muy bien, pero todo es relativo, depende de lo que hagan los otros equipos. Quizá en la clasificación me siento muy bien, hay tres o cuatro coches que van más rápido que yo y ya no me siento tan bien», comentó Alonso que, pese a su tiempo en los entrenamientos libres, se mostró cauteloso: «Todavía queda un largo camino por recorrer».

En su escudería, los analistas valoraban muy positivamente su actuación en los entrenamientos libres, pero asumían que los Red Bull de Verstappen y Pérez, segundo y tercero, llevaban una mayor carga de gasolina y recelaban de los Ferrari, que sufrieron varios problemas este viernes. «Lo bueno ha sido el final de Alonso», apuntaban sobre una tanda de vueltas con neumático blanco que el español realizó al mismo tiempo que el vigente campeón, Verstappen. Décima arriba décima abajo, calcaron los tiempos.

ANDREJ ISAKOVICAFP

La jornada había empezado con la presentación oficial de todos los coches auspiciada por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) que enseñó las razones del cambio del Aston Martin. El resumen de cambios de piezas realizado por la escudería británica ocupaba tres folios; el trabajo de los otros equipos, media página, una como mucho.

Un coche nuevo para un equipo prácticamente nuevo, que vive desde hace unos meses, desde los primeros test en el túnel del viento, desde la pretemporada, en una dualidad constante. «Aún es pronto», repiten los ingenieros, mientras en su motorhome, al final del paddock, se desata la fiesta.

kpd