LaLiga ha presentado una denuncia contra los futbolistas ante el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) por el paro de 10 segundos que realizaron en la jornada 9 contra la realización del partido de Miami, según ha podido saber EL MUNDO. El encuentro iba a enfrentar a Villarreal y FC Barcelona el próximo 21 de diciembre. Este arbitraje deberá resolverse en un plazo de unas dos semanas antes de que se proceda, siempre que LaLiga se mantenga en su ánimo, a continuar por la vía de lo Social.
Hace menos de una semana, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, concedía una entrevista a este periódico para hablar sobre la venta de los derechos audiovisuales y el resto de guerras que libra la patronal en otros frentes. El partido de Miami es una de las batallas que se perdieron y para Tebas, una supuesta falta de información no justificó “el número que se montó”. Manifestó, además, que le molestó el gesto de los jugadores.
Así, aunque la patronal ya había sopesado previamente esa posibilidad y a pesar de haberse reunido en dos comisiones paritarias para tratar el tema una vez suspendido el encuentro, LaLiga ha decidido cumplir con sus amenazas y el 27 de noviembre presentó el escrito de denuncia contra los futbolistas para la “impugnación y declaración de nulidad de los paros realizados por los futbolistas en la jornada 9 del campeonato nacional de liga” así cómo la “reclamación de daños y perjuicios”.
Esta reclamación se basaba en un informe de 30 páginas que la propia patronal encargó a una auditora externa tras la suspensión del encuentro que cuantificó en ocho millones de euros los daños reputacionales que sufrió la marca LaLiga. La empresa encargada, Hallon, se trata de una compañía especializada en realizar clippings de prensa utilizando Inteligencia Artificial y sería la que valoraría la cuantía que LaLiga reclamaba a los jugadores.
No obstante, la patronal, tras la designación de Bernardo García Rodríguez como su mediador, ha decidido en su posterior escrito de conciliación retirar la reclamación de esos ocho millones de euros por daños y perjuicios recogida en el dispositivo cuarto de la demanda inicial y mantener sólo la impugnación de los paros. Los mediadores ya se han puesto en contacto entre sí y falta que designen una fecha para realizar el acto de conciliación.
De no producirse un acuerdo entre ambas partes, si LaLiga quiere continuar el procedimiento se vería obligada a presentar una denuncia ante la sala Social de la Audiencia Nacional, toda vez que al ser un conflicto del convenio colectivo entre patronal y sindicato, sería la sala competente para conocer los hechos que se ponen en tela de juicio.
Desde AFE mantienen que el paro que realizaron los jugadores es un acto enmarcado en “la libertad de expresión” recogido en la Constitución Española en el que se reclama que se les tenga en cuenta a la hora de tomar una decisión que “afecta a su ámbito laboral” y que “adultera la competición”.
Aclaración del paro
LaLiga, por su parte, cuenta que esta acción no es una medida coercitiva sino aclaratoria. Estiman que la mediación quiere “aclarar si se trata de una huelga y, en tal caso, debería seguir un proceso informado conforme al reglamento, y no convertirse en una acción espontánea que ponga en riesgo el normal desarrollo de la competición en cada partido”.
Aclaran que la petición y presentación inicial del informe de la auditora es algo que se realiza “por protocolo” no con la intención real de reclamar una indemnización alguna de los jugadores. Explican que el tema principal es más relativo a la “organización jurídica”.








