“Esta victoria es importante por el convencimiento de que podemos ganar grandes partidos“. La sonrisa de Xabi Alonso era evidente en los pasillos del Santiago Bernabéu. Tan evidente como la necesidad del Real Madrid de ganar un partido de semejante calibre tras las derrotas contra el Arsenal, el propio Barcelona y el PSG el curso pasado y el 5-2 recibido en el derbi madrileño del Metropolitano hace unas semanas.
El 2-1 de Chamartín llegó tras 72 horas de escucha y lectura sobre las palabras de Lamine Yamal, que calentó el clásico el jueves por la noche en una charla de la Kings League, la liga de streamers de Gerard Piqué en la que el delantero del Barcelona es el presidente de uno de los clubes. “Sí, roban y se quejan“, respondió Yamal, preguntado sobre si el equipo de Ibai Llanos, ‘Porcinos FC’, era “como el Madrid”. “La última vez que he ido al Bernabéu… ¿Cuánto? 0-4”, repitió el de Rocafonca en esa conversación.
Ese comentario se hizo viral y llegó rápidamente al WhatsApp del vestuario del conjunto blanco, que lo repitió durante los entrenamientos de viernes y sábado, aunque mantuvo un silencio obligado. Había orden de no responder antes del partido y de centrar todos los esfuerzos, la rabia y las ganas en los 90 minutos del clásico. El propio Xabi Alonso no quiso valorar las declaraciones de la estrella culé, insistiendo en la rueda de prensa previa al duelo que “no voy a entrar“. “Hay declaraciones de mucha gente en Barcelona y no puedo analizar todas”, dijo.
El Madrid tenía en la cabeza los cuatro clásicos perdidos la temporada pasada, dos de ellos en las finales de la Supercopa y la Copa, y el mensaje era claro: “Silencio hasta el partido“. No hubo respuesta pública ni mensajes indirectos en redes sociales. Sólo silencio.
Quizás así, en esa rabia contenida de la plantilla madridista después de siete meses sin ganar a un equipo de la máxima elite europea, de cuatro clásico perdidos y de las palabras de Lamine, todo estalló tras el pitido final.
Bueno, realmente todo estalló tras la expulsión de Pedri, ya en el descuento, cuando el Madrid entendió que había ganado el partido. Los jugadores que estaban en el banquillo blanco celebraron la roja al centrocampista canario como si fuera el pitido final y ambos grupos de suplentes se enzarzaron en la primera tangana de la noche, con Vinicius, Lunin, Ferran y Fermin como protagonistas y con Raphinha y Rüdiger, lesionados y no convocados, apareciendo por el césped para separarlos.
El portero ucraniano acabó expulsado y hubo amarillas para Vinicius, Rodrygo, Militao, Fermín, Ferran y Balde, hasta que unos minutos después, con el final, llegó el turno de la respuesta madridista a las declaraciones de Lamine. La rabia contenida.
La pelea
Carvajal, capitán de los blancos y compañero de Yamal en la selección, se cruzó con el culé al final del partido y le hizo un gesto con la mano, como diciendo “has hablado mucho“. A lo que Lamine, mientras se iba a vestuarios, respondió retándole a ir al túnel. Ahí llegó corriendo Courtois para recriminarle las palabras al joven delantero y se armó la tangana general. Y Vinicius, caminando hacia el túnel, le repitió “hablas mucho” a Yamal, mientras éste le decía también de ir a vestuarios.
“A mí me gusta, si Lamine quiere hablar no hay problema. El partido se juega en el campo y hemos ganado. Me gusta, nos ayuda a competir”, dijo Tchouaméni unos minutos después, ya en la zona mixta del Bernabéu. En Instagram, el galo publicó un vídeo que decía “supongo que esto es lo que todos queríais ver, eh”.
“No sé si son consecuencia de una cosa o de otra”, dijo Xabi Alonso sobre las palabras de Lamine y la reacción de sus jugadores al final. “Ha sido la tensión del momento, estos piques y tanganas han pasado siempre. No hay que asustarse”, insistió.
Pero en redes sociales, sus jugadores pasaron del silencio obligado al éxtasis. “Hablar es barato”, escribió Jude Bellingham, autor del segundo y definitivo tanto del partido. “Esto es el Madrid y el Bernabéu”, publicó Carreras.
“No sé si estaba extramotivado, pero el equipo estaba muy motivado“, insistió Alonso ante los medios. “Lo hablamos en la previa, que era importante el partido, ver de dónde veníamos y lo que podía suponer una victoria. Necesitaban esta sensación de partido grande y la motivación era completa”, explicó el tolosarra.




