Copa del Rey
Villarreal 2 Real Madrid 3
El conjunto blanco reacciona a dos goles del Villarreal, espanta dudas y se clasifica para cuartos de final de la Copa del Rey
La fe del Madrid salió a la luz en el momento más oscuro. Con todas las dudas generadas tras la final de la Supercopa y con la eliminatoria muy cuesta arriba, el equipo de Ancelotti fue capaz de levantar un 2-0 y remontar al Villarreal para ganarse un puesto en los cuartos de la Copa del Rey. La reacción blanca tras una mala primera parte y los cambios de Ancelotti fueron claves en la resurrección de un equipo al que nunca hay que dar por muerto.
Y eso que lo pareció durante un buen rato. El Villarreal comenzó muy cómodo, algo que facilitó el rápido gol de Capoue. El francés se ha revelado como un buen finalizador tras variar su rol con la llegada de Setién, quien considera que su capacidad para recuperar balones puede resultar más beneficiosa cerca del área rival que de la propia. Además, el centrocampista está demostrando tener un registro más amplio del que se espera del típico pivote defensivo. Su potente disparo, sin dejar caer el balón tras una buena maniobra de Gerard, fue imposible para Courtois.
El Madrid parecía estar todavía dándole vueltas a la final de Riad y no encontraba la forma de herir a un Villarreal sólido, con un Benzema poco participativo y muy impreciso cuando entraba en juego. Con ese panorama, el equipo blanco se encomendó a Vinicius para buscar la reacción pero el brasileño no encontraba la forma de romper a un Foyth infranqueable.
Mientras el argentino estuvo en el campo, antes de tener que retirarse por un golpe, el extremo fracasó en todos sus intentos por esa banda izquierda hacia la que se volcó el Real Madrid para aprovechar la profundidad que le daba Mendy, mucho mayor que la de Nacho. El canterano bastante tenía con achicar agua en su área, donde desbarató un par de llegadas de mucho peligro de Yeremy y Baena.
El equipo de Setién transitó todo el primer tiempo con el partido bajo control, con Parejo muy cómodo ante la tímida presión de la medular blanca. El Villarreal movía el balón con parsimonia pero sabía acelerar la jugada cuando veía huecos para que corrieran sus hombres de arriba. El segundo gol fue una buena demostración de ello y de la poca contundencia de la defensa del Madrid. Chukwueze, Yeremy y Gerard hicieron lo que quisieron en el área en una triangulación que culminó el nigeriano rematando a la red.
El cambio en la segunda parte
El equipo de Ancelotti estaba noqueado y Courtois evitó que la eliminatoria se pusiera casi imposible sacando la mano para desviar un tiro de Alberto justo antes del descanso. Le sentó bien la pausa al Real Madrid, que regresó con otra cara y mejoró aún más con la intervención de su técnico al sentar a unos inoperantes Kroos y Rodrygo para dar entrada a Asensio y Ceballos, decisivos en la remontada.
También jugó a favor del equipo blanco la lesión de Foyth, que dejó el lateral derecho en manos de un central como Mandi para regocijo de Vinícius. El brasileño se activó casi de inmediato, liberado por fin de la atadura del defensa argentino, y no tardó en avivar las esperanzas del conjunto blanco tras culminar una buena combinación entre Ceballos y Benzema, que también fue cogiendo tono con el paso de los minutos.
El Madrid olió la sangre y no quiso dejar escapar a su presa. El Villarreal empezaba a sufrir, sin el mando del partido y con problemas para hacer daño al contragolpe. Ahora era la medular blanca la que se imponía, con Camavinga cogiendo galones y presionando con más convicción a un rival que se iba empequeñeciendo.
El partido se jugaba en el área castellonense, donde colgó Mendy un balón que cabeceó Benzema. Despejó Jorgensen pero dejó el balón a los pies de Militao, que firmó el empate con veinte minutos por delante. El convencimiento del equipo de Ancelotti iba acrecentando las dudas de un Villarreal que, salvo una acción de Baena, no se acercó con peligro a la portería de Courtois. Todo lo contrario que un Madrid que tuvo el tercero en una acción de Camavinga pero que lo alcanzó casi sobre la campana. Peleó Asensio un balón en la línea de fondo y envió atrás para que Ceballos sellara la remontada.
