En la última semana, de domingo a domingo, tres partidos, el Real Madrid ha intentado 91 triples y ha fallado 75. Un extraño (y preocupante) apagón. Se quedó en 69 puntos (victoria) en Gran Canaria, en 70 (derrota) en Atenas y no fue capaz de superar los 80 ante el UCAM Murcia, al que derrotó de milagro. Es su 10º victoria consecutiva en ACB, para mantener el liderato. [80-75: Narración y estadísticas]
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No jugó nada bien el Madrid y batalló el UCAM, en la reedición de la pasada final. Hasta prácticamente el último minuto, cuando un triple de Rodion Kurucs todavía daba vida a los visitantes, fue una mañana abierta y sin dueño. Apareció Campazzo, que no atraviesa ni de lejos su mejor momento, con los tiros libres, para que no se escapara el sprint y Sito Alonso, que nunca se muerde la lengua, se quejó duramente de los árbitros: “22 tiros libres menos es descomunal. Es imposible competir así”.
Fue más un ejercicio de supervivencia de los de Chus Mateo, completamente perdidos en este periodo de curso en el que les va la vida en Euroliga (el jueves visitan Bolonia). Avanzan a tirones, compitiendo con la lengua fuera, y pierden casi tanto como ganan. El UCAM firmó un ejercicio sólido en el Palacio -sólo arruinado por las pérdidas (21)-, de más a menos, y a punto estuvo de romper su maleficio allí.
Garuba
La primera parte había resultado frenética y extraña. Tanto como el juego de Usman Garuba, como un león enjaulado, buscando aún su encaje en su vuelta al Real Madrid tras su paso por la NBA. Acabó ese tramo con 12 puntos, tres robos y nueve rebotes, protagonista de todo, pero también con un llamativo uno de siete en lanzamientos. No iba a volver a la pista.
Pero era el UCAM el que dominaba, tan valiente como inteligente. El contraste con Garuba era Kurucs, que fue una pesadilla, como los tres triples sin fallo de DJ Stephens y la efectividad de Simon Birgander en la pintura, igual daba que Tavares estuviera enfrente. Cuando el hermano de Antetokoumnpo culminó una contra, la distancia se disparó a los 13 (25-38). El Madrid se había reconciliado con el triple, pero avanzaba a arreones. Le alivió un parcial de 8-0, pero se fue al descanso con sensaciones malas.
Volvió enrabietado de vestuarios, con Dzanan Musa algo más entonado que últimamente y Abalde poniendo la cordura en cada acción. Pero la batalla era feroz. El Murcia no se arredraba. Birgander siguió desafiando a Tavares con sus ganchitos rápidos y, aunque los blancos llegaron a igualar (53-53) tirando de defensa, aún le quedaba mucho si quería ganar el duelo.
Sin que Hezonja fuera capaz de anotar una canasta, iba a resultar complicado. El croata falló sus siete primeros lanzamientos. El tipo que es el sostén ofensivo blanco. La primera (y única) que acertó fue con la que los blancos al fin se pusieron por delante.
Pero los fallos iban a ser la tónica hasta el final. Entre Llull, Campazzo y Hezonja fallaron 18 triples de 19. El menos malo se llevó un duelo de imprecisiones. Polémico y embarrado.