El piloto español Jorge Martín, vigente campeón del mundo, se perderá el inicio de la nueva temporada de MotoGP, que tendrá lugar con el Gran Premio de Tailandia del 28 de febrero al 2 de marzo, tras sufrir este lunes una lesión en la mano izquierda, informa Efe.
Según informó el portal Motorsport, el corredor de Aprilia Racing padece una fractura desplazada del radio distal izquierdo, fractura de escafoides carpiano izquierdo, fractura de hueso piramidal izquierdo y fractura sin desplazamiento de calcáneo izquierdo, por lo que deberá pasar de nuevo por el quirófano.
Martín se encontraba recuperándose de otra lesión, que había sufrido en Sepang (Malasia) durante la pretemporada, que le obligó a operarse de la mano derecha y del pie izquierdo el pasado 7 de febrero.
El vigente campeón del mundo volverá a ser intervenido este martes, con el objetivo de recuperarse para el segundo Gran Premio de la temporada, que se celebrará en Termas de Río Hondo (Argentina) el 16 de marzo.
Mats Wilander (Växjö, Suecia, 1964) no para en Roland Garros. Ahora entrevista a la española Jessica Bouzas después de su victoria en la Suzanne Lenglen; ahora corre hacia el puesto de comentarista de Eurosport y Max, que emite todo los partidos del torneo; ahora se fotografía frente a la Philippe Chatrier con unos aficionados que le cuentan que estuvieron presentes en su último título, el tercero, en 1988. Está en su salsa; está feliz. A sus 60 años, desciende a saltos las escaleras que bajan a la sala de prensa y, en conversación con EL MUNDO, reconoce que se siente aún en plenitud.
«Mentalmente soy un veinteañero. El año pasado cumplí 60 y fue muy importante para mí porque ya he vivido más que mi padre. Mi padre murió en 1990 a los 59 años y yo pensaba que era un anciano. Para mí tener 60 años y sentirme así es todo un éxito», cuenta y, tan metido en el papel de analista como está, empieza rápido a hablar sobre Carlos Alcaraz, Jannik Sinner y lo que vendrá.
¿Lloró durante el homenaje a Rafa Nadal?
Fue emocionante para todos. Hay que destacar que lo que hizo Nadal aquí en París, ganar 14 veces, fue único y no sólo en el tenis. Puedes buscar en cualquier deporte y te apuesto a que no hay nadie que haya dominado tanto como Rafa aquí, en Roland Garros. Es inhumano, es imposible.
Entonces, no se imagina a un Alcaraz con los mismos títulos.
Es injusto colocarle en esa comparación y él tampoco debería hacerlo. Ha ganado cuatro Grand Slam con 22 años, pero para llegar a los números del 'Big Three' tendría que seguir a este ritmo hasta 2037 o 2038. ¿Te imaginas a ti mismo en 2038? Es una trampa para él.
¿Alcaraz se parece en algo a usted?
Lo único en lo que nos parecemos es que él también es un tipo tranquilo, que quiere vivir dos vidas, la vida de un tenista y la vida de un joven normal que sale con sus amigos. En eso, nos parecemos. En la pista, en nada. Carlos se controla más y es mucho mejor en términos de tenis, de técnica, de golpes. Me gusta su estilo, pero como tenistas somos distintos.
Si el Wilander de los años 80 se enfrentase a él, ¿Cómo le ganaría?
En el vestuario. Me pasaría meses haciendo pesas, poniéndome fuerte para intimidarle y que no quisiese jugar contra mí. Ahora en serio: mi mejor yo no habría ganado a Carlos. Los tenistas de hoy son mucho mejores de lo que éramos los tenistas antes. Es otro deporte. Lo único que podría haber hecho es jugar sin errores y esperar a que él fallase.
"Su mayor rival es él mismo"
Hablaba de la vida de un joven normal. ¿Es posible mantenerla y ganar muchos Grand Slam?
Es posible, Carlos ya lo ha hecho. Tiene el talento para conseguirlo. Yo también salía con mis amigos y luego conseguía victorias sobre la pista. Los tenistas son personas y tienen sus caracteres, sus necesidades, sus inquietudes. Alcaraz enfoca el tenis de una manera distinta a Rafa o a Novak y eso es algo muy personal. Veremos con los años si le funciona.
¿Le ve celebrando su segundo Roland Garros consecutivo?
Por supuesto, es el gran favorito. Tiene un rival que se llama Jannik Sinner y otro aún más fuerte que se llama Carlos Alcaraz. A veces no entra en los partidos como debería, eso es cierto. Pero si hacemos la comparación con el 'Big Three', a su edad nadie lo ganaba todo. Federer perdió aquí una vez contra Kuerten en segunda ronda, por ejemplo. En tierra batida, Alcaraz, con los recursos que tiene con su derecha, con su facilidad para hacer dejadas, con su capacidad física... Es muy superior. Además, a cinco sets tiene margen si se despista, no es un problema. Todavía no será un paseo, como lo fue algunos años para Nadal, pero es el favorito.
¿Qué le falta a Sinner?
Sinner llegará a su nivel en tierra batida porque tiene el deseo de mejorar, no se conforma con ser número uno y ganar sobre cemento. Es muy maduro. Eso es importante. De hecho, la final de Roma ya pudo caer para cualquier lado, se decidió en aquel tie-break. Pero ahora mismo necesita aprender a jugar sobre arcilla. Siempre se mantiene sobre la línea, siempre golpea con agresividad y debe encontrar más recursos. En tierra batida no puede atacar tanto porque se expone a errores, debe dar un paso atrás y jugar también desde la defensa.
¿Qué espera de Novak Djokovic?
Tenemos que ser conscientes que este puede ser su último Roland Garros. Cuando pierda la motivación se marchará del tenis y eso puede ocurrir pronto. Necesita ganar algunos partidos aquí y ser competitivo y, luego, creo que su oportunidad llegará en la hierba. En Wimbledon tendrá su mejor opción para ver si puede seguir ganando o no. El torneo de este año en Londres puede ser definitivo para el futuro de Djokovic.
"Soy un chico normal de Liverpool cuyo sueño se hizo realidad". La frase sigue gobernando el mural gigante que la afición 'red' le hizo a Trent Alexander-Arnold, presentado ayer como nuevo jugador del Real Madrid. Durante su discurso, Florentino Pérez elogió e insistió en las ganas que el futbolista británico había mostrado de jugar en el conjunto blanco, siempre respetando el legado que deja en Anfield Road. Y es que no ha sido un paso sencillo para el defensa. Su camino a las orillas del Merseyside se remonta a los seis años de edad y a una suerte del destino: un papel sacado de una gorra.
Los ojeadores del Liverpool se plantaron en diversos colegios de la ciudad a invitar a los niños a unas pruebas que iban a hacer para entrar en las categorías inferiores del club. Entre ellos, el elegido fue el colegio del joven Trent. Cuando los trabajadores 'reds' preguntaron qué niños querían participar, todos los de la clase levantaron la mano, así que pusieron sus nombres en varios papeles y retiraron seis de ellos de una gorra. "Trent", se leyó en uno.
Los ojeadores sólo necesitaron diez minutos sobre el césped para acercarse a la madre de Trent, Dianne, y decirle que querían que el niño entrenara con ellos. Alexander-Arnold tenía seis años y comenzó ahí un camino de 12 temporadas hasta el primer equipo del Liverpool. Lo recorrió todo, casi como Dani Carvajal, su compañero en el lateral derecho, en Valdebebas.
Al lado de Trent en el pabellón de baloncesto donde Florentino le dio la bienvenida estaban sus dos hermanos, Tyler, cuatro años mayor, y Marcel, tres años menor. El primero es también su agente, un detalle que explica la intensa relación familiar en el entorno del futbolista. En palabras de Trent, Tyler tuvo que dejar de perseguir su sueño de ser futbolista para acompañar a su hermano mediano a los entrenamientos con las inferiores del Liverpool. Su padre trabajaba en Londres y su madre no podía hacerse cargo de todo. "Él quería jugar con su equipo, pero se sacrificaba para que yo fuera a entrenar", explicó el defensa.
Alexander-Arnold, junto a Florentino Pérez.EFE
A los 26 años, Alexander-Arnold se convirtió en uno de los futbolistas más importantes de su generación y terminó diciendo adiós a Liverpool después de 20 temporadas en la organización, nueve de ellas en el primer equipo y tras haber ganado dos Premier, dos Copas de la Liga, una FA Cup, una Community Shield, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes.
Su extensa carrera en Anfield Road provocó que con el paso del tiempo comenzara a observar otros horizontes y retos. Y ahí aparecen Jude Bellingham y el Real Madrid. El centrocampista del conjunto blanco ha sido uno de los grandes culpables del fichaje de Trent por el cuadro de Chamartín. Ambos son inseparables en las concentraciones de la selección inglesa, pero especialmente en la Eurocopa esa relación se fortaleció todavía más. El verano en Alemania, justo después de esa gran primera temporada de Bellingham en el Madrid, sirvió para que el el defensa del Liverpool comenzara a interesarse por un hipotético futuro en el Bernabéu.
Dicho interés se cruzó con el del conjunto blanco, que tanteó el mercado de futuros agentes libres y observó que Alexander-Arnold terminaba contrato en junio de 2025. Lo que podría parecer imposible por una cuestión de fidelidad eterna al Liverpool se convirtió en algo accesible gracias, en parte, a las palabras de Bellingham.
El Madrid tanteó su fichaje en el mercado de invierno por la lesión de Carvajal, pero la negativa 'red' dejó todo pendiente para el verano. Trent aceptó el futuro como madridista y aún así tocó negociar con el Liverpool, porque los blancos querían al lateral para el Mundial de Clubes y como su contrato no terminaba hasta julio han tenido que pagar cinco millones a los de Anfield Road para disfrutar un mes del futbolista.