Ter Stegen amarra al Barça al ‘Clásico’ deseado por los petrodólares saudíes

Ter Stegen amarra al Barça al 'Clásico' deseado por los petrodólares saudíes

Supercopa de España

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El Barcelona se ve forzado por el Betis a llegara la tanda de penaltis donde el alemán atajó dos lanzamientos. El equipo de Pellegrini, paciente y con colmillo, anuló cada ventaja de los azulgrana penalizando sus desconexiones

Ter Stegen ataja uno de los penaltis lanzados por el Betis.AFP

Hubo un tiempo en que el triunfo era para el Barça una anécdota. Hoy es una necesidad en medio del extravío en el que vive un equipo que pretende ser voraz y acaba temblando enclenque, obligado a ser rescatado. Para alcanzar la final, el Clásico que quieren los petrodólares saudís, necesitó convertir en héroe parapenaltis a Ter Stegen después de vivir demasiado tiempo en el alambre ante un Betis que supo convertir sus cicatrices en heridas vivas al menor golpe. [Narración y estadísticas]

Ni se le pasa por la cabeza a Xavi que a su equipo lo domestiquen. No consiente que aten su voracidad pero tampoco logra que al primer golpe en la cicatriz se abran las heridas. El Betis fue paciente, respondió a los golpes y lideró todos los espectros culés.

Pellegrini le dio al Barça la pelota y las ocasiones durante los primeros 30 minutos, y eso que el brasileño Luiz Henrique avisó en el arranque con un disparo lejanísimo. Con Busquets descansando, entre De Jong y Pedri se manejaron buscando a Raphinha y Dembélé para romper por las orillas. Apenas les costó lograrlo ante un rival que, sin Carvalho y con Canales escorado, sufrió. Al equipo de Pellegrini le dio vida que Lewandowski necesitara entrar en calor. Se la peinó primero Gavi pero el delantero, que no marca desde finales de octubre, se perdió buscando un taconazo en el área pequeña. Después Dembélé quebró a Ruibal y el polaco volvió a enredarse en el remate. No vio a Gavi, solo, a su espalda. Tampoco fue capaz de embocar el perfecto centro del Mosquito, a quien Koundé, en una alarde impropio, había lanzado a la carrera.

El Barça maduraba el partido encerrando en un área a un Betis esforzado en sacudirse el agobio antes de que les pusiera en desventaja. Tardó 20 minutos en armar su primera ocasión de su puñal Luiz Henrique, aunque le sirvió para despertar. Fekir apareció para encimar a Koundé y forzar un error en su pase atrás a Ter Stegen y el duelo, hasta entonces desequilibrado, enloqueció. Se escapó Raphinha para servirle un centro de gol a Pedri que anuló fuera de juego automático. Respondieron los béticos con su ocasión más clara, un saque de esquina de Fekir que se fue envenenando. El equipo de Xavi, otra vez, no había conseguido aprovechar su dominio antes de la desconexión. No la pudo evitar llegó, el tiempo suficiente para que otro centro de Luiz Henrique se paseara por su portería.

El respiro les llegó a los culés al borde del descanso y lo hizo rompiendo su librillo: con un pase en largo de Pedri para volver a lanzar a Dembélé, desnudar a otra vez a Ruibal y que apareciera Lewandowski que, esta vez, pese a que necesitó dos disparos, encontró el agujero entre el palo y Claudio Bravo. En un contrataque, el Barça había encontrado el premio, que sostuvo al filo de descanso una espectacular mano de Ter Stegen a otro disparo de extremo brasileño del Betis, el único jugador que forzó los errores de la defensa blaugrana.

El daño de Luiz Henrique

La opción de que el conjunto verdiblanco despertara al regreso del vestuario lo intentaron evitar otra vez Raphinha, eligiendo mal, y Lewandowski antes de que Xavi buscara frescura en el costado con Ferran y más control con Busquets. Ni lo uno ni lo otro. Su equipo se volvió blando, como si nada hubiera aprendido de sustos pasados. Esta vez se lo dio Fekir, empujando a la red una asistencia del quebradero de cabeza blaugrana, Luiz Henrique. Recortó en el punto de penalti, amagó para engañar y se la regaló al francés. El Betis desencadenó a los fantasmas.

Quisieron evitar la prórroga los azulgrana, primero con otro gol de Lewandowski anulado de manera automática y después con dos acciones de Ansu Fati, obligando a Bravo a lucirse ante su golpeo de puntera. Su gol llegó enganchando un remate de volea, una ventaja que anuló con un taconazo imposible Loren. La condena o la salvación tenía que llegar desde el punto de penalti y allí se agigantó de nuevo el guardameta alemán para rescatar el Clásico.

kpd