Muchos son los que siguen consumiendo fútbol de manera ilegal con plataformas piratas. Precisamente una de estas plataformas fue desactivada este sábado gracias a la coordinación de un equipo especializado, ha anunciado LaLiga. DuckVision ofrecía acceso ilegal a contenido deportivo en directo, entre el que figuraba la competición española, a más de 200.000 personas sólo en España, informa Efe.
En un comunicado, LaLiga explicó que la plataforma estaba conformada por un aplicativo web que invitaba a descargar una app de Android, que tuvo más de 200.000 usuarios activos en España durante enero de 2025, según data.ai, y estaba encubierta por el servicio de la tecnológica estadounidense Cloudflare, que protege a organizaciones criminales de forma intencionada con el fin de lucrarse.
La patronal española indicó que desde la web se podía acceder al consumo pirata de los contenidos y se complementaba con un sistema IPTV y Ace Stream para ofrecer el contenido de LaLiga sustraído de broadcasters como ESPN, Movistar, DAZN, Sky Sports, Ziggo o Bein Sports, entre otros.
También señaló que el contenido ilegal proporcionado por la plataforma pirata se promocionaba en canales de Telegram, con más de 13.800 usuarios, y en la web de DuckVision, con cerca de 70.000 usuarios únicos a fecha de diciembre de 2024 en España, según datos de Semrush.
LaLiga recordó que el cierre de la plataforma y el canal se suma a otras extensiones conocidas como Luar, Kodivertido y TVChopo que anunciaron el fin de su actividad de manera inmediata o el cierre de Cristal Azul, canal de streaming ilegal más importante de España.
El organismo que preside Javier Tebas anunció que esta acción se repetirá en los próximos días para desactivar otras plataformas y servicios de contenido pirata y que los promotores y desarrolladores de la plataforma DuckVision serán denunciados ante las autoridades policiales y judiciales en los próximos días con todas las pruebas recabadas.
“Google, Cloudflare, VPNs y otros agentes involucrados en el consumo de piratería adquieren responsabilidad de las actuaciones ilegales que están permitiendo y de las cuales se lucran. LaLiga, amparada por la justicia, no se detendrá en la defensa del fútbol y los intereses de sus clubes ante actuaciones criminales vinculadas al fraude audiovisual y su blanqueo”, aseguró.
Son las 6 de la mañana y en la radiodespertador suena la canción I Got You Babe de Sonny and Cher. Billy Crystal o el meteorólogo Phil Connors es consciente de que su día va a ser el mismo de ayer. Sin saber por qué, está atrapado en un bucle temporal y no tiene ni idea de cómo salir de él. ¿Les suena? Es el Día de la Marmota.
Esa es la sensación que debe de tener hoy Manuel Pellegrini. El técnico del Betis no sabemos con qué canción ni a qué hora se habrá levantado, pero puede que la sensación de que la tarde del domingo se le vuelva a atragantar, como en las 11 veces anteriores, no se le quite de la cabeza. ¿Cómo podría?
El chileno es el técnico que ha devuelto al Betis a su mejor nivel. Pese a las recientes decepciones en Europa League y Conference League, el conjunto bético viene de ganar al todopoderoso Athletic de Bilbao, el azote de los colchoneros en la semifinal de la Copa del Rey, y transita cómodamente en la sexta plaza de la LaLiga.
Sin embargo, Diego Simeone convierte sus enfrentamientos en una odiosa rutina para el chileno desde que ambos se enfrentaron por primera vez en la temporada 2011/12, uno como entrenador del Atlético, donde sigue 12 años después, y otro como técnico del Málaga. Son 11 enfrentamientos entre ambos con siete victorias y cuatro empates para el argentino. O lo que es lo mismo, cero alegrías para Pellegrini
Si nos referimos a la etapa bética del entrenador chileno, que comenzó en la temporada 2020/21, el balance es de cinco victorias para el Cholo y dos empates. Su enfrentamiento en el Villamarín esta temporada terminó, precisamente, con igualdad en el marcador, 0-0. Por lo que las perspectivas para Pellegrini y el Betis en su encuentro en el Metropolitano no son nada halagüeñas.
Simeone en rueda de prensa en el Cerro del Espino.Rodrigo JimenezEFE
Desde la llegada de Simeone al banquillo rojiblanco, el Atlético de Madrid sólo ha perdido uno de los 24 enfrentamientos que han tenido entre ambos conjuntos. Su balance es de 17 victorias, seis empates y una derrota. Este borrón fue obra de Quique Setién en 2019. El equipo verdiblanco ganó por la mínima en el Villamarín con la transformación de un penalti por parte de Canales. Aún no ha conseguido hacerlo en el Metropolitano desde su inauguración.
Hay que añadir al encuentro del domingo a las 16:15 en el Metropolitano la fortaleza del Atlético de Madrid en su feudo esta temporada. Una intensidad que no muestra, precisamente, en los encuentros fuera de casa.
Drama como visitante
Los rojiblancos, borrados de la Copa del Rey en San Mamés por el Athletic, han perdido seis partidos, empatado tres y obtenido apenas cuatro victorias lejos del Metropolitano. El Atlético iría noveno con 15 puntos en su casillero si solo contaran los partidos de visitante. "Lo único que puedo explicar es que el entrenador prepara mal los partidos de visitante. No tengo otra lectura. Son muchos los partidos, los puntos perdidos y la responsabilidad siempre es mía", expresó Simeone tras el empate de su equipo ante el Almería en el Power Horse Stadium.
Sin embargo, la situación en casa es totalmente diferente. Los rojiblancos son el equipo con más victorias en su feudo, 12, y sólo han cedido un empate en lo que va de temporada, aquel 3-3 ante el Getafe de Bordalás. Con estos guarismos, el equipo lideraría la calcificación de LaLiga EA Sports con dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid.
Así, pese a la reciente decepción copera del Atlético, Pellegrini intuye lo que le espera en el Metropolitano y ante Simeone. Probará el chileno a cambiar sus rutinas a ver si así sale del bucle temporal en el que se ha atascado con el argentino. Quién sabe, quizás la Marmota este año decida que el invierno para Pellegrini ha terminado por fin.
Volvió. Con la frente marchita y errante en las sombras como cantaba Gardel. A la casa que le abrió los brazos hace tres años y medio y que este domingo le voló los oídos y le mancilló su placa entre las leyendas rojiblancas. Lo hizo tras torturar a su exequipo o equipo, uno nunca sabe cuando habla de futbolistas cedidos, y elevarse sobre el césped con los brazos en cruz. La grada no olvidaba. [Narración y estadísticas (0-3)]
Pero en los primeros 10 minutos no pudieron ni silbar a Joao Félix porque el portugués no tocó, literalmente, el balón. Luego, eso sí, se desquitaría el portugués, con bailecito incluido. Es increíble que, de sus seis goles en liga, un tercio hayan sido al Atlético de Madrid. Definió el portugués el juego del Barcelona, a picotazos. Pero con eso le valió en el Metropolitano. La primera derrota en Liga del curso. La anterior, por cierto, también se la infligió el Barça el 8 de enero del año pasado.
La presión alta del Atlético había comenzado asfixiante. Los rojiblancos encaraban a pecho descubierto a su némesis, un equipo al que no han podido ganar desde que le entrena Xavi. Esa intensidad y la mal entendida calma de Ter Stegen les propició la primera ocasión del encuentro. Un robo de De Paul, una cesión a Barrios y un disparo, el del canterano, que se fue lamiendo la escuadra izquierda del neerlandés.
Presión y robo
Y entre canteranos estuvieron los primeros quince minutos del partido. Riquelme, sorprendente acompañante de Morata en el ataque rojiblanco, era un puñal por la izquierda y Barrios ejerció bien de Koke, no es un papel fácil de desempeñar y más ante un equipo como el Barça, siempre gustoso por ganar el mediocampo.
Pero este Barcelona no se parece al que lideró su entrenador. Es más directo y tiene más problemas para dormir el juego con balón, especialmente cuando el equipo local te aprieta en cada pase. Fruto de esa presión hubo otro robo que si Molina hubiera afinado el pie en una contra podría haber dejado solo a Lino ante Ter Stegen. La alcanzó el brasileño y logró centrar a Morata, pero éste no disponía de demasiado ángulo.
Sólo Raphinha amenazaba la zaga rojiblanca con incursiones en solitario por banda derecha, pero con apenas dos córners como resultado positivo para su equipo, aunque un cabezazo suyo pudo generar más peligro si hubiera ido mejor dirigido. Sin tensión el conjunto azulgrana en uno de los duelos más importantes de la competición doméstica. En el que tenían que evitar la escapada del Madrid, en el que tenían que adelantar al Girona y en el que tenían que eliminarse a un rival para el final de temporada.
Riquelme, en un lance del juego.JuanJo MartínEFE
Pero como esto es fútbol, el deporte más impredecible que existe, sólo necesitó el Barça una genialidad de Gündogan para adelantarse en el marcador. Uno dos del alemán ante Llorente y pase en profundidad a Lewandowski, que se gira bien y cede a Joao Félix para cumplir la ley del ex aunque, como decimos, sea un ex algo raro. Giró bien el tobillo el portugués para ponerla en la base del poste lejos de Oblak.
Vaciló con unos pasitos el luso frente al fondo sur del Metropolitano hasta que sus compañeros, con buen criterio, le montaron una piña para ocultar lo que pretendiera hacer el jugador. Como dijo Morata en la previa, "la gente tiene sentimientos", y le convenía al 14 del Barça y a su compañeros no enardecer más a un público que le dedicaba una sonora pitada cada vez que tocaba el balón.
Locura de De Paul
Poco más pasaría en la primera parte, pero en apenas un minuto de la segunda un cruce de cables de De Paul casi termina con el argentino expulsado y con el segundo gol del Barça en el marcador. Cedió el cinco rojiblanco un pase al rival que terminó en los pies de Raphinha en el borde del área, picó el brasileño para Lewandowski y el polaco la ajustó al segundo palo de Oblak, imposible para el esloveno. 60 segundos para tirar el gran esfuerzo de una primera parte, que tampoco terminó como el Cholo había planeado.
Pudo recortar Llorente cinco minutos después tras un rechace a la salida de un córner, pero la volea del madrileño, que atravesó un bosque de piernas, fue repelida por Ter Stegen en una de las paradas del año. La más clara del equipo rojiblanco en la primera hora de juego. Un espejismo, estaba más cerca el tercero de los culés y pudo hacerlo el delantero polaco tras ganar un duelo a Savic.
La celebración del Barça tras el 0-3 de Fermín.AFP
Terminó llegando casi sin esfuerzo y también por obra y gracia del polaco. En una transición mal defendida por la zaga rojiblanca, un centro lateral de Lewandowski encontró a Fermín solo en el centro del área, que remató de cabeza sin oposición.
Malo que, en un partido donde tu rival apenas te había dominado, en tres picotazos te haya rematado el partido y te haya complicado la Champions. La derrota sacaba al Atlético de los cuatro primeros puestos de LaLiga, los que dan acceso a la Champions. El principal objetivo del club colchonero como se han cansado de repetir todos los estamentos del club desde el principio de temporada. Ganar la Champions es un sueño, alcanzarla una necesidad.
Peleó el Atlético con más corazón que cabeza el gol del honor. La tuvo, muy clara Saúl, pero volvía a no ser el día del ilicitano. Tampoco el de los honores sino para no sufrir mayor castigo. Roja a Molina aparte. Suficiente que un jugador de tu propiedad, que reniega de ti, haya vuelto a marcarte. El fútbol es cruel a veces y no entiende de merecimientos. Sigue la pesadilla blaugrana y el hombre del saco, de nuevo, fue el portugués Joao Félix.