Joan Laporta protagonizó una esperada rueda de prensa en la que quiso dar un repaso a la actualidad del Barça, en todos los sentidos. Aseguró que la documentación para mantener las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor fue presentada «en tiempo y forma», dijo que cuentan con una «tesorería robusta», atizó a la oposición por una moción de censura que, finalmente, se quedó en nada y, además, sacó pecho por el nuevo contrato con Nike y la venta de la explotación de asientos VIP del futuro Spotify Camp Nou. También argumentó que todo lo ocurrido fue un ataque dirigido a manchar la reputación del club y acusó a algunos medios de haber participado. Su discurso dibujó una situación idílica en la que, no obstante, surgen numerosas lagunas.
LAS DIMISIONES
Dijo el dirigente que «nos han querido liquidar», se refirió a los «desestabilizadores de fuera», pero «la junta y los ejecutivos nos hemos hecho fuertes». La realidad, sin embargo, es que, a lo largo de su mandato, se ha producido un goteo de dimisiones. Varios miembros de la junta y altos ejecutivos han dejado su cargo. Jaume Giró, de hecho, ni siquiera llegó a formar parte de ella como vicepresidente económico y quien si lo hizo, Eduard Romeu, presentó su dimisión el pasado marzo por «incompatibilidad con su plena dedicación a su labor profesional». Mateu Alemany, director de fútbol, también se marchó, en su caso con una historia de ida y vuelta con un breve regreso. En los últimos días, quien ha hecho oficial su dimisión es Juli Guiu, vicepresidente responsable del área de marketing y una de las figuras clave en el acuerdo con Spotify.
LA DEUDA
«Se ha gestionado bien y así se debe gestionar un club», señaló Laporta, que se refirió a una «tesorería robusta» en el Barcelona. El club, sin embargo, no ha corregido todo lo esperado la deuda heredada durante su mandato. De acuerdo con los últimos números presentados por el club, ascendería a 815 millones de euros. La deuda neta, con un patrón aceptado por LaLiga, mientras, se sitúa en 560 millones de euros. La oposición ha llegado a señalar que los números alcanzarían realmente los 1.300 millones. El nuevo contrato con Nike, según señala Laporta, es el más alto del mundo del fútbol. La venta de la explotación de asientos VIP, no obstante, ha permitido reconducir el fair play financiero de tal manera que, tras varios años lejos de ella, el Barça ha podido regresar a la fórmula del 1-1 para fichar.
EL CASO NEGREIRA
Laporta se refirió a un relato «apocalíptico» contra el Barça. «No es causalidad que, cuando el Barcelona vuelve a emerger en el liderazgo del mundo del fútbol, diversos actores con sus correspondientes apoyos mediáticos unen sus esfuerzos para imponer un relato ignominioso que no tienen nada que ver con la realidad. Este modus operandi ya sabemos de qué va, porque se repite cíclicamente».
Olvidó el presidente que muchas de esas críticas llegaron por el caso Negreira. El pago de ocho millones de euros al que fuera vicepresidente de los árbitros continúa salpicando al club. La instrucción sigue en marcha, por lo menos, hasta el próximo 1 de marzo y aún hay muchas sombras que rodean al caso y que necesitan ser perfectamente aclaradas. El cambio de juez instructor, no obstante, atrasará el desenlace, aunque ya sin Laporta como imputado.
También fue un golpe duro para la entidad, en otro sentido, el impago por parte de Libero de la parte pendiente de la operación Barça Vision. Algo que, quizás, animó a LaLiga a pedir pruebas de solvencia en la operación de los asientos VIP para inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor.
EL CONTRATO CON NIKE
Aseguró el presidente que «con Nike hemos firmado el mejor contrato del fútbol». «Esto también desmiente a los que dicen que el club está mal gestionado», añadió, en tono retador. Sus números no han sido desgranados. Y, además, para que se cerrara, hizo falta la intervención de un mediador, Darren Dein, abogado y representante de futbolistas que ya tuvo su papel en el acuerdo firmado con Spotify, cuyos servicios fueron remunerados tanto por la entidad como por la firma deportiva. El Barça, en este caso, le abonó un 1,65% del acuerdo en concepto de comisión y la multinacional, un 1,25%.
LOS ASIENTOS VIP
Según explicó el dirigente barcelonista durante su comparecencia, se ha vendido la explotación de 475 asientos VIP de los alrededor de 9.000 que tendrá el futuro Spotify Camp Nou, por 30 años, a cambio de 100 millones de euros. El club seguirá cobrando por la comercialización de esos asientos, a precio de mercado, mientras que los inversores tendrán derecho a aplicarle un recargo o revender sus derechos de explotación a terceros. Se trata de dos firmas de inversores, una de Qatar y una de Emiratos Árabes. Pero, por el momento, el resto de detalles permanecen en la sombra y eso ha llegado a suscitar una serie de dudas que el dirigente trató de disipar con su explicación, a la que le faltó, en cada uno de sus puntos, la más mínima autocrítica.