Jorge Martín aplastó los demonios que le habían perseguido en los últimos tiempos en el Gran Premio de Indonesia. Y lo hizo a lo grande. Tras irse al suelo el curso pasado en la carrera del domingo, cuando lideraba la prueba y justo tras haberse hecho por primera vez con el liderato en MotoGP tras ganar en la sprint race, y volver a sufrir una caída este mismo sábado también cuando rodaba en cabeza, el de San Sebastián de los Reyes se hizo con un triunfo absolutamente incontestable en Mandalika.
Aprovechó perfectamente la pole para firmar una gran salida y ya no abandonó en ningún momento el primer puesto, con Pedro Acosta como el único capaz de pisarle levemente los talones durante muchos minutos. La alegría del murciano por su tan trabajada segunda plaza en la pista, con todo, se vio empañada por la investigación de la dirección de carrera sobre la presión de sus neumáticos, que podía acarrearle una sanción de 16 segundos que le haría bajar hasta la novena posición. Y, que a su vez, podría provocar que la distancia entre Martín y Bagnaia, primero y segundo en la general, respectivamente, fuera de 17 puntos en lugar de 21. Un margen de cuatro puntos que, muchas veces, puede ser del todo decisivo. Por su parte, Márquez tuvo que abandonar al ver cómo se le quemaba su moto.
«Ha sido muy duro, una carrera muy difícil, tuve dificultades en la salida, hay que mirar qué pasa con la moto, es la quinta vez consecutiva que nos cuesta en la salida. En cuanto logré ponerme tercero, después de pasar a Bezzecchi y Morbidelli, me vi capaz de volver a remontar, pero ya era demasiado tarde», confesó tras la carrera un Pecco Bagnaia en parte aliviado por haber podido subirse al podio, por mucho que la distancia con el liderato se sitúe ahora en 21 puntos.
«La KTM lucha bien. No ha sido fácil, tuvimos problemas el sábado, pero pudimos solventarlos. Quiero dar las gracias a este equipazo, que se merece este gran resultado», señaló por su parte un Pedro Acosta que, ante la incertidumbre de lo que podía pasar finalmente con su segundo puesto, evitó mostrarse demasiado contento. Hasta tal punto, que no cruzó palabra alguna con sus compañeros en la sala de espera tras acabar la prueba e, incluso, decidió no descorchar el champán y unirse a la alegría de Martín y Bagnaia en la ceremonia de entrega de premios.
«Estoy muy contento, no es solo una victoria. Tras lo que pasó el año pasado y la caída de este sábado, conseguir este resultado era muy difícil Confío en mi mismo, pero temía la caída en cualquier curva. Al final, pude aguantar la presión de Pedro, logramos la victoria y toca pensar ya en la próxima», sentenció por su parte un Jorge Martín que, con su victoria en Mandalika, se reencontró también con el triunfo en un domingo de Gran Premio. El español llevaba desde el 12 de mayo sin subirse al primer escalón del podio en una carrera larga. El circuito de Le Mans, en Francia, era hasta ahora el último escenario en que había logrado este resultado.
En Indonesia, además, la carrera fue realmente convulsa. Tanto, que solo 12 pilotos fueron capaces de terminarla. En los primeros compases, cuatro pilotos se fueron al suelo. Jack Miller se escurrió y se llevó con él a Álex Márquez, Aleix Espargaró y Luca Marini. Fabio Di Giannantonio, Joan Mir y Enea Bastianini también dieron con sus huesos en el suelo. Este último, en la vuelta número 21, justo cuando estaba aumentando su ritmo y amenazaba con disputarle el segundo puesto en carrera a Acosta. Augusto Fernández y Marc Márquez, mientras, tuvieron que retirarse por problemas técnicos.
El de Cervera, en este caso, rompió el motor en la vuelta 12 y acabó por marcharse de la pista mientras algunas llamas empezaban a emerger de su montura. Su rápida reacción y la oportuna intervención del personal del circuito evitó que la cosa pasara a mayores. Este incidente, unido a la caída de Bastianini, deja a la práctica la pelea por el campeonato en un mano a mano entre Martín y Bagnaia en la que, ahora mismo, el español tiene todas las de ganar. En cuanto al resto de pilotos españoles, Maverick Viñales fue sexto, Raúl Fernández, décimo, y Álex Rins, duodécimo.