Seguramente el corazón de Aboubacar Bassinga (19 años) todavía siga latiendo a mil por hora después de su estreno con la UD Las Palmas ante el Sevilla en el Estadio de Gran Canaria la semana pasada. Con su dorsal 26 a la espalda, entró en el minuto 87 dispuesto a mostrar a todos sus aficionados su potencial.
Porque hace solo cuatro años y medio, poco antes de la pandemia, este centrocampista zurdo decidió emprender un viaje a Europa, desde Costa de Marfil, en busca de un futuro, que hoy se avecina ilusionante. Como él mismo señala en un reportaje con su club, siempre tuvo "el sueño de jugar al fútbol". A bordo de una patera y sin saber ni una palabra de español, el hoy jugador amarillo llegó a la localidad de Arguineguín, cuna de 'magos' como David Silva o Juan Carlos Valerón, con la idea de viajar a Francia poco después y poder así encontrarse con un familiar que residía allí.
"Al llegar tuve que adaptarme a la cultura, a estar lejos de la familia y me costó", afirmó en una entrevista. Sin embargo, todo cambió el día en el que un taxista le vio jugando un partido con otros chicos. Fue allí, en una de esas pachangas tan futboleras, donde cambió repentinamente su destino. Su calidad con el balón y su personalidad llamaron la atención de aquel curioso ojeador, que rápidamente avisó a Tonono, responsable de formación y captación del club, para que evaluara su posible incorporación.
"Su irrupción no debe quedar en anécdota"
Bassinga pasó la prueba y se integró en el equipo D de los amarillos, un conjunto formado para la proyección social de jóvenes en situaciones similares, pero la normativa le impedía federarse y jugar partidos por su situación irregular dentro del país. Aun así, no faltó ni un solo día a la ciudad deportiva. "Vino todos los días a entrenar sabiendo que no podía participar", afirmó uno de sus técnicos a los medios del club. Fue entonces cuando, con la ayuda de la jueza de menores Reyes Martel y su proyecto 'Up2U' (Depende de ti), que trabaja en la integración social de personas de todas las nacionalidades, pudieron llegar a un acuerdo para conseguir su primera licencia y comenzar su vertiginoso ascenso hacia el fútbol profesional. "Su irrupción no debe quedar en anécdota, en un partido de fútbol. Conforma un salto importante por la eliminación de prejuicios y estigmas", afirmó la magistrada en una entrevista a La Provincia.
Sin embargo, estos no han sido los primeros minutos que el centrocampista disputa con el primer equipo canario. La pasada temporada pudo jugar en la Copa del Rey la eliminatoria que enfrentó a Tenerife y UD Las Palmas, aunque tampoco disfrutó de una victoria. A pesar de llegar directamente desde la división juvenil, el hecho de contar con él durante estos meses en los entrenamientos y en cinco partidos de pretemporada ha provocado que el club haya decidido no acudir al mercado para firmar un nuevo centrocampista, en vista de la confianza que tiene puesta en él Luis Carrión. "Para mí es uno más", señaló su entrenador, también debutante aquel día ante su antecesor en el cargo, García Pimienta.
Apuesta por la cantera
Además, el propio jugador también valoró la relación que mantiene con su entrenador: "Llevo poco tiempo con él, pero es muy cercano. Siempre se ha acercado y me ha dicho lo que quiere de mí". Su presidente, Miguel Ángel Ramírez, también pronunció sobre la calidad de un futbolista que, dice, "se ha destapado" a un "nivel altísimo" y quiso recalcar la apuesta que el club quiere hacer por la cantera.
El partido ante el Leganés en Butarque puede ser una nueva oportunidad para Bassinga, que espera seguir ayudando al equipo con su fútbol y disfrutar de un sueño inolvidable.