Ha sido un lento minar a una iniciativa que hizo que el mundo del fútbol mirara a Reino Unido. Había pocas opciones de que la propuesta del Wolverhampton pudiera aceptarse, toda vez que necesitaba de una mayoría abrumadora, 14 de 20 clubes. Así, según los rumores aunque no han trascendido los resultados de la consulta, con 19 votos a favor y uno en contra, la Premier mantendrá el VAR.
No lo hará como hasta ahora. La idea es que el videoarbitraje, para la temporada 2024-25, mantenga un umbral más alto de intervención, se introduzca el fuera de juego semiautomático, se reduzcan los tiempos de las intervenciones y se realice todo con una mayor transparencia.
Se trata de mejorar la experiencia de los aficionados, aumentar la coherencia en la aplicación del mismo, agilizar el fútbol e incrementar aún más la precisión de la herramienta. Objetivos ambiciosos que responden a muchas de las inquitudes que los fans de la Premier reclamaban.
“Aunque el VAR produce decisiones más precisas, se han acordado modificaciones para beneficiar al juego y a sus seguidores”, escribía en un comunicado la propia Premier League.
Y es que, según una encuesta previa realizada por el Manchester United en la que han participado más de 16.000 personas. Sólo un 1% mantendría el VAR como hasta ahora, un 49% lo mejoraría y, sorpresa, más de un 50% lo eliminaría por completo.
Esa corriente entre el público británico es la que debió percibir el Wolverhampton en mayo para iniciar este proceso que hoy torna a su fin. El club presentó una resolución a la Premier League para votar la eliminación del VAR desde el inicio de la temporada 2024/25.
Argumentaron que su introducción en 2019/20 se hizo de “buena fe”, pero que hoy han dado lugar a “numerosas consecuencias negativas no deseadas que están dañando la relación entre los aficionados y el fútbol y socavando el valor de la marca Premier League”.
Inmediatamente, la competición que hoy se reunía en su Asamblea General anual, se ponía a trabajar para tumbar la iniciativa. Su golpe maestro fue el documento revelado por la BBC que se denominaba “Plan de mejora del VAR”, realizado por Tony Scholes, director de fútbol de la Premier, y que se entregó a todos los equipos antes de la votación de esta mañana.
Escenario sin VAR
En ese escrito se incluía una sección en la que se detallaba el impacto que tendría quitar el sistema de videoarbitraje. Se habla de numerosas acciones “definitorias de partidos” y que se producirían “muchos más errores de apreciación (unos 100 por temporada)” que podrían decidir partidos importantes.
La Liga inglesa reconocía cinco intervenciones incorrectas en la última temporada, comparadas con las 105 correciones bien realizadas. Un número de aciertos similar a la 2022-23, pero en la que hubo más errores, 11.
"Yo el que quiero ser es Giuliano". Nunca tan pocas palabras dijeron tanto. Era la reivindicación de la salida del cascarón de un futbolista meteórico. No por su calidad actual, que también, sino por su ascenso ininterrumpido desde una rotura de peroné que pudo ser el fin de su carrera. Giuliano Simeone (Roma, 2002) ya no es un canterano cualquiera que juega en el primer equipo del Atlético de Madrid. Tampoco es el hijo del entrenador que comparte un espacio en una plantilla que dirige su padre. "Él solo quiere ser Giuliano", reafirmó Diego Simeone las palabras del pequeño de su prole, unos días después de que las lanzara él en la rueda de prensa posterior al encuentro ante el Sevilla.
"El Cholo es muy exigente con sus hijos", explica la periodista Vero Brunati, muy cercana a la familia Simeone. En el Atlético aseguran que nunca se ha dirigido a él en un entrenamiento de manera diferente a otro jugador y están seguros de que en el campo, por momentos, se les olvida que son padre e hijo. "Puede que sea más exigente con él", secundan fuentes de dentro del vestuario. Pero esa frialdad que tienen en el césped es muy diferente fuera de él.
Giuliano nació en Roma el 18 de diciembre poco antes de que Roberto Settembrini, agente de Diego Simeone, retomara los contactos con el Atlético de Madrid para que su padre volviera al club de sus amores. Fueron apenas dos años, luego la familia se desplazó a Argentina para que el Cholo colgara las botas en Racing, equipo en el que también comenzaría su carrera de entrenador. Mientras, sus hijos ingresaban en la Escuela de fútbol Ángel Labruna, cantera de River Plate.
"Si te va bien no te veo más"
Giovani, Gianluca y Giuliano fueron quemando etapas en el fútbol base del club millonario. No obstante, aunque el amor por ellos era similar, el abuelo Carlos, padre del Cholo, "siempre pensó que Giuliano era el que llegaría más lejos en el fútbol", revela Brunati. Sin embargo, y la edad fue un factor importante, Giuliano nunca consiguió debutar en el primer equipo de River Plate como tampoco lo conseguiría Gianluca y sí Giovanni.
"Giuliano comenzó jugando como 5 y su familia creía mucho en él por su capacidad de aprendizaje y ambición", cuenta la periodista argentina. El Cholito menor lo máximo que llegó fue a Octava División, categoría que ganó junto a su Banda (futbolistas como Santiago Simón, Francisco Petrasso, Manuel Cocca, Franco Alfonso y Sebastián Sánchez) tras marcar un gol en el último minuto.
De esa progresión no pudo ser testigo el Cholo, que en 2011 tuvo que dejar Argentina para tomar las riendas del Atlético. "Uy, pa, vas a jugar contra Messi... Vas a jugar contra Cristiano Ronaldo... Es espectacular", le dijo Giuliano a su padre según reveló el técnico en su documental. "Después se hizo un silencio y me dice: 'Pero, pa, si te va bien no te veo más'. Cuando te lo dice un pibe de ocho años, que tenía él en ese momento, es muy duro", añade Simeone senior.
Giuliano, en un partido con el Atlético.Denis DoyleMUNDO
Quizás esas palabras calaron en la cabeza del Cholo que, cuando el joven Giuliano cumplió 16, decidió traerlo de River al Atlético de Madrid antes de que firmara su primer contrato profesional aprovechando una figura legal que se denominaba "patria potestad", hoy "responsabilidad parental". "Aquello no sentó nada bien en River", explica Maxi Grillo, periodista que sigue al club millonario. De hecho, cuando firmó Giuliano su primer contrato con el Atlético, el club apenas percibió 185.000 euros por derechos de formación de un futbolista al que veían "gran futuro".
Era la reunificación de dos "locos" por el fútbol. Giuliano tiene la misma pasión de su padre por el deporte que ambos practican y es habitual que vea muchos partidos de fútbol incluyendo los de sus hermanos cuando tiene ocasión. A medida que iba destacando en las categorías inferiores del Atlético (marcó 24 tantos en su última temporada en el filial) surgió la oportunidad de fichar por primera vez por un club profesional. "Es muy profesional, muy disciplinado y siempre con muchas ganas de aprender", apunta Brunati. Su salida la decidieron entre el hijo y el padre en la piscina de la casa familiar. Abrieron Wyscout (una plataforma de scouting) y analizaron el estilo de juego de los equipos que le querían, que eran muchos, hasta que decidieron que fuera el Zaragoza, de Segunda División.
Fueron nueve goles y tres asistencias que le valieron su primera experiencia en Primera, en el Alavés. La llamada de Luis García Plaza terminó por convencer a Giuliano que, antes casi de enfundarse su camiseta blanquiazul, ya le habían partido el peroné en un amistoso ante el Burgos. Su padre, que acababa de volver de la gira norteamericana de pretemporada, cogió su coche en el Cerro del Espino y se marchó a acompañar al Cholito en su operación.
Lesión y recuperación
Otro de sus grandes apoyos fue Carlos Martín, su 'hermano' futbolístico. Su amistad con él, con quien comparte un tatuaje de una celebración que ambos hacen habitualmente juntando los dedos, viene del filial donde también coincidieron con Pablo Barrios. "Se llevaba muy bien con los argentinos, pero a Barrios lo ve muy parecido a él", revelan desde el vestuario. Menos de un año después de ese palo, Giuliano entraba por la puerta de la titularidad del Atlético de Madrid para ya no salir nunca. "El Cholo siempre vio ese potencial, pero no quiere decir que no le haya sorprendido como ha pasado en el club", cuentan fuentes rojiblancas.
Tampoco ha pasado desapercibido su crecimiento para la selección Argentina, donde también es un fijo, y en la que coincide con Leo Messi, uno de sus ídolos. "Cuando Messi habla hay que escucharlo porque es el mejor. Me dijo que estuviera tranquilo, que me tomara un tiempo más en el área porque siempre iba a encontrar a alguien libre para asistir", expresó Giuliano sobre otra de las cosas que le ha permitido encadenar tres MVPs seguidos de los cuatro últimos encuentros del Atlético: la pausa.
Con uno de los sueldos más bajos de la plantilla, apenas tres millones brutos (parecido al de Javi Galán). La llegada de Mateu Alemany ha retrasado una de las renovaciones más esperadas para los rojiblancos, aunque parece que empieza a acelerarse. La del niño que superó la exigencia de su padre-maestro. El joven "maravilloso, muy humano, cariñoso, divertido y muy alegre", como le describen los que le conocen. El que sólo quiere ser Giuliano.
No faltaron voces críticas dentro y fuera del Atlético que se lanzaron al cuello de Rodrigo de Paul cuando dijo aquello de: "Si nos clasificamos para la Champions, habrá sido un gran año para el Atlético de Madrid". Una frase que se cumplió con la victoria ante el Getafe.
Diego Simeone aprovechó la duodécima clasificación seguida para la máxima competición continental, como De Paul, para reivindincarse: "A mí me enseñaron que si uno no valora lo que hace, la tiene jodida", comentó el entrenador antes de recitar lo que ha realizado el equipo en todas las competiciones.
Si hablamos de la Champions, son doce temporadas seguidas entrando en el selecto grupo de los mejores de Europa. Un logro que sólo han logrado otros cinco equipos en el viejo continente: Real Madrid, FC Barcelona, Manchester City, Bayern de Múnich y PSG. Eso le ha permitido clasificarse por delante del Barça para el próximo mundial de clubes que se celebrará en 2025 y le reportará a las arcas del club unos 50 millones de euros.
De hecho, en este periodo el Atlético de Madrid ha conseguido ingresar por su participación en Europa una cantidad que supera los 800 millones de euros gracias a sus dos finales (2014 y 16), unas semifinales (2017), cuatro cuartos de final (2015, 20, 22 y 24), dos octavos (2019 y 21) y dos fases de grupos (2018 y 23), aunque en 2018 se alzó con el título de campeón de la Europa League.
Este año cayó con el Borussia Dortmund, el finalista de la competición, y un espejo alemán de lo que es el Atlético en España. Ambos tienen unos valores de mercado parecidos, aunque con ligera ventaja alemana, 463 frente a 417 millones de euros según Transfermarkt, en el puesto 21 y el 24, respectivamente, entre los clubes europeos. Son "alternativas", como le gusta decir a Simeone, cuando los grandes fallan.
En Copa del Rey el equipo cayó de manera contundente contra el Athletic de Bilbao. En la ida, los bilbaínos fueron los primeros en romper la racha de imbatibilidad del Metropolitano y la dejaron en 28 encuentros. Mientras que en la vuelta, el conjunto de Valverde les superó ampliamente. Los colchoneros prácticamente doblan en valor de mercado a los leones que se sitúan en 261 millones de euros.
Respecto a LaLiga, Simeone hablo de "luchar contra monstruos" y recordó que el Real Madrid les lleva 22 puntos, aunque admitió que la distancia con el Barcelona es más corta. En esta ocasión, los dos grandes doblan en valor de mercado a los rojiblancos, 1.000 millones el Madrid y 839 el Barça. No obstante, los culés se hallan en una de las mayores crisis institucionales y deportivas de su historia reciente.
"Yo quiero salir campeón más que nadie, trabajo desde que llegué aquí hace 12 años con una ilusión tremenda para inflar el globo, pero hay veces que se nos pincha", comentó el entrenador respecto a su ambición y la de la plantilla.
La irrupción del Girona, con un valor de mercado de 240 millones, no entraba en las previsiones del club a principio de temporada y por ello los rojiblancos contaban con ese tercer puesto al que todavía aspiran en las dos jornadas que restan. A los colchoneros les quedan Osasuna en casa y Real Sociedad fuera mientras que los catalanes deberán visitar Valencia y recibir al Granada. Entre quedar terceros y cuartos hay una diferencia de unos siete millones de euros por ingresos de LaLiga.
Deportivo
En el tema futbolístico, se ha reclamado al equipo dar un paso más esta temporada. Pero la diferencia de juego en los duelos de casa y fuera ha lastrado los objetivos del club. Tanto que en liga en el Metropolitano han obtenido 16 victorias en 18 encuentros mientras que fuera han perdido más partidos, ocho, de los que han ganado, siete.
A eso hay que sumarle la debilidad defensiva de este año, el peor respecto a goles encajados desde la llegada de Simeone con 64 tantos. "Si vas a los números de los equipos que reciben menos goles, son los que están más cerca de ganar. Hay que mejorar en esa parcela, la hemos tenido por muchos años, la hemos recuperado y esperemos tenerla hasta el final", destacó el argentino tras sumar tres porterías a cero seguidas.
Habría que preguntarse si en el momento más exigente de la temporada, la irregularidad del equipo ha sido una cuestión de voluntad o de capacidad. El Atlético cuenta con una de las plantillas más veteranas de Europa. Las diez alineaciones con mayor edad en la historia del Atlético de Madrid se han producido esta temporada. En Dortmund, Simeone dispuso un once que superaba los 31 años de media, récord en los 120 años de la entidad rojiblanca.