El ingeniero pega el estirón. Carlos Rodríguez se estrenó este domingo como ganador de la clasificación general de una ronda de prestigio. A sus 23 años ha inscrito su nombre en el libro de oro del Tour de Romandía.
El granadino supo defender el liderato obtenido el sábado en la etapa reina de la ronda helvética. En la clausura de la prueba supo aguantar las acometidas de los enemigos en una etapa quebrada con cuatro puertos de tercera categoría, azotada por el frío y la lluvia. La jornada estuvo protagonizada por numerosos intentos de fuga. Los más activos fueron Cavagna, Guillaume Martin y Valgren.
El Ineos tuvo que emplearse a fondo para controlar al carrera. El momento más peligroso apareció a falta de 25 kilómetros, con un contragolpe de Juan Ayuso. Pero Carlos Rodríguez, bien protegido por Magnus Sheffield, neutralizó la situación. La jornada, con meta en Vernier, se resolvió con victoria al sprint de Dorian Godon. Segundo triunfo para el francés en esta edición.
En Vernier se coronó Carlos Rodríguez, un notable escalador y contrarrelojista. Alto, fuerte. Es un diésel con potencia. Muy regular en su rendimiento, sin la explosividad de Juan Ayuso, al que le arrebató el liderato de Romandía en la etapa reina del sábado. ”Es tranquilo, hace grupo y es muy maduro para su edad”, aseguran en el Ineos, escuadra que le contrató con sólo 19 años, tras permanecer dos temporadas en el Kometa de Alberto Contador.
El chaval de Almuñécar Rodríguez también es un buen estudiante. Desde niño le inculcaron que el deporte es algo pasajero y que debería formarse profesionalmente. Después de meditarlo durante algún tiempo se decidió por un grado de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, impartida en la Universidad de Málaga.
Carlos Rodríguez cerró en Romandía una brillante primavera, con una segunda plaza en la general y una etapa (memorable fuga con Juan Ayuso) en la Vuelta al País Vasco. La carrera suiza ha sido su último gran test antes de afrontar el Tour de Francia. En la última edición de la Grande Boucle terminó quinto y se impuso en la etapa de Morzine. Esta volverá a ser su gran apuesta para esta temporada. Si todo rueda como debería, será el jefe de filas de Ineos en la carrera que comenzará el próximo 29 de junio. Su objetivo es subir al podio de la cita que concluirá el 21 de julio en Niza.
El estandarte, junto a Juan Ayuso, de la nueva generación del ciclismo español, es una de las piezas más cotizadas del Ineos. El año pasado, el Movistar pujó fuerte por su contratación. A sus 23 años ya suma etapas en la Vuelta a Gran Bretaña (2023), País Vasco (2024 y 2023) y Tour del Porvenir (2021). Fue séptimo en la única Vuelta a España que ha disputado, la de 2002. Ha sido campeón de España en ruta (2022) y tercero en la modalidad de contrarreloj (2021).
Guion repetido de una historia inalterable. Tadej Pogacar hace spoiler y todos se divierten. Esa capacidad para cautivar siempre, aun conociendo el desenlace, no tiene precio. Bendito genio. Sus ataques ya forman parte de la antología del ciclismo. Da igual que se escape a falta de 100, 50 o 20 kilómetros. Se marcha y no hay nada que hacer, sus rivales se rinden y sólo pelean por las migajas.
El ciclista esloveno ha firmado la mejor temporada de un ciclista en la historia, según el calibre de los triunfos. Ha igualado el récord de 25 que atesoraba el sprinter italiano Alessandro Petacchi en 2005, pero sus victorias tienen más peso: Mundial, Giro de Italia (más seis etapas), Tour de Francia (más seis etapas), Lieja-Bastoña-Lieja, Strade Bianche, Volta a Catalunya (más cuatro etapas), Gran Premio de Montreal, Giro de Emilia y Giro de Lombardía. Se ha impuesto en nueve de las 11 carreras en las que ha participado. Sus peores resultados: tercer puesto en la Milán-San Remo y séptimo en el G. P. de Quebec. A sus 26 años ya suma 88 triunfos. Es el más brillante del siglo XXI, el heredero más cualificado de Eddy Merckx. Incluso se ha abierto un debate sobre si podría será el mejor de siempre.
Su superioridad abruma y corredores en activo, retirados y técnicos intentan encontrar el secreto. Uno que conoce bien a Pogacar es Mikel Landa, que le vio debutar en 2019 y que, en ese mismo año, coincidió con él en la Vuelta al País Vasco y en la Lieja-Bastoña-Lieja. En este 2024 pletórico, ha sido testigo directo de sus exhibiciones en el Mundial de ruta de Zúrich, en el Tour de Francia y en la Volta a Catalunya. «Pogacar es el mejor corredor que he visto en mi vida. Muchos ya le comparan con Eddy Merckx y dicen que está por encima de Bernard Hinault. Yo a ellos no les vi, pero lo que he podido comprobar, y por los resultados conseguidos, no hay nadie como el esloveno. Logra resultados de otra época, ganando en clásicas y en grandes vueltas desde principio a final de temporada. No sé cómo lo hace, si es por genética o porque entrena mejor que nadie. Es increíble», afirma.
El esloveno posee un físico portentoso. El jefe de rendimiento del UAE, Iñigo San Millán, destaca su asombrosa facilidad para recuperarse de esfuerzos extremos y apela a una fisiología privilegiada. Pogacar, en descanso, tiene 37 pulsaciones por minuto (similar a Miguel Indurain) y cuando está muy cansado, también en reposo, alcanza las 50. A máximo rendimiento, se le han llegado a medir 213 pulsaciones. Eso explica cómo exhibe esas arrancadas en subida tan explosivas y la capacidad de mantener un ritmo elevado durante un tiempo muy superior al resto. Cuando se fuga, sus rivales no le aguantan ni 100 metros.
SATURADO DE VENCER
Landa, que en este curso ha ejercido de lugarteniente de Remco Evenepoel en el Soudal, dice que pugnar con el jefe de filas del UAE es prácticamente inútil. «Tiene un talento innato y una ambición que le permite ser siempre competitivo. Todos le califican como un tipo extrovertido y señalan que siempre está alegre. ¡Cómo no va estar contento con todo lo que gana! Algunos dicen que este ritmo no lo podrá mantener durante mucho tiempo, que se retirará más pronto de lo habitual porque estará saturado. Si él estará saturado de ganar, el resto está saturado de sufrir. Nadie puede saber hasta dónde podrá llegar».
El vasco cree que Pogacar es insuperable en duelos individuales, que sólo se le podría combatir con un ataque grupal, algo que ahora se antoja inviable: «Se le podría ganar actuando todos contra él, pero esa alianza es imposible, porque cada uno defendemos nuestros intereses».
Pogacar es el fenómeno del siglo XXI y expertos de primer nivel ya le sientan en la misma mesa que Merckx e Hinault. El debate es inevitable, y en este apartado, pocas opiniones más valiosas que la del ex seleccionador Javier Mínguez, que ha visto competir a Merckx, Hinault y Pogacar. «Las comparaciones son difíciles porque las épocas son distintas. Pero lo cierto es que Pogacar es el Merckx del momento. Es un muy completo, ganador en grandes vueltas, en clásicas, al sprint, en contrarreloj, en montaña. Nadie se puede medir con él», recalca el ex director técnico.
«Pogacar es el número uno indiscutible y este año ha ganado con demasiada ventaja. Es buenísimo y ha barrido a sus rivales. La clave ha residido en que Jonas Vingegaard no ha podido competir con él en plenitud de condiciones, y eso le ha beneficiado. El danés ya le ganó en dos Tour de Francia y la duda que queda es si podría volver a derrotarle. Vingegaard es el rival, ya veremos qué pasa el próximo año. Otros, como Remco Evenepoel, son buenos, pero les falta la regularidad necesaria para ganar un Tour», incide Mínguez.
Para el ex director, la superioridad del esloveno no genera rutina: «Pogacar es alegre, valiente. Duele que sus rivales no tengan la misma potencia, pero eso no es problema de él. En el Mundial se dieron todas las condiciones para ganarlo porque, tras escaparse, sus adversarios no se pusieron de acuerdo en la caza, cada uno jugó sus propias cartas. ¿Hasta cuánto seguirá en la cima? Todo depende de su cabeza, de si tiene ganas de entrenarse, de seguir ganando. Algunos se alegrarán de que pronto se canse. Para el público es un espectáculo, por eso no podemos aburrirnos de verle ganar».
El actual seleccionador español, Pascual Momparler, apunta un detalle novedoso sobre la histórica campaña del campeón del mundo: «Pogacar ha arrasado porque ha sabido asesorarse y ha ordenado su calendario. Antes corría un poco a lo loco, intentando ganar todo. Este año lo ha hecho con más inteligencia, dejando apartadas algunas pruebas, como los Juegos Olímpicos. Ha entendido que no podía ir a ganar en París y luego hacer lo mismo en Zúrich».
Sobre el debate del mejor de la historia, el técnico lo tiene claro: «Siempre se alega que los tiempos son incomparables, pero a mí me gustaría que Pogacar fuera mejor que Merckx, porque al belga sólo le he visto en vídeos. Me gustaría llegar a los 80 años y decir que pude ver en directo a Pogacar, el mejor de la historia».
COMO UN PENALTI SIN PORTERO
El actual seleccionador español también que espera que Pogacar prolongue su trayectoria durante mucho tiempo, pero que para ello se necesita una gran fortaleza mental: «Para seguir arriba se precisan motivaciones extras. Este año persiguió el Mundial y en su fuero interno lucha por superar a Merckx. Algunos lamentan que no tenga rivales más fuertes, pero seguro saldrán. Recuerdo que no hace mucho tiempo se decía que Egan Bernal iba a dominar una época. Aparecerá, sin duda, gente nueva».
Momparler también señala que una de las claves del éxito de Pogacar radica en su pareja, Urska Zigart, que le ayuda en la preparación nutricional. «La novia de Pogacar también es ciclista, pero de nivel inferior. Tadej comprueba los grandes esfuerzos que hace ella para estar en el peso y en las condiciones adecuadas. Sus sacrificios le motivan», señala. Efectivamente, Pogacar repite luego la dieta que permite la mejor recuperación de su pareja.
Pogacar está en un escalón superior y el danés Michael Rassmussen, como otros muchos ex corredores, se rinde a la evidencia y apela al humor para explicar la desproporción con el resto: «El Giro de Lombardía con Tadej Pogacar fue un poco como ver un penalti sin portero, como esperar a ver a qué escuadra lanza Messi».
«En un deporte como el ciclismo, en el que sólo se ven mejoras marginales, Pogacar ha dado tal salto que es casi intocable, ha llegado un punto en el que su liderazgo es inexpugnable», ha declarado el ex ciclista (sancionado por dopaje en 2007) al diario danés Ekstra Bladet. Sin embargo, confía en que su compatriota Vingegaard se atreva a asaltar el trono del esloveno. Un reto mayúsculo.
Un Giro antológico, con registros de otros tiempos, que encumbra a un ciclista superlativo. Tadej Pogacar (25 años) arrasó en una ronda que terminó este domingo en Roma con la renta más amplia del presente siglo entre el primero y el segundo clasificado. El esloveno superó al colombiano Daniel Martínez en 9.56 minutos. La anterior plusmarca lo estableció Iban Basso, en 2006, con 9.18 respecto al español José Enrique Gutiérrez. La de Pogacar también es la mayor distancia en los últimos 59 años. En 1965, Vittorio Adorni aventajó a Italo Zilioli en 11.26. La mayor diferencia de toda la historia quedó registrada en 1914 (la sexta edición, la primera que se resolvió por tiempo empleado y no por puntos). Aquella fue una carrera durísima, hubo 81 participantes pero sólo terminaron ocho. En un recorrido de 3.162 kilómetros, el italiano Alonso Calzolari empleó 135 horas, 17 minutos y 56 segundos; una hora, 57 minutos y 26 segundos menos que su compatriota Pierino Albini.
No hubo rivales de entidad para Pogacar, que dominó, sin emplearse al fondo, en todas las etapa de montaña. El gran animador durante toda la ronda y en la clausura de Roma, donde fue aclamado por un público que no se cansa de disfrutar con las exhibiciones de un chaval que aglutina admiración y simpatía. Vence sin humillar. El otro protagonista de la jornada de este domingo fue el belga Tim Merlier, que impuso su velocidad en el sprint de la Ciudad Eterna y sumó su tercer triunfo parcial en una ronda en la que Pogacar rubricó unos registros impactantes.
Seis etapas
El dominio absoluto del esloveno quedó reflejado en la conquista de seis etapas, una cosecha que le sirvió para igualar las marcas de los sprinters Mario Cipollini, en 2002, y de Alessandro Petacchi, en 2003. Se quedó a una de las siete conseguidas por Freddy Maertens, en 1977, y de Giuseppe Saronni, en 1980. Igualó las seis de Eddy Merckx en 1973, cuando el belga sumó su cuarto triunfo en la general de la Corsa Rosa. Entonces, El Caníbal ganó cinco en la montaña y una al sprint. El esloveno las consiguió todas en escalada. En la edición que terminó en Roma sólo hubo una victoria española, firmada por el asturiano Pelayo Sánchez (Movistar) en la dura jornada del sterrato, con meta en Rapolano Terme. El discípulo de Samuel Sánchez sobresalió por su coraje e inconformismo.
20 días de rosa
El fenómeno del equipo UAE llegó a Roma vestido con la maglia rosa durante 20 días, la cifra más alta de los últimos 34 años. La sorpresa de Jhonatan Narváez en la etapa inaugural evitó el pleno de Pogacar, un reto que sólo han completado Constante Girardengo (1919), Alfredo Binda (1927), Eddy Merckx (1973) y Gianni Bugno (1990).
General y Montaña
El nombre de Pogacar siempre figuró en los primeros lugares de todas las clasificaciones: General (maglia rosa), Montaña (azzurra) y Regularidad (ciclamino). El mejor debutante del ciclismo moderno se quedó a un paso del triplete, lo que sí consiguió Eddy Merckx en 1968. Pogacar se llevó las maglias rosa y azzurra. En la Montaña sumó 270 puntos, el segundo fue Giulio Pelllizari, con 206. El italiano, con sólo 20 años, fue uno de las grandes revelaciones, finalizó segundo en la etapa de Monte Pana y sexto en la jornada de la doble subida al Monte Grappa. Este domingo fue elegido el corredor mas combativo. La Regularidad fue ganada por Jonathan Milan, Pogacar terminó quinto.
20 triunfos
El bicampeón del Tour ya cuenta con 20 victorias en las grandes vueltas, superando a su compatriota Primoz Roglic, al que este domingo sucedió en el ránking del Giro de Italia. Pogacar es el segundo corredor en activo con más triunfos en las grandes rondas, sólo superado por Mark Cavendish, con 54.
Podio en todos los estrenos
El emblema del equipo UAE ha ingresado en los anales de la historia como el tercer ciclista en subir al podio de la clasificación general en los años de su debut en las tres grandes: En 2019 fue tercero en la Vuelta y en 2020, primero en el Tour. Los anteriores en esta selecta nómina fueron el francés Bernard Hinault y el italiano Felice Gimondi. En los últimos 30 años, sólo Alberto Contador (2008), Nairo Quintana (2014) y Egan Bernal (2021) ganaron el Giro de Italia como debutantes.
En la senda de Pantani
Con su triunfo, Tadej Pogacar ha cerrado el primer asalto de un desafío de oro. Ha vencido sin exprimirse al máximo, guardando energías para el Tour de Francia que arrancará el 29 de junio. El reto del esloveno es imponerse en la Grande Boucle y sumar un doblete en un mismo año. El último que lo consiguió fue Marco Pantani, en 1998, precisamente el año de nacimiento del fenómeno esloveno.
Crespones negros, minutos de silencio y partidos aplazados en una triste eliminatoria de Copa del Rey. Encuentro jugados con desasosiego, como el disputado por Las Rozas y Sevilla. El equipo andaluz, jugando sin gran intensidad, se impuso por 0-3, con goles de Luis Méndez (en propia meta) y de Iheanacho (dos). García Pimienta aprovechó el compromiso para dar oportunidades a los menos habituales en su once inicial. Una cita sin apuros para un equipo que en Primera no termina de coger el ritmo.
Las Rozas, conjunto de Preferente de la Comunidad de Madrid, especialista en la formación de jugadores (por allí han pasado, entre otros, Marcos Llorente, Antonio Núñez o Mejía) no se arrugó ante un rival superior y hasta el último instante mostró sus buenas maneras. Álvaro Escolano, con un lanzamiento desde la frontal del área, e Iván Quivira, con un cabezazo a la salida de un córner, pusieron a prueba a Álvaro Fernández, que supo mantener imbatida a su portería.
Antes del comienzo del partido, se entregó una placa conmemorativa a Jesús Navas por su larga y brillante trayectoria profesional.
Penalti errado por Óscar Rodríguez
Mas dificultades para conseguir el pasaporte para la siguiente eliminatoria copera encontró el Leganés en su enfrentamiento con el modesto Ciudad de Lucena. Venció por 1-2, pero nunca se sintió cómodo la formación preparada por Borja Jiménez, que es 14ª en la Liga. En la primera parte, Óscar Rodríguez erró un lanzamiento de penalti. Lo mismo hizo Munir, pero aprovechó el rechace del portero Iván Morales para adelantar a su equipo. El segundo tanto de los visitantes lo anotó Juan Cruz. El gol del Lucena fue obra de David Agudo.
Dominó, pero sin aplomo el Leganés. El Ciudad de Lucena, que se encomendó a los contragolpes de Joseliyo para buscar el empate, apretó en el último tramo y hasta el final, los 1.800 espectadores presentes en el estadio del equipo andaluz, soñaron con el empate.
Una cita con la Copa que pretende servir como terapia para equipos grandes que transitan con rumbo errático en Primera, como el Girona, que goleó al Extremadura por 0-4, con tantos de Bryan Gil, Arnau y Miovski (dos). Tampoco tuvo dificultades para vencer el Celta al San Pedro, por 1-5, con goles de Alfonso González, Pablo Durán, Allende y Douvikas (dos).
«Pido jugar con seriedad»
El Sporting de Gijón también cumplió con su condición de favorito y venció al Numancia (0-1). El Burgos se impuso (2-5) al Móstoles, y el Salamanca al Alcorcón (1-0).
Una Copa en la que el Betis quiere ofrecer la buena imagen de la Liga. Este jueves se mide al modesto Gévora, de la provincia de Badajoz. A pesar de la diferencia presupuestaria entre ambos rivales, Manuel Pellegrini apela a la prudencia y proclama el respeto al adversario: «Afrontamos este debut en la Copa con ilusión, igual que hacemos en todas las competiciones, por eso pido jugar con seriedad». El chileno también añadió que espera que el duelo esté dominado por «exigencias de rendimientos individuales» y por eso ha convocado a jugadores poco habituales que no deberían dejar pasar esta oportunidad, como el portero Fran Vieites, que será titular, y los jugadores del filial Guirao, Jesús Rodríguez y Mateo.