El Madrid, contra todo y contra todos: “Ante cada ataque, una reacción”

El Madrid, contra todo y contra todos: "Ante cada ataque, una reacción"

«El Madrid, en guerra con la UEFA por la Superliga». «El Madrid, en guerra con el Comité Técnico de Árbitros y la Federación». «El Madrid, en guerra con LaLiga por los derechos audiovisuales». «El Madrid, en guerra con el Barcelona por el Caso Negreira». Los titulares de los últimos meses unen dos palabras de forma bastante constante: «Madrid» y «guerra». Y es que el conjunto blanco está en la trinchera contra la gran mayoría de estamentos del fútbol español y continental. «El fútbol sufre una crisis sin precedentes. O reaccionamos o no sobrevivirá», declaró Florentino Pérez a finales de 2023. Y la reacción institucional del conjunto blanco ha sido más que contundente. En el Bernabéu han decidido no aguantar más.

Porque es eso. «Una reacción. Acción-reacción ante cada ataque». Así lo defienden en la ciudad deportiva de Valdebebas cuando se analizan todos los frentes abiertos ante el club. Una reacción al «monopolio», ya denunciado por el Madrid y elevado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de la UEFA al no permitir la creación de una nueva competición continental como la Superliga.

Esa ha sido la más sonada. Pero hay más. Como la última, la gran polémica de este parón de selecciones: una reacción «a la redacción negligente del acta arbitral» por parte de Martínez Munuera tras el Osasuna-Real Madrid. La entidad madridista denunció que el colegiado omitió «de forma voluntaria y deliberada los insultos y gritos vejatorios dirigidos de forma reiterada hacia Vinicius» en El Sadar.

La denuncia del Madrid contra el árbitro provocó la reacción del propio CTA, que emitió un comunicado criticando las «acusaciones injustas» del conjunto blanco. Una polémica más dentro de la constante tensión existente entre el club y el comité, especialmente a raíz de los vídeos de Real Madrid Televisión, caldo de cultivo de los enfados de los colegiados y herramienta del Madrid para mostrar su opinión sobre los árbitros y sus actuaciones. «Los vídeos son una denuncia permanente», definen en las altas esferas del conjunto blanco. En el Madrid se considera al CTA un estamento «corrompido» y que «necesita un cambio total en su estructura».

Aliados inesperados

Y en las guerras, como siempre, hay aliados inesperados. Este último tira y afloja entre el Madrid y el CTA ha encontrado a LaLiga del lado de los árbitros. La entidad de Javier Tebas, que en los últimos años se ha mostrado contraria a la Federación, se ha puesto en la misma trinchera para contestar con dureza a la acusación del conjunto blanco a través de su Comisión Delegada: «Es una manifestación más de la inclemente campaña emprendida por el Madrid contra los árbitros españoles, con la presumible intención de presionar a dicho estamento, al objeto de obtener una ventaja competitiva con las decisiones que dicho colectivo tiene que tomar».

Un párrafo, y una acusación, que ha llamado la atención en Valdebebas, donde lo asumen como un ejemplo más de la guerra que existe entre el club y la organización presidida por Tebas. Una relación inexistente desde hace años y que ha tenido como último punto de inflexión la reacción, una más, del Madrid ante el acuerdo del ente con el fondo CVC por los derechos audiovisuales. «Una expropiación», denuncian en el conjunto blanco.

Una situación que ha llegado hasta los tribunales y que ha provocado que el Madrid rechace la entrada de las cámaras de los operadores televisivos en los vestuarios. «Los clubes pueden explotar previas, pospartidos… Todo lo que no es explícitamente el partido. Lo dice la ley. Pero LaLiga insiste en expropiarnos ese derecho», acusó el presidente del Madrid a la entidad de Javier Tebas.

Y seguimos con las reacciones, en este caso al Caso Negreira, motivo de inicio de la «guerra» contra el Barcelona. El Madrid se presentó como acusación particular en el caso y Joan Laporta, que hasta ese momento mantenía (y ahora vuelve a tener) una buena relación con la directiva blanca, formuló aquello del «madridismo sociológico». Florentino no acudió a varios Clásicos y a pesar de la unión de los dos equipos en el proyecto de la Superliga, el Madrid está al otro lado de la trinchera judicial en torno a Negreira, asumiendo su condición de «perjudicado» deportivamente por los años en los que el cuadro azulgrana pagó al vicepresidente de los árbitros.

Una trinchera en la que los blancos tienen a su lado a LaLiga, en otra de esas alianzas inesperadas. La entidad se personó también como acusación particular y Tebas acusó al Madrid de no hacer «nada más» a partir de su personación en el caso. Porque los aliados también se pueden odiar. A la vista está. Aunque les unan, dicen, los mismos colores.

Por último, aparecen en el horizonte las elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, otro punto de inflexión en la telenovela del fútbol español. El lector se puede imaginar que a unos directivos les gustaría un presidente y a otros otro, pero nada estará claro, ni siquiera los candidatos y sus apoyos, hasta que se terminen las investigaciones sobre lo sucedido durante el mandado de Luis Rubiales. Ahí empezará otra guerra, no lo duden.

Mientras tanto, el Madrid se conformará con el CTA, LaLiga, la UEFA, el Barça… Y con ganar sobre el césped el título doméstico y pelear en Champions contra el Manchester City. Al final, todo es fútbol.

kpd