La carrera de un futbolista es un vaivén de emociones y la de Raúl García (Zizur Mayor, 1986) ha tenido de todo. No sólo por su periodo en la élite, 20 temporadas en primera y tercer jugador con más partidos en LaLiga (602) después de Zubizarreta y Joaquín (622), sino por el temperamento del jugador. "No busco ser un espejo para nadie, pero esas cifras son porque he sido muy meticuloso", explica a EL MUNDO en un encuentro con periodistas internacionales organizado por LaLiga.
Uno de esos buenos momentos fue un 17 de mayo de 2013. No fue el del Centenariazo, pero casi. Llevaba el Atlético de Madrid 14 años sin ganar al Real Madrid cuando lo hizo a domicilio en una final de Copa del Rey histórica con goles de Diego Costa y aquel cabezazo de Miranda al primer palo para silenciar a la parroquia blanca. "Desde que llegó el Cholo se volvió a ganar y creció esa rivalidad para volver a competir por lo mismo. Uno de los momentos más especiales fue esa Copa del Rey en el Bernabéu, fue muy especial y el inicio de una época que todavía dura", rememora Raúl García.
El malo, afortunadamente para Raúl García, sólo lo tuvo que vivir una vez porque se repetiría un par de años después. Fue aquella final de Champions League en Lisboa en 2014 que tuvieron ganada hasta el mítico minuto 93. "El tema mental y emocional en estos partidos es muy importante. De estar en una situación que vienes con una racha negativa o positiva todo puede cambiar en el primer momento de partido con cualquier cosa que ocurra", valoraba García y la respuesta traía la mente aquella prórroga en la que el Atlético pareció rendirse ante el empuje blanco.
Una característica, por cierto, que no puede estar más alejada no sólo de Raúl García, sino también del capitán del barco, Diego Simeone, del que el navarro guarda un grato recuerdo. "La palabra calma o tranquilidad no existe, es muy pasional y vive su trabajo al 200%. Es inteligente porque tampoco hay que motivar al jugador en partidos de este nivel y él sabe cómo llegar al jugador en estas circunstancias", comentaba.
Así estará Simeone en los momentos previos a un derbi en el que, a juicio de García, conseguirá sacar a sus jugadores "un punto extra" para poder afrontar el duelo ante un Real Madrid que llega con una gran plantilla aunque sin la presencia de Mbappé, lesionado en el muslo. "Yo siempre he querido jugar contra grandes equipos que han tenido grandes jugadores. Es una motivación enfrentarse a ellos, no solo a Cristiano en mi época sino que cuentan con otra ocho o nueve estrellas mundiales. Es un extra poder ganarles porque no es fácil y cuando lo consigues te llevas una satisfacción muy grande".
Jugadores vs equipo
Raúl García confía en la capacidad del grupo frente a las individualidades y cree que el Madrid está echando de menos, y es normal que ocurra por la calidad del jugador, a Toni Kroos. Aunque es consciente de que su potencial ofensivo arriba, especialmente con los tres brasileños debido a la ausencia de Mbappé, es lo más preocupante de los blancos el domingo.
Por la parte rojiblanca, confía en que sea Koke, su amigo, el que imponga su juego en el Metropolitano ayudado por la creatividad de Griezmann, la garra de Gallagher, "que ha caído de pie", y el gol de Julián Álvarez. "Me cuesta no ver un equipo en el que no encaje Julián. Tiene unas condiciones increíbles, tiene hambre y ha llegado al lugar idóneo para sacar todo lo que tiene. Se le va a exigir, pero se le ve poco a poco más cómodo y terminará siendo el que conocemos y le dará mucho al Atlético", afirma.