El fútbol francés permanece en vilo tras el choque del internacional hondureño Alberth Elis con el defensa Donatien Gomis durante el Burdeos-Guingamp de este pasado sábado. Tras el encontronazo, Elis se encuentra en coma inducido tras haber sido sometido a una operación.
El Girondins indicó que “en estos momentos, no es posible aún pronunciarse sobre el pronóstico vital” del internacional hondureño. “El club no espera poder comunicar ninguna nueva información decisiva hasta dentro de unos días y no hará más comentarios sobre el estado de salud de Alberth”, indicó el equipo francés en un comunicado.
“Por respeto a él, a su familia y a sus allegados, rogamos moderación a la hora de divulgar información médica en un momento en el que nada más importa”, agregó el club.
Elis, de 28 años, sufrió un duro golpe en la cabeza en un lance del juego con el defensa Donatien Gomis, al comienzo del partido de la segunda división francesa.
Sufrió un traumatismo craneal, por lo que se le indujo un estado de coma para proteger su salud y fue sometido a cirugía durante la noche en el hospital universitario Pellegrin de Burdeos.
“Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos los que han mostrado su apoyo a Alberth y a su familia, en particular a los clubes de toda Francia. Sus palabras calientan nuestros corazones y son una gran fuerza en la lucha de Alberth”, manifestó en el comunicado Gérard López, presidente del Girondins de Burdeos.
Entre las figuras que han tenido palabras de aliento para el hondureño figura el capitán de la selección francesa, Kylian Mbappé. “Todos mis pensamientos positivos van para ti, Alberth Elis”, publicó en su cuenta de Instagram el delantero del Paris Saint-Germain.
Unos meses antes de los Juegos Paralímpicos de Tokio, Teresa Perales (Zaragoza, 1975) afrontaba el desenlace de su trayectoria deportiva cuando se le salió el hombro izquierdo por un espasmo muscular. Tenía 45 años y con mucho esfuerzo se colgó una plata. Pero al volver de Japón a España, después de pasar incluso por la UCI, descubrió que sufría una nueva discapacidad. La neuropatía que a los 19 años le dejó sin movilidad en las piernas le provocaba esta vez una continua luxación en el brazo izquierdo y, sin solución en el quirófano o en rehabilitación, su vida cambió de nuevo.
Acostumbradísima a la silla de ruedas, nuevamente necesitaba ayuda en su rutina y tenía que reinventarse en la piscina, con el brazo derecho como único motor. Una solución era retirarse. Con 27 medallas en Juegos Paralímpicos, podía dejar la competición y disfrutar de los recuerdos acumulados después de tanto tiempo. Pero entonces no sería Perales. En lugar de eso luchó más que nunca para regresar y colgarse este sábado en París 2024 su medalla número 28, un bronce en los 50 metros espalda S2 que le igualaba al mito del agua, Michael Phelps. Horas después, este domingo, Perales atendía a EL MUNDO entre compromisos en la Villa.
¿Cómo se celebra una medalla cuando es la número 28?
Durmiendo a pierna suelta (Risas). Llegué supertarde de la piscina, después de atender a la prensa y de estar con la familia y dormí como hacía meses que no dormía. He celebrado muchas medallas, pero ninguna como ésta. Es la medalla más épica de mi vida, una medalla de película. La más especial por todo lo que significa. Estos últimos años, con más discapacidad, han sido muy difíciles de gestionar en mi cuerpo y, sobre todo, en mi cabeza.
¿Cómo lo hizo?
Centrándome mucho en lo que todavía podía hacer, en mi brazo derecho. Al principio me costó aceptar que era más dependiente, que necesitaba que alguien me ayudara a moverme o a vestirme. Pero luego empecé a trabajar para centrarme en lo que todavía tenía y no en lo que había perdido.
El proceso ya empezó en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Sí, allí estuve ingresada y, al volver, tuve que estar en la UCI en Madrid. La verdad es que estuve bastante malita, pero más o menos me recuperé. Pensaba que con la operación todo se quedaría en un susto y el brazo volvería a estar bien. Pero después de pasar por el quirófano volvió la espasticidad [espasmos causados por la hipertonía muscular que provoca la neuropatía] y ahora está siempre dislocado, luxado todo el tiempo. Por suerte, sólo me duele cuando se sale un poco más de la cuenta, pero yo misma me lo coloco.
Javier EtxezarretaEFE
¿Cómo ha conseguido nadar de nuevo sin movilidad en ese brazo?
No te voy a mentir, ahora es agotador. El brazo derecho tiene que hacer de timón, de empuje, lo tiene que hacer absolutamente todo. Tengo que estar enfocada cada segundo, concentrada en cada movimiento. No sabes la cantidad de veces que me he comido las corcheras en los entrenamientos. En la final, a mitad de piscina ya estaba agotadísima, pero pensaba sigue, sigue, sigue, pega otra brazada. Por suerte el techo de La Defense [la sede de la natación en París] es perfecto para la espalda y sabía en todo momento cuánto me quedaba. Al llegar, al tocar la pared, me bailaba todo, no sabía ni si realmente había conseguido medalla.
¿Sigue disfrutando de la natación?
Sí, sí, por supuesto. La adaptación a la nueva situación fue difícil y pasé por muchas cosas que tampoco voy a explicar. Pero el agua me ata a la vida. Siempre me ha dado libertad, en el agua mantengo mi dignidad, mi autonomía personal. Y además estoy rodeada de gente bonita que lo hace todo muy bonito.
¿De quién fue el primer abrazo al salir de la piscina tras la final?
De mi entrenador, Darío [Carreras]. Luego abracé a Justi, que es quien me ayuda en mi día a día. A mi doctora, Amaia Bilbao. A los fisios, a mis amigos y después a la reina Letizia, al resto de autoridades y, al final, a mi familia. Dejaron que mi marido, mi hijo y mi hermano bajaran a pie de la piscina y fue muy emocionante. Lloramos todos mucho.
Javier EtxezarretaEFE
La reina Letizia se emocionó mucho con su medalla.
Le gusta mucho el deporte y siempre ha estado tremendamente implicada en mi carrera. Es una persona que se informa mucho, por algo era periodista, y es muy inteligente. Me asombra siempre la memoria que tiene, me deja admirada. Se acuerda de cosas que he conseguido de las que ni yo me acuerdo.
Después de conseguir la medalla número 28, la más difícil de todas... ¿Ya lo ha logrado todo?
No, no, yo todavía no he puesto el broche a su carrera, si acaso el pin. Por lo menos seguiré un año más, hasta el Mundial del año que viene y luego ya veré qué hago. El otro día vi que en los Juegos Paralímpicos de Los Ángeles 2028 la natación se celebrará en un estadio de fútbol americano, que habrá 35.000 espectadores en las gradas, y pensé: 'Eso tengo que vivirlo'. Si mi cuerpo aguanta, quizá dispute otros Juegos.
El pasado domingo, durante el GP de Australia, McLaren evidenció un dominio que puede explicarse a partir de dos datos. En primer lugar, el ritmo de carrera, que resultó un segundo más rápido por vuelta que el resto de favoritos. De hecho, durante los 15 giros que separaron el adelantamiento de Oscar Piastri sobre Max Verstappen y el periodo de safety car provocado por el accidente de Fernando Alonso, la ventaja del australiano sobre el vigente campeón creció hasta los 15,5 segundos. A estas dos cifras hubo que sumar una imagen igual de aterradora para la competencia. Tras cruzar en primera posición la línea de meta, los Pirelli de Lando Norris presentaban una degradación casi imperceptible.
"Necesitamos entender el modo en que gestionan sus neumáticos y extraen tanto rendimiento de ellos", adelantó Toto Wolff, team principal de Mercedes. "Lo que resulta bastante extraño es lo rápido que logran poner las gomas en temperatura y a la vez consiguen una degradación muy baja", añadió Christian Horner, su homólogo en Red Bull. A lo largo de este fin de semana, esa gestión supondrá un quebradero de cabeza para ambos. Sobre un asfalto a más de 30ºC, sin la lluvia de Melbourne y con una previsible estrategia a dos paradas, el dominio de McLaren se antoja aún más concluyente en Shanghai.
Si quisiera multiplicar la inquietud de sus rivales, McLaren podría añadir algunas notas de carácter histórico. Por ejemplo, las que maneja Norris, líder del Mundial tras acabar con una racha que Verstappen había iniciado en el GP de España 2022. El británico, que cerró el pasado curso con un triunfo en Abu Dhabi, pretende además engordar otra estadística. Desde Damon Hill en 1996, los 10 últimos pilotos que ganaron la última carrera de un Mundial y la primera de la edición siguiente, terminaron proclamándose campeones.
De 2 mm a 0,5 mm
Hace menos de un año, Norris rodaba medio segundo más lento por vuelta que Verstappen en Shanghai. Un par de meses más tarde, sin embargo, ridiculizó a Mad Max en Singapur o Zandvoort, dos escenarios donde prima el cuidado de los Pirelli, expuestos a altas temperaturas. Hoy, esos mismos problemas persisten en Red Bull, donde Liam Lawson, su otro piloto, rueda a más de dos segundos de la cabeza en las sesiones clasificatorias. Así que basta con releer la citada frase de Horner para encontrar un sutil adjetivo ("extraño") que defina semejante clima de nervios.
Durante los últimos meses, la escudería austriaca ha venido presionando para que la FIA tomase medidas sobre el alerón trasero de McLaren. Según su criterio, esa pieza actuaba como un DRS en miniatura, mejorando exponencialmente la aerodinámica del monoplaza papaya. Hasta que el pasado lunes, el organismo regulador impuso nuevas pruebas de inmediata aplicación en China. El MCL39 diseñado por Rob Marshall, ex ingeniero de Red Bull, y Peter Prodromou, otro fiel discípulo de Adrian Newey, se perfila ahora como el principal sospechoso.
A partir de este fin de semana, los comisarios reducirán la flexibilidad en el ala trasera de 2 mm a sólo 0,5 mm, con una tolerancia de 0,25 mm. Y dentro de 15 días, durante el GP de Japón, se eliminará dicho margen, siempre medido bajo 75 kg de carga. De momento, en la escudería de Woking nadie quiere darse por aludido. "Esta medida va a dirigida a otros equipos, nosotros no tenemos que cambiar nada", avanzó Norris, mientras Neil Houldey, su director técnico, echaba balones fuera.
Zak Brown, el viernes, ante los periodistas en Shanghai.AP
El origen de la controversia se remonta al GP de Azerbaiyán 2024, cuando el equipo dirigido por Zak Brown, tras varias conversaciones con la FIA, aceptó modificar la configuración de su ala trasera. Desde entonces, bajo el radar de la FIA figura también Ferrari, así como otros equipos de menor nivel, como Alpine y Haas. De momento, el único cambio de McLaren para China se situará en el conducto de los frenos traseros, con un nuevo componente aerodinámico.
La evidente superioridad del MCL39 en las tandas largas debe acentuarse en una pista que exige máximo cuidado a la hora de pisar el acelerador. A la dificultad de sus curvas, especialmente la de entrada a la recta de meta, hay que añadir la novedad de un firme totalmente reasfaltado. La consistencia de Norris y Piastri en los tres sectores quedó patente desde el viernes y sólo los errores de sus pilotos insuflaron algo de esperanza a Ferrari y Red Bull.
"Es un coche demasiado difícil de conducir", advirtió Norris para justificar sus fallos y para quitarse tanta presión de encima. Porque tras las victorias en Yas Marina y Albert Park, el primer hat trick de su carrera queda ahora al alcance. De hecho, el doblete con Piastri se antoja también a la mano. Sería el 50º en la historia de McLaren, para emular los hitos de Ferrari, que ya alcanzó esa cifra en el GP de Malasia 2001, y Mercedes, con aquel doblete de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas en el GP de Francia 2019.