Entre la ida de los octavos de Champions contra el Inter y la vuelta de las semifinales de Copa ante el Athletic, el Atlético de Madrid se presentó en Almería muy desconectado de su realidad liguera. Puede sonar lógico ante la posibilidad de pelear por dos títulos, pero es peligroso cuando en la clasificación el Athletic sigue apretando y cuando enfrente los de Simeone se encontraban con el equipo más necesitado del fútbol español. Dos zurdazos de Luka Romero evitaron el triunfo colchonero y empataron los tantos de Correa y De Paul.
Sin Griezmann y con Morata convocado pero en el banquillo, el Cholo entregó su ataque a la originalidad de Lino y al ímpetu de Memphis y Correa, dos suplentes obligados a aprovechar la oportunidad inesperada que se les ha presentado por las lesiones de sus compañeros. Y el argentino aterrizó antes que nadie en tierras andaluzas.
En el minuto 2, Reinildo, central expeditivo en defensa pero con lagunas en ataque, se inventó un extraordinario slalom entre dos rivales, caño incluido, para plantarse en la línea de fondo y asistir a Correa en el centro del área. No falló el delantero, aliviando la poca tensión rojiblanca y clavando un puñal en el espíritu del Almería, que todavía no había ganado en Liga.
Los locales, sin Arribas, suplente, pero con Viera y el joven Luka Romero, decidieron no perder aire con el partido y con la Liga, conscientes a pesar de todo de que el sueño de la salvación está casi imposible. Quizás por eso, por respirar como el que sabe que ya no tiene nada más que perder porque apenas ha ganado, reaccionaron. Garitano se ha apoyado estas semanas en los fichajes de invierno, limpios de la tendencia negativa de los primeros meses. Lozano fue el primero en intentarlo con un disparo lejano y un cabezazo, ambas ocasiones tras una pérdida rojiblanca. El Atlético se adormiló, cansado muscular y mentalmente del esfuerzo de Milán y pensando en el duelo del jueves en San Mamés. Y sufrió.
En el 26, Luka Romero, aquel chico que debutó a los 16 años con el Mallorca en Segunda (ahora tiene 19), empató el partido con un zurdazo colosal que sorprendió a Oblak. Todo tras otra pérdida rojiblanca que resultó en una arrancada de Pubill sin oposición hasta tres cuartos de campo rival. La cara de Simeone era un poema. Y la relajación de su equipo, demasiada.
El tanto dio alas a un Almería que se vio con virtudes suficientes como para tumbar a la peor versión de los rojiblancos, sostenida únicamente por los intentos de Samu Lino. Lentos e imprecisos en el centro del campo, ni Koke, ni Barrios ni De Paul rindieron a su nivel y el Atlético nunca encontró ritmo.
Los cambios de Simeone
Tras el descanso, a Simeone no le tembló el pulso (nunca le tiembla) y salió de vestuarios con un doble cambio decidido. Sentó a Koke a Lino y dio entrada a Llorente y Riquelme. Un aviso que se contagió al resto del equipo. En el 56, un despeje teledirigido de Nahuel Molina encontró a De Paul en el centro del campo, con espacio. El argentino condujo hasta el área mientras Robertone y Radovanovic achicaban, y probó un disparo que desvió el central y terminó en el 1-2.
Riquelme envió un balón al larguero en los mejores minutos del Atlético, que veía de cerca el 1-3 de la sentencia, pero entre Viera y Luka Romero se inventaron el empate. El canario vio al argentino dentro del área y éste, con la calma de un veterano y la calidad de un futbolista de talla mundial, definió de exterior con magia ante Oblak. Sus dos primeros goles en la Liga para dar vida al colista de la tabla.
Simeone exprimió sus balas en el tramo final, dando entrada a Morata en ataque y a Saúl y Witsel en el centro del campo, siempre buscando la energía que le faltaba sobre el césped. El delantero español tuvo las dos más claras de los últimos minutos, pero no estuvo acertado. Dos voleas, una con izquierda y otra con derecha, que no pudo enviar a la red. Melero, en el 94, también tuvo una para darle la primera victoria de la temporada a los andaluces.
El tópico es fácil: el resultado no sirve a ninguno de los dos. El Atlético se deja otra vez puntos y puede verse atrapado por el Athletic en la cuarta plaza y el Almería se queda a 11 de la salvación.