Xavi o cuando el relevo en el banquillo del Barça ya no es un tabú

Xavi o cuando el relevo en el banquillo del Barça ya no es un tabú

Valencia – Barça

Actualizado

Las derrotas y las injerencias del presidente Laporta resquebrajan la figura del entrenador azulgrana.

Xavi, durante el partido del Barça en Bélgica.OLIVIER MATTHYSEFE

Es la historia de siempre en el mundo del fútbol. Cuando el juego y los resultados no acompañan, lo más fácil es hacer un cambio en lugar de 20. Y ese único cambio suele centrarse en un punto: el banquillo. Ahora, por mucho que desde el entorno azulgrana se insista en que, por el momento, no habrá movimientos, Xavi está de lleno en la diana. El bajón de juego de las últimas fechas, marcado por una inusitada fragilidad defensiva, y las dos derrotas consecutivas encajadas ante el Girona y el Amberes convierten al duelo ante el Valencia en Mestalla en toda una piedra de toque. La idea, en principio, es dejarlo todo en stand by hasta enero, cuando empiecen a estar en juego de verdad los títulos, empezando por la Supercopa. Una nueva debacle, no obstante, podría revolucionarlo todo.

La figura de Xavi empieza a estar en entredicho. Sobre todo, a nivel de autoridad. La rocambolesca situación que rodeó al encuentro frente al Amberes, con una convocatoria en la que Araujo, Gündogan, De Jong y Lewandowski iban a quedarse fuera para descansar y en la que finalmente entraron todos menos el holandés fue sólo el principio.

Xavi, en la previa del partido, aseguró que todo se consensuaba tanto con el director deportivo, Deco, como con el presidente, Joan Laporta, por mucho que RAC1 llegara a señalar que el cambio en la lista se debió a una petición expresa del dirigente. El portugués, por su parte, avivó el fuego señalando en los prolegómenos que las convocatorias eran únicamente responsabilidad del entrenador. La vuelta de tuerca final, con todo, fue el hecho de que el polaco, finalmente, incluso fuera titular. El de Terrassa aseveró que había hablado con él y que le dijo que no estaba cansado y que quería jugar. Su participación, a pesar de todo, estuvo de nuevo muy lejos de su mejor versión.

El presidente, en el vestuario

Toda esta suma de situaciones, unidas a un bache de juego del equipo que, salvo oasis como el vivido ante el Atlético, es cada vez más patente, colocan insistentemente a Xavi en el punto de mira. Las aparentes consignas de no hablar sobre el entrenador que parecen tener muy asumidas en el seno de la directiva no están teniendo el efecto deseado. Puede que los dirigentes eviten hablar de él o que, incluso, reiteren su máxima confianza en sus posibilidades. Pero el fútbol no tiene nada de paciencia. En absoluto.

Da lo mismo que el Barça se impusiera con brillantez al Real Madrid en la Supercopa a principios de este año que ya termina o que se hiciera con el título de Liga. El ahora no es para nada halagüeño y es el presente, sobre todo, lo que acaba marcando la agenda. Fue sintomático, por ejemplo, que el propio Laporta bajara a los vestuarios del estadio del Amberes para tratar de levantarles el ánimo a los futbolistas, pero que acabara abandonando el estadio seriamente cabizbajo. A nivel mediático, tanto propios como extraños ya empiezan a hablar cada vez más de la opción de un relevo en el banquillo.

Xavi, por supuesto, entiende que la situación no es buena. «No queda otra, hay que ser críticos. No estamos en una buena racha, pero esto sigue y ya pensamos en el partido del sábado contra el Valencia. La derrota que hace daño fue contra el Girona, esta es mucho menos dolorosa», trató de arengar el técnico, a pesar de que el domingo se perdió contra el vigente líder de la Liga y de que el Amberes, de hecho, ni siquiera había logrado puntuar hasta este miércoles.

Xavi, durante el partido en Amberes.Geert Vanden WijngaertAP

«Se ha generado en este partido una sensación innecesaria. Las sensaciones son desde fuera, no son malas desde dentro. Es una decisión consensuada: Robert y Gündogan me dicen que están bien. Lo decidimos nosotros, el club. La última decisión la tomo yo. El entrenador no queda en una mala posición y el presidente en buena: es un tema de grupo. Dentro no tenemos ningún problema. Hoy hemos estado hablando con presidente y Deco durante dos horas. Estamos vivos, es un momento de disfrutar y pensar de donde venimos», insistió.

¿Y el vestuario? Según señaló Ferran Torres, apoya sin tapujos a su técnico. «Estamos con el míster y su idea a muerte. Es fácil criticar al entrenador, pero los que estamos en el campo somos nosotros. Sabemos cómo es el Barça, nos intentan destruir, poner nerviosos, pero, a partir de ahí, vamos a darle la vuelta a todo. Siempre hay mucho ruido externo», aseguró el delantero, de quien se deslizó últimamente que no estaba muy contento con su papel en el equipo. La consigna, ahora, parece ser cerrar filas. ¿Hasta cuando? La pelotita, como siempre, dictará sentencia.

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