Vicente Moreno, el salto de LaLiga al fútbol saudí: “Cuadramos las horas de oración y los entrenamientos, no hay psicólogos y en nutrición… hay que convencerlos”

Vicente Moreno, el salto de LaLiga al fútbol saudí: "Cuadramos las horas de oración  y los entrenamientos, no hay psicólogos y en nutrición... hay que convencerlos"

Actualizado

El ex técnico del Mallorca y el Espanyol, lleva seis meses al frente del Al-Shabab, que pelea con el Al Nassr de Cristiano en una liga que define como “muy competitiva”. “Hay que ser respetuosos. No puedes pretender cambiarlo todo”, advierte

Vicente Moreno, durante un entrenamiento del Al-Shabab.AL-SHABAB

El golpe de efecto de la Liga Saudí (SPL) con el fichaje de Cristiano Ronaldo ha golpeado de lleno en los últimos días a Vicente Moreno (Massanassa, 1974). El ex entrenador de Espanyol y Mallorca lleva desde julio en Arabia dirigiendo al Al-Shabab, el equipo que le pisa los talones al Al-Nassr, el nuevo club del portugués. Tiene en su plantilla al argentino Ever Banega y Santi Mina y, aterrizado en esta nueva realidad, radiografía el fútbol saudí. La llegada de una estrella como Cristiano ha tenido el objetivo pretendido por el Gobierno: que se mire al fútbol saudí. Pero hay mucho más allá del trazo grueso.

Al choque cultural de quienes llegan de fuera se une también el deportivo. Instalaciones, metodología, costumbres… todo está en revisión y mejora, «pero no puedes pretender cambiarlo todo de repente. Hay que ser respetuosos», advierte el entrenador. Convencer y no imponer.

¿Cómo es esta competición? «No es la Liga ni la Premier, pero es competitiva. Ya verás como si Cristiano quiere rendir tendrá que trabajar al 100% y poner todo su interés», cuenta Vicente Moreno a EL MUNDO en el hotel donde vive en Riad, muy alejado del bullicio de la ciudad, «casi en una burbuja que nos permite estar centrados solo en el fútbol». Y es que, aunque no da la sensación de que en la ciudad se respire fútbol, Moreno advierte de que el interés no es impostado. «Es cierto que el Gobierno ahora lo está potenciando mucho, que ven una vía de expansión para llegar a todo el mundo, pero ya existía interés. Esta es la liga más fuerte de esta zona de Asia y hay mucho seguimiento. El fútbol está en la vida diaria de los saudís», cuenta. En su estadio, ahora en plena reforma, se reúnen 15.000 espectadores «y no somos un club con mucha afición». «El Al- Ittihad, que es el equipo con más seguidores de Arabia, juega en el estadio Rey Abdullah, con 60.000 espectadores, y lo llena. Lo mismo que ya le pasaba al Al-Nassr. Les gusta el fútbol».

Los clubes, pese a un intento de privatización en 2016, siguen estando o controlados directamente por el Gobierno o se hallan en manos de miembros de la familia real. Incluso han empezado a recibir ayudas para atraer a estrellas. Al-Nassr, Al-Hilal, actual campeón de Champions, y Al-Shabad son los que más potencial tienen, con buenas plantillas en las que sus ocho extranjeros tienen gran nivel. De ellos, solo siete pueden estar en el once. El grueso de los equipos, que no de las alineaciones, son jugadores locales.

Clubes sin cantera

«Son futbolistas de talento, porque aquí aún empiezan en la calle, no hay canteras ni academias. Ese concepto aún no está desarrollado. Por eso, el margen de mejora lo tienen en el aspecto táctico y físico», relata Vicente Moreno. Su Al-Shabab tiene como toda estructura de cantera un filial que no compite, un equipo Sub-19 y un sub-16. «Si necesito algún jugador tiene que subir de estos equipos, que tienen ritmo de competición».

Tampoco se han interiorizado aún rutinas muy presentes ya en el fútbol europeo. Los entrenamientos son por la tarde y se ajustan, como todo, a sus preceptos religiosos. «La vida aquí es más nocturna, porque hay temperaturas de 50 grados, así que la costumbre es entrenar por la tarde. Además ellos ven como muy lógico que se preparen los partidos a la hora que se juegan». Esas sesiones pueden estar condicionadas por los horarios de oración. «Ellos son muy religiosos y tratamos, siempre que se puede, de cuadrar las horas, de que tengan su espacio para poder hacerlo… Hay veces que tienen que levantarse a rezar a las cinco de la mañana, y eso puede condicionar el resto del día», describe.

Conceptos como el control de la alimentación, la grasa corporal o el peso de los jugadores tampoco están interiorizados. Tomar un dulce después de la cena es costumbre arraigada en el país, también entre los jugadores, y los menús son diferentes. «Tienes que adaptarte y, en cuestiones como la nutrición, que crees que les ayudaría a mejorar, hay que tratar de convencerlos. Pero no siempre es fácil», se limita a confesar el entrenador valenciano sin más detalles.

Otro aspecto que no se aborda es el psicológico. «No existe la figura del psicólogo deportivo. Para que fuera efectivo tendría que ser una persona de aquí y, como no se tiene esa costumbre… Es una figura muy importante, por lo menos para mí, pero aquí tardará en llegar», advierte.

Tampoco se ha incorporado la mujer más allá de su presencia, y tímida, en la grada. «No recuerdo ninguna mujer que trabaje en la Ciudad Deportiva, aunque quizá las haya. Sí que he visto en la Federación e incluso nuestro club ha creado un equipo femenino, que entrena en Yeda».

Las tres fases de los jugadores

Estas diferencias hacen que la adaptación de los extranjeros pase por diferentes etapas. «Ellos viven en compounds, que son una especie de urbanizaciones cerradas donde se hace vida occidental y pasan por diferentes etapas. Llegan y todo es diferente, casi sin tiempo para pensar. Luego les puede dar bajón, incluso en el rendimiento, y la tercera fase aparece cuando ya saben cómo funciona todo y eligen entre volver a rendir o marcharse».

El argentino Ever Banega es uno de sus jugadores que, con tres temporadas en el club, se ha adaptado tan bien que fue elegido mejor jugador la temporada pasada. «Recuerdo nuestra primera conversación en la que me dijo que el error que comete todo el mundo es pensar que en esta competición todo es más fácil».

-¿Es difícil convencer a un jugador para venir?

-Aún no he tenido la ocasión, porque llegué cuando la plantilla estaba cerrada. Seguramente en eso la llegada de Cristiano puede ayudar. Habrá futbolistas que no valoraban esta Liga y que ahora la vean con mejores ojos.

kpd