Van Der Poel, un escupitajo al público y otra exhibición sobre el barro de Hulst

Van Der Poel, un escupitajo al público y otra exhibición sobre el barro de Hulst

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El neerlandés venció en el tercer enfrentamiento del curso de ciclocross ante los problemas de Van Aert y Pidcock

Van der Poel, en competición este sábado.IRIS VAN DEN BROEKAFP

En Hulst (Países Bajos), el tercer enfrentamiento de la temporada de ciclocross entre Mathieu van der Poel, Wout van Aert y Tom Pidcock se resolvió como los dos anteriores, con triunfo del neerlandés. Pero esta vez demasiado pronto y demasiado accidentadamente.

La salida atropellada del centenar de participantes en busca de la mejor posición posible en la estrechez, sinuosidad y trampas del recorrido decidió la carrera antes de que ésta provocara la primera gota de sudor y salpicara a la gente con la primera mota de barro.

La bicicleta de Pidcock sufrió la rotura de la maneta y del cambio trasero, y el británico, descolgado de la manada, tuvo, corriendo, que cargar a pie con la máquina hasta la zona reglamentaria de los reemplazos. Sólo un poco más tarde, Van Aert resbaló y a su montura se le salió la cadena. Fin de las posibilidades para ambos.

Van der Poel, pues, no tuvo que esforzarse más que lo estrictamente necesario para ganar en un circuito seco y únicamente con un gran charco pringoso que produjo en hombres y máquinas la habitual proliferación de manchones, pellas y churretes. Van Der Poel obtuvo su séptima victoria del curso en siete participaciones.

La ira del campeón

Se mantuvo en el grupito de cabeza hasta el comienzo de la tercera vuelta. Luego apretó el ritmo para alejarse sin remedio de sus ex compañeros de fuga, que ya sólo peleaban entre ellos. En la última vuelta escupió a un grupo de espectadores que, al parecer, le habían lanzado orines y cerveza. “No paraban de gritar todo tipo de cosas, incluso desde el calentamiento”, se justificó Mathieu. “No voy a repetirlas, pregúntenles a ellos. Estos comportamientos no tienen cabida en el deporte”.

Van der Poel traspuso la meta por delante de Joris Nieuwenhuis y Lars van der Haar. Podio neerlandés al completo. Van Aert, magnífico, dadas las circunstancias, entró en quinta posición. Y Pidcock, no menos admirable, en vigesimoquinta.

Había nueve españoles en liza. El primero fue, lógicamente, Felipe Orts, que, en una prueba de mucho mayor nivel, no repitió el tercer puesto del viernes, en Loenhout, donde también se impuso Van der Poel.

Los llamados Tres Tenores tienen previsto verse de nuevo las caras el 4 de enero en Kookjsde. El 7, en Zonhoven. Y el 21, en Benidorm.

kpd