Barça 1 Atlético 0
Simeone sigue sin saber lo que es ganar en Barcelona y su Atlético pone fin a 13 partidos sin perder. “No hemos podido dar emoción a la Liga”, resume Oblak
Brillaba el sol en lo alto del Spotify Camp Nou, domingo de Sant Jordi, tarde de Nivea que no cegó esta vez a un Barça sin costumbre. Más bien fue el Atlético el que se derritió de nuevo en el escenario maldito de Simeone, el que puso fin a una racha propia y no pudo romper otra ajena. “No hemos podido dar emoción a la Liga”, resumió Oblak, a 13 puntos su equipo del liderato, a cinco ahora del segundo puesto del Real Madrid.
Lo que pudo haber sido y no fue para el Atlético en el Camp Nou ocurrió a los 43 segundos. Tres perros de presa acosaron a Busquets, Correa le birló la pelota no lejos de la frontal y Griezmann se sacó un delicado zurdazo que se estrelló en el larguero del batido Ter Stegen. Electricidad made in Cholo. No pudo mantener el visitante esa tensión en el medio del campo, en buena parte por la ausencia de Koke, uno de los tipos más en forma, que con molestias, “una sobrecarga en el entrenamiento del sábado”, se quedó fuera del once. El tanto en el ocaso de la primera mitad de Ferran Torres (334 minutos después volvía a marcar el Barça de Xavi), en el único error defensivo rojiblanco hasta ese momento –Giménez rompiendo el fuera de juego, Hermoso dejando hacer a Raphinha-, fue el otro momento clave de la novena derrota en Liga de Simeone en sus visitas al Barça desde que es entrenador del Atlético: nunca ha ganado allí.
Porque el Atlético acumula 17 años, 23 partidos, de sequía liguera en el Camp Nou (desde febrero de 2006). Con asterisco. Porque hay empates que valen más que triunfos y aquel de 2014 con gol de Godín valió una Liga. Seguramente esta vez tampoco lo mereció, pese a ser “un señor equipo”, en palabras de un Xavi que se saludaba cariñoso con Simeone. En la segunda mitad, con todo abierto, el Barça no sentenció de puro milagro: las ocasiones de Raphinha y del egoísta Lewandowski -tremendo su error y su no pase al brasileño, en su tercer partido sin marcar: “estará un poco triste por no marcar, pero contento por ganar. Es el Pichichi de LaLiga con 17 goles. Imagínate los demás”-, entre otras, fueron para frotarse lo ojos. “Apareció un ida y vuelta en el que los dos tuvimos situaciones. Me gustó mucho cómo jugó el equipo, sabiendo qué había que hacer. Jugando más el partido que queríamos que ellos”, resumió Simeone.
Porque también tuvo alguna ocasión clara el equipo del Cholo, un taconazo de Griezmann especialmente. Otra genialidad: se quedó bien cerca el francés de dos goles antológicos ante su ex equipo. Y se pidió penalti por una mano de Busquets en el 89. 33 jornadas después, que Sánchez Martínez hubiera pitado ese a favor del Atlético hubiera resultado insólito. “Con las manos nadie sabe bien el reglamento”, atinó a decir Jan Oblak.
“El Barça va a ganar la Liga”, había sentenciado lo evidente antes el portero esloveno en los micrófonos de Movistar. Lo pronunció con la amargura del que ve su propia racha quebrada. La de seis victorias consecutivas, la de 13 partidos sin perder. El tercer puesto parece asegurado hace tiempo, el segundo se aleja y el primero, que ya estaba imposible, ahora ya… Por eso este final de curso se ha quedado así para el Atlético, con el amargor de los objetivos que motivan tanto.