Tour de Francia
Pogacar y Vingegaard, tras una voracidad insaciable de triunfos durante toda la temporada, se retan en una ronda montañosa y donde los españoles persiguen terminar con cuatro años de sequía
«Aprendí la lección, no volverá a suceder». Tadej Pogacar acude este sábado a la salida de Bilbao alertado por la ambición de un enemigo poderoso. El esloveno claudicó en el Tour de 2022 por no disponer de una escuadra tan fuerte como la de Jonas Vingegaard, por no calibrar adecuadamente las prestaciones del danés y por algunas exhibiciones gratuitas.
«Vingegaard es el gran favorito porque en Dauphiné se le vio muy dominante y porque yo vengo de una lesión. Acudo al Tour motivado y convencido de la fuerza de mi equipo. Veremos cómo estoy, pero vengo a ganar», advierte. El esloveno cede la presión a un adversario que no entra al trapo. «Poco vale decir quién es el favorito, lo relevante es quien esté en la mejor forma. Nos hacemos un buen marcaje. No importa lo que diga el otro, lo que importa es cómo respondas. Yo también podría decir que Pogacar es el favorito», afirma Vingegaard, aclamado en un Bilbao en el que las mascarillas (ASO ha recuperado el protocolo anti covid) compiten con las ikurriñas y las txapelas.
El escalador del Jumbo sabe que será acosado sin descanso. «Espero los ataques. Tengo que estar listo. Siento que van a cazarme, pero yo también soy cazador». Pogacar y Vingegaard son dos caníbales insaciables. Acuden a Bilbao exhibiendo rentas propias de tiempos pretéritos. Arrasan desde el comienzo de temporada, como hacían Eddy Merckx o Bernard Hinault. El esloveno exhibe unos avales estratosféricos, con 14 victorias en 21 días de competición. Ha dominado en todos los escenarios y modalidades: tierra, asfalto, clásicas, Monumentos y rondas de una semana. Arrancó el curso venciendo en la sterrato de Jaén Paraíso Interior, luego impuso su ley en la Vuelta a Andalucía (general y tres etapas), París-Niza (general y tres jornadas), en el Tour de Flandes, en Amstel Gold Race y en Flecha Valona. Su peores resultados fueron el cuarto puesto en la Milán-San Remo y el tercero de la E-Saxo Clásic. Se fracturó la muñeca izquierda en la Lieja Bastoña-Lieja y tras dos meses de reposo regresó para ganar las pruebas de contrarreloj y ruta del Campeonato de Eslovenia. Asombroso.
Vingegaard, en 25 días de competición, ha sumado una docena de triunfos. Comenzó sin oposición en el Gran Camiño (tres etapas y general) y luego prolongó su trayectoria exitosa en País Vasco (tres jornadas y general) y Dauphiné (dos etapas y general). Coincidió con Pogacar en la París-Niza, donde terminó tercero y ganó la crono grupal con el Jumbo. La pelea entre ambos comenzará este sábado, con final en Bilbao. En la capital vasca y en las tres primeras jornadas también habrá duelos entre Van Aert,Van der Poel y Alaphilippe.
CARAPAZ, AL QUITE
El duelo entre el esloveno y el danés ensombrece la competencia. Pero el ciclismo, el deporte más cruel, siempre es proclive a las sorpresas. Para responder a lo inesperado se encuentra el ecuatoriano Richard Carapaz, con altas prestaciones en las grandes rondas: primero en el Giro de Italia de 2019, segundo en el Giro de 2022, tercero en el Tour de 2021 y segundo en la Vuelta de 2020. Es valiente y en el EF Education está rodeado de gente de alto nivel: Andrey Amador, Esteban Chaves, Magnus Cort, Neilson Powless y Rigoberto Urán.
EL DEBUT DE CARLITOS
Las opciones españolas pasan por Enric Mas, Mikel Landa y Pello Bilbao, pero quien levanta más expectativas es Carlos Rodríguez, que a sus 22 años se estrena en la Grande Boucle y es el debutante más joven de la presente edición. El chaval de Almuñécar comparte capitanía con Egan Bernal (su rendimiento es imprevisible tras la larga recuperación del accidente que sufrió hace 18 meses en Bogotá) en el Ineos. El granadino es un escalador de largo recorrido al que no le asusta los galones. Es uno de los candidatos a terminar con una sequía de cuatro años sin triunfos españoles. El último fue Omar Fraile, en 2018.
EL RÉCORD DE CAVENDISH
El británico afronta su último Tour de Francia con la misión de desempatar con Eddy Merckx (34 triunfos) y convertirse en el plusmarquista de victorias de etapa. «No sabría como analizar toda la emoción que me provoca esta carrera», ha afirmado el sprinter del Astana, que acaba de cumplir 38 años y que tendrá como gran rival en la llegadas masivas al neerlandés Dylan Groenewegen (Jayco).
REGRESO AL PUY DE DÔME
El 9 de julio la ronda, 35 años después, visitará el volcán donde Ángel Arroyo y Pedro Delgado se consagraron como cronoescaladores de la Grande Boucle de 1983. Una carretera estrecha de 13 kilómetros serpentea por una montaña cercana a Clermont-Ferrand donde rubricaron jornadas gloriosas Anquetil y Poulidor (icónica la imagen de ambos subiendo en paralelo, hombro con hombro), Bahamontes, Merckx, Julio Jiménez y Ocaña. Una cima mítica como la del Tourmalet (se afrontará el próximo jueves), como aperitivo del final de etapa de Cauterets-Cambasque.
LA ETAPA REINA
La jornada más tremenda será la del miércoles 19 de julio, con más de 5.000 metros de desnivel acumulado entre Saint-Gervais Mont-Blanc y Courchevel. En los primeros 67 kilómetros hay dos puertos de primera categoría: el col des Saisies y el Cormet de Roselend. Después se asciende al techo del Tour: Loze, con 28,1 kilómetros al 6% de pendiente, con tramos que superan el 20%, antes de llegar al Altiport de Courchevel.