Sorpasso en el regreso a casa después del periplo albanés. En Lecce, en el tacón de la bota de Italia, el danés Casper van Uden (23 años), uno de los estandartes de la nueva generación de velocistas, se anotó la victoria en un sprint desordenado y puso freno con la progresión de Mads Pedersen (Lidl-Trek), que se había ganado las dos anteriores etapas en línea, con finales en Tirana y Valona. El danés, que terminó cuarto, mantiene la maglia rosa.
La primera cita en las carreteras italianas estuvo dominada por el nerviosismo. Pedersen sufrió dos caídas y se presentó en la llegada de Lecce sin apenas ayuda de sus gregarios. Una clausura sin un equipo dominador y peleas estériles entre el Visma de Olav Koij y el Alpecin de Kaden Groves que fueron aprovechadas por Van Uden (Picnic) para rubricar el triunfo más importante de su breve trayectoria. En su palmarés figuran victorias en Normandía, Tour de Gran Bretaña y Vuelta a Colonia.
Un día inolvidable para el neerlandés en una etapa que tuvo una la salida trepidante. En Alberobello, el español Francisco Muñoz buscó su cuota de protagonismo con una escapada que arrancó en le kilómetro 3. El asturiano (23 años), que cumple su segunda temporada en el Polti VisitMalta, equipo al que accedió tras formar parte del Eolo-Kometa de la Fundación Contador, llegó a acumular una ventaja de 2.30 minutos y fue cazado a 56 kilómetro de la meta. Permaneció 130 kilómetros escapado, la fuga en solitario más larga del Giro en el siglo XXI.
Primoz Roglic sospecha que este Giro se resolverá con un renta minúscula, por eso va a rebañar todas las rentas que pueda antes de llegar al primer final en alto, en Tagliacozzo, el próximo viernes. Este martes no tuvo ningún reparo en pelar por los premios del sprint bonificado de Ostuni, en el que superó a Juan Ayuso y sumó dos segundos extra.
En este Giro hay que estar con las orejas tiesas, cualquier descuido puede resultar fatal. Pedersen (Lidl-Trek) se vio afectado por una montonera en el ecuador de la etapa, pero se reincorporó rápidamente y sin daños aparentes, también se cayó su compañero Giulio Ciccone. El peor parado, con un fuerte golpe en un hombros, fue Nickolas Zukowsky, canadiense de Q36.5, que se vio obligado a abandonar. Pedersen se repuso del susto y pugnó, sin éxito, con Kooij en el sprint especial de San Pancrazio Salentino.
Hubo, como no podía ser de otra forma, marcaje estrecho entre los velocistas en un final en Lecce con cortes en el pelotón en un circuito urbano que incluía rotondas, pasos angostos y vías subterráneas. Allí, a falta de 20 kilómetros, sufrieron nuevos percances Ciccone y Pedersen. El danés tuvo que remontar y ese desgaste del energías pudo restarle opciones en un sprint en el que se impuso el velocista más inesperado.
Este miércoles, una etapa de 151 kilómetros, entre Ceglie Messapica y Matera, propicia para aventureros y los velocistas. Nuevo duelo entre Pedersen y Van Uden, el nuevo ídolo.