Se impuso por 6-7 (4), 6-4 y 6-2. El español, que llevaba 10 victorias consecutivas, cederá el número 1 a Djokovic
La secuencia de éxitos de Carlos Alcaraz llegó a su conclusión a manos de Jannik Sinner, que le superó en las semifinales del Masters 1000 de Miami por 6-7 (4), 6-4 y 6-1, en tres horas y un minuto. El español, víctima de calambres en el inicio del tercer parcial, cederá a partir del lunes el número 1 del mundo en beneficio de Novak Djokovic. Campeón en Buenos Aires e Indian Wells, Alcaraz, también finalista en Río, acumulaba diez victorias consecutivas sin consentir un set y estaba, con 4-4 en el segundo, cerca de alcanzar la final, pero una actuación muy desacertada en el noveno juego le llevó a perder su saque y ver cómo a continuación el italiano lograba dar la vuelta al partido. Será él quien dispute este domingo la final ante Daniil Medvedev.
Con tan sólo seis enfrentamientos, el Alcaraz-Sinner ha adquirido ya el poso que merece en el circuito. No en vano, estamos ante dos de los tenistas llamados a dominar el tenis a lo largo de la década. Ya empieza a hacerlo el español, con un botín mucho más suculento que el de su rival este sábado. Pero Sinner, aún caminando más despacio, posee argumentos para convertirse en uno de sus más peligrosos adversarios. Ya le había derrotado el pasado año en octavos de Wimbledon y en la final de Umag y vio pasar por delante una pelota de partido en los cuartos del US Open antes de caer en cinco parciales.
En su segundo enfrentamiento en pocos días, después de la victoria de Alcaraz en las seminales de Indian Wells, tuvo ventaja el italiano en el primer set. Se fue 4-1 tras quebrar en el cuarto juego y no anduvo lejos de ampliarla a continuación, pero erró un sencillo remate con 15-30 de su lado y después un passing shot. Poco acertado con el servicio, Alcaraz sufría con los restos, en los que exponía la vida su oponente, y tardó en encontrar la respuesta a su juego directo.
Alternativas
El primer parcial estuvo repleto de alternativas. Hubo dos roturas de saque en cada frente y se llegó al desempate después de que el murciano cometiese una doble falta cuando contaba con bola de set. Ahí volvió a flaquear Sinner, de nuevo incapaz de rentabilizar una ventaja, esta vez de 4-2 en el parcial. Con 4-3 y dos servicios, improvisó una dejada que no venía a cuento y murió en la red. Alcaraz acabaría cerrando con un ace.
El español posee más recursos que Sinner, un magnífico tenista que suele jugar siempre a una misma velocidad. Con mayor destreza en el cambio de marchas, Alcaraz supo domesticarle y también encontró la manera de volver de una desventaja de 2-0 en el segundo set. Todo indicaba que podría hacer suyo el encuentro, antes de ese juego nefasto que le condujo al tercer set. Pese a que logró recuperarse de los calambres, un segundo break en el séptimo juego acabó por dictar sentencia. Sinner igualó a tres el cara a cara entre ambos y consiguió la difícil tarea de derribar a un jugador que hasta este encuentro se había mostrado inexpugnable.