Sinner mantiene su idilio con Turín, gana a Medvedev y disputará la final del torneo de maestros

Sinner mantiene su idilio con Turín, gana a Medvedev y disputará la final del torneo de maestros

ATP Finals

Actualizado

Logró su tercera victoria consecutiva ante el ruso: 6-3, 6-7 (4) y 6-1. Llega invicto, jugando el mejor tenis de su vida

Sinner celebra un punto ante Medvedev.Antonio CalanniAP

Si hay alguien por encima del resto en estas ATP Finals, no es otro que Jannik Sinner, que se impuso a Daniil Medvedev por 6-3, 6-7 (4) y 6-1, en dos horas y 29 minutos, y disputará este domingo su primera final del torneo. Mandíbula firme cuando vinieron curvas, que las hubo, el italiano, de 22 años, refrendó cuanto había suscrito a lo largo de un torneo hasta ahora impecable. Una sonrisa pícara tras ver larga la última bola de su rival fue el colofón a otra tarde mágica ante su público.

Medvedev se enfrentaba a una papeleta de cuidado. Venía de perder dos finales consecutivas ante él, un jugador que no le había ganado nunca, y tenía enfrente al italiano en el mejor momento de su vida, el único que entró en semifinales invicto, después de derrotar a Djokovic por primera vez en su carrera y, por si todo eso fuera poco, arropado por el público que colmó las 13.000 butacas el Pala Alpitour, unos aficionados que parecen haber encontrado en él, al fin, al indiscutible líder del tenis de su país, bien alimentado en la clase media-alta pero sin un competidor de la fiabilidad que empieza a mostrar el joven de San Candido, ganador en primavera, en Toronto, del primer Masters 1000 de su carrera.

Esta evolución, estos buenos resultados, han elevado la autoestima de Sinner, cuarto favorito, quien tendía a atraparse en circunstancias comprometidas. Se escapó de una bola de rotura en el tercer juego y volvió después de un 40-0 adverso para quebrar el servicio del ruso. Sus continuos gestos de fortaleza cuando salvaba los contratiempos ofrecían el retrato de un jugador que ahora mismo se siente capaz de todo. Poco importaba que tuviera que vérselas con el número tres del mundo, con un hombre que le superó en sus seis primeros enfrentamientos, con el jugador con más victorias este año que se va, 66, y con más triunfos también en pista dura, 49, con el campeón del torneo en 2020 y finalista en 2021, por contextualizar méritos que van mucho más allá.

Veloz en los desplazamientos

Tan ducho a la hora de proponer como a la de resistir, el transalpino era una bala en los desplazamientos laterales, cerrando puertas que golpeaba Medvedev, algo acelerado por momentos. Ni la rémora del 51% de acierto con el servicio le impidió llevarse el primer set. Ni una queja sobre su espalda, que le tuvo al borde de la lona en el último partido del Grupo Verde, ante Holger Rune, en el que dictó un lección de fair play batallando por una victoria que no le urgía y llevándose de la mano a Djokovic a semifinales.

Medvedev, que se había dejado ir en su encuentro ante Alcaraz, pues ya tenía garantizado su pase a los cruces de la penúltima ronda y sólo contaba con un día de descanso, caminó firme durante el segundo parcial gracias a la eficacia con el servicio. Fue con todo cuando atisbó signos de debilidad en el anfitrión: tres errores no forzados en el séptimo juego, una bola de break salvada con derecha invertida y resolución en la cinta, un juego inquietante para él y para sus inquebrantables aliados, que volvieron a proclamar su nombre cuando se fue larga la derecha del ruso y el marcador alumbró el 4-4. Persistió Medvedev hasta llevarse el set en el desempate ante un Sinner al que empezaban a fallarle las fuerzas.

Fue, no obstante, el último finalista del Abierto de Estados Unidos quien sintió molestias en el piramidal derecho y abandonó la pista para ser atendido por el fisioterapeuta del torneo. Ocho minutos de tregua. Oxígeno también para Sinner. Pintaba gris para el jugador local, pero es evidente que se encuentra tocado por la inspiración y exhibe una tenacidad a prueba de bomba. Medvedev cedió su saque en el segundo juego, tiró la raqueta al suelo y se encaró con un espectador tras fallar una bola, 15-15, a continuación. Ya nada detendría al italiano, que llega con extraordinaria firmeza a por el título más importante de su carrera.

kpd