Tras la fuga de futbolistas, patrocinadores y su expulsión de las competiciones europeas, el campeonato trata de sobrevivir con Zenit y Spartak, es decir Gazprom contra Lukoil, como principal atractivo.
Un tribunal de Ámsterdam espera este viernes al pichichi de la liga rusa para juzgarle por intento de homicidio. El delantero holandés del Spartak de Moscú, Quincy Promes, fue detenido en diciembre de 2020 por apuñalar a un primo en la rodilla durante una reunión familiar en Abcoude, a las afueras de Ámsterdam, al tiempo que estaba siendo investigado por su participación en la compra de 4.000 kilos de cocaína. Pero tras esos hecho, Promes, ha encontrado la felicidad en Rusia.
Tras un brevísimo paso por el Sevilla, tras ser vendido por el Ajax a los rusos y descartado por Van Gaal para el Mundial por sus problemas con la justicia, a sus 31 años Promes se ha convertido en el principal atractivo de la liga rusa, que se reinicia la semana que viene tras el parón invernal, y que trata de sobrevivir un año después de la guerra, tras la fuga de decenas de futbolistas y patrocinadores, y con sus equipos expulsados de las competiciones internacionales.
Con la invasión de Ucrania, la FIFA permitió a los extranjeros que habían quedado atrapados en el país rescindir sus contratos, y así lo fueron haciendo, pasando de los 1.130 millones de euros en los que estaban valoradas las plantillas de los 16 equipos antes de la invasión, a los 750 que valen en la actualidad, según Transfermarkt.
El Karsnodar perdió a ocho jugadores. El Rubin Kazan a siete. Y como la liga no se paró, como la ucraniana, acabó descendiendo. La mayoría de equipos se han quedado con lo justo para salir a competir. Estrellas como el georgiano Kvaratskhelia triunfan ahora en el Nápoles. Algunos futbolistas rusos cambiaron de nacionalidad por lo que pudiera pasar. Sazonov, del Dynamo de Moscú, se hizo georgiano. Spertsyan, del Krasnodar, armenio.
Otros sin embargo, han iniciado el camino contrario. La prensa rusa llegó a especular conque Quincy Promes se haría ruso para eludir los cuatro años de prisión a los que se enfrenta en Holanda, aprovechando que la justicia rusa prohíbe la extradición de sus ciudadanos. Nada más llegar al Spartak, el holandés dijo que contemplaba esa posibilidad: “Por qué no, si tuviera la oportunidad”.
El sevillano de 33 años Guillermo Abascal, formado en la cantera del Barça con Jordi Alba, ha pasado de boicots a Rusia y es desde el pasado mes de junio el entrenador del Spartak,. Tiene a sus órdenes a otro jugador criado en la cantera culé, el senegalés Keita Balde, quien se quedó sin mundial por violar las leyes antidopaje. El Spartak se permitió trolear al Barça en sus redes sociales, e incluso al supuesto boicot a la liga rusa, tras su contratación: “Registrado un nuevo fichaje sin problemas. ¿Celoso, FC Barcelona?”.
Los brasileños del Zenit, Claudinho, y el ex del Barça Malcolm acaban de recibir el visto bueno del gobierno de Vladimir Putin para obtener la nacionalidad rusa. “Hizo muy felices a los jugadores, ahora estamos a la espera de que se fije la fecha para la ceremonia del juramento”, anunció el director general del Zenit, Alexandr Medvedev. Malcolm llegó a Rusia procedente del Barça por 40 millones de euros, y a punto estuvo de marcharse a los pocos días por ataques racistas.
Ahora, a sus 25 años, compite con Quincy Promes por el estrellato de la liga rusa, que ha quedado reducido a un Zenit contra Spartak. Es decir, a un San Petersburgo contra Moscú. Es decir, a la gasística Gazprom contra la petrolera Lukoil. La rivalidad es tal que la eliminatoria de la copa rusa del pasado noviembre acabó con tangana y seis expulsados. Quincy Promes inició la pelea, y Malcolm estuvo entre los que vio la roja.
El brasileño lleva 12 goles y cinco asistencias, mientras el holandés el máximo goleador con 14 tantos y seis asistencias. La buena temporada de Malcolm ha hecho que este mercado de invierno lo quisiera el PSG, pero el Zenit, con quien tiene contrato hasta 2027, se negó a vender. Ahora la noticia es que se ha hecho ruso. “Al principio pensé que era broma, supongo que les gusta estar aquí”, soltó algo aturdido su compañero en el Zenit, el internacional ruso Daler Kuzyaev.
Brasil es el país que más extranjeros aporta ahora mismo al campeonato ruso, con 17, siete de ellos en el Zenit, y no se descarta que alguno más siga el camino de Malcolm y Claudinho.
A ambos se los había llevado el seleccionador de Brasil Tite a las olimpiadas de 2021, donde Malcolm precisamente marcó el gol de la victoria en la final ante España. Sin embargo, en otra convocatoria con Brasil para jugar tres partidos de clasificación para el Mundial, el Zenit les hizo regresar a Rusia y ambos obedecieron por miedo a represalias, lo que les costó, primero una sanción de la FIFA, y luego que Tite decidiera dejarles sin Mundial.
La ausencia de los equipos rusos en Europa ha provocado una fuga de patrocinadores, mientras una gasística y una petrolera sostienen a Zenit y Spartak, Ferrocarriles Rusos sostiene al Lokomotiv. Estos días el Zenit anunciaba un acuerdo con la automovilística Lada, y con un fabricante de harina. Aunque el mayor daño es el provocado por el abandono de Nike, que hizo que equipos como el Spartak tuvieran que prescindir de su equipo en segunda división. De momento muchos siguen vistiendo la equipación de esta marca de la temporada pasada pero será reemplaza por Bigser Sport, un fabricante de uniformes con sede en Kirguistán.