Képler Laverán Lima Ferreira, al que todos conocemos como Pepe, sigue rompiendo barreras y saltando muros. El último récord que ha pulverizado el central portugués es el de jugador de más edad en jugar un partido de los octavos de final de la Champions. Este miércoles lo hizo con 40 años y 360 días. Y jugó los 90 minutos tras salir en el once titular, dejando además su portería a cero. Una bestia.
“¿Cómo sigues haciendo esto?”. Esa pregunta que todos nos hacemos se la hizo tras el partido a Pepe Rio Ferdinand, ex del Manchester United y ahora comentarista deportivo.
“Me siento feliz no solo de lograr récords, sino de llegar a esta edad pudiendo jugar, hacer un buen papel y también ayudando a los jóvenes a crecer”, reconoció el pasado octubre tras superar a otro mito, Alessandro Costacurta, como jugador más veterano en jugar un partido de Champions.
Aunque el de más longevo en jugar no es el único récord que Pepe ha destrozado en esta Champions ya que en la fase de grupos se convirtió en el goleador de más edad de la historia de la competición. Metió dos goles en la fase de grupos y superó a Francesco Totti, que marcó con 38 años y 59 días.
Pero parece que Pepe no se va a quedar ahí ya que el ex del Real Madrid jugará la vuelta de la eliminatoria con 41 años. Y quien sabe si no disputará con esa edad también unos cuartos de final, ya que su equipo partirá con ventaja en el duelo de vuelta con el resultado positivo de 1-0 que ha logrado en el partido en el que Pepe ha reventar un nuevo récord.
Courtois en portería, Vinicius prendiendo la mecha y Bellingham atacando el área rival. Así ganó el Madrid la Liga de Campeones de 2024 y así venció este miércoles a la Juventus, recordando, en mitad de un partido roto, aquellas virtudes que le hicieron campeón continental.
La tercera jornada de Champions volvió a mostrar la idea de Xabi Alonso: Tchouaméni como único mediocentro puro, Güler a su lado y Bellingham, Brahim, Vinicius y Mbappé arriba. El tolosarra, rotando siempre entre Mastantuono y el internacional marroquí, ha insistido, y debe insistir, no le queda otra en su galaxia, en que su plan pase por juntar a sus mayores estrellas, misión imposible para Ancelotti y tarea complicada para el nuevo técnico.
Bellingham, falso nueve arrollador en 2024, no termina de encontrar su sitio. En Dortmund se avistaba a un interior de época, pero en el Bernabéu el inglés se descubrió a sí mismo como a un todocampista capaz de anotar 20 goles. Sus virtudes le piden estar cerca del balón en la zona media, pero su instinto y el foco mediático que dan los goles le inspiran a atacar el área, donde se estorba con Mbappé. Y en esa reflexión navega Alonso, tratando de convencerle de que debe ser todo sin regalar esfuerzos.
Mientras el inglés fue escaso en sus aportes, el Madrid sufrió. Tchouaméni lo pasó mal en el centro del campo, Courtois salvó al equipo en varias transiciones rápidas de la Juventus y los blancos sólo respiraron cuando Güler, el mejor en el primer tramo, se hizo con el timón. «Me siento muy importante. Gracias a Xabi, que confía en mí. Me pide que controle el tempo, que sea creativo. Si quiere que marque y asista puedo ser el 'diez', pero de 'ocho' también está bien», dijo el joven.
El turco robó y creó para un equipo que apretó a partir del minuto 20, provocando una decena de córners pero estrellándose contra Di Gregorio y su poco acierto. Tiró 14 veces en el primer tiempo y el guardameta evitó cuatro goles, mientras en el otro área Courtois evitaba el gol italiano.
El belga parece haber recuperado su mejor nivel después de los cinco goles recibidos ante el Atlético y salvó un mano a mano contra Vlahovic al inicio del segundo tiempo. El serbio le ganó la carrera a Militao y se plantó ante Courtois, que desvió el remate con el pie izquierdo mientras la grada guardaba el aliento.
La misma capa de superhéroe que se puso en 2024 para dar a su equipo varias vidas, sumando su sexta portería a cero del curso, segunda seguida tras el duelo de Getafe. «El míster quiere que juegue alto. Un balón que viene así... Parecía que Militao iba a llegar, pero contento por la parada», comentó Courtois, elogiado por Alonso en rueda de prensa: «Ha aparecido su calidad de las noches importantes. Ha tenido un momento clave», aseguró el tolosarra, que reconoció que «la ocasión de Vlahovic ha llegado tras el mismo error de la primera parte. Está detectado y lo corregiremos».
Minutos después de su parada llegó el estreno goleador de Bellingham esta temporada, aprovechando el rechace de un buen disparo de Vinicius. Su primer tanto después de siete partidos y el primero desde junio, cuando marcó ante el Pachuca en el Mundial. Su décimo gol en el año natural y un punto de inflexión para su peso dentro del equipo.
«Independientemente del gol, ha hecho un partido muy completo, era una noche difícil para él porque el rival estaba muy junto y encontrarle era difícil. Ha marcado el gol, ha recuperado sensaciones y ha sido competitivo. Su papel tiene que ser intermedio, tiene calidad para participar en la construcción y tiene la determinación para participar en la finalización, con mucho recorrido, muy versátil, sabe llegar de segunda línea... Es de los más completos que hay en el mundo», dijo Alonso.
Eso ofreció el británico, incansable en el esfuerzo durante todo el segundo tiempo y disputando su primer partido completo desde el 1 de julio, precisamente ante la Juventus en los octavos de final del Mundial de clubes. Hasta entonces, Alonso parecía no verle preparado, pero el segundo parón de selecciones vivido hace unos días le ha servido como una pequeña pretemporada, quedándose en Madrid y no yendo convocado por Tuchel con la selección inglesa. Dicho y hecho. 90 minutos, gol y nueve puntos para el Madrid en Europa.
Hoy se cumplen tres años de la guerra de Ucrania. Un conflicto en el que los muertos se cuentan por varios cientos de miles. Hasta el 24 de febrero de 2022, muchos se resistían siquiera a pensar en un conflicto a gran escala con Rusia, aunque las ascuas que prenderían ese fuego llevaran quemando prácticamente desde ocho años atrás. En esa fecha, con los primeros impactos de misiles en múltiples localizaciones del territorio ucraniano, la pesadilla empezó a hacerse realidad. En agosto de 2022, se reanudó la Liga bajo fuertes medidas de seguridad. Tiene que haber un búnker al lado de los estadios y a veces se suspenden momentáneamente los partidos por ataques en la zona, como sucedió recientemente en el partido Dinamo de Kiev-Oleksandriya. Los encuentros internacionales de clubes y selección se disputan fuera del país.
«Creo que los primeros días casi puedo rememorarlos hora por hora, porque son como un trauma emocional que se instala en tu mente de por vida. Fue un día terrible y profundamente aterrador y esa fecha será recordada para siempre por todos nosotros desde una perspectiva desgarradora», señala Mykola Matviyenko, capitán de un Shakhtar Donetsk cuya región, el Donbass, es tal vez la que ha encajado un castigo más severo durante este conflicto. Incluso, antes de que la guerra tomara la forma que muestra actualmente. «Es difícil describir estos sentimientos con palabras, solo los que han experimentado este horror por sí mismos pueden entenderlo de verdad», insiste el defensa central de 28 años.
«Hay compañeros de equipo que han perdido familiares cercanos y amigos, gente que murió defendiendo nuestra tierra», explica Matviyenko, que entiende muy bien que en una situación así el fútbol es una vía de escape para muchos compatriotas. «Muchos de nuestros seguidores están en el frente, defendiendo nuestro país, y han compartido repetidamente cómo ver fútbol y animarnos les da algo de distracción, aunque sea solo un poco», destaca.
Martin MeissnerMUNDO
«Hacemos lo que mejor sabemos hacer, y a través de nuestro trabajo y nuestro juego, tratamos de arrojar luz sobre lo que pasa en Ucrania y recordarle al mundo que la guerra sigue en curso y que hay gente perdiendo la vida cada día», reitera el capitán. «Nadie sabe cuánto va a durar todo esto, pero vivimos para el día en que llegue a su fin. Soñamos con ello, creemos en ello, y rezamos por ello, porque es verdaderamente espantosa», sentencia.
El regreso de Vinicius Tobias
En marzo de 2022, la FIFA permitió que los extranjeros que jugaban en Ucrania pudieran ir a otros países. Muchos lo hicieron. Entre ellos, el brasileño Vinicius Tobias, quien recaló en el Real Madrid Castilla en calidad de cedido y llegó incluso a jugar un partido de Copa del Rey con el primer conjunto blanco. El pasado verano, regresó al Shakhtar. «Tuve la oportunidad de jugar en el equipo más grande del mundo, conocí a mucha gente que nunca pensé que conocería, hice amigos y me convertí en mejor persona. Fue un alivio salir de Ucrania pero si no hubiera habido guerra no sé si habría tenido la oportunidad de jugar en el Real Madrid. En aquel momento estaba muy asustado por todo lo que estaba pasando, solo tenía 17 años, así que fue un alivio para mí, sin duda», recuerda el carrilero.
«Cuando fiché por el Shakhtar en enero de 2022 fue la mejor decisión que tomé. No había guerra y esperaba que no pasara nada, nunca pensé que me vería envuelto en una», asegura. El brasileño agradece, desde luego, el trato que recibió durante su etapa en el club madridista, donde aún conserva buenos amigos. Y entiende, también, que su situación actual pueda preocupar a su familia y entorno más cercano. «Por supuesto que mi familia está preocupada por la situación, pero ellos saben que es mi sueño y esperan que todo acabará pronto. Mi familia siempre me ha dejado perseguir mi sueño, sea cual sea la situación, siempre han estado a mi lado y siempre lo estarán», señala.
En el caso del boliviano Diego Arroyo, su llegada al Shakhtar Donetsk, este mismo mes de febrero, no se vio en absoluto condicionada por la guerra. «Fue una oportunidad increíble para mi carrera profesional, así que no tuve que pensarlo demasiado», explica a pesar de que la situación sea tan delicada. «Nunca me imaginé verme envuelto en una zona de guerra, pero debo decir que el club siempre nos ofrece seguridad y tranquilidad todos los días», asegura. Esa confianza que transmite, tal vez, es lo que hace que su familia esté en gran parte tranquila.
«Mi familia está muy feliz por la decisión que tomé y están todos muy emocionados por el hecho de que sea jugador de un equipo tan importante como el Shakhtar. El club siempre nos transmitió confianza y seguridad a mí y a toda mi familia para poder vivir aquí y dedicarme a lo que más me gusta, que es jugar al fútbol», recalca. Confía, además, en que el conflicto concluya en los próximas fechas. Algo que también espera su compañero Vinicius. «Creo que terminará pronto. Hemos esperado mucho y han pasado muchas cosas durante este tiempo, y todos estamos cansados de la guerra. Todo lo que queremos es vivir con la normalidad que solíamos tener antes», cierra.